Te necesito.
Atención, este capítulo contiene lemmon.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Dos semanas, dos semanas llevaba sin probar a mi tsundere novio. Definitivamente ODIO el instituto y sus malditos exámenes. Que si el final de historia, que si el de ciencias, el de matemáticas, que si es nuestro último año en la preparatoria, etcétera. Shin había estado dándome todo tipo de excusas durante la semana para encerrarse en su casa y no salir de ella. ¡No se da cuenta que yo también tengo mis necesidades! ¡Si no puedo tocarle en una semana me vuelvo loco! Agh... Maldita sea.
Gruñí en plena clase consiguiendo que algunos de mis compañeros se giraran hacia mí, los miré con algo de enfado y todos se volvieron a girar hacia el profesor.
-¿Ocurre algo Takao?- Susurró Shin llamando mi atención dándome un leve golpe en el hombro.
-No es nada.- Mustié apretando los dientes.
-Presta atención, dentro de poco será el examen final.- Gruñí de nuevo.
-Sí lo sé, los malditos exámenes serán pronto.
-¿Takao-Kun tiene algo que compartir con sus compañeros?- Me llamó el profesor.
-No.
-Entonces deje de hablar y presté atención.- Gruñí por tercera vez cosa que el profesor notó.- Si tan enterado está podrá decirme las partes del corazón y las válvulas que las separan ¿Cierto?
-Y-Yo...- Me quedé en blanco, el profesor suspiró.
-Voy a tener que ponerle al lado de alguien que sí esté atento a mis explicaciones.- Miró al todo el salón.- Póngase al lado de Ryuga...
-Profesor.-Lo interrumpió Shin.- Disculpe la insolencia, pero tengo la media más alta de clase en biología y se cómo mantener firme a Takao. Creo que sería conveniente que se sentara a junto a mi.- Explicó sin variar lo más mínimo su expresión. El profesor lo pensó unos segundos y sonrió.
-Tiene razón, Takao-Kun póngase al lado de Midorima-Kun.- Sonreí a todo lo ancho de mi boca, me coloqué a su lado y la clase continuó.
-Gracias Shin-Chan.-Susurré.
-Tienes que comportarte en clase. ¿Qué hubiera pasado si no llego a estar yo?- Gruñó Shin.
-Si no estuvieras tu no tendría sentido venir al instituto.- Hinché mis mejillas mientras que Shin se sonrojó y como si no hubiera dicho nada, volvió a prestar atención a la clase. Yo, sin que se diera cuenta nadie, acerqué mi pupitre al de Shin y poco a poco fue habiendo menos distancia hasta que solo quedamos a pocos centímetros el uno del otro. Como nos sentábamos en la última fila al lado de la ventana nadie nos vio así que no hubo problema. Pero entonces miré hacia Shin, vi su pálido cuello al descubierto y simplemente no pude resistirme. Me acerqué a él hasta llegar a morder su cuello, Shin al notarlo me aparto de golpe, totalmente rojo y tapándose la mordida con la mano.
-¡Takao!- Susurró.- ¡¿Se puede saber que pasa por tu cabeza?!
-Es culpa tuya Shin-Chan... Vas provocando dejando ese cuello al descubierto...-Relamí mis labios.- Nadie podría resistirse a morderte si te ve así.- Sonreí inocente mientras que Shin se sonrojó aún más.
-¡Presta atención a la clase!- Gruñó dándome un leve golpe en la cabeza. Resignado, miré hacia el profesor esperando con ansias la hora del almuerzo.
Cuando al fin sonó el timbre que indicaba el almuerzo, esperé con impaciencia a que Shin cogiera su bento y poder ir así a la azotea.
-¿No vas a comer?- Preguntó Shin.
-No tengo hambre.- Mentí, la verdad era es que se me había ocurrido una forma mucho más interesante para pasar la hora del almuerzo. Llegamos a la azotea, Shin se sentó apoyándose contra las rejas ya antes de darle tiempo si quiera a abrir el bento me senté sobre él.
-¡Ta-Takao! ¡¿Se puede saber qué haces?!
-Dos semanas.-Dije contra sus labios.
-¿C-Como?
-Llevas sin prestarme atención dos semanas. ¡Tengo mis necesidades Shin-Chan!- Me quejé aun sin salir de encima suyo.
-¿Q-Que quieres decir?
-Hagámoslo.- Dije seguro.
-¡¿Ahora?!-Asentí.- ¡Estamos en el instituto! ¡¿Y si nos ve un profesor?!
-Está bien.-Gruñí.- Pero al menos... Déjame besarte un poco aquí...- Runruneé empezando a besar su cuello.
-Ta-Takao...- Callé a Shin poniendo un dedo sobre sus labios.
-No hables, tan solo disfruta.- Volví a besar su cuello mientras Shin se estremecía debajo de mí. Abrí su uniforme lentamente hasta que quedo al fin al descubierto, lo observé unos segundos y con una sonrisa empecé a bajar de su cuello hasta su torso. Me acerqué a él rozando nuestras intimidades, arrancándome un leve gemido.
-T-Takao e-estas duro...- Susurró sonrojado, yo agarré sus manos y las lleve hasta mi entrepierna la cual ya me empezaba a apretar.
-Necesito sentirte Shin-Chan... Y lo necesito ahora.- Empecé lamiendo su cuello.- Tócame.
-N-No puedo hacer eso... Aquí no.- Gruñí ante la respuesta. Pero no iba a dejarlo ahí, sabía perfectamente cómo convencer a mi novio cuando él en esta dispuesto a hacerlo. Abrí con lentitud mi camisa mientras miraba fijamente a su rostro con una pequeña mueca de tristeza dulce e infantil y después besar sus labios levemente dejándolo con ganas de más.
-S-Shin-Chan... P-Por favor... Te necesito ahora...- Agarré una de sus manos y la llevé hasta mi torso acariciándolo levemente y accidentalmente rozando uno de mis pezones haciendo que gimiera.
-T-Takao...
-Con ese pequeño roce ya estoy así... Imagínate como estaré si lo hacemos.- Susurré sin cambiar la expresión, Shin tragó saliva y se sonrojo por completo.- Por favor...- Supliqué. Shin gruñó y se lanzó sobre mí, aprisionando mis muñecas y empezando a besar mi cuello con fiereza.
-Maldita sea Takao... Siempre tienes que conseguir lo que quieres.
-Shin-Chan... Ah~- Gemí levemente al sentir como me mordía. Desabotonó por completo mi camisa y se encamino entre besos y mordidas a uno de mis pezones. Empezó a morderlo y lamerlo consiguiendo que yo ya no pudiera retener más los gemidos.- ¡A-Ah! ¡S-Shin-Chan! ¡Ahg! ¡D-Date prisa o sonará el timbre de clase! ¡Ngh!
-B-Bakao... N-No grites tanto o nos oirán.- Dejó de morderme y bajó, dejando una línea de besos por mi torso, hasta mi cintura. Desabrochó los pantalones y los bajó sin llegar a quitármelos. Acarició mis muslos y empezó a quitar mi ropa interior.
-¿S-Shin-Chan que haces?
-No podemos hacer eso... Pero...- Se deshizo de mi ropa interior.- Si que puedo hacerte esto.- Sentí como empezó a acercarse a mi entrepierna.
-S-Shin-Chan.- Suspiré cuando empezó a notar sus labios sobre mi hombría. Pero en ese dichoso momento sonó el timbre, Shin se separó de mí y subió mi ropa interior.
-T-Tenemos que volver a clase.- Dijo aun tumbado sobre mí.
-No importa... Ha-Hazlo...
-¡¿Queda alguien ahí?!- Gritó un profesor golpeando la puerta de entrada a la azotea. Nos levantamos de golpe abrochando nuestras camisas y poniendo en orden los uniformes.
-Y-Ya vamos.- Contestó Shin sonrojado, yo, con un humor aun peor que el de por la mañana por habernos interrumpido, seguí a Shin hasta clase. No pensaba escuchar nada, estaba demasiado molesto como para prestar atención a un profesor que repetía la misma lección por quinta vez en la semana.
-¿Kazunari-Kun ya que le interesa tanto la clase puede resolver la lección que hay en la pizarra?
-No.-Contesté seco, sin ni si quiera darme cuenta de que le estaba hablando al profesor más malhumorado de toda la preparatoria.
-¡¿Cómo?! ¡Señor Kazunari no me parece forma de hablarle a un superior! ¡Salga de clase!- Sin querer discutir más salí de clase gruñendo y bufando. Me apoyé contra la pared y me senté en el suelo mirando pasar las nubes por la ventana. Al cabo de unos veinte minutos, por suerte, salió Shin del aula.
-¿También te ha echado?- Pregunté extrañado ya que Shin no acostumbraba a portarse mal en clase.
-No. Por culpa de un idiota no pude beber ni comer en la hora del almuerzo y ahora estoy muerto de sed. Voy al baño.- Pasé por alto el que me insultara y lo seguí.
-¡Te acompaño!
-¡Ni se te ocurra!- Se paró en seco.- ¡Si vienes conmigo pasará lo mismo que en el almuerzo!
-Qué poca confianza me tienes.- Hinche las mejillas. Shin fue hacia el baño y al ver que entraba le seguí yo.
-¡Te dije que no vinieras!
-Y como espíritu libre que soy vine igualmente.- Reí levemente acercándome a él.
-Takao, déjame decirte algo para que te quede claro. NO vamos a hacer nada en el instituto.
-Aguafiestas.- Lo abracé pasando mis brazos por su cuello.- Tan solo déjame besarte...
-¡Te dije que no!- Me acerque un poco a sus labios y por el contrario de lo que Shin decía, él también se acercó a los míos.
-Lo estás desando Shin-Chan.- Sonreí.- Tan solo uno pequeño.
-¡Agh! ¡Está bien!- Me agarró por la cintura acercándome más hacia él. Besé sus labios hasta que ambos nos quedamos sin respiración y con ganas de más. Volvimos a besarnos con algo más de pasión que la vez anterior y empecé a meter mi mano por debajo del uniforme.- D-Dijiste que sería tan solo un beso.
-Eres demasiada provocación Shin-Chan.- El también empezó a acariciar mi torso por debajo de uniforme. Shin me arrinconó contra la pared, besándome con más fiereza consiguiendo que jadeara. Pero de nuevo alguien nos interrumpió.
-¡Shintaro-Kun! ¡¿Esta Kazunari-Kun contigo?!- El profesor de matemáticas. Shin me miró y yo negué con la cabeza.
-No.
-Este chico.- Gruño él.- ¡Como lo encuentre!
-¡Rayos! ¡No hay manera!
-Vuelve para clase o te pondrán una incidencia más grave.
-P-Pero Shin-Chan...
-Pero nada, ve.- Suspiré y volví hacia clase. Cuando me vio el profesor simplemente le dije que nuestra tutora me vio fuera y me pidió que le ayudara a llevar algunas cosas a la sala de reuniones. Entre de nuevo en clase pero en ese momento tan solo tenía algo en mente, la hora de salida. Convencería a Shin para que se quedara en mi casa y ahí sí que nadie podrá interrumpirnos.
Tuvimos suerte y en la última hora el profesor nos permitió salir diez minutos antes ya que habíamos terminado rápido la lección. Al no haber podido comer tenía hambre, así que saqué de mi mochila una chocolatina que guardaba para emergencias y la empecé a comer. Vi como Shin me miraba con algo de envidia así que le acerqué el chocolate a la boca.
-¿Quieres?
-No. Tan solo me gusta el chocolate cuando es en sirope.- Sirope ¿Eh?- Una malévola idea cruzó mi mente.
-Shin-Chan antes de ir a casa tengo que pasar por el supermercado.
-¿Ahora? Tengo que estudiar para...
-¡No hay exámenes en lo que queda de semana no te morirás si no estudias un día!- Shin gruñó y llegamos al rickshaw. Fuimos al supermercado, entré solo y en menos de cinco minutos ya estaba fuera.
-¿Que compraste?
-Algo para comer.- Sonreí y pedaleé hasta llegar a mi casa. Cuando llegamos lo primero que hice fue comprobar que no estuvieran ni mis padres ni mi hermana. Una vez comprobé que estábamos solos dejé pasar a Shin y cerré la puerta con llave.- ¿Quieres jugar a algo? Tengo un videojuego nuevo.
-De acuerdo.- Lo del videojuego no era más que un señuelo para poder llevar a Shin hasta mi dormitorio.
-Ponte cómodo.- Dije una vez estuvimos allí. Shin asintió y se sentó en la cama, mientras yo fui al baño para sí poder "cambiarme"
.
.
Salí al cabo de dos minutos y me acerqué a Shin el cual estaba de espaldas a mí.
-Shin-Chan~- Canturreé para que se girara hacia mí. Volteó a verme y se quedó totalmente rojo, sin poder si quiera moverse por lo que estaba viendo. La razón era sencilla, salí del baño con nada más que una ajustada ropa interior negra y un bote de sirope en mi mano.
-Ta-Takao ¿Q-Que haces?- Preguntó aun sin moverse.
-Antes mencionaste que te gustaba el sirope de chocolate, así que compré.
-¡N-No me refiero a esto! ¡¿Q-Quiero decir que haces vestido así?!
-Es una sutil forma de decir...- Me acerqué a él quedando a pocos centímetros de sus labios.- Cómeme.- Eché unas pocas gotas de chocolate sobre mi torso. Con tan solo esa palabra Shin se lanzó contra mí mordiendo mi torso con desenfreno y lamiendo el chocolate que había en él, causándome varios gemidos y escalofríos.
-Maldita sea... Yo tendría que estar estudiando maldito pervertido... ¿Cómo te atreves a controlarme de esta manera?- Reí levemente entre jadeos y gemidos por sus mordidas.- Voy a tener que castigarte.- Me subió a la cama empezando a morder mi cuello.
-Tsk, ¿Y cómo se supone que vas a hacer eso?- Sonreí pícaramente y Shin agarró mis muñecas poniéndolas por encima de mi cabeza, mientras con sus piernas aprisionaba las mías y así dejarme completamente inmovilizado sin escapatoria alguna. Con su dedo índice recorrió mi torso de arriba abajo causando que arqueara la espalda.
-Llevas todo el día pidiendo a gritos que te castigue. Pues bien, lo has conseguido. A partir de ahora tendrás que obedecerme.- Mordió cada rincón de mi torso haciendo que tuviera que morder mi labio inferior para no gemir.- Si sigues reteniendo tus gemidos... Te morderé más fuerte.
-¿Ahora quién es el pervertido? ¡Ngh! -Shin se posó sobre mi pezón mordiéndolo para que así dejara de hablar.
-No te dije que hablaras.- Siguió lamiendo, succionando y mordiendo mi pezón haciéndome imposible el aguantar los gemidos, no paró hasta que quedo completamente rojo y así bajar hasta mi cintura entre mordidas. Acarició mis piernas hasta llegar a mis muslos y así pasar a mi entre pierna tocándola por encima.
-A-Ah S-Shin-Chan... M-Más ¡Ngh!
-¿No te estas emocionando muy rápido? El castigo tan solo está comenzando.- Adentró su mano en mi ropa interior agarrando mi miembro, empezó a mover su mano arriba y abajo causando que gimiera con aun más fuerza.
-¡Ah! ¡Shin-Chan no tan rápido! ¡V-Voy a correrme si sigues así!
-No me importa.- Aceleró sus movimientos causando que me corriera en su mano. Shin sonrió pícaramente y sacó la mano de mi ropa interior llevándola hasta su boca, lamiendo así las gotas blancas que quedaban en sus dedos. Soltó mis muñecas y sin quitarse de encima de mí empezó a desatar su uniforme hasta dejar su torso desnudo. Aprovechado que ya no tenía las manos atadas acaricié su torso, resiguiendo con mis dedos su bien formados abdominales causando que Shin jadeara. Shin tomó mis manos empezando a besarlas y seguir besando mi brazo derecho hasta llegar a mi cuello donde empezaron de nuevo las mordidas. De un momento a otro volví a sentir como mi ropa interior empezaba a molestarme, así que desaté los pantalones de Shin dejando ver como él también tenía un notorio bulto. Agarré su mano izquierda y empecé a quitar sus vendajes para que entendiera que quería hacerlo ya.
-Estas realmente impaciente...- Sonrió.- Me gusta verte tan desesperado.
-¡C-Cállate!- Se deshizo de mi ropa interior junto la suya.
-Seré bueno y no te haré esperar más.- Agarré su mano para así introducir tres de sus dedos en mi boca, pero Shin me detuvo antes de que pasara.
-¿Q-Que haces?
-Hay una forma mejor.- Agarró mis piernas y se colocó cada una a un lado de su hombros. Acercó sus labios a mi entrada y sin previo aviso introdujo su lengua dentro de mí.
-¡Ahg! ¡N-No hagas eso! ¡D-Duele Shin-Chan!- Gemí al sentir como empezaba a retorcer la lengua para así dilatar mi entrada, consiguiendo que yo gimiera un más. Siguió retorciendo su lengua hasta que mi entrada estuvo completamente dilatada, después se separó de mí, yo lo abracé con las piernas por la cintura y entró dentro de mi sin delicadeza, haciéndome soltar varias lágrimas de dolor.- S-Shin-Chan d-duele...- Empezó a embestir con fuerza haciendo que mis lágrimas y gemidos aumentara.-¡S-Shin-Chan m-más despacio!- Como si no me oyera empezó a moverse aún más rápido.- ¡Shin-Chan!- Al gritar salió de su "trance" y me miró, yo tenía el rostro sumido en lágrimas completamente rojo.- D-Duele.
-L-Lo siento yo... N-No sé qué me pasó.- Toda esa fiereza pasó y volvió a ser el Shin del que me enamoré. Se acercó a mis labios besándolos con ternura y limpiando mis lágrimas con sus labios.- Lo siento...
-Tranquilo... T-Tan solo ve más lento...- Sonreí levemente. Shin asintió y empezó a moverse con más delicadeza, convirtiendo lo que antes era dolor en placer. Shin se movía levemente hasta que yo dejé de sentir dolor y tan solo fue placer.- S-Shin-Chan... M-Más ¡Ngh!- Le dije para que viera que ya podía moverse con más fuerza. Yo gemía con fuerza enterrando mis uñas en la espalda de Shin mientras que el jadeaba en mi oído, ambos disfrutando de lo que hacia él otro hasta que sus embestidas fueron más fuertes.
-T-Takao voy a...- Empezó Shin mientras se movía con más rapidez.
-¡N-No aguantare mucho!- Embistió una última vez tocando ese punto máximo haciendo que toda la habitación quedara sumida en gemidos.
-¡Kazunari!- Me corrí seguido por Shin. Shin salió de dentro de mí y se tumbó a mi lado acariciando mi pelo.- ¿Estás bien?- Pregunto aun con la respiración entrecortada.
-S-Sí...- Me acurruqué en su torso.
-P-Perdón por el principio... Me dejé llevar y...- Besé sus labios con ternura.
-Tranquilo...- Sonreí adormeciéndome en sus brazos. Shin se acercó a mí y besó mi frente.- Te quiero Shin-Chan.
-Yo también te quiero Bakao.- Se sonrojó levemente mientras que yo volví a sonreír quedando completamente dormido en sus brazos.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Bien hasta aquí el capítulo de hoy, está dedicado a KarenNightray ya que pidió un OS con amor pasional:3 no sé si me salió muy bien pero espero que os guste n.n’ iba actualizar ayer pero se hizo una convención de anime, manga y videojuegos y tuve que preparar el cosplay-Fui de Midorima versión mujer-, comprar las entradas, etc. :3 bueno, intentaré a empezar a cumplir las peticiones que pidieron DanielaSantik, KevinlevyHernandez y Mousekat1005 aunque no se para cuándo las tendré :/. Muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo One-short~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top