Advertencia, no lean este OS si están en un momento algo delicado emocionalmente, personalmente creo que me quedó algo duro. Si lo lees que se bajo tu responsabilidad. Pero repito si no estás bien emocionalmente NO leas.

Gracias por la atención.

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Solo.

Él siempre estaba solo.

Así se sentía.

Solo.

Tenía amigos.

Tenía familia.

Pero aun así, se sentía solo.

Shintaro Midorima siempre se sintió así, no era tsundere por naturaleza, era por esa razón que lo era. Estaba solo. Él vivía con miedo, tenía miedo de con la más mínima decisión pudiera alterar algún tipo de orden cósmico y hacer que todo su mundo se derrumbara. Es por eso que siempre confía en su horóscopo.

Por eso nunca se excedía, por eso siempre hacia lo que dictaba Oha Asa, tenía un miedo atroz a que todo cambiase.

¿Quería que cambiasen las cosas? Era obvio que sí, pero ¿Y si cambiaban a peor? Ese era su mayor miedo, por eso simplemente se repetía una y otra vez "Estoy bien"

Aunque realmente no lo estaba.

¿Cuándo comenzó a sentirse así? Hace tanto que incluso perdió la cuenta.

¿Pero hizo algo para cambiarlo?

No.

¿Por qué?

Por miedo.

Aunque no todo en su vida era así, al menos no todo en su vida había sido así.

Él estaba enamorado de un joven, Takao Kazunari.

Desde el primer momento en que lo vio sintió que algo en su interior cambió. Ese chico se había llevado sus mayores suspiros, sus mayores sonrisas, pero también, sus mayores lágrimas.

Nunca antes había experimentado el amor, al menos no de una forma tan fuerte como para llorar por él.

La primera vez que lo vio fue en preparatoria, se fijó con él por su mismo interés en el baloncesto. Aunque en realidad, el primero en acercarse fue Kazunari. A él, el simple hecho de pensar estar cerca del chico le aterraba. Así que el día en que se acercó por primera vez no pudo ser más feliz.

En esa época aun conocía ese sentimiento. Felicidad.

Poco a poco ese joven fue acercándose cada vez más a él, hasta al punto de hablar juntos por mensaje.

La primera vez que Shintaro recibió un mensaje suyo... ¡No cabía en sí de gozo! Estaba nervioso, no sabía que decirle ni como contestarle, pero aun así, era feliz. Era.

Los chicos no acostumbraban a hablar mucho, Kazunari era alguien sociable y tenía muchos amigos y amigos con quien hablar, por otro lado Shintaro tan solo formaba parte de un pequeño grupo de amigos, le costaba hablar con gente nueva.

Aunque jamás lo admitiría, él envidiaba a uno de sus mejores amigos, Kise, era lo contrario de él. Sociable, amistoso, con facilidad para hacer amigos, y lo más importante, hablaba con total normalidad con Kazunari. Él sentía ciertos celos al ver a Kise cerca de él, pero sabía que Kise estaba enamorado de otro compañero suyo de clase, Kasamatsu, así que simplemente pensaba, "A lo mejor así consigo acercarme a él." Sorprendentemente así fue. Gracias a Kise logró hablar más con Kazunari, él poco a poco empezó a ser algo menos tsundere aun estar muy nervioso ante la presencia del azabache.

Pensó que todo iría bien.

Pensó.

Él tan solo bajaba hacia la cafetería de su preparatoria, pensando en si hoy volvería a hablar con el azabache, cuando un compañero le paró. "¿Es cierto que estás enamorado de Takao?" Fue lo único que le dijo. Él tan solo negó varias veces sintiendo como su rostro ardía en seguida. Dejó pasar eso como un hecho eventual. Grave error.

Él pensó que tan solo sería un compañero.

De nuevo pensó mal.

En su clase eso se fue extendiendo, diciendo que Shintaro estaba enamorado de Kazunari, y que Kazunari lo estaba de Shintaro, no importaba quien fuera. Incluso su amigo empezaron a decirle eso, él tan solo no le prestaba importancia.

Pensó que Kazunari seguiría igual.

Por tercera vez, pensó mal.

Kazunari se alejó de él, esas pocas veces que hablaban se convirtieron en nulas. "Es normal" Se decía a sí mismo, "Si me emparejaran con alguien como yo también me alegaría"

No había contacto entre ellos, cosa que a Kazunari no parecía impórtale en lo más mínimo. El único que sentía dolor era Shintaro.

Trabajaban juntos cuando el tutor o el profesor se lo mandaba, pero le dolía el no recibir ni un solo "Gracias" Por parte de Kazunari. Pero simplemente ignoraba ese hecho, era feliz estando a su lado.

Pasó su primer año de preparatoria, las vacaciones eran horribles para Shintaro. Le angustiaba el estar tanto tiempo sin poder ver a sus compañeros y, sin poder verle a él.

Por primera vez, Shintaro tomó valor y durante las vacaciones, habló con Kazunari. Una conversación que no duró ni una hora por mensaje. Pero aun así, Shintaro se sentía feliz.

"Que estúpido es este sentimiento" Se decía a si mismo con una leve sonrisa en su rostro.

De nuevo Shintaro cometió el error de pensar. Pensó que al empezar el nuevo curso, todos se habían olvidado de lo que pasó con Kazunari y podrían volver a hablar como antes, y así fue, todos se olvidaron. Todos menos Kazunari. No sabía si era que él aun recordaba lo que pasó el curso anterior y no quería que volviera a suceder, o que Kazunari se había olvidado de todo, de cómo hablaban, de la forma en que una pequeña sonrisa se formaba en el peli-verde cuando él estaba cerca, o simplemente, no quería hablar con Shintaro.

Shintaro tan solo podía confiar en una persona para hablar de esto, Himuro Tatsuya, la única persona que en ese aspecto, podía hablar sin sentirse horrible, pues Himuro siempre intentaba animarle.

Pero siempre en vano.

La frase más repetida durante las conversaciones entre Himuro y Shintaro era, "Sé que Kazunari me odia, todo es culpa mía."

¿Realmente era así? ¿Realmente era todo culpa de Shintaro? No lo sabía. Pero así lo sentía él.

Por si fuera poco la pequeña empresa de la cual Shintaro estaba a cargo empezó a desmoronarse o eso le parecía a Shintaro. Se estaba yendo a la quiebra.

Pero Shintaro sabía quién era el culpable.

"Todo es culpa mía."

"Soy un estúpido"

"¿Porque yo?"

"¿Me merezco todo esto?"

"Sí."

Era lo único que se decía una y otra vez Shintaro.

No quería que nadie supiera lo de su empresa, pero un día la presión fue demasiada, la única que sabía de esto era su madre, quien le repitió una y otra vez que eso no era así.

Pero aun así Shintaro no la creía.

Sabía que era culpa suya.

Sus notas bajaron, no sabía si por lo mal que le sentaba el trato que tenía Kazunari con él, o por cómo iba su empresa.

Tan solo sentía que ambas cosas eran culpa suya.

Muchas veces Shintaro se preguntaba, ¿Porque sigo aquí? Pero al instante se asustaba, se asustaba por sus propios pensamientos, porque ellos eran sus peores enemigos. Él mismo era su peor enemigo.

Shintaro ya no podía simplemente concentrarse en sus estudios. Incluso esa carrera que supo que siempre quiso hacer, le empezaba a parecer lejana e inalcanzable. "No puedo hacerlo." Poco a poco su felicidad fue desapareciendo, en la escuela seguía computándose igual, odiaba que le preguntaran si se encontraba bien, tan solo quiera olvidar todo y ser feliz por unos segundos. Pero para él eso era imposible.

Él no soportaba el tener que hablar seriamente con alguien, no soportaba el tomar decisiones, pues sentía que dijera lo que dijera, lo acabaría estropeando. Siempre pensó que mejor callado y que decida otro, así no podría equivocarse.

¿Alguna vez había pensado en declararse a Kazunari? ¡Muchas! ¿Qué ocurría? Que según él "Una mariposa bate las alas, y al otro lado del mundo hay un terremoto." Es decir, sentía que con algo tan sencillo como declararse, podía derrumbarse todo su mundo.

Mejor seguir igual, que estar peor.

Eso pensaba.

¿Alguien sabia de esto? ¿Alguien sabia los días que llegaba a casa con una lágrima resbalando por su mejilla por culpa de la indiferencia de Kazunari? ¿Alguien se daba cuenta las tardes que se pasaba solos con sus auriculares, hiriéndose a sí mismo diciéndose "Todo por tu culpa estúpido"? ¿Las veces que había llorado en silencio mientras se duchaba? ¿Las noches que tenía insomnio pensando en si hacer algo? ¿Las noches que se despertaba asustado? ¿Las veces que se dormía llorando? ¿Las veces que se miraba al espejo y se decía "Cada día te ves más estúpido"? ¿Las tardes que se pasaba escuchando música intentando que todo se fuera por tres minutos? ¿Alguien lo sabía? No.

Cuando alguien le gritaba, cuando alguien le reñía por algo, se limitaba a asentir o encogerse de hombros diciendo para sus adentros, "No me importa, nadie lograra comprenderme, y si alguna vez lo logran, será demasiado tarde"

Un chico que un día llegó a ser de sobre salientes y notables, pasó a ser un chico de suficientes e incluso suspensos.

Ya no podía dedicarle tiempo a su amado baloncesto, ni a esas largas tardes que se pasaba leyendo, todo lo que alguna vez le trajo felicidad se había esfumado.

Por el momento,

Kazunari seguía sin hablarle.

Sus amigos seguían ahí.

Su familia seguía ahí.

Pero él estaba, solo.

O así se sentía Shintaro.

Solo.

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Ando algo depresiva últimamente, siento lo triste de este OS u.u Puse la advertencia al principio porque si alguien no está bien emocionalmente no creo que sea lo mejor leer algo así, a lo mejor tan solo exagero no se :/ De nuevo siento este OS, estoy con mucho estrés últimamente y me está costando llegar a publicar algo, intentaré seguir pronto. Muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo capítulo~