Un delito, un error y un deseo (2/3)
Las chicas estaban confusas, no entendían que hacían allí. Ellas tan solo buscaban un lugar donde refugiarse, y ahora estaban en un sitio abandonados, con chicos que no sabían si estaban vivos o no, pero que sin duda estaban "atados" a esa casa. Entre toda esa confusión Tamara empezó a notar algo extraño, se giró hacia el pasillo del medio al cual le estaban dando la espalda. Estaba completamente segura, algo se acercaba.
-¡Hikaru tenemos que huir!
-P-Pero ellos...
-¡No hay tiempo alguien se acerca!
-P-Pero...
-¡¿Acaso quieres acabar así?! ¡Vayámonos ahora!- Tamara tomó a Hikaru por la muñeca y la dirigió hacia la puerta. Pero al intentar abrir la puerta no cedía.- ¡V-Vamos!- La chica empezó a golpear la puerta con sus manos y piernas intentando que se abriera, pero no había caso, estaba completamente cerrada.
-¡¿A-Ahora que hacemos?!
-¡No lo sé! ¡Piensa en algo!
-¡Chicas!- Ambas se giraron al oír el grito de Takao.- ¡Daos prisa y venid! ¡No hay tiempo!- Las dos se miraron entre ellas y fueron hacia ellos. Takao aún tenía los ojos llorosos igual que Midorima, pero eso no les impedía el salvar a dos chicas de sufrir el mismo destino que ellos. Takao tomó con fuerza el brazo de Hikaru llevándola con ella mientras Midorima hizo lo mismo con Tamara.
-¡¿P-Pero que haremos?!
-¡En cuanto esos hombres se vayan ya podréis salir! ¡Primero siempre visitan a Los no reconocidos así que tenemos tiempo!- Gritó Midorima llevándose a Tamara.
(...)
Una vez en la sala donde Tamara ya había entrado antes, buscando algo con el que avisar que estaban perdidos, como le pasó a Hikaru se había encontrado con cinco chicos dentro de la sala sin contar a su acompañante.
-¡Oh! ¡Tama-Chan has vuelto!- Gritó un rubio enérgico.
-No hay tiempo de saludarse, ellos vienen, escondedla.
-¡Parad! ¡No pienso esconderme hasta que me expliquéis que pasa! ¡Estoy harta de tanto secretito! ¡¿Shintaro que está pasando?!- Midorima se quedó pensativo unos segundos, pensando si contárselo todo o esconderla antes de que la vieran.
-Siempre visitan antes a los otros, te da tiempo de contarle algo de lo que nos pasó.- Dijo el peli azul oscuro.
-Está bien... Como ya te conté antes todos cometimos una serie de "requisitos" para llegar aquí. Todos fueron por amor, en algún momento desesperado llegamos aquí, esos hombres a los cuales nos dirigimos como "Ellos" son científicos. Pero no de esos que experimentan con ratones, bueno en cierta manera sí, pero nosotros somos sus ratones. Ellos nos prometieron resolver nuestros problemas, dejarnos vivir el uno al lado del otro eternamente. Lamentablemente la única parte real fue la de "eternamente." Investigan como conseguir la vida eterna, nosotros fuimos primero sus ratoncitos y ahora sus experimentos. Cuando llegamos nos hicieron cosas horribles, intentamos escapar, pero no eran tan solo uno o dos, habló de al menos veinte personas y en aquellos tiempos al menos cinco personas encargadas de la seguridad. Ellos consiguieron lo que querían, gracias a nosotros ahora tienen la vida eterna, pero no les basta con eso, se ve que lo que tienen ahora no es suficiente, es tan solo temporal, y lo que necesitan para hacer que esa fórmula sea útil al cien por cien son vidas humanas. Durante años escondemos a los excursionistas que se pierden para dejarlo escapar, y que ellos no consiguen lo que quieren. Pero algunas veces fallamos, eso fue lo que pasó con Akashi, por lo que nos contó el venía con un chico, Furihata, y cuando casi logramos que salga Akashi nos dimos cuenta que ya habían atrapado al otro chico, y aunque intentamos que saliera él, fue imposible, las puertas no se abrían. La gente que acostumbra venir aquí tienen un vínculo muy fuerte, parejas, familia, amigos desde hace tiempo, y por culpa de ese vínculo acaban cayendo, si uno no sale, el otro tampoco esa es la norma. Desde que vino Akashi nadie más llego a esta sala, sabemos que algunos se adentran en el pasillo central, y esa es su perdición.- Explicó Midorima como si no fuera la primera vez que lo hacía. Tamara era una chica inteligente, aunque en ciertas partes le costó entender había podido seguir el ritmo de la conversación al segundo.- Eso sí, si quieres salir tienes que irte con tu amiga antes de que se ponga el sol, si no sufrirás el mismo destino que nosotros.
-Entonces estas diciendo... ¿Que si no salgo Hikaru antes del anochecer "ellos" me atraparan o algo así?
-Sí.
-Vale otra pregunta, ¿Cual fue vuestro delito? Dijiste que todos tenéis vuestra historia ¿No?- Midorima suspiró.
-Sí, empezare por el primero que llegó aquí. Los primeros fueron Kagami y Kuroko, Kagami era un chico pelirrojo amante del baloncesto, Kuroko era su compañero, poco a poco se fue demostrando que en el ámbito profesional podían llegar muy lejos. Varios equipos profesionales intentaron contratarlos aun tener tan solo dieciséis años. Todo parecía irles genial, hasta que un día se dieron cuenta de los sentimientos que tenían por el otro, en cuanto eso se descubrió nadie quería contratarlos, sus respectivos representantes intentaron separarlos pero ellos no querían, y simplemente, como hicimos todos, huyeron de ellos adentrándose en este bosque y... Fueron los primeros en tener que sufrir, por eso son los que peor están... Desde hace tiempo que Kuroko ni si quiera habla.
-Sigo yo...- Dijo un gigante peli lila.- Muro-Chin y yo conocíamos a Kuro-Chin y Kaga-Chin. Muro-Chin era el mejor amigo de la infancia de Kaga-Chin, además de uno de los estudiantes con más futuro de Japón, yo era un hostelero también muy conocido... Un día tan solo Muro-Chin fue a comprar algo dulce que comer, sin querer le tiré un pastel sobre él y... Por ridículo que parezca así fue como nos conocimos. Por parte de mi familia no había problema, pero los padres de Muro-Chin eran muy estrictos, me prohibieron que me acercara a acercar a su hijo, y por culpa de eso ambos huimos y llegamos aquí.
-Bien pues voy yo...- Dijo Kise.- Yo era un modelo de fama mundial, Kasamatsu era mi representante. Yo llevaba mucho tiempo enamorado de él, aunque el muy ciego ni se daba cuenta... Un día tan solo me declaré.- Rió levemente.- Nunca olvidaré lo muy bien que se veía todo sonrojado diciendo que me aceptaba pero no porque le gustase si no porque él quería hacerlo. Era muy tsundere en ocasiones. Un día un paparazzi nos pillo besándonos en medio de una cita... Corrió la voz y empezaron a acosarnos. Un día escapando de la prensa llegamos a este bosque y bueno, como se suele decir, el resto es historia... Aominecchi te toca.
-Lo sé, lo sé, yo era un profesor de historia junto a mi mejor amigo Kuro Sakurai. Él tenía un hermano pequeño, Ryo, un año él fue uno de mis alumnos, era muy malo en historia así que debido a mi amistad con su hermano le daba clases particulares. Lo no negaré incluso desde antes de ser su profesor me pareció un chico tierno, y cuando me toco ser su profesor... La relación fue creciendo hasta que pasó. Obviamente la familia de Ryo y Kuro no aceptaron nuestra relación y me obligaron a cortar lazo alguno con ellos. Y justo cuando pensé que había perdido a Ryo para siempre, un día vino a mi casa, con los ojos llorosos y las mejillas sonrojadas diciéndome que se negaba a vivir sin mí. Él aun ser normalmente muy parado y asustadizo vino a pesar de lo que le dijeron sus padres, ¿Cómo no amarlo? Era lo único que podía pensar. Se escondió unos días en mi casa, pero empezaron a salir noticias sobre un posible secuestro. Aun no ser así ambos nos asustamos y huimos, y así llegamos aquí.
-Akashi sigue negándose a contarnos al cien por cien su historia.- El peli verde empezó a hablar.- Pero durante todos estos años pudimos sacarle algo de información. Él era de la de la aristocracia, Furihata era un chico pobre. Se conocieron por casualidad cuando Akashi iba a donar dinero en el orfanato en el que vivía Furihata, a sus quince años todavía nadie lo había adoptado. Así que lo hizo la familia Akashi por capricho de él, y al poco tiempo se enamoraron. Los padres de Akashi se negaron y echaron a Furihata a la calle, pero Akashi no pudo soportar eso y huyeron juntos.
-V-Vaya...- La chica aun no admitirlo estaba conmovida por sus historias. Tan solo podía pensar que ninguno de ellos se mercería lo que les estaba pasando.
-Luego había cuatro chicos más... De los cuatros tan solo sabemos que uno sigue "vivo."
> En nuestro grupo había dos personas más, Kiyoshi Teppei y Shuzo Nijimura, Nijimura estaba enamorado del típico chico que siempre se mete en peleas, Shogo Haizaki. Nijimura era el contrario que él, un chico recto decidido, se conocían desde la infancia. Aun ser tan opuestos ambos amaban al otro más que a sus propias vidas. Nadie dudaba de eso. Ni si quiera sus propios padres que aun haberse negado ellos seguían juntos, pero los padres de Nijimura una vez llegaron demasiado lejos. Contrataron a varios hombres para que le dieran una paliza a Haizaki, aun él ser un chico fuerte no podía contra gente profesional. No hace falta decir lo muy enfadado que estaba Nijimura al enterarse de lo que hicieron, en cuanto Haizaki estuvo recuperado cogieron sus cosas y se fueron. Y por su mala suerte llegaron aquí. Si había alguien que estuvieran enamorados eran ellos, cuando estaba aquí Nijimura se pasaba el día hablando de Haizaki, en las cosas que habían vivido, en cómo era Haizaki, él era su tema favorito, siempre nos lo explicaba todo con una pequeña sonrisa. Muchas veces ambos se encontraban al inicio de cada pasillo, aun no poder tocarse el verse era suficiente para ambos. Pero un día les seguí, pensé que si ellos podían sobrevivir así... A lo mejor con tan solo ver a Takao me bastaba para estar bien... Pero ese día, no sé cómo, consiguieron travesar a lo que nosotros nos referimos como "El muro" Al verlo ambos lloraron, tardaron varios segundos en darse cuenta de lo que acababa de pasar y al entenderlo corrieron hacia el otro fundiéndose en un tierno abrazo. Ninguno de los dos podía hablar, tan solo salían balbuceos indescriptibles. Sin perder más tiempo se besaron entre lágrimas, pero en ese momento empezaron a desaparecer. Me quedé perplejo sin saber que ocurría o que hacer. Pero ninguno de los dos parecía si quiera extrañado de lo que estaba pasando, al contrario, sonreían aun llorando diciéndose varias veces "Te quiero" hasta que desaparecieron del todo. <
-No tengo ni idea de lo que pasó entonces... Pero tan solo sé que desde ese día tan solo quiero que me pase como ellos... Quiero volver a ver a Takao, no me importa lo que me pasara tan solo...- Shintaro se dio cuenta de que todo lo que acababa de decir y se sonrojo al instante al ver que todos los de la sala lo estaban mirando.
-¿Y-Y el otro chico?- Preguntó Tamara temblorosa.
-El otro chico se llamaba Kiyoshi Teppei.- Empezó a hablar Kise.- Salía con un empresario de éxito, Junpei Hyuga, él era uno de sus empleados. Decir que Teppei estaba enamorado de Hyuga es quedarse corto, Hyuga era más tsundere y le costaba expresar cualquier sentimiento. Un día alguien les vio juntos, ese alguien le preguntó a Hyuga si estaba saliendo con Teppei, él se puso nervioso y grito que no estaba saliendo con él, que si alguna vez estaban juntos era tan solo por negocios. Por mala suerte Teppei oyó todo eso, Hyuga le vio, corrió detrás de él pero Teppei se sentía demasiado dolido como para escucharle. Hyuga no pudo soportar el pensar en perderle y se declaró públicamente. Al ser un empresario de éxito varia gente empezó a hablar sobre ellos, Teppei sabía lo mucho que Hyuga odiaba eso, así que tan solo le agarró por el brazo y huyeron hacia el bosque. Una vez estuvieron bien las cosas intentaron salir de allí. Pero fue imposible, ya no podrían salir. Lo demás de la historia casi igual que la de Nijimuracchi y Haizaki, tan solo que cuando consiguieron verse, ellos los atraparon. Ellos los separaron, pero no iban a eliminar a los dos, así sería muy rápido, se llevaron a Teppei dejando solo a Hyuga para que así sufriera durante toda su "vida" sabiendo que probablemente, viviremos todos eternamente.
-W-Wow n-no sé si debería creeros o simplemente creer que me he vuelto loca... P-Pero extrañamente creo que os creo. ¿Y tú Midorima? ¿Como...- Se oyeron voces que se acercaban en el pasillo. Todos los de la sala se tensaron, Midorima agarro a Tamara por el brazo y la escondió detrás de unas cajas las cuales estaban camufladas por una manta.
-No salgas de aquí, oigas lo que oigas, sientas lo que sientas, tengas el miedo que tengas, no salgas de aquí.- La chica asustada asintió y se encogió abrazando sus piernas intentando pasar el menor miedo posible.
/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*·/*/*·/*
Mientras en la otra sala ellos ya habían acabado sus pruebas. Aun su miedo Hikaru logró quedarse escondida durante el tiempo necesario para que ellos se fueran. Al salir le contaron las mismas historias que le contaron a Tamara, con la diferencia que ella al ser algo más sensible había acabado emocionada en todas de ellas.
-Después de lo que le pasó a Teppei nadie volvió a salir... No queremos que... Bueno...- Takao miró hacia Hyuga susurrando.- No queremos que nos pase como a él.
-¡CALLATE!- Gritó Hyuga.- ¡Él estará bien! ¡Estará en algún lugar sonriendo como un idiota! ¡Sonriendo como siempre! Teppei estará bien...- Susurró lo último mientras una pequeña lágrima caía por su mejilla izquierda.
-T-Tranquilízate Hyu-Chan...
-¿Y tú Takao?- Preguntó Hikaru.- ¿Cómo llegaste aquí?- El azabache sonrió.
-Yo era un chico de ciudad que para ganar un dinero extra hacía de cartero, un día tuve que entregar una carta a una casa de las afueras, la casa de la familia Midorima...
Flashback.
-¡Corre Shin-Chan!- Grité mientras reía empezando a adentrarme en ese bosque.
-Ta-Takao ¡Espera!- Empezó correr hacia mí. Yo a un riendo giré mi rostro mirándolo pudiendo ver como una pequeña risa salía de él, algo extraño pues era un completo tsundere. Paré de correr un momento pero Shin no me vio, así que ambos caímos al suelo. Aun riendo me robó un beso. Yo sonreí al terminarlo y le robé otro, después de eso otro, y otro, y uno más. Besando tanto como podían esos labios que para mí eran tan adictivos, ese sonrojo que tan adictivo me resultaba, ese rostro demasiado perfecto, era adicto a todo él. Lo amaba en pocas palabras.
Nos conocimos por algo tan sencillo como una carta, fue algo así como un "flechazo" intercambiamos números de teléfono, nos hicimos amigos y de ahí a nuestro primer beso. Desde ese día yo le iba a ver todas las tardes, ambos íbamos a un bosque cercano a su casa y ahí simplemente disfrutábamos el uno del otro.
-Creo que empieza a hacerse tarde, tengo que irme.- Se levantó de mi lado y me extendió la mano para que me levantara.
-Está bien.- Me levanté y lo abracé como despedida.
-¡Suéltame! ¡Bakao no me abraces!- Reí al ver como se intentaba liberar pero al final también acabó abrazándome.- Empieza a oscurecer...
-Sí, yo también debería irme. ¿Nos vemos mañana?- Asintió y dio media vuelta.- ¡Espera Shin-Chan!- Se giró hacia mi cosa que hizo que me sonrojara, a estas alturas de relación me avergonzaba un poco el pedirle eso pero tenía que hacerlo.- ¿M-Me das un beso?- Shin también se sonrojó de golpe.
-T-Tonto...- Se acercó a mi dejando un suave beso en mis labios.- No pidas esas cosas.- Reí aun sonrojado al ver su rostro.
-Bien... La próxima vez me lanzo directamente hacia ti.- Dio un golpe en mi frente.- ¡Ah Shin-Chan!
-No digas esas cosas.- Se sonrojo, besó levemente mi frente y se fue.
Al día siguiente yo fui con normalidad a su casa, siempre me abría la sirvienta de allí y ese día no fue excepción.
-¿Esta Shintaro?
-Lo siento pero no quiere recibir visitas.- Dijo seria cerrando la puerta.
-¿P-Podría decirle que soy yo?
-¡NO QUIERO VER A NADIE!- Se oyó la voz de Shin desde dentro.
-Ya le oyó.
-P-Por favor... Dígale que soy Takao.- La sirvienta bufó con pesadez y entró dentro. Aprovechando eso me metí dentro y al ver como salía de la habitación de Shin me escabullí en ella.
-¡¿Cómo entraste?! Dije que no quería ver a nadie.
-Me escabullí dentro... ¿Qué ocurre?
-M-Mi padre a... Muerto.- Me quedé en el sitio sin saber qué hacer. Sabía que Shin tan solo confiaba en dos personas, en su padre y en mí. Todo el servicio de la casa lo trataba con odio y su madre no era lo que podríamos llamar "La madre del año" Pues tan solo le importaba el dinero, le era infiel a su marido y desatendía por completo a sus hijos.
-V-Vaya yo... L-Lo siento... ¿Estás bien?- Asintió.
-S-Sí... Ni si quiera lloré... Tan solo m-murió y ya... E-Estoy bien.- Sabia que aun que dijera eso no lo estaba. Pero también sabía que era demasiado orgulloso como para admitir como se sentía realmente. Cerré la puerta de la habitación y me acerqué a Shin con lentitud hasta llegar a besar su cuello.- ¡T-Takao! ¡¿Q-Que haces?!- Puse mi dedo índice en sus labios haciendo que callara.
-Tu déjame hacer a mi ¿Vale?- Guié a Shin hasta su cama y lo tumbé sobre esta. Me puse sobre él sin dejar de besar su cuello y subí hasta su rostro pasando por sus mejillas hasta llegar a sus labios y de ahí pasar al lóbulo de su oreja besándolo también.- No tienes que ser fuerte conmigo.- Le susurré con una sonrisa. Sabía que si Shin decía estar bien era tan solo por hacerse el fuerte. Me levanté levemente viendo como sus ojos se cristalizaban y empezaban a caer lágrimas. Me abrazó con fuerza hundiendo su rostro en mi cuello mojando mi hombro, correspondí a su abrazo con fuerza y una pequeña sonrisa intentando calmar a Shin.-Estoy aquí Shin-Chan.- Pasó la tarde llorando en mi hombro, no fue hasta que anocheció que empezó a soltarse de mi abrazo quedándose dormido. Lo acurruqué en la cama y besé su frente dispuesto a irme, pero antes de levantarme Shin tiró de mi camisa.- ¿Te desperté? Pensé que dormías... Ya se hizo tarde tengo que irme...
-N-No... A-A mi lado... E-Esta noche quédate a mi lado.- Susurró sonrojado. Sonreí ante tal escena y me tumbé a su lado acurrucándome sobre su torso.
-Está bien Shin-Chan.- Susurré de nuevo y besé su frente.
Lo que no sabíamos ninguno de los dos sabia, era que durante todo ese tiempo la madre de Shin intentó que él se prometiera con otra chica pero su único obstáculo era el padre de Shin, y ahora que él ya no estaba no tenía razón alguna para no hacerlo. Prometió a Shin con esa chica, aun el shock del principio seguimos con nuestra relación. Y el día antes de la boda digamos que... "Intimamos un poco más" y ambos quedamos destrozados, sabiendo que al día siguiente perderíamos a la persona a la que amábamos.
-Huyamos.- Dijo Shin.- Vayámonos de aquí, huyamos juntos donde sea, pero juntos.- No sé si fue por lo cansado que me sentía, o porque no soportaba la idea de perder a Shin, pero acepte eso. Cogimos nuestra ropa y salimos de esa casa adentrándonos en el bosque.
-¡S-Shin-Chan no voy a poder seguir mucho más!
-¡Aguanta! ¡En seguida saldremos del bosque!- Después de correr tanto tiempo encontramos un pequeño colegio abandonado, entramos para pasar la noche. Sin saber que pasaríamos ahí el resto de nuestra "vida"
Fin del Flashback.
-Desde ese día no le volví a ver... Tan solo quiero besarle una vez más... Tan solo eso.- Dijo Takao limpiando una pequeña lágrima que caía por su mejilla.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hola~ Aquí les dejo la segunda parte del OS anterior, como ven tendrá tres partes ya que en principio iba a ser tan solo de 2 pero este se me alargó demasiado :/ Por si no se entiende muy bien esta historia se sitúa en el futuro, digamos que las cosas que les pasan a los chicos seria "nuestro" presente y la historia es narrada en el futuro no sé si me explico. Bueno dejando este tema a parte, dejaré hasta mañana por la noche/ Pasado mañana por la mañana-Hora Española- para que voten por cual serie les gustaría el crossover :3 Recuerdo las opciones eran: A) Free! B) Yowamushi Pedal C) Haikyuu!! D) Meganebu Pueden votar en este o el OS anterior. Si no queréis decirlo por los comentarios podéis decirlo por chat privado :3 Sin más muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo One-Short~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top