En la mañana del 10 de octubre el Hokage se levantó con una sonrisa, era su cumpleaños y desde que tenía amigos y después una familia ya no eran tristes esos días

Al levantarse se dió cuenta de una tranquilidad que no eran tranquilizante para él

El rubio vió a su familia disponerse a desayunar

Hinata le dió su desayuno como cualquier día, cosa extraña pues ella sabía exactamente cuando era su cumpleaños pero no hizo nada en especial

Sus hijos comian con normalidad mientras él solo esperaba una felicitación

Salió de su casa con la típica despedida y llegó a su lugar de trabajo

Al llegar, fue más de lo mismo

—¿No recuerdas que fecha especial es?— cuestionó a su mano derecha

—¿Promociones en el puesto de ramen?— respondió indiferente

—Nada— dijo un poco decaído y entró a su oficina a ser su trabajo

Él se quedó trabajando sin descansar hasta que se hizo noche y salió a comer algo para celebrar

Naruto caminó hacía el puesto de ramen y casi al llegar vió a su antigua amiga

—¡Sakura-chan!— gritó para llamar su atención

Sakura se asombró y le sonrió con mesura

—Feliz cumpleaños, Naruto— felicitó cuando el oji-azul y ella se encontraron

El Uzumaki soltó una lágrima y sonrió —Gracias Sakura-chan, eres la primera que me felicita—

La de blusa roja miró al cielo, extrañada de lo que él le manifestó

—No lo creo posible— mencionó —Creo que podemos ir a un lugar que te va gustar—

Sakura se llevó a Naruto con rapidez, era algo que hace mucho le quería mostrar

Esa noche carecía de luna pero la contaminación hacía que casi todos los días se vieran asi

La de cabellos rosas lo guío a una trinchera de rocas a medió destruir y se sentaron en ella

Sakura alzó su rostro y su acompañante rubio miró al cielo con estrellas brillando a toda su luz y hasta la sombra de la luna era visible

Ella sonrió al ver la sonrisa del Uzumaki, sabía que le gustaría
Sakura sacó un pequeño detalle de su pantalón, era un pequeño dije en forma del alimento llamado naruto

—No es mucho, lo sé...— aceptó y le dió en la mano el llavero

El de piel morena extendió sus manos de par en par y con asombro tomó el regalo

—¿No dirás nada? Se que no es nada con lo que has recibido— dijo un poco enojada, sabía que no era la gran cosa pero debía de agradecer

De pronto el oji-azul son soltar algún sonido sonrió y sus ojos se volvieron brillosos

La Haruno buscó en sus bolsillos algo más, aunque fuera dinero pues su conciencia se removió

En su cumpleaños siempre recibía un mensaje que aunque el Uzumaki lo enviaba por correo, siempre lo hacía

Naruto bajo sus manos y se acercó a ella para empezar a hablar y en ese mismo instante que la peli-rosa levantó su rostro para invitarle algo de comer, sus rostros inevitablemente se juntaron

Los dos abrieron enormemente los ojos, tenían las labios juntos pero al parecer quedaron congelados

La oji-jade soltó el lugar donde estaba agarrada y cuando intento sostenerse apretó sus labios más al contrario

Naruto bajó un poco los párpados y acomodó su boca para hacerlo un beso de verdad, Sakura sorprendiendo a el adverso también lo hizo

Los dos por fin se habían besado de la manera correcta y con tranquilidad cerraron sus ojos

El rubio tomó el hombre de la médica y ella junto su mano con aquella que tenía el regaló

Los dos se separaron lentamente un poco sonrojados

—Lo siento— se disculpó apenado el hombre

Sakura tomó su boca y miró al lado contrario de la mirada del adverso

—Eso también cuenta como regalo— dijo en voz baja —No le contaré a nadie esto ¿Bien?—

Sakura miró de nuevo a Naruto quien estaba asombrado y apretó el regalo de ella

El Uzumaki cambio de semblante y trató de aparentar indiferencia aunque si mirada cabizbaja denotaba un poco de tristeza

Sakura estaba un poco roja, tratando de mantener la calma para mirar a Naruto

Pero de pronto el rubio la abrazó —Gracias—

La Haruno le correspondió —De nada, tonto—

Los dos bajaron de donde estaban y se dirigieron a la entrada de la aldea

—Hay otra cosa— habló el Kage

—¿Qué?— preguntó la oji-jade

—¿Puedo tomar tu mano?— cuestionó inocente

La de piel blanca extendió su mano en afirmación a la petición y juntaron sus manos separándose casi al llegar

—Feliz cumpleaños, Naruto— exclamó como despedida

—Gracias— agradeció tomando su llavero y se dirigió a su casa

Al abrir la puerta le dieron la bienvenida

—¡Feliz Cumpleaños, Naruto!— gritaron los presentes

Himawari se acercó a él y lo abrazó, seguido de Boruto quienes reían con gozó

Todos habían guardado la compostura para ser de verdad una sorpresa la fiesta

Y Naruto estaba gustoso por aquello, le tocó el turno a su esposa y al separarse negó el besó que le iba a dar

—¿Invitaste a Sakura-chan?— preguntó

—Le dije a Sasuke-kun— contestó para que luego el oji-azul mirará a Sasuke

—Le iba a decir pero cuando fuí a su casa ella no estaba— respondió

—Le hablaré entonces— rápidamente pronunció y tomó su celular para marcar el número de su mejor amiga

—¿Que sucede?— preguntó la mujer detrás de la bocina

—Tengo una fiesta sorpresa, deberías de venir— invitó

—Que bien, iré pronto— contestó aclarando un poco su garganta y colgó su celular

Naruto se escuchaba firme, así que pensó que tal vez para él no había sido nada pero era mentira el Uzumaki tuvo que ensayar miles de veces para que su voz no se quebrará o temblará mientras su rostro estaba rojo y miraba su celular

No podía tener mejor cumpleaños, su familia y amigos estaban celebrandolo pero sin duda lo único que no estaba planeado fue lo que más le alegró

Aún después de años su corazón podía acelerarse tanto como en sus buenos años

Colocó su colgante tipo llavero en su celular, no sería su más caro regalo pero si el de mayor valor sentimental para él desde ahora, sabía perfectamente que los sentimientos aún estaban ahí.

¡Feliz Cumpleaños Naruto!