Todo era blanco, lo único que alcanzaba a ver eran mis propias manos, más allá de ellas tan solo luz que me cegaba al tan solo subir la mirada.

-¿D-Dónde estoy?-Pregunté asustado.

-Estas en lo que llamamos "limbo"- Una voz contestó, tan solo una voz que venía de aquella luz.

-¿L-Limbo?

-¿Sabes que significa estar aquí?

-N-No.

-Has muerto.

-¡¿Q-Que?! ¡¿C-Como que he muerto?! E-Espere... ¿C-Como he muerto? ¿Qué hago aquí?

-¿Recuerdas algo antes de llegar aquí?- Negué con la cabeza.- Es muy común... Haré unas preguntas para ayudarte a recordar, ¿Está bien?

-V-Vale.

-¿Recuerdas tu nombre?

-N-No.

-Tu nombre es Kazunari Takao. ¿Te ha venido algún recuerdo?

-¡Takao!

-¡Takaocchi!

-¡Takao-Kun!

-¡Kazunari!

-¡Kazu-Chan!

-¡Kazu nii-chan!

-¡Bakao!

Montones de voces sonaban dentro de mi cabeza. Todas gritaban al punto de hacerme daño, algunos de aquellos gritos dolían, se notaba el dolor que había en ellos, otros estaban rodeados de risas amables y sinceras, otros de preocupación, otros susurraban con ternura, eran demasiado abrumadoras todas esas voces. Agarré mi cabeza desesperado intentando hacer que callaran.

-Bien parece que recordaste algo.

-¿Q-Que eran esos gritos?

-Tus seres queridos, amigos y familiares.

-¿Tenia de eso?

-Sí. ¿No les recuerdas?- Volví a negar con la cabeza.

-¿Porque gritaban tanto?

-Son tus recuerdos, algunos de tu muerte, otros de tus momentos felices, y algunos de cuando estabas con la persona a la que amabas. Voy a volver a hacerte preguntas para que recuerdes más, ¿Quieres continuar?- Asentí.- Esto es sencillo, tan solo tienes que decirme a que te recuerda lo que te diga a continuación ¿Entiendes?

-Sí.

-¿Que recuerdas cuando te digo "Felicidad"?

-Amarillo.- Lo primero que me venía a la mente era ese color, recordaba un chico, un chico rubio.

-¡Takaocchi! ¡Hola!

-¡Ki-Chan! ¡No sabía que estabas aquí!

-En realidad me perdí y ahora no se volver a casa...- Aun eso recuerdo que rió.

Siempre sonreía, siempre estaba alegre, Kise Ryota era la perfecta imagen de la "Felicidad"

-K-Kise...

-Veo que volviste a recordar... Bien voy a seguir. ¿Qué piensas cuando digo "amabilidad"?

-Celeste.- De nuevo un color, y de nuevo, por un chico peli-celeste.

-Takao-Kun.

-¿Eh? ¡Ah Kuroko! ¿Ocurrió algo?

-Se te cayó la cartera en la salida de la preparatoria.

-Wow ¿Viniste hasta aquí solo para traérmela?

-Es lo menos que podía hacer.- Sonrió.

-Gracias.

Siempre era amable con todos, salvo cuando estaba muy enfadado, cosa que pocas veces ocurría, Kuroko Tetsuya era sin duda la definición más clara de la amabilidad.

-¿C-Como...

-Esto funciona, ¿Que recuerdas con "tenacidad"?

-Rojo oscuro.

-¡Rayos! ¡Pienso conseguirlo Takao!

-Kagami, te digo que es imposible pasar de nivel, llevo atascado en esta fase unos tres meses.

-¡Si digo que lo conseguiré es que lo conseguiré!

Ese chico siempre era así, nunca se rendía, aunque pusieras miles de piedras en el camino, tan solo seguía adelante, Kagami Taiga era la tenacidad en persona.

-¿Q-Quienes son todas esas personas?

-Tus amigos. ¿Continuamos?- Asentí.- ¿"Fiereza"?

-Azul marino.

-¡Bakagami! ¡Pienso vencerte!

-¡¿Cómo harás eso Aomine?!- Empezaron a jugar.

-Sin duda cualquier día acabaran matándose esos dos...

-Aominecchi es una bestia cuando se trata de competir.

Aomine Daiki era alguien brusco, no le temía a nada ni nadie, aun tan solo usar un treinta por ciento de su fuerza, en cualquier aspecto era una "Fiera".

-A-Aomine Daiki...

-Genial vas recordando, podríamos seguir durante horas, pero no hay tiempo, tienes que elegir.

-¿E-Elegir?

-Tan solo te diré dos palabras más, ¿Entendido?

-P-Pero espera...

-Te digo que no hay tiempo. ¿Qué piensas del "miedo"?

-Rojo.

-Soy absoluto, no vas a lograr vencerme.

-Akashi es un videojuego en esto puedo vencerte en seguida.- Me miró con sus ojos heterocromaticos, con esa mirada tan penetrante, que tan solo de verla hacia que todo un escalofrío recorriera todo tu cuerpo.

-¿Que dijiste?

-Na-Nada, nada, juguemos.

Ese chico daba miedo, Akashi Seijuro era la persona más terrorífica que jamás había conocido.

-Esta va a ser dura ¿Si? Hay mucha gente que le duele esta última pregunta ¿Preparado?

-S-Sí.

-¿Que recuerdas sobre el "amor"?

-V-Verde.

-Shin-Chan...- Susurré en su oído.- Te quiero.

-B-Bakao.- Todo su rostro se volvió rojo.- Y-Yo también te quiero.- No pude evitar reír.

-¡En serio Shin-Chan!- Reí con fuerza.- En serio te quiero mi tsundere.

-Takao.

-¿Si?

-Yo te amo.- Miré a sus ojos verdes, tan cálidos, tan hermosos, tan seguros, lo amaba.

Miles de recuerdos inundaron mi cabeza, mi niñez, mis padres, mi hermana, mi primer cumpleaños, mi primer amor, mis amigos, mi equipo de baloncesto, él, Shin-Chan, cuando me declaré, cuando me besó, nuestros te quiero, nuestros te amo, nuestra primera vez, nuestros besos, nuestras caricias, sus sonrojos, mis sonrojos, nuestras citas y por último, mi funeral.

Todo el mundo lloraba, nunca me gustó ver gente llorar, mis padres no podían decir nada por sus lágrimas, mi hermana se agarraba con fuerza a la tela de su vestido, intentando detener sus lágrimas, Kise quien siempre sonreía, lloraba abrazándose a Aomine, Kuroko quien siempre fue amable, apoyando a todos, no podía animar a nadie, Kagami que nunca se desanimaba, lloraba en silencio, Aomine quien era siempre una fiera, no podía moverse, Akashi quien siempre parecía terrorífico, tan solo dejaba caer sus lágrimas borrando cualquier expresión en su rostro, salvo la tristeza. Y él, la persona a quien yo más amaba ver sonreír, aunque lo hiciera poco, la persona que tantas sonrisas me había sacado a mí, que tanto me alegraba con un solo beso, que me abrazaba cuando estaba decaído, Shintaro Midorima, lloraba más que todos, abrazándose a ese ataúd donde estaba mi cuerpo, gritando que despertara, que me dejara de bromas, que nunca le gustaron bromas tan pesadas, y por último, que volviera, que no podía vivir sin mí.

Grité con toda la fuerza que pude, llorando al recordar todo eso, los recuerdos de cuando estaba vivo, me agarraba de mi cabello, con tanta fuerza hasta hacerme daño. Esa voz no decía nada más, tan solo espero a que poco a poco dejara de gritar, y aun respirando más acelerado de lo normal, me tranquilizara un poco.

-Te dije que esta parte era dura, pero parece que recordaste todo, ahora tienes que elegir.

-¿E-Elegir el que?

-Que hacer. Puedes volver a nacer, ir al cielo, o por el contrario bajar al infierno.

-¿Q-Que significa eso? ¿Que es volver a nacer?

-Para que lo entiendas mejor. Moriste a tus dieciocho años, si vuelves a nacer podrás tener la vida que no pudiste disfrutar por el poco tiempo que estuviste vivo. Pero claro está, no recordaras nada de lo que pasó en tu vida pasada.

-¿P-Podría volver a encontrarme con todos ellos, con mis amigos?

-Es muy difícil, pero no imposible.

-¿Que hay en el cielo?

-Ahí todo el mundo es feliz, no hay gente violenta, no hay conflictos, pero por el contrario, si vas al cielo perderás todos tus recuerdos.

-¿T-Todos? ¿N-No recordare a Shin-Chan, ni a mi familia, ni amigos?

-Es la única forma de que puedas tener paz, olvidar todo.

-¿Y si voy al infierno?

-Si eliges esa opción mantendrás tus recuerdos, todo lo que pasó cuando estabas vivo, pero ese es el problema. Vivirás con el mismo sentimiento que tienes ahora, tristeza, resignación, desesperación, e incluso algunas veces, ira. Tan solo por saber que no podrás volver a estar con esas personas que una vez te hicieron feliz.

-¿C-Cual es la mejor opción?

-No hay de eso, no hay ninguna que sea completamente agradable. ¿Y bien? ¿Qué eliges?

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Este OS se me ocurrió hoy, y tan rápido como me vino lo escribí. Espero que les gustara :3 Aunque quedó bastante corto :c

¿Ustedes que elegiría si estuvieran en el caso de Takao?

Yo sinceramente no lo sé.

Bueno creo que me puse algo melodramática con los últimos OS :c En fin, muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo One-Short~