Un juguete.

A partir de hoy tendréis que trabajar con ellos.- Nos presentó a un chico muy alto peli verde y aun chico más bajo que yo de pelo azabache. Yo trabajaba como profesor en la preparatoria Shutoku, mi nombre es Takao Kazunari, enseñó artes visuales e historia, sé que no tienen nada que ver la una con la otra, pero son las cosas que más me importan en el mundo. La preparatoria hizo algo así como un intercambio de profesores, vinieron dos profesores desde Estados Unidos a los cuales se les asignará un "tutor" que les enseñara todo lo que hace falta saber para dar clases aquí.- Ellos son Shintaro Midorima y Tatsuya Himuro, asistirán a todas sus clases como sus ayudantes durante un periodo de prueba, si ustedes dan el visto bueno podrán quedarse a trabajar en esta academia. Murasakibara-Kun, tu estarás a cargo de Himuro-San, uno de los profesores más respetados en su campo de economía. Y tú Takao-Kun estarás a cargo de Midorima-San, el enseña historia pero también estará presente en sus clases de Artes visuales. Ambos hablan perfectamente el japonés así que no habrá problemas ¿Entendido?

-Sí.- Contestamos Atsushi y yo al unísono.

-Encantado de conocerle, mi nombre es Shintaro Midorima, espero no serle una molestia.- Se presentó el peli verde.

-E-Encantado.-Dije algo sorprendido ante tanta formalidad por su parte.- Soy Kazunari Takao, espero poder serte de ayuda.- Sonó el timbre de clase.- Tengo clase de historia ahora, vamos te presentare a los alumnos.- El asintió y nos encaminamos hacia clase.- ¿Y cuántos años tienes?

-Veintitrés- Contestó serio.- ¿Y usted Takao-San?

-¿T-Takao-San?

-¿Le molesta?

-N-No es eso tan solo... Nadie me había llamado nunca así.- Dije algo sonrojado.- Tengo veinticinco. Aquí es.- Dije al llegar a clase, entramos y como de costumbre todos los chicos estaban armando alboroto.-¡Muy bien chicos sentaos todos! Quiero presentaros a Shintaro Midorima, el dará clase junto a mi durante un tiempo, él también será vuestro profesor así que espero que lo tratéis con respeto.

-¡Sí!- Contestaron todos los alumnos a la vez.

-Muy bien, Midorima el director dijo que dabas clase de historia. Hoy darás tú la clase, estábamos estudiando la revolución francesa, página ciento dos del libro.- Le entregué mi libro. Quería ver de primeras como era él con los alumnos y que tal se explicaba. Volvió a asentir y comenzó la clase.

No lo podía creer, él tenía la atención total de la clase, incluida la mía. No sé por qué, pero ese chico tenía "algo" en su forma de explicar que hacía que toda la clase estuviera atenta a cada palabra que decía, apuntaba en la pizarra con una hermosa caligrafía, mientras explicaba e iba echando vistazos al libro de historia. De pronto miró hacia mí y sonrió levemente. Mi corazón latió muy rápido, demasiado creo yo, creo incluso que me sonrojé. Tenía que admitirlo, ese chico era guapo, tenía un aire serio que hacía que se viera mucho más... ¿interesante? No lo sé era difícil de explicar. La clase terminó y todos los alumnos se fueron dejándonos a Midorima y a mí solos.

-¿Y bien?- Preguntó él.

-Wow... Realmente eres bueno en tu trabajo.- Midorima sonrió acercándose a mí.

-Me alegró que diga eso.- Apoyó su mano sobre la mesa quedando muy cerca de la mía.

-La siguiente clase que tendremos es de artes visuales, tenemos que ir para allá.- No obtuve respuesta. Se aproximó de nuevo hacia mí, pero esta vez acercando su rostro al mío, empecé a ponerme nervioso, mis mejillas ardían y mi pulso iba muy rápido al ver como ese peli verde se acercaba directo a mis labios. Pero en el último momento movió quedando sus labios peligrosamente cerca de mi oído.

-Está bien, vayamos para allá.- Susurró haciendo que de nuevo me pusiera nervioso. ¿Se puede saber que me pasa?

.

.

Los días pasaron, el director dijo que el tiempo de prueba de Himuro y Midorima seria de tan solo tres meses, así que aún quedaba bastante antes de que se fueran. Pero había algo extraño entre Midorima y yo, algo como una "tensión" entre ambos. Constantes roces tanto en clase como fuera de esta, mucha proximidad entre ambos, pero lo peor era lo muy rápido que latía mi corazón cuando eso pasaba, es decir ¿No puedo haberme enamorado de él verdad? En tan solo un mes escaso que lleva aquí es imposible ¿Cierto? ¿Entonces que me pasa? No lo entiendo.

-¡Muy bien chicos! Id copiando a la vez que yo escribo y acabaremos antes.- Todos respondieron con un sonoro "Sí"- Midorima tu ve escribiendo el titulo mientras yo copio la teoría.

-De acuerdo.- Empecé a copiar ajeno a todo lo que pasaba. Hasta que noté como Midorima me aprisionaba contra la pizarra. Intenté moverme para salir pero en un muy leve movimiento para que no lo notaran los alumnos, Midorima se acercó aún más rozando nuestros cuerpos.

-Mi-Midorima.- Susurré lo más bajo que pude para que no me escucharan los alumnos.

-No intente irse Takao-San.- Sonrió pícaro.- Me gusta estar así con usted.- Mi corazón latió fuerte y en un solo movimiento logré salir del agarré de ese enorme peli verde.

-M-Muy bien chicos copiad lo de la pizarra y después abrid vuestros libros por el capítulo diez.- Tosí un poco intentando disimular mi tartamudeo y nerviosismo. Los chicos empezaron a copiar mientras yo me senté en mi silla y Midorima se colocó a mi lado.

-¡Profesor!- Llamó Mei, una de mis alumnas.

-¿Si?- Contestamos Midorima y yo a la vez, ambos nos lanzamos una mirada de enfado.

-Disculpé Takao-San pero estoy seguro de que me llamó a mi.- Me levante de la silla quedando en frente de Midorima.

-¿En serio? Pues yo creo que me llamo a mi.- Se acercó más a mí.

-Pues siento decirle que está equivocado.- Agarré su corbata acercándolo más a mí.

-Por mala suerte para ti aquí soy yo el que manda.- Acercó su rostro al mío quedando nuestros labios a unos pocos centímetros.

-¿Sabe? Podría usar sus labios para algo más interesante que para hablar.- Sonreí pícaramente.

-¿Algo como que?- Me acerqué a los suyos acortando la distancia quedando a tan solo milímetros.- ¿Cómo esto?- Fui a acercarme de nuevo para besarle, pero uno de los alumnos tosió haciendo que no diéramos cuanta de lo que estaba a punto de pasar, nos separamos al instante.

-¿M-Muy bien que necesitabas?- Pregunté aun totalmente rojo por lo que acababa de pasar.

-U-Un libro... Me dejé el mío.- Suspiré y le entregué el libro. Fui a volver a sentarme en mi silla sin ni si quiera mirar a Midorima que seguía quieto en el mismo sitio.

Al día siguiente todo seguía igual, los alumnos no comentaron nada de lo que casi pasó entre nosotros así que todo estaba bien. Estábamos en clase de artes plásticas, hoy tan solo los alumnos tenían que hacer origami, empezando por figuras sencillas como la grulla los alumnos que no tuvieran tanta practica y acabando con figuras más complicadas los que sabían más.

-¡Takao-Sensei! No sé hacer esto.- Vino Ai, una chica de pelo castaño claro y ojos marrones seguida por Mei una chica con el pelo ondulado castaño y ojos verdes.

-Es sencillo, solo haces esto, y esto y luego así...- Dije enseñándole a montar una grulla de papel.

-Takao-San es usted hábil con las manos.- Oí la voz de Midorima tras de mi haciendo que me asustara.

-¿Q-Que? ¡Oh! B-Bueno no es para tanto.

-Algún día podría probar su destreza sobre mi.- Dijo contra mi oído consiguiendo que tanto yo como Mei y como Ai nos sonrojáramos.

-¡¿Q-Que estás diciendo Midorima?!

-Profesor disculpe la intrusión pero... ¿Ustedes dos están saliendo?- Pregunto Ai.

-¡Ai! ¡No preguntes cosas así a los profesores! Discúlpenla... Ella tiene gustos raros.- La excusó Mei llevándose a Ai hacia su sitio.

-E-Estas chicas...- Dije sintiendo una gota de sudor bajar por mi frente algo sonrojado. El timbre sonó indicando el cambio de clase, yo ahora no tenía que dar clase a nadie, así que esperé que todos los alumnos salieran de clase para recoger lo que habían ensuciado y luego irme. Pero antes de irme Midorima me paró- ¿Qué ocurre?- Sin darme respuesta agarró mi mentón atrayéndome a un beso que ambos habíamos esperado demasiado. Me separé de él completamente rojo y jadeando.-Mi-Midorima ¿Que ha...

-Takao-San... Lo siento tan solo... No pude resistirme más.- Esta vez me acerqué yo para besarlo.- Takao-San... Otra vez.- Volvió a besarme. Con una mano cerré la puerta con llave mientras con la otra me aferraba a su camisa. Pasó de mis labios a mi mejilla y de allí empezó a besar mi cuello consiguiendo que empezara a jadear. Agarró mis muslos levantándome y me llevó hasta uno de los pupitres de los alumnos sentándome sobre este. Sin dejar de besar mi cuello empezó a desatar mi camisa hasta dejar mi torso al descubierto, desde mi cuello empezó a bajar por mi torso.

-Mi-Midorima... E-Estamos en la escuela...- Jadeé.

-Tenemos... Una hora libre... Y pienso aprovecharla.- Subió hasta uno de mis pezones empezando a morderlo.

-A-Ah M-Midorima detente... Alguien nos oirá.

-Tan solo... No gima muy fuerte.- Mordió con más fuerza obligándome a retener un gemido. Empecé a desabrochar su camisa con algo de torpeza ocasionando que Midorima riera levemente.- Se ve usted muy tierno.

-¡C-Cállate idiota!- Desaté al fin su camisa empezando a besar su torso con desesperación, pero en ese momento alguien llamó a la puerta.

-¡Takao-Kun! ¡Midorima-San! ¿Están ahí?- No podía ser otro que el director. Nos separamos en seguida y abrochamos nuestras camisetas.

-S-Sí, ahora salimos.- Abrimos la puerta dejando pasar al director.- ¿Que desea?

-No es nada, tan solo me sorprendió no encontrarlo en la sala de profesores junto a Murasakibara-Kun. Eso es todo.- Dicho esto se fue.

-Por poco...- Suspiré y miré a Midorima, me sonrojé completamente de tan solo pensar en lo que casi ocurrió.

-¿No es un poco tarde sonrojarse ahora?- Sonrió pícaramente ocasionando que yo gruñera, pero en ese momento pasaron Mei y Ai por delante, Ai nos vio y se me quedo mirando durante unos segundos.

-Takao-Sensei tiene una marca roja en el cuello.- Me volví a sonrojar y tapé la marca.

-¡Ai déjalo ya! De nuevo discúlpenla, ella tan solo piensa... En realidad no se en que piensa.- De nuevo Mei se disculpó por Ai mientras ella se quejaba por su ultimo comentario, haciendo que yo riera levemente volviendo menos pesado en ambiente.

Durante los siguientes días esos "encuentros" empezaron a ser más frecuentes, Midorima y yo nos veíamos a todas las horas libres que teníamos. Pero no era algo puramente carnal, no, yo sentía algo, cada vez que veía a Midorima mi pulso se aceleraba y hacia que de alguna forma me pusiera feliz, los besos eran más tiernos y nunca habíamos llegado a algo más "intimo." Pero todo eso hacía que me surgieran dudas ¿Estaba enamorado de otro hombre? Es la única explicación ¿Cierto? Y entonces ¿Nosotros estábamos saliendo? Nunca habíamos hablado sobre que éramos los dos pero... No había otra forma de definirnos ¿No?

-Donde se habrá metido ahora...- Murmuré buscando a Midorima. Después de dar dos vueltas por el recinto al fin lo encontré hablando con la profesora Amakata, la profesora de matemáticas. Algo dentro de mi hizo que me enfureciera, no sabía porque pero tan solo necesitaba que Midorima dejara de hablar con esa. Corrí hacia él y agarré su muñeca sin importarme la mirada sorprendida de la profesora.

-Lo siento pero ahora no pude hablar.- Me lo llevé a rastras de ahí con enfado y a paso acelerado intentando perder de vista a esa.

-¿Que hace Takao-San?- Apartó mi mano de un manotazo.

-Tenemos clase.- Dije aun con enfado.

-¿Se puede saber que le pasó? Usted no actúa así.

-N-No lo sé...- Me sonrojé levemente.- Puede que... Me pusiera un poco... Celoso.

-¿Celoso?-Me miró sorprendido.- ¿Qué clase de relación cree que tenemos nosotros dos?

-¿Q-Que? Pues... S-Supongo que... S-Somos parejas ¿No?- Mi sonrojo aumento igual que el de Midorima.

-Disculpe pero eso no es así.

-¿Co-Como?

-Usted tan solo me ayuda a relajarme.- Sentí una enorme punzada en mi corazón y sentía como en breve me pondría a llorar.

-¿Quieres decir que tan solo me has estado usando como un juguete?- Pregunté dolido.

-Sí.- Contestó sin alterar esa expresión seria de su rostro.- Ahora vayámonos, tenemos clase.- Él se fue hacia nuestra siguiente clase sin si quiera mirarme. Yo no podía andar, ese dolor en mi corazón seguía y cada vez aumentaba más, mi cabeza dolía a horrores y empezaba a ver todo borroso, sentí que perdería el conocimiento así que me apoye contra la pared.

-¿Te encuentras bien Taka-Chin?- Preguntó una voz conocida detrás mío.

-A-Atsushi.- Logré pronunciar antes de caer al suelo.

.

.

.

Cuando desperté ya no estaba en la escuela, miré a mí alrededor, estaba en mi casa. Di un suspiro aun sintiendo esa punzada en mi corazón por las palabras de Midorima.

-Midorima...- Susurré encogiéndome de piernas.

-Al fin despertaste Taka-Chin... Estaba preocupado...

-Oh... Atsushi ¿Qué haces aquí?

-Te desmayaste y me pidieron que me quedara contigo hasta que te mejoraras... ¿Qué te ocurrió?- Mordí mi labio inferior.

-N-No fue nada.

-¿De verdad?

-S-Si... Tan solo necesito descansar, vuelve a la escuela.

-Taka-Chin cualquier cosa que necesites me llamas...- Asentí con una falsa sonrisa y acompañé a Atsushi hacia la puerta. Una vez Atsushi se fue me apoyé contra la puerta y tan solo me dejé caer al suelo escondiendo mi rostro entre mis rodillas empezando a llorar y a sollozar.

-¿P-Porque? ¿Porque me siento tan mal? Tan solo fue un mes... ¿P-Porque?- Me abracé a mis rodillas.- Midorima...- No soy consciente de cuánto tiempo pasé llorando, no fue hasta que alguien llamó a la puerta que subí la mirada.

-¡Takao-San! ¡Takao-San ábrame!- Mi corazón dio un vuelco al oír quien era.

-¡No! ¡Vete de aquí!

-¡Por favor necesito hablar con usted!

-¡Déjame en paz!- Volvió a llamar la puerta con algo más de fuerza.-No pienso abrirte.

-Está bien.-Suspiró.- Pero vendré aquí todos los días hasta que me abra.- En los próximos días vino sin saltarse ninguno, cuando terminaba la jornada de trabajo venia y hasta que no era de noche no se iba, y después de una semana lo abrí.

-¿Qué quieres?- Dije con el ceño fruncido.

-Quiero hablar con usted...-Midorima tomó aire.- Todo lo que le dije antes... Era mentira. Y-Yo... Realmente nunca pensé en usted como un juguete... Más bien lo contrario... Me siento extraño, cuando está cerca mi corazón late con mucha fuerza y me pongo nervioso... Cuando le beso me siento aún más extraño y no sé porque es... Tuve novias antes y pensar que ahora estaba enamorado de un hombre, me parecía imposible. Pero... Era verle y... Algo malo pasaba conmigo. Me dijeron que se desmayó, cuando termine el trabajo vine corriendo hacia aquí... Murasakibara-Kun me dio la dirección. Y yo... Por favor créame, yo jamás pensé en usted como un juguete pero al decir que teníamos una relación... Tuve miedo y dije lo primero que se me ocurrió. Pero fue pensar en perderle y... No pude hacerme a la idea. Yo le quiero Takao-San.

-¿Crees que yo no estaba confuso? ¿Crees que yo no tenía miedo? ¡Pues claro que sí! ¿Pero sabes qué? Cada vez que eso pasaba te acercabas a mí, me acariciabas y me besabas, de alguna forma eso calmaba mi miedo. Pero jamás pensé en usarte como un juguete ¡Jamás!...-Volví a sentir esas molestas lágrimas en mis ojos.- Será mejor que te vayas. - Me miró completamente rojo, yo también lo miré algo sonrojado. Se acercó lentamente a mí y besó mis labios con ternura, me aferré a su camisa, quería apartarlo, quería decirle que se fuera pero... Necesitaba demasiado esos labios. El beso termino y lo aparté de mí dándole una cachetada.

-No vuelvas a tocarme.-Dije serio.- Vete de aquí.- Lo empujé hasta la puerta y de nuevo sentí esas húmedas lágrimas corriendo por mis mejillas. Pedí la baja durante el tiempo en el que Midorima estuviera a mi cuidado, el podría quedarse en la preparatoria todo lo que quisiera, pero no a mi cuidado.

Pensé que sería así, pensé que tan solo cuando acabara su periodo se quedaría en la escuela y cada uno seguiría con su vida sin tener que cruzarnos más que en las reuniones y en la sala de profesores. Pero me di cuenta que no sería así el día en que Atsushi se presentó en mi casa el día que terminaba el "aprendizaje" de Midorima.

-Atsushi... ¿Qué ocurre?- Él tenía los ojos algo rojos, como si hubiera estado llorando, cosa que me sorprendió.

-Mido-Chin y Muro-Chin se marchan hoy... Mido-Chin te dejo una nota.- Me entrego un pequeño papel. "Nunca fue un juguete" Aun ser un corto mensaje lo releí varias veces, viendo esa hermosa caligrafía que poseía Midorima.

-¿C-Como que se marchan?

-Hoy terminaba su periodo de prueba... Vuelven a Estados Unidos.- Miré a Atsushi sin creerlo. No entendía nada ¡Nada! ¿El idiota de Midorima primero jugaba conmigo, después decía que me quería y ahora se va sin más? ¡Se podía saber que le pasaba!

-Atsushi, llévame al aeropuerto.

-Ya es tarde Takao-Chin... Se van en media hora... No llegaremos.

-No me importa.- Corrí como no había corrido nunca hasta mi coche. Ambos montamos y, saltándonos varios semáforos y señales, conducía lo más rápido que pude hasta el aeropuerto. Una vez allí entramos y corrimos por todo el sitio buscándolos sintiendo como mi pulso se aceleraba a mesura que pasaban los minutos. Hasta que al fin los vimos a punto de ir hacia la pista de aterrizaje.

-¡MIDORIMA!- Grité con todas mis fuerzas logrando que tanto él como Himuro se giraran hacia nosotros.- ¡MALDITO IDIOTA! ¡¿Cómo te atreves a irte?!- Le grité una vez llegue hasta él.

-Ta-Takao-San yo...- Apoyé mi rostro en su torso.

-Tu... Eres sin duda la persona más idiota que he conocido, primero haces que me enamore de ti, luego me besas, me dices que no fui más que un juguete, consigues hundirme, después dices que todo era mentira y que me quieres. ¿Y ahora te marchas sin avisar? ¡¿Es que eres idiota?!- Me aferré llorando a su camisa.

-Takao-San... ¿Que está diciendo?

-¡No te vayas! ¡¿Tan lento eres?!- Lo abracé con fuerza sin dejar de llorar.

-Yo... ¿Puedo tomar eso como una declaración de amor?

-Tómalo como lo que te dé la gana.- Mustié. Midorima subió mi rostro con una tierna pequeña sonrisa en el rostro. Limpió mis lágrimas y besó mi frente. Algo avergonzado desvié la mirada hacia Atsushi y Himuro, el mayor acarició el pelo del menor para después besar sus labios con ternura.

-¿Quiere que le bese así Takao-San?- Preguntó Midorima refiriéndose a Atsushi y Himuro.

-N-No, cállate.- Midorima sonrió y besó mis labios.-V-Vayámonos... Iremos a mi casa.- Guié a Midorima hasta el coche, Atsushi y Himuro decidieron quedarse ahí así que fuimos directamente hacia mi casa. Sin cruzar palabra en el camino llegamos a esta y entramos, sin ni si quiera poder llegar al comedor Midorima me abrazó por la espalda.

-Takao-San.-Susurró en mi oído.- Le quiero.

-D-Déjame en paz.- Empezó a besar mi mejilla hasta llegar a mis labios.

-Y-Yo... ¿No soy un juguete cierto?- Pregunté con la mirada baja aun preocupado. Midorima me abrazó con más fuerza.

-Ni lo es ahora ni lo fue nunca.- Me miró a los ojos completamente serio y seguro de lo que decía, suspiré aliviado y esbocé una pequeña sonrisa.- ¿Está sonriendo?

-¡T-Te dije que te callaras!- Besó mis labios.

-Takao-San usted... ¿M-Me quiere verdad?- Me sonrojé de golpe y me giré hacia él.

-¡¿Q-Que?! ¡Y-Yo!....-Miré a sus ojos.- S-Supongo que sí... Te quiero.- Él sonrió.

-Me alegra tanto...- Se apoyó en mi hombro. De un momento a otro me cargó en sus brazos y me llevó hasta mi cama mientras yo me quejaba para que me soltara. Me dejó en la cama y empezó a besar mi cuello con ternura. Yo me agarré a su espalada sonriendo y poco a poco empecé a reír.

-¿Qué ocurre?- Preguntó separándose de mi cuello.

-No lo sé... Tan solo me siento... Feliz.- Sonreí.

-Es usted muy extraño Takao-San.- También sonrió y se colocó a mi lado abrazándome.- Vayamos a dormir.

-Tan solo son las seis.- Me abrazó con más fuerza escondiendo su rostro en mi espalda.

-No me importa.

-Realmente eras la persona más idiota que he conocido.- Me giré hacia él y también lo abracé, quedándome dormido en sus brazos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Bien hasta que el OS de hoy :3 Creo que quedó bastante largo -.- este capítulo está dedicado a MarotHyrule2010 ya que me pidió una temática así :3 no lo dije en capítulos anteriores pero aunque ya hayan pedido algún OS pueden volver a pedir uno diferente en los comentarios :3 y en seguida me pondré con los pedidos de OS anterior ^-^ y bueno ya lo dije en el OS de Otsubo x Miyaji pero también lo pondré aquí, tengo un amigo que está escribiendo una historia titulada Ënenor y le sería de gran ayuda si la leyerais ^-^ yo personalmente la leí y me encanto, es de romance así que si os interesa y sabéis :3 sin más muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximos One-Short~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top