Rito

Sakura estaba haciendo lo que su rutina estipulaba

Se había lavado las manos y la cara, se había puesto su pulso de oro y procuró que su bufanda dorada estuviera lista para colocarla en su cuello

Era 2 de abril y estaba ansiosa, su felicidad se notaba como todos los dos de abril que había presenciado

Caminó por aquellas avenidas parisinas hasta el centro comercial que tenía un área de comida multicultural

De un tiempo a otro, empezó a esperarlo

Primero lo veía de lejos sin intimidar, después se acercaba un poco cuando no tenía una actitud a la defensiva, y así sus días fueron tomando significado

El sol era especial para ella, no solo porque era invierno y daba una agradable sensación, si no porque le recordaba a él

Había pasado tanto tiempo que había olvidado cuando esa estrella gigante no significaba nada para ella, también como la caligrafía japonesa lo hizo de la misma forma

Su corazón había sido entrenado o mejor dicho domesticado por un hombre que aún no conocía

"Sakura" extrañaba los pétalos de cerezo que ella recordaba porque era un buen preámbulo para lo que estaba por ocurrir

Sin darse cuenta se volvió gran admiradora del cielo, porque la hacía recordarlo aunque los pétalos de cerezo no volarán en él

Ella pensaba que tenían eso en común con él, ponerse tensos y ansiosos por la llegada del otro
Había aprendido que la espera era más divertida y emocionante que el final

¿Quién diría que una vez fue suficiente para que ese amor floreciera? 

Mientras veía que ese azul cielo se volvía de un color diferente se preguntaba ¿Cómo sería? ¿Tendría de nuevo ese cabello rubio?¿Los ojos azules o cafés? ¿Tendría alguna marca de nacimiento? ¿Podría reconocerlo?

Ellos cambiaban por eso era reconfortable ver qué el cielo no lo hacía

Ella era diferente, sus ojos jade no eran más parte de ella, ahora solo eran verdes de tonalidad oliva, y su cabello café aunque ella tenía una ventaja al ser mujer, podía cambiar su color de cabello que gradualmente estaba pintando de color rosa pastel

Cómo lo recordaba

En su mano tenía un libro que rezaba "Los atardeceres se ven cuando se está triste"

Ella solo lo hacía recordarlo y eso lo hacía especial

Ese día no era y la mujer lo sabía

Tomó su café y se fué

Había perdido tanto tiempo sin verlo que estaba ansiosa que el tiempo pasará más rápido

Ella era una entre millones de personas, era una mujer ordinaria que esperaba a un hombre ordinario

[...]

El día 3 de abril empezó y ese día era diferente a los 8,008 días que había vivido

Su corazón latía rápido, a pesar que ese día ya había sido cursado muchas veces

Ese era el día

Seguro él también lo sabía

Acomodó su alborotado cabello y de nuevo se puso su bufanda dorada y adorno su cabello con un listón de color carmesí

No era hora, tenía que ir a trabajar y después regresar a su rutina

Tenía que comenzar su rito
Se despidió de su mascota y se fue a ejercer su oficio

Ese día, era distinto porque ella decidió ponerle un significado

No importaba lo molesto que eran sus pacientes o si los equipos no funcionaban, ni siquiera que tuviera miles de papeles para leer y firmar

No importaba, porque la flor esperaba a su persona especial

Llegó la hora, ella volvió a hacer lo que regularmente hacía

Sin un solo cambio, hizo todo exactamente igual porque lo verdaderamente importante era lo que sucedería

Ella se sentó en la misma mesa, entre el café y el puesto de comida japonesa

Y esperó

Su corazón estaba ansioso, sin darse cuenta él la dejó "domesticada", esperando su llegada

Pero eso lo hacía especial

Los minutos eran lentos, pero sabía que el momento llegaría

¿Lo reconocería?

La respuesta era un sí

La cabellera de él, de nuevo era dorada, no tenía marcas en su rostro y su piel era un poco más clara

Ella lo miró sin llamar su atención

Él rió

Ella también lo hizo

La gente miró con extrañeza a la mujer pero ya estaba acostumbrada

Él se giró a verla y ella fingió verlo por casualidad

"Naruto" mantenía siempre la misma sonrisa tan radiante como él sol, no importaba si su cabello cambiará de color, café, rojo, negro, no tenía relevancia, tampoco si las rayas o bigotes de gato no estaban en sus mejillas o si sus ojos eran azules o no

Él le sonrió por amabilidad y ella respondió de la misma forma

"Sakura" sabía que ocurría, él no la esperaba, lo que significaba era que "Naruto" no recordaba nada

Era difícil, a veces los dos lo recordaban, a veces solo lo hacía la mujer, a veces solo él y otras ninguno de los dos

Habían sido americanos, latinos, japoneses y demás nacionalidades con una combinación de diversos oficios, entre ellos habían sido ninjas

Actualmente eran franceses, ella residente de un hospital y él el nuevo mesero de un restaurante japonés del centro comercial de París

Ahora a "Sakura" le tocaba ser quien tiene que hacerse apreciar

Ella recordaba que solo en su segunda vida de... quién sabe cuántas habían tenido, se enamoró de un japonés de pelo rubio y piel bronceada que la molestaba, tuvieron hijos y murieron en el mismo accidente

No importaba si los dos no lo recordaban, siempre terminaban conociéndose un tres de abril en un lugar que nunca era el mismo

La mujer eligió que ese lugar la llevaría a él

Tendría que hacer todo de nuevo, era su destino y al igual que ella, "Naruto" lo aceptaba como tal

—Perdón— soltó él con una voz cansada —Esperó que no haya esperado demasiado—

Él tenía esa voz que recordaba de su primera vida y fue tan familiar para ella que quería decirle lo que pasaba

Ella después analizó lo que él le había dicho y deseaba contestar honestamente "La espera es lo mejor"

—Para nada— respondió ella y después aclaró su garganta —¿Cómo se llama?—

—Francis— respondió con una pequeña sonrisa

—Un gusto, soy Margot, voy a pedir un ramen de cerdo, por favor— pidió

—Excelente orden, en un momento lo traigo— contestó

Él se fue dejando la orden en el puesto, pero no dejó de reojo mirar a quien la había ordenado

Ella no se dió cuenta, sin embargo

Ya se había comenzado a escribir la nueva historia en dónde sus caminos se juntaron de nuevo

Después de más de ocho mil días, los días comenzaron a tener significado

Y un día para él, ella dejaría de ser una mujer ordinaria que podrían encontrar en los millones que había, para ser la uno entre un millón

Eso llevaría tiempo, mucha repetición de su rito, pero ella estaba dispuesta a hacerlo

FIN

N/a: Este one-shot está inspirado en el cuento del "El Principito" que llevó años queriendo hacer un fic completo inspirado en él

Espero que les guste, quería hacer algo de reencarnación desde hace tiempo ♥️

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