El nerd

Mi nombre es Midorima Shintaro, estudio en la preparatoria Shutoku, no soy digamos la clase de persona a la que todo el mundo busca más bien lo contrario. No me gusta juntarme con la gente y a la gente no le gusta juntarse conmigo así que está bien. Acostumbro a pasarme el día leyendo y por culpa de eso los “populares” se meten conmigo, ¿Eso me importa? No, porque yo estoy trabajando en mi futuro, si saco buenas notas tengo más oportunidades de triunfar y cuando eso pasé, todos esos que se meten conmigo verán que se equivocaron. 

-¡Hey Tsunderima!- Ya empezamos. Es voz no podía der de otro que de Takao, el chico más popular de la clase y ¿porque no? Del instituto. Tenía todo un grupo a su disposición que hacían lo que le pidieran, ellos fumaban, bebían, se iban de fiesta… Aunque nunca se había visto Takao en una de esas salidas por mucho que lo afirmara él, en mi opinión no era más que un farsante. Yo era su “presa” favorita, siempre se metía conmigo por leer en clase, yo no rechistaba ni decía nada, tan solo lo ignoraba.- ¿Qué estás leyendo?- Tomó mi libro.

-No te incumbe.

-¡Oh vamos! ¡Préstamelo un ratito!- Miró el libro del derecho y del revés.- ¿Matemáticas de segundo?

-Es el temario del año que viene. Si no te importa devuélvemelo.

-Si me importa, quiero leerlo.

-No lo entenderías.

-¿Me estas llamando tonto?- Preguntó con enfado.

-Efectivamente.- Eso aumento aún más su enojo. Lanzó mi libro en medio de la clase y se dirigió hacia mí con el puño cerrado y agarró el cuello de mi camisa.

-¡Repite eso si te atreves!

-¿Acaso tu estupidez no te dejó oír?

-¡Serás!- Dirigió su puño hacia mi cara con clara intención de pegarme.

-¡Takao-Kun!- Gritaron emocionadas un grupo de chicas detrás de él. Esas eran sus “fans” detrás suyo tenía a la mitad de las chicas de la preparatoria dispuestas a hacer cualquier cosa por él. Al oírlas me soltó sin haber llegado a tocarme un solo pelo, fue hacia ellas sonriendo hipócritamente y las saludo con entusiasmo haciendo que todas ellas se sonrojaran y gritaran como si se tratase de una celebridad.

-Ya ajustaremos cuentas luego.- Dijo hacia mí, pasó sus brazos alrededor de los hombros de dos de las chicas y se fueron. Gruñí ante su comportamiento, agarré el libro que había tirado Takao y me fui hacia la biblioteca. Ahí tan solo había una persona Taisuke Otsubo, pelo castaño más,  alto que yo, la única persona que yo podía considerar algo así como un amigo. Él era como yo, un chico inteligente al que le gusta estudiar y por culpa de eso se ganaba el rechazo de la gente, por el contrario él siempre era amable y abierto con todos manteniendo una gran sonrisa en su rostro.

-¡Midorima! Ya pensaba que hoy no vendrías.- Lo saludé levemente con la mano, me senté a su lado y seguí leyendo.- ¿Se volvieron a meter contigo por leer en la hora del almuerzo?- Asentí.- Ya te dije que si no quieres que eso pasé tan solo ven aquí. Por ser tú te dejare comer aquí.- Rió levemente.

-Si en mi hora de almuerzo quiero leer ¿Qué problema hay?- Pregunté molesto.

-Yo tampoco lo entiendo… Pero mira esos no se acercan aquí, por no acercarse no se acerca nadie, y así podemos estar tranquilos.

-Si fuera por ti se acercaría cierto chico.- Comenté chasqueando la lengua mientras Otsubo rió.

-¡Ahí tienes razón!

-¿Y bien?

-“¿Y bien?”¿Qué?

-¿Cómo te va con ese?

-¡Ah! ¡Eso! Pues mucho mejor de lo que te podrías imaginar.-  Sonrió feliz. Otsubo estaba enamorado de un chico llamado Kiyoshi Miyaji, él era de los chicos más populares al igual que Takao pero no lo era tanto como él. Desde que vio Miyaji se enamoró a primera vista y cuanto más lo conocía más se enamoraba, como yo estaba usando la biblioteca para leer y desayunar a la vez me usaba como amigo sentimental explicándome todo sobre él.

-¿A qué te refieres con eso?

-Pues quiero decir que…- En ese momento se abrió la puerta dejando ver una cabellera semi-larga medio rubia medio castaña. Entró un chico alto algo más bajo que yo, se le veía muy nervioso, miró hacia Otsubo se sonrojó de golpe y lo saludo mientras que Otsubo sonrió a todo lo ancho de su boca.- Midorima te presento a Kiyoshi Miyaji.

-V-Vine a por un libro.

-¿Cuál quieres?

-C-Cualquiera de historia.

-¿Qué periodo?

-N-No importa.

-Muy bien.- Otsubo se levantó de la silla, fue hacia Miyaji dándole un suave golpe en el trasero que dejó a Miyaji completamente rojo.

-¡T-Taisuke! ¡Hay un estudiante delante!- Él rió.

-No te preocupes, él es el único que lo sabe. Él es Shintaro Midorima.

-Hola.- Salude con el mismo tono de siempre.

-Ho-Hola, gracias por cuidar siempre de Taisuke.- Su nerviosismo iba a más.

-No es nada.

-¡Oye que puedo cuidarme solo!

-Eso no es cierto.- Dijimos ambos al unísono. Otsubo gruño y se acercó a Miyaji dejando un beso en su mejilla.

-Solo porque sois vosotros no os haré nada.- Por lo que estaba viendo a lo que se refería Otsubo es que habían empezado a salir. Sonó el timbre de clase indicando que teníamos que volver, recogí todo y fui hacia el aula. Pero de camino solo se podían oír cosas como “Mirad ese es el chico que ha llamado estúpido a Takao” “Seguro que no tiene vida social” “Se pasa la clase leyendo ¿Quién hace ese tipo de cosas?” y más tonterías como esas. Por eso odiaba los populares, porque diciendo una sola cosa ya todo el mundo pensaba como ellos, pero sobre todo los odiaba por como son. En secundaria me enamoré de un chico, ese chico aun ser el más popular de su clase, era como yo, leía en sus horas libres y sacaba buenas notas. “¿Enamorarme de ti? Imposible no estamos al mismo nivel” Así fue como empecé a odiar a los chicos populares a los que todos seguían, porque uno rompió mi corazón de una forma cruel.

.

.

.

Pasaron cinco días desde eso. Takao y su grupo seguían metiéndose conmigo así que yo seguía yendo a la biblioteca para leer, la visitas de Miyaji se volvieron más frecuentes iba a visitar a Otsubo casi todos los días y se pasaban el rato besándose y diciéndose cualquier carantoña de enamorados. No podían ser más cursis.

Oí como alguien se acercaba a la biblioteca, no tendría buena vista, pero mi oído era muy bueno.

 -Viene alguien.- Los avisé ya que querían mantener su relación en secreto, se separaron y se abrió la puerta de la biblioteca.

-¡Hey! Necesito un libro para…- No podía ser otro que Takao, nos miró a todos sorprendido.- ¿Miyaji que haces aquí?

-E-El profesor me mando a por un libro de… ¡Ciencias!- Improvisó.

-Aja… Y ahora que lo pienso ¿Por eso desapareces siempre a esta hora Midorima? ¿Acaso vienes aquí porque me tienes miedo?- Rió.

-Vengo aquí para poder leer en paz.- Me levanté cerrando el libro.- Me voy.- No estaba dispuesto a que ese interrumpiera el único lugar donde podía estar tranquilo. Fui hacia el baño para lavarme la cara pero cuando ya estaba allí la puerta se abrió, dejando ver por segunda vez a Takao.

-Oye no está bien irse de los sitios cuando se te está hablando.- Lo ignoré y fui hacia la puerta.- ¡Que te estoy hablando!- Abrí la puerta pero él la cerro de golpe apoyándose contra ella.- Haz caso cuando te hablan tus superiores.

-¿Mi superior?

-Veo que entendiste bien. Aquí mando yo.- Sonrió pícaro.- Y aun quiero jugar un poco.- ¿Con que jugar eh? Yo le daré juego, agarré sus muñecas con ambas manos, lo puse contra la puerta aprisionándolo entre esta y mi cuerpo.- ¡E-EH! ¡¿Se puede saber qué haces?!

-Jugar.- Besé sus labios.

-¡¿Q-Que haces?!

-Fuiste tú el que dijiste que querías jugar.- Lo apreté más contra mi cuerpo besando de nuevo sus labios. Él giró su rostro.

-D-Detente.- Metí mi mano por debajo de su uniforme acariciando su torso, lo volví a besar mordiendo sus labios, por la sorpresa abrió la boca dándole entrada a mi lengua con la que recorrí toda su boca, nos separamos aun unidos por un hilo de saliva que enseguida se desvaneció, bajé a su cuello besándolo y mordiéndolo.- P-Para…-Sus quejas iban a menos y sus jadeos aumentaban. Mordí su cuello y retuvo un gemido. Subí mi mano hasta uno de sus pezones empezando a acariciar.- N-No toques allí…

-¿Por qué no? Parece que lo disfrutas.- Retuvo de nuevo un gemido cuando empecé a pellizcarlo. Miré su rostro, estaba totalmente rojo. Me gusta.- ¿Quién es ahora el superior?

-Y-Yo.- Gimió levemente.

-¿En serio?- Bajé mi mirada a su entre pierna en la cual se podía ver ya un notable bulto.- Yo creo que ahora mando yo.

-N-Nunca…- Puse mi mano sobre sus pantalones, él mordió sus labios ante el contacto reteniendo un gemido. Adentré mi mano en su pantalón masajeándo por encima de la tela su erección.

-No pararé hasta que digas quien manda aquí. ¿Y bien?- No contestó, tan solo mordió de nuevo su labio inferior.- Como tú quieras.- Metí mi mano por debajo de su bóxer tocando su hombría, recorriéndola de arriba abajo con mi dedo.- ¿Quién manda?

-M-Más…- Gimió cosa que me descolocó por completo.- M-Más… P-Por favor sigue…- Pensé que lo hacía para sorprenderme y que dejara de hacerlo, pero miré su rostro totalmente rojo con algunas lágrimas rebeldes en sus ojos que me apresure a limpiar con mis labios, no parecía que lo hiciera para molestarme, si no que realmente quería que siguiera tocándolo. Quité la mano de su pantalón y lo liberé de mi agarre.

-Tardara un rato en bajar “eso”- Salí del baño dejando a Takao completamente rojo.- ¿Qué fue eso?- ¿Realmente quería que siguiera o lo hacía para molestarme? Pero esa expresión… ¡Agh no entiendo nada! ¡¿Acaso tan solo es un pervertido?! Fui hacia clase, Takao tardó unos veinte minutos en llegar. Se excusó diciendo que se había quedado encerrado en el baño lo que hizo reír a los compañeros, me miró durante unos segundos, se sonrojó por completo y se sentó delante mío. Durante todo que quedo de clase ni si quiera me miró o se metió conmigo, nada.

En los últimos días no recibí ni un insulto, ni me quitó el libro que leía, ni me hablaba, y eso de alguna forma me incomodaba. Cuando me miraba se sonrojaba al extremo se giraba de golpe y no volvía a mirarme durante un rato ¿Se puede saber que le pasaba a ese idiota? No, no tengo que preocuparme por lo que le pase a ese a mí me da igual. Terminamos la clase donde teníamos que hacer manualidades para así “liberar tensiones” y relajarnos. Acabe con las manos llenas de pintura así que fui al baño a lavarme. La puerta volvió a abrirse, de nuevo él. Al verme se sonrojó de nuevo y quiso dar media vuelta.

-No te haré nada tranquilo.- Al oírme me miró dudando durante unos segundos y entro al baño. Nos lavamos en un silencio incomodo hasta que él habló.

-M-Midorima.

-¿Qué ocurre?

-Y-Yo… M-Me pasa algo extraño…

-¿Y eso cómo me afecta a mí?

-¡E-Es por tu culpa!

-¿Mía?

-D-Desde ese día… ¡N-No puedo mirarte a la cara! M-Me pongo nervioso, mi corazón late fuerte y me sonrojo… ¡Es por tu culpa!

-Tan solo te sientes incomodo por lo que pasó.- Takao rojo, no sé si por la rabia o por la vergüenza, se acercó a mí, tomó mi mano colocándola sobre su torso. Su corazón latía muy rápido, y su rostro mostraba confusión.

-¡E-Esto no es incomodidad! He estado incomodo otras veces y no estaba así.

-¿Estás diciendo que te has enamorado de mí?- Pregunté incrédulo.

-¡Sí!- Dijo al fin con algunas lágrimas en los ojos.- ¡Te quiero!

-No seas ridículo.- Chasqueé la lengua.- Nunca saldría con alguien como tu.- Salí del lavabo sin ni siquiera mirar a Takao. Había sido cruel, sí, pero no quería ser el juguete de nadie y menos de un chico como él, era obvio que tan solo me quería por una cosa y estoy seguro que en este momento él ya está engatusando a una chica para que haga lo que yo me he negado a hacer. Hice lo mejor… ¿Verdad?

Llegué a la biblioteca donde estaban Miyaji y Otsubo.

-¿Midorima te encuentras bien?- Preguntó Miyaji.

 -C-Claro ¿Por qué?

-Estas totalmente rojo.- Toqué mis mejillas, estaban ardiendo, bajé mi mano hacia mi corazón ¿Por qué latía tan rápido? -No... De nuevo no… No puedo haber vuelto a caer en el mismo error. No de nuevo.-

.

.

-Ha pasado un mes des de ese día. Y me siento extraño, él no ha sido el mismo tampoco. No ha vuelto a meterse conmigo ni con nadie, no se le ve igual  y eso me entristece. Cuando sonríe mi pulso se acelera, y cuando lo miro y aparta la mirada me duele. ¿Por qué es eso?- Me estaba volviendo loco intentando saber que me pasaba, el por qué de que mi corazón latiera tan rápido cuando estaba cerca, así que decidí contárselo a Otsubo y Miyaji para que me aconsejaran.

-Takao… Estuvo así antes.- Empezó Miyaji.- Conozco a ese chico desde que no era más que un pequeño moco que correteaba por todos lados. Aunque no te lo creas él antes no era así, en secundaria la gente empezó a seguirle solo por lo amable que era pero cambió el día que se enamoró de una chica. Cuando reunió el valor para declararse, ella la rechazo diciéndole “Nunca saldría con alguien como tú” Y desde ese día cambió, se volvió más repelente, empezó a meterse con cualquiera que estuviera por debajo suyo, se juntó con malas compañías. Por si fuera poco sus padres sufrieron un accidente y vivio con su abuela hasta que hace poco fallecio... Pero antes de todo eso, los meses después de que lo rechazaran no hablaba con nadie, no sonreía igual, decía que estaba bien cuando no lo estaba, y últimamente… lo veo igual que en aquel entonces.- Me sentí horrible conmigo mismo, lo rechacé con las mismas palabras que aquella chica. Pero se lo merecía ¿No? Siempre se metía conmigo… Maldita sea ¿Por qué me siento tan mal? Ademas el estubo solo y ahora… Sigue sonriendo a pesar de eso. Mi dolor solo aumentaba más.

-¿Midorima, no será que te has enamorado de él?

-Imposible, tan solo me usaría como un juguete, ese trabajo podría hacerlo cualquier otra chica.

-Yo también pensaba lo mismo cuando me enamore de Taisuke, pensé en que era imposible. Me negaba a creer que me había enamorado de él pero… Él verle todos los días sonreír y que mi pulso se acelerara no podía ser otra cosa que amor ¿No?- Miyaji se sonrojó y puso su mano detrás de su nuca mientras que Otsubo lo rodeó por la cintura. Desvió la mirada hacia la ventana.

-Hablando del rey de roma, ahí va Takao.- Miré por la ventana, se estaba sentando debajo de un cerezo para empezar a comer. Una chica se acercó a él, se la veía nerviosa con una carta en sus manos -Apártate de él.-Fue lo único que llegué a pensar. Hablaron unos minutos, Takao se sonrojo y negó con la cabeza, no podía verlos muy bien pero me pareció leer en sus labios un “lo siento” – Parece que la rechazó.

-Se ve que “Cualquier chica” no vale. Esa chica era mona, no acostumbra a rechazar a las chicas así, creo que realmente está enamorado de ti.- Me sonrojé.

-Alguien como él no siente cosas como el amor.

-¿De verdad piensas eso?

-S-Si.-Desvié mi mirada hacia el suelo.

-Dilo mirándome a los ojos.- Miré a los ojos de Miyaji, intenté decir algo. No pude. Realmente no me gustaba ver a Takao mal, era por mi culpa, debe odiarme. Pero no iba a rendirme. Me levanté de golpe, bajé lo más rápido que pude hasta donde estaba Takao, miré hacia la ventana de la biblioteca, Miyaji y Otsubo seguían observándonos. Me senté al lado de Takao, él no me notó.

-Hola.- Me miró, se sonrojó y se levantó para irse.- Espera.- Tomé su muñeca y lo obligue a sentarse de nuevo a mi lado.

-¿Te gusta torturarme cierto? Mira siento las veces que me he metido contigo pero por favor déjame solo.- Miró fijamente al suelo parecía que en cualquier momento se pondría a llorar, intentó liberarse pero lo agarré con más fuerza.- Suéltame.

-No.

-Si no quieres nada conmigo tan solo suéltame por favor.

-Escúchame, me enamoré de alguien como tú que rompió mi corazón. Me prometí a mí mismo odiar a cualquier persona que fuera como él. Tú eres, molesto, hiperactivo, te metías conmigo y  te crees la gran cosa, pero, no soporto verte triste, no soporto que otras chicas se te acerquen, no soporto el no verte sonreír. No lo soporto y no sé por qué. Y eso me molesta mucho, el no saber porque mi corazón late tan rápido es molesto.- Miré a Takao el cual me miraba sonrojado hasta las orejas con lágrimas apuntando a salir de sus ojos.- Me molestas sobre todo tu, pero no puedo odiarte y eso es lo que más me molesta.

-¿Mi-Midorima que estás diciendo?- Solté su muñeca, tomé su mano y entrelace nuestros dedos. Miré hacia la ventana, seguían mirándonos, agarré mi bolsa y la puse de forma que nos tapara a ambos. Con nerviosismo me acerqué a sus labios hasta poder besarlos. Mi corazón se aceleró mucho ¿Será eso lo que se siente cuando se besa a la persona amada? Sí, era eso estoy seguro. Volví a caer en el error de enamorarme del chico más popular del instituto.

-Me gustas.

-M-Midorima…- Empezó a llorar, sabía perfectamente que de felicidad. Solté la bolsa y coloqué mi mano ahora libre en su mejilla limpiando sus lágrimas.

-Pensaba que la gente como tú no lloraba tan fácilmente.

-C-Cállate…- Sollozó.- Te odio.

-Yo también te odio.- Sonreí y volví a besarlo, correspondió al besó torpemente lo que me hizo ampliar la sonrisa.- Mentí, te quiero.

-¡Ca-Cállate!- Acabé de limpiar sus lágrimas y Takao sonrió y me dio un pequeño golpe en el brazo.

-Si me besas me callaré.- Se sonrojó levemente y amplió su sonrisa. Me volvió a besar, esta vez menos nervioso convirtiéndolo en un tierno beso.

-Te quiero.

-Pensaba que me odiabas.

-Eso también.- Volvió a reír contagiándome de su sonrisa. Recordé a Otsubo y Miyaji, miré hacia la ventana, nos veían sonriendo y al verme mirando hacia ellos levantaron su pulgar en señal de aprobación.- ¿Qué miras?

-Vayamos a la biblioteca.

-¿Por qué?

-Hay más intimidad.- Sin soltar nuestras manos me levanté y nos dirigimos hacia allí.

Una vez caí en el error de enamorarme de alguien más popular que yo, alguien que nunca se figaría en mí, alguien que rompió mi corazón, me dije que no volvería a caer en el mismo error pero de nuevo encontré un popular molesto idiota que no sabía hacer otra cosa que molestarme, y ese idiota robó mi corazón y se, que esta vez no fue un error.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Okey, sé que dije en el capítulo anterior que este capítulo sería el de Midorima celoso, pero al leer un comentario me vino la inspiracion de golpe (cosa que no pasa muy a menudo xD) y me puse como loca a escribir, aun así espero que les guste :3 este capítulo está dedicado a AirtightxSoul que lo pidió en los comentarios :3 esperó que te guste y que fuera esta la idea que tenías en mente ^-^ espero que os haya gustado esté OS y no dudéis en dejar nuevas ideas en las comentarios :D Muchas gracias por los comentarios y votos y nos leemos en el siguiente corto que esta vez sí será el de Midorima celoso~  \(^u^)/

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top