En Japón, los cuentos de fantasía es uno de los mayores orgullosos de su cultura

La fantasía y la realidad se fundían, pero eso hacía mucho tiempo ya

Japón luchando una guerra, no daba para fantasía, con una terrible realidad arrasando

Pero aún así...

Un chico de ojos azules, cabello rubio y sonrisa encantadora recordaba la historia que un día le contaron acerca de un árbol de cerezo perfecto

Un árbol donde las ramas estuvieran en una posición perfecta y tuviera la sombra perfectamente delineada sin necesidad de cuidados

Entonces vió el árbol de cerezo que estaba cerca de su campamento bélico

Salió y lo conoció

El relato se hacía llamar "El chico que se enamoró de un cerezo"

En él se relataba que el cerezo perfecto podía convertirse en una mujer, cuando la sombra formaba una silueta con el hombre que se planteaba en un mismo lugar

Naruto miró su sombra y estaba creando la silueta perfecta de un hombre mirando al cerezo, de ahí una luz salió y una mujer estaba sentada en dónde debería estar el árbol

Ella se veía asombrada y con un poco de miedo

—Nunca había pasado— soltó al ver sus manos...era una mujer humana

Ella lo miró —¿Quién eres?— preguntó con voz de mando

—Me-me llamo Naruto— nervioso contestó a la mujer

Estaba asombrado de saber que ese cuento era real, al poco tiempo notó que ella era linda

—¿Y tú?— preguntó lo normal de ese tipo de conversación

—Supongo...que me llamó Sakura— dijo no muy segura —Todos nosotros nos llamamos Sakura—

—¡Bien!— exclamó con una sonrisa —Te llamaré Sakura-chan para no confundir—

La mujer de ojos color jade lo vió, tenía un traje militar pero sus ojos reflejaban paz e inocencia

—Tú no deberías estar en la guerra— le dijo seriamente

—¡Soy bueno'ttebayo!— gritó pensando que era una ofensa

—Tú no estás a favor de la guerra— reclamó la de cabellos rosas —Se nota en los ojos—

El rubio bajó la mirada y rascó su nuca —Es mi deber—

—No tienes porque hacer cosas que no quieres— exclamó

Él le sonrió ampliamente —Tengo que proteger mi país—

Ella lo vió, asombrada por tan nobles impulsos, bajó su mirada al kimono que usaba, —El sol está bajando, ya va ser tiempo—

—¿Qué? ¿Cómo qué ya te vas?— cuestionó un poco enojado por la rapidez

—Puedes hacerlo de nuevo después, pero no me molestes seguido, Naruto— le aclaró mientras la noche llegó y ella volvió a ser un árbol

El rubio hizo en lo que cabía su mejor esfuerzo para no molestarla seguido

A veces solamente se acostaba a los pies del cerezo, creyendo que esa sería lo más cercano a acostarse en las piernas de la chica

Sin darse cuenta se fue enamorando de ella

Sakura se preocupaba por él, y se acostumbró a su presencia

Algo que en sus múltiples años había tratado de evitar

El chico la hacía reír, preocupar, enojar y también traía la paz que necesitaba en medio de ese ambiente gris que la guerra dejaba

Los compañeros de Naruto creían que el oji-azul se había enamorado de un árbol, y más cuando rechazaba a las chicas que le pagaban sus amigos

El rubio con el tiempo ya iba con heridas, sumaban como treinta en los cálculos de Sakura

Un día regreso con una en la cabeza

—Ven— ordenó ella apuntando a sus piernas dobladas

Él se sonrojo un poco y se acostó encima, podía ver los cabellos rosas de la mujer caer sobre su rostro

—¡Un día te van a matar!— gritó con los ojos brillosos

—No va a pasar— dijo cerrando los ojos tranquilo

—¡Tú no puedes saberlo!— gritó el cerezo al curar con recelo al rubio

—Lo sé— dijo con seguridad —Porque tengo que volver a verte—

La oji-jade miró a el rubio que no se había dado cuenta que lo había curado —Mas te vale— aceptó

Naruto esa noche se dió cuenta de lo que pasaba... él estaba enamorado, después de un año aceptó que estaba enamorado de una criatura que no tenía idea de su origen

El Uzumaki estaba enamorado de un árbol

El que venía en un relató que había decidido creer, la mujer que le trajo el color rosa a su mundo

"El chico que se enamoró de un cerezo" aquel chico se enamoró de ella al conocerla, su historia terminaba con el asentamiento de éste cerca de ese cerezo hasta que un día murió

Naruto no sabía cómo sería su final, menos en la última guerra que se daría al siguiente día, revisó su cabeza y notó que había cicatrizado más rápido de lo normal, estaba feliz por eso

Todos los altos mandos sabían que la guerra estaba perdida, Estados Unidos y sus aliados los tenían en la cuerda floja

Esa última batalla era por honor personal

[...]

El siguiente día llegó, se cumplió la profecía, Japón perdió la segunda guerra mundial

De una manera romántica al igual que en los cuentos de fantasía, en la noche, cuando el sol había bajado, él llegó a las faldas del árbol de Sakura

Con una herida de muerte, lo manchó con su sangre, a sabiendas que llegó tarde para verla una vez más

No quería morir a pies de su amada, sería muy cruel para ella pero una mano lo detuvo

Ella lo tomó en brazos y curó su herida, él sonreía por la conveniencia

—Tonto— soltó Sakura —¿Sabías que podía hacer ésto, verdad?—

El oji-azul sonrió, no lo sabía, no tenía intenciones que ella lo salvará, solo quería verla una última vez, ni siquiera sabía que ella podía curar

—No— honestamente lo negó —No tenía ni idea que Sakura-chan fuera tan genial—

La oji-jade miró triste al chico y empezó a soltar pétalos de cerezo de cabeza, perdió su brilló y su traje se manchó de la sangre que Naruto había puesto en el tronco del árbol

De pronto ella cerró los ojos y los pétalos desaparecieron

El rubio se preocupo por la cara de ella
—¿Qué sucedió?— preguntó un poco adolorido

—Nada— mintió y miró la herida que curó

El Uzumaki miró el cielo, las estrellas estaban ahí, junto a humo y chispas de las bombas detonadas

—Pero...¿Cómo?— cuestionó al saber que ella no podía presentarse en la noche

Sakura sonrió y acomodó su cabello hacía atrás —Hay una nueva parte del relató— dijo con tranquilidad —Los cerezos perfectos son inmortales siempre que sigan su relató, cuando lo incumplen depende de la razón, lo perderán y les quedará un determinado número de años como humano—

—Perdón, Sakura-chan, yo no...— se preocupó por haber hecho que perdiera su inmortalidad

—Esta bien... viviré unos buenos años— dijo tranquila

—¿Cuántos?— preguntó él

—Los mismos que tú— dijo con una sonrisa

—¿Porqué?— cuestionó confundido

—Porqué te curé, idiota— respondió

El oji-azul vió hacía la dirección de dónde salían los soldados de la alianza, se quitó su casaca para no ser visto como un soldado japonés y se llevó cargando a la chica, ya que ella no tenía experiencia corriendo

Tenían que escapar antes que los matarán

—Cuidare de tí, lo prometo— prometió el oji-azul a la chica que cargaba en los brazos

Ella le sonrió —Mas te vale—

Sakura no le diría aún que la razón por la que renunció a su inmortalidad y rompió las reglas no era por curarlo, ella podía hacerlo sin fallar a las reglas

Aquello más grande que ella y cualquier yokai, sabía que ella se había enamorado de él

Él no quería cometer el mismo error que con el chico del relató, no quería volver a darle un sufrimiento eterno a otro cerezo después de la muerte final de su amado

Él le dió a Sakura la opción de elegir, ella decidió sincronizar su vida con la de él al romper la regla de no presentarse de noche, cuando la silueta desapareciera, reescribiendo la historia y reglas

Por lo que, ese cuento de "El chico que se enamoró de un cerezo" ya no podía ser contado y no tendría validez

Ahora estaba vigente el nuevo cuento de "El chico que se enamoró de un cerezo y viceversa"

La era de las fabulas y fantasías ya no era lo que Japón necesitaba, ya escribirían una nueva historia y una nueva era

En dónde el relató sería lo extraño y curioso que una pareja de casados se muriera al mismo tiempo.

FIN