No quiero que seas feliz

Era fácil saberlo esa mirada lo decía todo estaba sorprendido por verme en ese lugar

El vestido estaba empapado con sudor, sucio y pedazos caían de él, mi cara no era diferencia, pero al ver que levantó su mano me daba esperanzas, la esperanza que no preguntará y solo me amará como yo a él, pero su mano jaló a su otra mano que iba hacia mí

—Sakura-chan, tú deberías estar casandote — dijo con voz temblorosa 

—Lo sé, debería— remarque decepcionada 

—¿Qué haces aquí? Yo iré pronto, pero mira no te puedes casar de ese modo— pronunció evitando mi mirada y acercándose un poco

No lloraría, no más, si de verdad amaba a ese hombre lo haría pero al ver como el columpio se movía, recordé a Naruto y Hinata felices y rompí en llanto cayendo encima de mi vestido

—¡No, no, no quiero que seas feliz!— exclamé desesperada

Naruto se acercó y trató de tocarme de nuevo sus ojos azules ahora más oscuros me veían con lastima

—De verdad no quiero que seas feliz— le confesé

—¿Porqué?— preguntó casi como un leve suspiro

—Se que yo nunca te daré el amor que pides, ni él que te mereces, yo nunca te haría feliz, pero... pero...— dije llorando y con impotencia en mi voz

—Tu siempre me has hecho feliz— sonrió con ternura —El sólo hecho de estar contigo me hace plenamente feliz— me confesó mientras apoyaba su mano en mi espalda

—Naruto, no me casaré, no dejaré que te liberes de mí, no importa como, haré que soportes mis lágrimas, mis regaños y golpes— vocifere con confianza a lo que el tonto solo río tímidamente

—Es obvio que nunca lo haré, te casarás con mi mejor amigo y eres mi mejor amiga—

—Eres muy lento— dije limpiando mis lágrimas —Te estoy diciendo que te a...—

Todo termino en ese instante, el futuro que la ilusión creo, mi falsa ilusión de amor, Sarada, Boruto y Himawari terminaron el instante que Naruto me besó

—De verdad no quiero que me dejes ser feliz— dijo con los ojos medio cerrados —No quiero la libertad de elegir, quiero estar atado a tí— dijo como un poeta o intérprete, con una libertad que me asombraba 

—¿Y Hinata?— pregunté.

—¿Y Sasuke?— respondió inteligente

—Lo comprendió...al parecer los celos no son algo suyo— contesté sonriendo

—Hinata, será muy difícil—

—Naruto— llamé tocando la falda del vestido

—¿Sí?— amable respondió 

—Quiero quitarme este estorboso vestido— bufé más calmada

—Hay que ir a tu casa— dijo mientras me ayudaba a limpiarme un poco

—Preferiblemente no mi ca...— no terminé de decirlo cuando él habló

—¿Yo te hago feliz?— preguntó como si las ansias lo comieran

—Tener un saco de golpes es muy gratificante, un idiota que me haga ver más inteligente,... claro,  mi ego está muy feliz— dije tocando su mejilla —¿Eso será amor?— 

—No, es esclavitud— contestó con un toque irónico

—Serás mi esclavo... ves yo seré como tú cárcel, nunca serás feliz...— dije mirandolo a los ojos

—Existen clases de cárceles— suspiró — Tú serías una de esas que es mejor estar adentro que afuera, una cárcel que si me permites me gustaría quedar recluido—

—Eso me hace muy feliz — sonreí 

—Mentí... yo ví eso también—Hablo de la visión del futuro  —Y decidí por mí mismo no llevarlo a cabo— suspiró y se levantó —Si no venías yo iba a buscarte y confesar mi amor aunque no me amarás, estaría sólo, pero feliz al saber que mis sentimientos fueron escuchados por la persona más importante para mí—

—Eres alguien tan idiota, no esperes que te esperé como Cenicienta a tu disposición, que no lo haré— dije enojada tomando su mano

—Ni yo te haré esperarme— dijo apretando mi mano

—No serás feliz— sentencie a el futuro Hokage

—Lo sé...— suspiró —Contigo seré más que eso...— 

FIN

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top