¡¿Embarazado?!
Desperté y miré a mi lado, Shin no estaba allí. Oí como desde fuera de la habitación alguien preparaba el desayuno, me levanté con algo de dolor en la cadera, recogí toda la ropa que, en la noche anterior, dejamos tirada por el suelo. Salí de la habitación en tan solo ropa interior y fui al comedor, ahí estaba Shin, vestido con traje y una maleta cerca de la puerta.
-Buenos días.- Dije bostezando.
-¿Ya te levantaste?- Asentí.
-Quería verte antes de que te fueras.- Shin se sonrojó ante mi respuesta, me acerqué a él y deje un suave beso en su mejilla.- ¿Ya lo tienes todo? ¿Ropa, pasaporte, carnet de identidad, dinero?
-Tranquilízate, tan solo me voy un mes y medio, no un año.- Gruñó Shin.
-Ya pero... Te echaré de menos.- Hinche mis mejillas con un leve sonrojo. Shin suspiró y se acercó a mí, revolvió un poco mi pelo y también besó mi mejilla.
-Tienes veintidós años, no actúes como un niño.- Le saqué la lengua provocando de nuevo un suspiro en Shin. Acabó de desayunar y se fue con prisas ya que llegaba tarde. Fui a la puerta a despedirlo y antes de irse me agarró por la cintura juntándonos un poco más.-También te voy a echar de menos, Bakao.- Reí levemente ante su sonrojo. Shin juntó nuestras frentes y yo pasé mis brazos por detrás de su cuello acercándolo un poco más a mí.
-Te llamare todos los días ¿Vale?- El asintió. Lo besé tantas veces como pude y llegó un coche a recogerle. Lo despedí con la mano hasta que perdí el coche, entré suspirando. Realmente odiaba cuando Shin tenía que irse con su padre por negocios. Por si fuera poco, Shin no se terminó el desayuno y lo dejó todo por medio. Como ni si quiera se había comido la mitad de las tostadas me las terminé, aunque por la mañana no acostumbraba a tener hambre, y fregué los platos.
.
.
Era extraño... Estas últimas tres semanas había estado extraño, me notaba más sensible de lo normal, comía mucho más y muchas veces me daban náuseas y mareos mientras trabajaba o estaba en casa. Shin me llamaba todos los días, pero no le comenté nunca nada de eso.
-Takaocchi... Deberías dejar de comer ya.- Dijo Kise mientras que con un biberón alimentaba a un niño pelinegro de ojos dorados, su hijo Seiya.
-Es que tengo hambre. ¿Vas a terminarte eso?
-Takaocchi eses es tu tercer donut y el segundo boyo.- Lo miré fijamente y Kise suspiro.-No tómalo.- Me alargó un croissant de chocolate que tenía.- ¿Y bien para que me hiciste venir aquí?
-Últimaente me pasha algo exmtraño...
-Takaocchi primero mastica y luego hablas.- Acabé de tragar la comida y me dispuse a hablar.
-Pues... Últimamente me pasa algo extraño, no paro de comer, y tengo mucha hambre, me mareo bastante y me dan nauseas... No sé qué puede ser...
-¿Desde cuándo estas así?
-Empecé a notarlo hará cosa de dos semanas...
-¿Cuando hace que se fue Midorimacchi?
-Tres semanas.- Llevé un trozo de boyo a mi boca.
-¿Y cuándo fue la última vez que lo hicisteis?- Me atraganté con la comida, y tuve que beber varias veces antes de poder seguir hablando.
-¡Ki-Chan! ¡¿Qué clase de preguntas haces?!
-¡No grites! Todo eso que has dicho... No has pensado que a lo mejor estas... ¿Embarazado?- Dejé de comer de golpe, miré a Kise sin poder llegar a decir nada. No podía ser cierto... ¿O sí? No, es decir... Aunque todo coincide con lo que estaba sintiendo estos días...- ¿Fuiste ya al médico?
-N-No. P-Pero Shin-Chan no está aquí y no quiero ir solo...- Susurré avergonzado.
-A ver... ¿Llamaste a Himurocchi? Si quieres él y yo podemos acompañarte.- Asentí.- Está bien, voy a llamarle.- Kise llamó a Himuro pidiéndole que viniera directamente al médico, nosotros fuimos hacia allí. Cuando llegamos Himuro ya estaba esperándonos.
-¡Takao! ¡Kise!- Nos llamó saludándonos con una mano mientras que la otra la tenía sobre su abultada barriga de ya cinco meses. Nos acercamos a él con tal de que en su estado no tuviera que moverse mucho.
-Gracias por venir Himu-Chan.- Dije algo avergonzado.
-No importa... ¿Pero se puede saber qué ocurrió?
-Creemos que Takaocchi puede estar embarazado.
-V-Vaya… ¿Lo sabe ya Midorima?- Negué con la cabeza.
-Takaocchi no quiere decirle nada hasta estar seguro.
-V-Venga entremos…- Susurré nervioso. Entramos en el medico, Himuro se quedó en la sala de espera cuidando de Seiya y Kise y yo entramos a la consulta.
.
.
-Muy bien señor Kazunari, ya tenemos los resultados.- Empezó el doctor.- Enhorabuena, está usted embarazado.
-¿D-De verdad?- El doctor asintió. Poco a poco sonreí a todo lo ancho de mi boca, pero a la vez tuve miedo. Yo desde siempre quise ser padre, pero en cambio Shin… Tengo ciertas dudas de que le gusten los niños. El otro día fuimos a casa de Kise y Kasamatsu para poder ver a Seiya, pero él al verlo se apartó como si no quisiera ni si quiera verlo.
-¡Eso es grandioso Takaocchi! ¡Así Seiya tendrá un primito con quien jugar!- Rei levemente ante la emoción de Kise.
-Más que eso.- Empezó el doctor, ambos nos giramos hacia el sorprendido.- Va a tener trillizos.- Le miré sin creerlo.
-¿T-Trillizos?-Kise estalló en carcajadas.
-¡Como se nota que Midorimacchi siempre hace triples! ¡Hasta en eso acertó!- Rió con más fuerza.
-¡Kise no te rías!
-Lo siento Takaocchi.- Se limpió unas pocas lágrimas del rostro.- Pero tiene que admitir que tiene cierta gracia.- Gruñí mirándolo con enfado.
-Todo está bien señor Kazunari, puede irse sin problemas, intente no hacer muchos esfuerzos y todo irá bien.
-E-Está bien, muchas gracias.- Salimos de la consulta. Himuro al vernos se acercó a nosotros y empezó a preguntarme sobre que me había dicho, pero yo no podía estar atento a lo que me decía. La posibilidad de que Shin me dejara por esto... Porque no le gustaban los niños o porque no quisiera tenerlos... Me asustaba, más bien me aterraba. Llegamos a mi casa, abrí la puerta y me senté en el sofá aun en trance pensando en esa posibilidad.
-¿Takao? ¿Te encuentras bien?- Sentí que poco a poco mis ojos empezaban a pesar, miré hacia Himuro y hacia Kise ya sintiendo como mis mejillas se humedecían.
-¿Y-Y si Shin-Chan me deja?
-¡¿Cómo?!- Gritaron ambos a la vez.
-Y-Yo...- Hipé.- A-A Shin-Chan no le gustan los niños... ¿Y si no los acepta? ¿Y si me deja? ¿Y si no quiere que los tenga? Y-Yo s-siempre quise tener un hijo... P-Pero Shin-Chan...- Himuro se acercó a mí y removió mis lágrimas con sus pulgares.
-Takao, estoy seguro de que Shintaro no haría eso, él te quiere y estoy seguro que cuando sepa que vais a tener un hijo... Se pondrá muy feliz. Y si por mínima posibilidad que te dejara, nos tendrías a nosotros.
-Himurocchi no es un hijo son tres...- Himuro miró con enfado a Kise el cual al verlo se giró fingiendo dar de beber a Seiya.
-No escuches al rubio cara bonita.
-¡Oye!- Rei calmándome levemente.
-Gracias Himuro... ¿P-Pero como se lo digo? Es decir el no viene hasta de aquí tres semanas y media...
-¿No te llama por teléfono?- Preguntó Kise.
-¡N-No puedo decirle algo así por teléfono! ¡No es como decirle que traiga un peluche de canguro como recuerdo de Australia!- Grité sonrojado.
-Está bien Takao no te alteres.- Himuro puso sus manos en mis hombros para que estuviera quieto.-Durante el tiempo en que no esté Shintaro vendrás a vivir con Atsushi y conmigo ¿De acuerdo?
-N-No quiero molestaros... Y menos como estas tú...- Himuro rió.
-No te preocupes, Atsushi viene pronto por la tarde y todo el día esta ayudándome, no serás molestia... Lo único es que puede que Atsushi intente alimentarte a base de dulces.- Los tres reímos levemente.
-No te preocupes Takaocchi... Nosotros estaremos aquí para todo lo que necesites ¿Si?- Asentí.
-Muchas gracias.-Susurré abrazándolos.
Pasaron los días y me instale momentáneamente en casa de Himuro y Murasakibara. Himuro le conto a su esposo mi situación y él enseguida dejo que me quedara. Tal hi como dijo Himuro, Murasakibara intento sobre alimentarnos con dulces y más dulces, pero lo hacía con la mejor intención posible para cuidarnos. Shin llamaba pero yo no le dije nada de mi embarazo, poco a poco mi barriga fue creciendo, no se notaba mucho, pero algo sí. Y esa idea de que Shin no aceptara que estuviera embarazado... Aun no se me quitaba de la cabeza.
Tres semanas después fue el momento de volver a casa, unas horas antes de que viniera yo estaba junto a Kise arreglando la casa ya que, tal como estaba, no podía pedirle a Himuro que me ayudara.
-Creo que ya está todo limpio...- Murmuré.
-Midorimacchi llegará en breve, será mejor que me vaya.- Sonrió Kise.- Además si no voy rápido a casa, Kasamatsu es capaz de tirarme todos los muebles de la casa en la cabeza...
-Está bien.- Reí ante su explicación. Me despedí de Kise y me quedé pensando en cómo explicarle lo que pasó a Shin sin que se asustara, pero antes de poder encontrar una forma se abrió la puerta de casa.
-Ya volví.- Dijo Shin suspirando. Fui hacia él sonriendo, tenía miedo, pero llevaba mucho tiempo sin verle.
-Bienvenido Shin-Chan.- Lo rodeé con mis brazos y besé sus labios.
-¿Cómo estuviste?
-Tener que trabajar todo el día y encima tener comunicarme en inglés... Es muy cansado. Siempre quise visitar Australia pero... No pude hacer turismo. Reí y esta vez él fue quien me besó. Me miró de arriba abajo como si estuviera inspeccionándome.- ¿Engordaste?
-¡Oe! ¡Grosero!- Agarré su muñeca.- Ven...- Fuimos hasta el sofá donde nos sentamos.
-¿Ocurrió algo?
-Shin-Chan... Lo que pasó es que cuando tú te fuiste... Yo empecé a sentirme extraño, estaba solo y no sabía que hacer... Pensé que me pasaba algo raro... Y llamé a Kise y entonces él y yo...- Miré al rostro asustado de Shin, él sin dejarme acabar la frase se levantó del sofá.
-¡¿N-No me estarás siendo infiel con el rubio oxigenado?!
-¡¿Qué?! ¡No! ¿Rubio oxigenado? ¡Shin-Chan ese no era el tema escúchame!- Se calmó un poco y volvió a sentarse.
-Mira, me sentí extraño, Himuro, Kise y yo fuimos al médico y...- Miré de nuevo a su rostro.- Estoy embarazado.- Shin estaba totalmente descolocado, no decía nada, me miraba sorprendido intentando saber que estaba pasando. Bajé la mirada, sabía que algo así ocurriría.- Y-Yo Shin-Chan... S-Sé que no te gustan los niños y si... No quisieras aceptarlos e irte... Yo lo entendería.- De la nada Shin me abrazo con fuerza poniendo su rostro en mi cuello, me quedé sin saber cómo reaccionar sintiendo como Shin besaba mis hombros.
-¿Cómo podría hacer algo tan horrible? ¿Quién dijo que no me gustasen los niños?
-T-Tu... E-El otro día con Seiya lo apartaste de ti...
-Seiya estaba resfriado.-Suspiró.- Este viaje era muy importante, si no iba podría ser horrible para la empresa...
-¿E-Entonces?
-¡Claro que los acepto Bakao! ¡¿Cómo no hacerlo?! De-Desde hace mucho que yo quería... S-Ser padre.- Aun en shock correspondí al abrazo sintiendo como empezaba a llorar.
-Tuve tanto miedo... Tanto miedo de que no quisieras y me dejaras...
-Nunca haría algo tan horrible como eso. Takao...- Se separó de mí y agarró mi rostro limpiando las lágrimas.- Me hiciste el hombre más feliz de mundo.
-S-Shin-Chan.-Lloré de felicidad y volví a abrazarlo.- D-De verdad que tuve mucho miedo de que no los aceptaras...
-¿L-Los?- Me separó de nuevo.
-T-Trillizos.
-¿T-Trillizos?- Shin primero estaba sorprendido, pero empezó a sonreír. Y esa sonrisa... Nunca lo había visto sonreír así, sonrió con toda su sonrisa mientras me abrazaba de nuevo con fuerza, esa sonrisa sin duda fue la más hermosa que jamás había visto.- ¡E-Espera! ¡¿Te duele?! ¡¿Necesitas algo?! C-Comida o agua o dormir o...- Empezó a mirar a todos lados preocupado.
-No necesito nada Shin-Chan...- Reí.- Tan solo... ¿Te tumbas conmigo?
-¿C-Como?
-Llevo un mes sin verte... Es normal que quiera que me mimes un poco ¿No?- Shin se sonrojó. Me llevó con cuidado hasta la cama y se estiró junto a mí. Me acurruqué en su torso mientras él acariciaba mi pelo. Cerré los ojos aun sin dormirme relajándome con sus caricias, pero de pronto note algo sobre mi estómago, abrí los ojos levemente y pude ver como Shin acariciaba impresionado la aun poca barriga que tenía. No pude evitar reír, se veía totalmente tierno haciéndolo. Lo abracé con fuerza y besé su frente.- Te quiero Shin-Chan.
-Yo te amo.- Me sonrojé y besé su frente.
~Tres meses~
A los tres meses y medio fuimos a hacer la ecografía para así saber si tendríamos niños o niñas. Estábamos esperando ya que el doctor nos dijera que sería mientras Shin agarraba con fuerza mi mano algo preocupado.
-Bien aquí está... Dos de los fetos están en una misma bolsa... El otro está en su propia bolsa, aun así los tres serán niños.- Miré hacia Shin sonriendo.
-Esperemos que no saquen la obsesión por los horóscopos que tienes.- Shin gruño y el doctor y yo reímos.
-Les dejaré solos mientras voy a revisar que todo esté en orden.
-Bien gracias.-El doctor fue a otra sala, volví a mirar a Shin, observaba atentamente la pequeña pantalla donde se veían los pequeños. Poco a poco de los ojos de Shin empezaron a caer lágrimas aun sin dejar de ver esa pantalla.- Mi amor... No llores.- Limpié sus lágrimas y besé su mejilla.
-L-Lo siento yo... M-Me siento demasiado feliz y...
-Yo también estoy muy feliz Shin-Chan...
~Seis meses~
A medida que pasaban los meses todo se iba volviendo más extraño. Himuro había dado a luz a una niña bastante pequeña, de pelo violeta como Murasakibara y unos ojos grisáceos como los de Himuro a la que llamaron Sakura, y yo... Me sentía más sensible de lo normal, con mucha hambre y constantes mareos. Muchas veces me preguntaba cómo era que Shin aguantaba todos mis cambios de humor y mi constante hambre. Eran las doce de la noche y yo estaba sentado en la cama decidiendo si despertar o no a Shin.
-Shin-Chan.- Removí su hombro.- Me quedé con hambre de la cena.
-Takao... Que un restaurante sea a domicilio las veinticuatro horas, no significa que puedas estar llamando cada ¡Diez minutos!
-Y-Yo...- Sollocé.- L-Lo siento...- Shin suspiró.
-Tranquilo...- Acarició mi rostro.- No llores... Ahora bajo a comprarte algo ¿Si?
-N-No hace falta no quiero molestarte...
-Nunca me molestas Takao.- Besó mis labios sonriendo, se vistió y se fue de casa. Al cabo de unos veinte minutos Shin volvió con dos bolsas llenas de comida.
-¿Que es todo esto?
-Así... No tendrás que preocuparte para que te traigan comida... Tan solo me despiertas y te la preparo.- Dijo algo sonrojado.
-Pero cocinas de pena...
-¡N-Ni que fuera culpa mía!- Se sonrojó aún más.
-Lo sé, lo sé. Es tan solo una broma Shin-Chan.- Comí un poco de lo que me preparó Shin y en seguida volví a la cama para volver a acurrucarme junto a él.
-¿Ya terminaste?- Se levantó quedándose sentado en la cama.
-Si... En unos veinte minutos vuelvo a despertarte.- Reí. Shin miró alternativamente a mi rostro y a mi barriga. Sonreí, pues en estos meses Shin era bastante cortado cuando quería acariciarme o tocar mi barriga. Agarré su mano y la llevé hasta mi estómago.- Ya te dije que no tienes que preocuparte si quieres acariciarme...
-B-Bien...- Sentí un pequeño golpe en mi estómago, Shin también lo notó y en seguida se sonrojó por completo.
-Debe saber que eres su padre.- Reí levemente lo que sonrojo mucho más a Shin. Ambos nos acostamos en la cama, Shin me abrazo por la espalda y escondió su torso en mi espalda. Bajo lentamente sus manos hasta mi barriga hasta poder acariciarla.
~Nueve meses~
Las cinco de la mañana, empecé a sentir dolor y sabía perfectamente lo que significaba. Besé la frente de Shin intentando despertarlo y acaricié su rostro.
-Shin-Chan... Llegó la hora...- Se levantó sin saber qué hacer.
-Pero no me levanto hasta las seis...
-No es eso... Ya vienen.- Saltó de la cama de un solo golpe.
-¡R-Rápido! ¿Coche o ambulancia? ¿N-Necesitas algo? ¿C-Comida para luego? ¡Algo para los niños! ¡Y-Y avisar a Kise! ¡Y a Himuro! ¡Rayos tus padres! ¡Y los míos! ¡No hay tiempo!- Shin corría de un lado al otro agarrando todo lo que ponía mientras que tropezando se iba vistiendo.
-S-Shin-Chan cálmate... Tan solo llévame al hospital y ya ¿Bien?
-¡C-Cierto el hospital! ¿Coche o ambulancia?- Suspiré llevando una mano a mi frente.
-Tranquilízate... Eso ya lo preguntaste, tan solo vayamos.
.
.
.
.
No sé cuántas horas estuve metido en una de las salas del hospital, no se quien estaba más nervioso si yo o Shin, no sabía nada. Tan solo estaba agotado, con los tres pequeños en brazos, sintiéndome la persona más feliz del mundo. Shin-Chan entró en la sala, lo miré y sonreí con ternura.
-¿E-Estas bien?- Asentí.-P-Puedo...- Volví a asentir. Shin se acercó a mí tomando a uno de los pequeños entre sus brazos. Lo miró impresionado mientras lo balanceaba levemente para que estuviera tranquilo.
.
.
A los pocos días empezaron las visitas, mis padres, los de Shin, Kise, Kasamatsu y Seiya, Himuro, Murasakibara y Sakura, y otros familiares y amigos. Pero hoy al fin teníamos tranquilidad. Acosté a los bebes en la cuna y me quedé observándolos dormir unos minutos mientras sonreía. Los dos gemelos tenían el pelo de Shin, verde, y unos ojos azules algo verdoso, Hinata y Hayato, Hinata tenía una pequeña marca debajo del ojo derecho mientras que Hayato la tenía cerca de los labios, y luego estaba Ichiro, De pelo negro y ojos verdes. Los tres dormían tranquilos, por ahora. Sentí como los brazos de Shin abrazaban mi cintura, sonreí recostándome algo más sobre su torso. Shin apoyó su rostro en mi hombro.
-¿Ya se durmieron?
-Si...- Shin besó mi mejilla y miró hacia ellos.
-Son hermosos... Sacaron eso de ti.- Reí sonrojándome.
-¿Te dije que te amo?- Me giró hacia él.
-Yo también te amo... Os amo a los cuatro.- Besó la punta de mi nariz sonrojándome aún más.- ¿Vamos a dormir?
-Antes de que se despierten de nuevo.- Shin me cargó en sus brazos haciendo que pareciera una princesa y me llevó hasta el dormitorio.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Créditos de la imagen a sus respectivos autores-
Lo primero es que nunca escribí Mpreg así que espero que os guste ^-^' Este capítulo está dedicado a KevinlevyHernandez ya que pidió un OS Mpreg, seguiré cumpliendo las peticiones pero como ya dije las que son lemmon tardaré un poco más ya que intento que queden lo mejor posible. Como me llegaron nuevas peticiones n los últimos caps iré subiendo así que tranquilas :3 pero como siempre no se para cuando los tendré. Lo segundo es que las fans del AoKi, y el MuraAka no me maten :D me gusta ir variando de parejas secundarias según la historia :3 y bueno... Tengo pensada algo así como una "segunda parte" de este OS pero bueno no sé si hacerla... La imagen la encontré por casualidad, se parecía bastante a los niños que tenía pensado para el Os así que la puse :3 Bien, muchas gracias por los votos y comentarios y nos leemos en el próximo One-Short~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top