Amnesia
Este OS estará narrado desde tres puntos de vista, cada vez que aparezca: "~*~*" significa la historia regresará a cierto punto pero narrando otro personaje.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Miré esos ojos esmeralda tan hermosos que tenía que ahora estaban sumidos en lágrimas.
-N-No llores Bakao... Tan solo será un año.- Susurró entre sollozos mientras intentaba limpiar también mis lágrimas.
-Lo sé pero... T-Te voy a echar mucho de menos Shin-Chan...- Lloré con más fuerza. Dieron un aviso de que el avión que tenía que tomar Shin hacia Canadá.-S-Shin-Chan tienes que irte...
-E-Espera a-antes...- Sacó una pequeña rosa de cristal extremadamente hermosa con detalles rojo carmesí en la flor y el tallo siendo transparente con algunos detalles verdes en la hoja muy parecido al color de sus ojos.- C-Cuando estés triste recuerda esto... Es de cristal nunca se marchitará...- Sus mejillas tomaron un muy notable sonrojo.- C-Como mi amor por ti.- Susurró.
-Sh-Shin-Chan...-Apenas podía ver por las muchas lágrimas que caían de mi rostro. La abracé con fuerza mojando su camisa por mis lágrimas, acarició mi pelo con ternura intentando calmarme. Levanté la vista y tomé la rosa entre mis manos.- Es preciosa...
-Vamos Midorima, perderás el vuelo.- Dijo Miyaji que, aunque intentaba hacerse el fuerte, se le veía a punto de llorar. Shin asintió y se separó de mí, besó mi frente luego ir bajando a mi mejilla y por ultimo besar mis labios.
-Midorimacchi cuídate mucho.-Dijo Kise llorando.
-Midorima no te olvides de traer un recuerdo... ¿Cómo son las chicas de las revistas en Canadá?-Preguntó Aomine que igual que Miyaji parecía estar a punto de llorar.
-Trae también un recuerdo para tus Senpais.-Siguió Otsubo.
-Para mí una piña a poder ser.- Todos reímos levemente haciendo menos pesada la situación. Miré a Shin sonriendo entre lágrimas. Yo realmente me alegraba que el siguiera sus sueños pero era muy doloroso el pensar que estaría un año lejos de mí.
-Shin-Chan prométeme que estarás bien y volverás convertido en un gran doctor.
-Te lo prometo.- Volvimos a besarnos. Un último aviso sonó y Shin tuvo que subir al avión. Me mantuve firme despidiéndolo con la mano hasta que subió al avión para luego no poder soportarlo más, caí al suelo llorando tapando mi rostro con las manos, sentí una mano sobre mi hombro.
-¿Takao estas bien?- Reconocí la voz de Miyaji.
-No... Mi Shin-Chan esta marchándose a otro país lejos de mi ¿Cómo se supone que voy a estar bien?- Todos se quedaron en silencio, tan solo se oían los sollozos por mi parte y la de Kise. No tenía ganas de nada, tan solo de quedarme en el sitio llorando.
-Vamos Takao, no es el fin del mundo.- Miyaji me ayudó a levantarme con una sonrisa.- Venga, te comprare algo en la cafetería del aeropuerto para animarte.
-G-Gracias Miyaji-San.
-No es nada.- Volvió a sonreír intentando animarme.
.
.
Desde ese día pasaron seis meses, seis horribles meses en los que tenía que estar lejos de mi Shin-Chan. Los primeros meses nos llamábamos cada día, nos escribíamos mensajes y los fines de semana nos pasábamos el día hablando por webcam. Pero a medida que pasaba el tiempo las llamadas y mensajes eran menos, lo que antes eran horas hablando ahora tan solo eran con suerte diez minutos y por webcam era lo mismo. Y eso me dolía, me dolía a horrores, saber que Shin estaba cada vez más lejos de mí ya no solo por la distancia si no... Emocionalmente por así decirlo. La rosa que me regaló seguía como centro de mesa, cada vez que me sentía triste o pensaba que Shin ya no me necesitaba tanto como yo lo necesito a él, tan solo cogía la rosa entre mis manos con delicadeza para no romperla y la observaba pensando en que regresaría a mi lado y volvería a poder dormirme entre esos fuertes brazos sintiendo ese calor que yo tanto amaba, había días en los que era capaz de quedarme mirando esa rosa durante horas. Pero no todo era malo, tanto Kise, Aomine, Miyaji y Otsubo siempre estaban allí cuando me sentía solo, estaba muy agradecido a todos pero sobre todo a Miyaji, desde el día en que Shin se fue había estado a mi lado escuchándome, animándome y apoyándome en todo lo que necesitaba, muchas veces incluso lloraba en su hombro aquellos días en los que pensaba que la distancia era demasiado dura pero él tan solo me escuchaba hablar, limpiaba mis lágrimas y con una sonrisa me ofrecía ir a por un helado para así animarme. Le estaba realmente agradecido. Aunque hubiera veces que me sintiera realmente solo o triste en ningún momento se me ocurrió serle infiel a Shin, ni si quiera pagando a alguien y hacerlo sin amor tan solo para liberar tensiones. Respetaba demasiado a Shin como para hacerlo.
Hoy me levanté con especial tristeza ¿La razón? Pues aun ser sábado a Shin le surgió una "Clase de última hora" que le mantendría ocupado durante todo el día, es decir que no podría hablar con el salvo por la noche. Como estuve conviviendo con Shin durante mucho tiempo ya por costumbre puse a Oha-Asa.
"Escorpio: Estas doceavo. Tienes tener mucho cuidado con mirar todo desde todos los ángulos posibles, no creas siempre lo que tus ojos te muestran y piensa que algo que en un principio pueda ser malo se puede aprovechar para conseguir lo que llevas tanto tiempo deseando. Tu objeto de la suerte es una baraja de cartas."
-Mmm... Si no recuerdo mal Miyaji también es escorpio... Bueno que importa, tengo cosas que hacer.- Acabé de desayunar y fui hacia la puerta, pero al llegar había unos sobres junto a unas fotografías. Primero abrí el sobre "Aquí tienes pruebas suficientes" ¿Qué? ¿Que quería decir eso? Miré las fotografías, salía Shin junto a una chica de pelo castaño claro ambos de espalda mientras la chica se colocaba el pelo detrás de la oreja, iban tomados del brazo, en otra salía con la misma chica tomando un helado la chica siempre sonriendo y en la última salía esa misma chica dándole un beso en la mejilla a Shin y este levemente ruborizado. Ahora tenía una idea del porqué de todas esas sesiones de estudio tan largas, esas reuniones que tenía los fines de semana, ahora entendía todo. Lancé las fotografías al suelo mientras sentía como algo dentro de mí se iba rompiendo poco a poco, empecé a sentir como las lágrimas se resbalaban por mis mejillas. Eso no era real mi Shin-Chan jamás haría eso, él me ama y jamás haría eso... No... No era real... Él me ama... Mi cabeza empezó a doler mientras las lágrimas corrían con más fuerza. Corrí hacia mi habitación agarrando mi teléfono y con rapidez marqué a la única persona a la que le podía contar todo esto.
-Mi-Miyaji-San...- Sollocé.
-¿Eh? ¿Takao que ocurre?
-P-Puede venir un momento... Por favor.
-Claro voy para allá.- En veinte minutos llamaron a la puerta, aun entre lágrimas abrí la puerta.- ¿T-Takao que pasa?
-S-Shin-Chan...- Le conté todo lo que había visto con las fotografías y lo distante que encontraba a Shin estos últimos días.
-Takao... Sé que no te gustará oír esto pero... Creo que Midorima te está engañando.-Lloré más fuerte.
-P-Pero él... La rosa y... No haría eso... ¿Pero si no porque?- Mi cabeza estaba hecha un lio, no podía pensar con claridad y cada vez dolía más.
-Primero trata de calmarte. Además estate tranquilo, aunque ese peli-verde no sepa apreciarte me tienes aquí, yo estaré siempre a tu lado.- Sonrió intentando calmarme de nuevo, me lancé a sus brazos abrazándolo hundiendo mi rostro en su torso.
-M-Miyaji-San pero yo le quiero...
-Lo se tranquilo.- Acarició mi pelo.- Venga, esta noche saldremos a beber junto a Kise y los demás para animarte.
-No tengo ánimo para ir a beber y luego tener que llevarlos a casa como la última vez.
-¡Acaso desobedeces a un superior! ¡Quieres acabar cubierto de piñas!- Suspiré.
-Por favor no grité más... Está bien iré.- Durante todo el día Miyaji se quedó a mi lado, incluso me preparó la comida. Cuando ya fue por la noche nos dirigimos al bar donde habíamos quedado con los demás, allí ya se encontraban Kise, Aomine y Otsubo esperándonos.
-¡Ya era hora! ¡Os tardasteis mucho!- Kise fingió un puchero.
-Lo sentimos pero Takao no encontraba nada para ponerse.
-¡Mentira! ¡Yo estuve listo desde hacía tiempo fue Miyaji-San quien tardó HORAS en acabar!- Reproché, los demás rieron y entramos al bar. Después de unas cuantas cervezas aunque pareciera imposible el único sobrio era Miyaji. Yo era el que peor estaba de todos, ya no decía nada con sentido y no podía pensar con claridad.
-Yo siempre... hip... Estuve junto a él y ahora...hip...- Hipé quejándome de Shin.
-Takaocchi ¿De qué se supone que te quejas?- Preguntó Kise también hipando.
-Venga, venga Takao estas demasiado ebrio... Te llevaré a tu casa.
-No... Hip... No quiero dormir solo...- Miyaji gruñó.
-Está bien dormirás hoy conmigo.- Sonrió y me levantó pasando su brazo por debajo de mis brazos para así ayudarme a andar ya que ni si quiera podía andar bien.- Takao no te muevas voy a pagar lo nuestro y ahora vuelvo.
-Hai, hai.- Contesté, pero sin hacerle caso me dirigí a un paso de peatones sin saber hacia dónde ir. Cuando estaba a la mitad del pasó vi una luz viniendo hacia mí, no podía moverme, simplemente mis extremidades no funcionaban.
-¡TAKAO!-Gritó Miyaji, sentí un muy golpe en mi cuerpo, dolía mucho pero poco a poco fue desapareciendo, dejé de ver bien mis ojos se iban cerrando y tan solo quería dormir.
.
.
Abrí los ojos en una sala blanca, no sabía dónde estaba. Giré mi rostro, al lado de la cama había un chico rubio con los ojos miel, miró hacia mí y se levantó de golpe.
-¡Takao! ¡Has despertado!
-¿Q-Quien eres?
-T-Takao... ¿N-No me recuerdas? Soy yo Miyaji... Tu novio.
~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Todos nos sentíamos muy mal por la marcha de Midorima a Canadá por sus estudios, pero aunque esto no fuera justo y fuera algo retorcido, no pensaba desaprovechar la oportunidad de arrebatarle a Takao ya que yo llevó enamorado de él desde preparatoria y cuando eligió a Midorima... Estuve a punto de entrar en depresión por él pero tuve a Otsubo, mi mejor amigo, a mi lado y me ayudo a ver que aunque Takao estuviera con Midorima podría continuar siendo su amigo. Pero ahora que se había ido y dejando al pobre Takao solo durante un año era mi oportunidad.
Siempre estuve a su lado desde que se fue, ayudándolo en todo lo que necesitaba y esperando poco a poco ganarme su corazón. Con la ayuda del emperador de Teiko Akashi, el cual tampoco estaba muy contento con la relación de Midorima y Takao, pude conseguir evidencias de que Midorima le era infiel a Takao se las envié lo más rápido que pude a él. Sabía que le dolería pero tenía que saberlo y seguir adelante. Pero nunca pensé podría llegar a pasar algo como eso, que Takao sufriría un accidente y quedaría en un profundo coma durante dos meses.
Flashback
-¡TAKAO!-Grité al ver como ese coche, cuyo conductor también iba borracho, atropellaba a Takao. Corrí hacia él elevando levemente su cuerpo.- ¡UNA AMBULANCIA! ¡UNA MALDITA AMBULANCIA!
-¡¿Miyaji que pasa porque gritas?!- Preguntó Otsubo medio ebrio.
-¡LLAMAD A UNA ABULANCIA! ¡UN IDIOTA A ATROPELLADO A TAKAO!- A todos les pasó la embriaguez de golpe. Llamamos una ambulancia y en pocos minutos llegó en donde estábamos. Yo acompañé a Takao en la ambulancia hasta el hospital mientras que los demás pidieron un taxi. Los minutos parecían horas, estábamos todos en silencio sin atrevernos a decir nada. Pasaron muchas horas, o al menos a mí me lo parecieron, hasta que un doctor salió.
-Lamentamos decirles que el joven Kazunari Takao entró en coma.- Todo mi mundo se vino a abajo, la persona a la que más amaba había entrado en coma.- Es muy probable que si llega a despertar tenga amnesia.
Fin del Flashback
Desde eso pasaron dos largos meses, tanto Kise y yo le traíamos flores a Takao, Aomine y Otsubo venían todas las tardes a visitarlo, Kise por las mañanas y yo me pasaba prácticamente todo el día con él, por las noches trabajaba y por las mañanas volvía a verle. Les dije a los chicos que yo me encargué de contactar con Midorima pero que él dijo que no podía dejar los estudios a medias y que no intentaran contactarlo, obviamente eso era mentira. Y hoy por fin había vuelta a ver esos ojos azules que me volvían loco.
-¡Takao! ¡Has despertado!- Grité emocionado.
-¿Q-Quien eres?- Eso me descolocó por completo. Pero como dijo el doctor podría llegar a tener amnesia.
-T-Takao... ¿N-No me recuerdas? Soy yo Miyaji...-Hice una breve pausa... Lo que iba a decir no estaba bien pero...- Tu novio.
-¡¿Q-Que mi novio?! ¿C-Como? ¿S-Soy...-Takao parecía muy alterado.
-Primero cálmate. Sufriste un accidente después de una noche de borrachera, tú y yo llevamos saliendo... Cerca de un año.- Improvisé.- Pero no te preocupes, ahora que has despertado yo estaré a tu lado y te ayudaré en cualquier cosa que necesites.
-¿D-De verdad que yo soy...- Hice lo que llevaba esperando hacer durante tanto tiempo, besé sus finos labios y fue tan maravilloso como todas esas veces que soñé con ello.
-¿Te quedas más convencido?- Asintió nervioso. Después de eso hablé con el médico, me explicó que lo mejor para que recuperara la memoria era que regresara a su casa, que le mostráramos cosas que habían sido importantes para él y que poco a poco la iría recuperando. Le dieron el alta y lo llevé hasta su piso.
-Y-Y tú y yo vivimos... ¿J-Juntos?- Sonreí ante su nerviosismo.
-No, pero después de esto vendré a vivir contigo ¿Está bien?
-S-Sí.
Un mes después ya estaba viviendo junto a Takao, los demás en cuanto les avisé de que había despertado vinieron corriendo a verlo por si así recordaba algo, pero tan solo eran recuerdos vagos como que Kise acababa a muchos con el sufijo "cchi" o que Aomine tenía una obsesión con las chicas de grandes pechos. Cuando les dije que me quedaría a vivir con él todos entendieron y aceptaron.
-¿Y bien Takao? ¿Recuerdas algo?
-No mucho Kiyo-Chan, pero poco a poco lo iré consiguiendo.- Sonrió con esa ternura con la que solo él sabe sonreír, no pude resistirme, agarré su mentón y lo acerqué hacia mi intentándolo besar, pero él retrocedió un poco completamente rojo. Una de las cosas que a Takao le constaba más era besarme cosa que me parecía bastante tierna.- Sigues siendo un crio.
-¡Cállate no lo soy!
-Está bien, está bien.- Reí levemente contagiándole mi risa. Pero entonces Takao miró hacia el escritorio de su habitación quedándose mirándolo fijamente.- ¿Qué ocurre?
-Esa rosa... Tengo la sensación de que es importante pero no sé porque...- Enseguida cogí la rosa y la llevé fuera del cuarto escondiéndola en un estante de arriba en el comedor, no quería que recordara a Midorima.
-No te preocupes.- Besé su mejilla.- Seguro que no es nada.
-Eso espero...- Volví a besarlo, esta vez su frente. Pero en ese momento sonó el timbre. Fui a a ver quién era y no lo podía creer.
-¿Mi-Midorima que haces aquí?
-Vengo a ver a Takao.- Le barre el paso.
-No.
-¿Porque?- Preguntó sin alterarse ni un poco.
-¿Quién es Kiyo-Chan?
-No es nadie mi amor.- Contesté asegurándome bien de que Midorima me oyera.
-¿"Mi amor"?- Preguntó con una notable ira en sus palabras.
-Ahora Takao es mío.- Cerré la puerta sin esperar respuesta.
~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Desde que partí hacia Canadá gracias a una beca a la que pude acceder todo había sido horrible. Tenía que estar lejos de la persona que más amaba en el mundo durante un año ¿Cómo se supone que tendré que sobrevivir un año sin ese "Buenos días Shin-Chan" que siempre me decía con una sonrisa? ¿Cómo sobrevivir sin poder besar sus labios? ¿Cómo sobrevivir sin dormirme abrazado a su pequeño cuerpo? ¿Cómo sobrevivir sin ver su sonrisa? ¿Cómo? Simplemente se me hacía imposible pensar en estar un año sin Takao. Los primeros meses fueron sin duda los más duros, aunque me cueste admitirlo muchas veces lloré después de hablar con él y pensar que no podría abrazarlo durante tanto tiempo. Pero poco a poco el estudio fue invadiendo todo mi espacio, no me dejaba las tardes libres por culpa de la tarea y los exámenes, y por la mañana tenia clase, por si fuera poco me tocó ir a muchas reuniones ya que al ser un alumno de fuera del país pensaron que contar como fue mi adaptación a otros alumnos recién llegados les daría "ánimos", así que no tenía mucho tiempo los fines de semana. Pero un día de golpe las llamadas de Takao dejaron de llegar, igual con los mensaje, y eso me preocupó. Intenté contactar con Miyaji y los demás pero al poco tiempo me robaron el teléfono y el único número que recordaba era el de Takao de tanto marcarlo. Pero nada seguía sin contestar, pensé que a lo mejor se había olvidado de mí o algo así cosa que... Me dolía, mucho. Intenté todo lo que pude, incluso volver a Japón pero fue imposible, no podía ni si quiera intentar comprar unos billetes sin que mi familia se negara y de alguna forma consiguieron prohibirme la venda de billetes
Hoy de nuevo probé a llamar a Takao, de nuevo sin contestación, es más cortaron la llamada antes de que saltara el contestador automático. Ya estaba por rendirme, aceptar que Takao me abandonó y que ahora ya estaría saliendo con alguien más. Pero alguien llamó a la puerta, abrí quedando completamente en shock.
-Otsubo... ¿Qué haces aquí?
-Es por Takao.- Se podía notar la preocupación en su voz.
-¡¿Takao?! ¡¿Que le ocurrió?!- Grité agarrando sus hombros.
-Tranquilo... Takao está... Será mejor que hablemos de camino, nuestro vuelo sale en una hora date prisa.- Empaqueté las cosas tan solo necesarias, me coloqué una bufanda junto a un gorro y unas gafas de sol para que así si había alguien vigilándome en el aeropuerto no me reconociera.
Cuando el vuelo despegó hacia Japón decidí romper el silencio que nos estuvo envolviendo desde la llegada de Otsubo.
-¿Qué le pasó a Takao?
-Escucha Midorima, no quiero que te alteres... Takao sufrió un accidente.
-¡¿QUE TAKAO QUE?!- Grité haciendo que todos en el avión voltearan a verme.
-Señor por favor no levante la voz.
-S-Si lo siento.- Contesté avergonzado.- ¡¿Que le ha pasado a Takao?!- Pregunté esta vez susurrando.
-Lo atropellaron y ahora... Está con amnesia... Y yo creo que... Miyaji quiere aprovecharlo para así quedarse con él...- No podía creer lo que decía.
-Miyaji no haría eso...
-Yo tan solo digo lo que creo.- Lo que quedó de trayecto lo pasamos en silencio. Cuando aterrizamos en Japón Otsubo me llevó en coche hasta el apartamento de Takao.-Bien, que tengas suerte.
-Espera, ¿Porque haces todo esto por Takao y por mí?- Se quedó en silencio mirando hacia el suelo con aire de tristeza.- ¿O es que acaso es por Miyaji?
-Tan solo... Digamos que el asunto es más importante para mí de lo que te pueda parecer.- Sin decir nada más arranco el coche y se fue. Subí hasta la puerta del apartamento de Takao y llamé al timbre y al abrir salió Miyaji, tal hi como dijo Otsubo, se quedó perplejo mirándome tardándose de unos segundos para responder.
-¿Mi-Midorima que haces aquí?
-Vengo a ver a Takao.- Intenté pasar pero no me lo permitió.
-No.
-¿Porque?- Pregunté intentando no mostrar lo muy enfadado que me sentía.
-¿Quién es Kiyo-Chan?- "Kiyo-Chan" ¡¿Se puede saber quién se ha creído Miyaji para que Takao lo llame así?!
-No es nadie mi amor.
-¿"Mi amor"?- Cada vez tenía más ganas de darle con la maleta que llevaba en la cara a es obseso de las piñas.
-Ahora Takao es mío.- Me cerró la puerta en las narices, tuve ganas de llamar al timbre de nuevo pero pensé... Que a lo mejor Miyaji era más adecuado para Takao que yo, él es más alegre y cariñoso lo contrario de mí, tal vez Takao sí recuperó la memoria solo que lo eligió a él porque estuvo a su lado. Tal vez ya haya perdido a mi Takao.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Este capítulo está dedicado a AimiAkuma ya que pidió un OS con drama y Takao con amnesia :3 espero que te guste y no os preocupéis ya que esté OS tendrá segunda parte ^-^ Y bueno como estos últimos capítulos tanto como de los OS como de la Fanfic a parte están siendo un poco crueles con los pobres Midorima y Takao os dejaré elegir que quieren para el siguiente OS y me decís en los comentarios :3 las opciones son:
a) Especial San Valentín.
b) Principio cursi/romántico acabando en lemmon
c) Capítulo lemmon hard (Nunca escribí pero haré un esfuerzo por vosotr@s (._.)/)
Bien voten en los comentarios y nos leemos en el próximo One-Short~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top