Otro Maravilloso Año

La joven pareja estaba en la sala de su casa, frente al fuego de la chimenea. Gulf sentado entre las piernas de Mew y con su bebé de tan solo 4 meses en sus brazos.

-Que hermosa forma de pasar el año nuevo, al lado de mi hermosa familia.- hablo Mew acariciando la cabeza de su hijo.

-Lo se, este ha sido un año lleno de emociones.- comentó el menor viendo como su pequeño iba cerrando los ojos lentamente.

-Lleno de felicidad gracias al pequeño angelito que tienes en brazos.-

-El pequeño Alex Suppasit.- dijo tiernamente el menor admirando a su bonito bebé. Con su poco cabello oscuro como el, la piel blanca del mayor y sus largas pestañas, sus ojos como los de Mew, alargados y con el color avellana de los suyos.

-Es hermoso, como tú.- dijo Mew besando la mejilla del moreno.

-Como los dos, es una hermosa mezcla de los dos y de nuestro amor.- Gulf volteo a ver a su novio y le dio un casto beso.

-Te amo tanto como el primer dia en que te vi.-

-Yo también te amo mucho, incluso más que antes.- el mayor junto sus narices y las frotó en un tierno beso esquimal. -¿Recuerdas la primera vez que me viste?.- preguntó con curiosidad.

-Claro que lo recuerdo, desde que entraste a la universidad en tus pantalones ajustados y esa camisa color blanco con los botones de arriba abiertos, dejando tu piel al descubierto, me atrapaste.- contó Mew rememorando aquel día.

-Cuéntame la historia.- pidió como niño pequeño haciendo un puchero, el cual el mayor no dudó en besar.

-Adoras escuchar esa historia, pero lo haré.- aceptó el mayor acomodándose mejor contra el sofá detrás de él, haciendo que Gulf se recargara completamente sobre su pecho acomodando al pequeño Alex mejor entre sus brazos.

"Mew tenía ya un año estudiando en la universidad, en la facultad de ingeniería, ya que era la carrera que sus padres siempre habían querido para él, además que se le daba muy bien y le gustaba. Su vida era normal, como cualquier estudiante, salir de fiesta algún fin de semana, estudiar, sacaba buenas notas y además se presentaba de vez en cuando en los festivales culturales de la universidad, tocando la guitarra y cantando, por lo cual tenía algunas fans en la institución.

Ese día Mew tenía una presentación por el inicio del nuevo año escolar, dando la bienvenida a los chicos que apenas ingresaban. El estaba en el escenario tocando "Perfect" de su artista favorito, Ed Sheeran, había muchas chicas reunidas frente a él, algunas gritaban y llevaban letreros con su nombre. Todo iba normal hasta que a lo lejos miró a un chico que captó toda su atención, trató de concentrarse en lo que hacía, pero cada movimiento del joven, al cual creía nunca haber visto antes, lo tenían atrapado.

El joven Gulf estaba algo nervioso, pues era su primer día en la universidad, nunca había pisado el lugar pues toda la inscripción había sido por internet, así que estaba algo perdido. A lo lejos pudo ver que había un escenario con un guapo chico tocando, de fondo había una gran letrero que decía "Bienvenidos", así que con algo de duda se acercó hasta que pudo ver mejor a la persona que se estaba presentando. Conocía la canción así que comenzó a tararear para calmar un poco sus nervios, dejándose atrapar por la suave voz del chico con la guitarra. Cuando la canción acabo pudo notar que las personas frente al escenario gritaban por ese estudiante y dedujo que debía ser alguien con bastante tiempo aquí, pues ya hasta club de fans tenía.

El futuro ingeniero no dejó de ver al joven desconocido, se emocionó cuando lo vio acercarse al escenario y dio lo mejor de sí para poder impresionar al chico. Cuando la canción terminó se apresuró a bajar del escenario y con la vista buscó a su alrededor a ese hermoso joven, para su tristeza no lo encontró cerca, se estaba sintiendo algo triste cuando vio que caminaba de nuevo rumbo a los edificios de la facultad.

-P'Mew, ¿podrías firmarme esto?.- interrumpió una chica poniéndose frente a él.

-Disculpa, tengo algo importante que hacer, pero prometo que cuando nos veamos de nuevo lo haré.- prometió a la chica dándole una amable sonrisa y está entendió, pues pensó que el chico tal vez tenía alguna clase importante a la cual asistir.

Mew corrió lo más rápido que pudo, cuando estuvo cerca del joven se detuvo y reguló su respiración para que no se notara que había corrido todo el camino hasta el. Despistadamente pasó al lado de él y se llenó de su delicioso perfume.

-¿Eres nuevo?.- pregunto Mew llamando la atención del chico y este dio un brinco del susto. -Lo siento, no quería asustarte.- comentó disculpándose con una corta reverencia.

-No, yo estaba distraído.- comentó divertido el moreno. -¿Eres el chico que estaba tocando allá hace un momento cierto?.- pregunto curioso.

-Si, ese era yo, ¿por?.-

-Me gusto tu presentación, tienes linda voz, es lógico que tengas tantas fans.- comentó sinceramente, sorprendiendo al pálido.

-Mi nombre es Mew.- se presentó estirando su mano.

-Yo soy Gulf.- correspondió el saludo del moreno.- Y respondiendo a tu primera pregunta, si, acabo de entrar a la facultad de ciencias de la salud, pero estoy algo perdido.- comentó divertido el menor.

-Yo podría enseñarte todo el lugar, tengo ya un año aquí, así que conozco todo perfectamente, bueno claro si tu quieres.- se ofreció Mew, pues ese joven había captado totalmente su atención desde el primer segundo que lo vio.

-Eso me encantaría, P'Mew.- aceptó el menor con una sonrisa que encanto completamente al nombrado.

Dos horas pasaron juntos recorriendo todos los edificios y platicando, ambos se habían llevado de lo mejor y justo cuando dejó a Gulf frente a su salón intercambiaron sus números. Mew le mandaba mensajes constantemente y pasaban sus horas de almuerzo juntos pues sus facultades estaban demasiado cerca, además que el menor no tenía amigos aún.

Después de tantas salidas Mew decidió que era hora de confesar sus sentimientos, ya tenían un año conociéndose y cada vez eran más cercanos, se abrazaban, caminaban de la mano, incluso mucha gente en la universidad los shippeaba como pareja, los habían nominado para reyes del baile y hasta ahora eran los más votados, nadie puso resistencia a que fueran dos hombres.

Así que el mayor quería hacer a Gulf su novio antes del baile, así que ese día lo invito al parque, había preparado un picnic, puso una manta debajo de un frondoso árbol, llevaba una canasta con comida y un bello ramo de girasoles con él.

-¿Me esperaste mucho tiempo P'Mew?.- pregunto el menor llamando la atención de su amigo.

-No, acabo de terminar de acomodar todo.- respondió el nombrado.

-Me alegro, traje té verde, porque se que te encanta y mamá quiso mandarlo para ti.- comentó Gulf tomando asiento al lado de su amigo. -¿Y esos girasoles?.- pregunto curioso.

-Son para ti.- respondió Mew algo tímido entregándole el ramo.

-Son hermosos P'Mew, muchas gracias.- Gulf le dio un beso en la mejilla rápidamente y después se concentró en ver las flores.

-Me alegra que te gustaran, las vi y pensé en ti, tan coloridas, brillantes y hermosas como tú.- comentó el mayor sinceramente, un segundo después se dio cuenta de lo que había dicho y se sonrojó.

-¿Crees que soy hermoso?.- preguntó con diversión el moreno viendo a su amigo sonrojado hasta las orejas, este hizo un ruido afirmando sus palabras. -Tu también eres lindo, P'Mew.- Gulf recargo su cabeza en el hombro del pálido y este se relajo.

-Gulf, hay algo que quiero decirte desde hace un tiempo.- empezó a hablar el mayor, por lo que el otro se sentó recto para verlo a los ojos. -Eres una persona muy especial para mi, eres hermoso y me haces feliz solo con sonreírme, está bien si no me correspondes, pero quería decirte que....- sus palabras quedaron a medias debido a unos carnosos labios que se presionaban contra los suyos, él se quedó estático, sin creer lo que pasaba.

-Tu también me gustas mucho, P'Mew.- confesó el menor sobre sus labios, rozándolos con cada palabra. El mayor reacciono y atrajo al otro tomándolo con delicadeza de la mejilla para volver a unir sus labios, solo que esta vez moviéndose, disfrutando de las corrientes que recorrían su cuerpo al por al fin probar los rellenitos labios que lo volvían loco desde el momento que se conocieron."

-Y así fue, me atrapaste desde el primer momento y estaba seguro de que quería hacerte mi novio.- terminó la historia el mayor.

-Y ahora tenemos un hermoso hijo, aunque fue toda una odisea esos nueve meses.- comentó Gulf con diversión recordando los pasados meses.

-Lo se, nos dio muchos sustos este pequeño angelito.- dijo Mew acariciando la manita de su hijo, el cual había despertado en algún momento y los veía con una tierna sonrisa en sus labios. -Tiene tu sonrisa.- comentó de repente.

-Y tiene tus ojos.-

-Con el esfuerzo que pusimos en crearlo, me alegra que sea tan hermoso, me sentiría mal si hubiera sido feo.- Gulf le dio un codazo por el comentario y este se quejó, lo que hizo al bebé reír.

-No digas esas cosas, Alex es hermoso y es fruto de nuestro amor, así que eso es suficiente.-

-Lo se, es lo mejor que nos pudo pasar.- aceptó el mayor haciendo cosquillas a su bebé. -¿Verdad que eres el angelito de la casa?.- el pequeño se rió y tomó el dedo de su papi para meterlo a su boca.

"Los primeros meses del embarazo habían sido normales, no tenia ningún síntoma, pero el doctor le había dicho que hasta después de los 4 meses comenzarían, justo cuando podían saber el sexo de su bebé.

-En esta ecografía ya podrán saber qué es el bebé, ¿desean que les diga o quieren que sea sorpresa?.- preguntó el doctor acomodando a Gulf sobre la camilla y aplicándole el gel.

-Nos gustaría saber que es, para poder comprarle ropa y arreglar su cuarto.- comentó el mayor tomando la mano de su novio.

-Bueno, el bebé está sano, va creciendo bien y puedo decirles que es un niño.- comentó el doctor pasando la máquina sobre la abultada panza del menor.

Después de esa cita comenzaron a comprar todo para el bebé, Mew mando a decorar el cuarto de invitados, el cual ahora sería el de su hijo. No dejo que Gulf moviera un solo dedo, todo lo hacía él o sus madres, si necesitaba ir al baño siempre lo acompañaban o si quería ir por agua alguien se la traía.

-Mew, estoy embarazado no discapacitado.- dijo con frustración el menor pues ya estaba harto de no salir de la habitación.

-Amor, solo estoy preocupado por el bebé.- comentó Mew haciendo un tierno puchero.

-Puedes tratarme así cuando vaya por los 7 meses, apenas llevo más de la mitad del cuarto, me puedo mover perfectamente.- Gulf se puso de pie y se paró frente al mayor.

-No debes sobre esforzarte.- Mew lo abrazo por la cintura y con cuidado lo atrajo a su cuerpo. Gulf le rodeo el cuello y escondió su cara ahí, aspirando el masculino aroma de su novio, sin dudarlo dejó un húmedo beso en aquel sensible lugar y pudo sentir cómo el cuerpo entre sus brazos se tensaba. -No hagas eso, cariño.- advirtió el pálido.

-¿Porque?, yo te extraño, extraño tus manos recorriendo mi cuerpo, sentirte en mi interior.- susurro Gulf en el oído de su novio.

-No podemos hacerlo en tu estado.- el mayor quiso separarlo un poco de su cuerpo pero el menor fue más rápido y lo tomó en un necesitado beso.

-El doctor dijo que es bueno para el bebé, podemos hacerlo si eres delicado conmigo.- dijo Gulf con sensualidad pasando sus manos por el bien trabajado pecho de su novio. -Además, te recuerdo que lo hicimos en navidad y ya estaba embarazado.- Mew sonrió al recordar aquel placentero momento y no pudo negarse más, necesitaba sentir a su hermoso novio de nuevo.

-Pequeño Alex, tápate los oídos, papá y yo tenemos cosas que hacer.- comentó Mew tiernamente acariciando la pancita de su pareja.

-Eres un tonto.- dijo Gulf riendo.

-Pero soy tu tonto.-

-El tonto al que amo mas que nadie, bueno al que amo igual que a nuestro hijo.- dijo Gulf con amor.

-Dejémonos de pláticas, tu y yo vamos a disfrutar el día.- sentenció Mew antes de tomar los carnosos labios entre los suyos.

Con calma y amor Mew fue retirando las prendas de su pequeño novio, hasta dejarlo completamente desnudo frente a él.

-Daddy también debería quitarse eso.- dijo Gulf subiendo la camiseta del mayor.

-Creo que hoy no es un buen día para usar ese apodo, amor, sabes que no me contendré si lo usas.- advirtió Mew dejándose desvestir.

-Esta bien, amor, no lo usare, pero date prisa.- Mew se rió ante la necesidad de su pequeño, pero su erección demostraba que él también lo deseaba, se había contenido por el embarazo, de haber sabido que podían hacerlo no hubiera esperado tanto tiempo.

-Creo que tendrás que montarme cariño, no quiero lastimar a nuestro angelito.- comentó el mayor cuando recostó a su novio sobre el colchón y Gulf no pudo enredar sus piernas en la cintura del mayor porque su pancita le dificultaba el trabajo.

Gulf hizo un ruido de afirmación y el pálido se sentó sobre la cama, ayudando al otro para que quedara a horcajadas de él. Entre besos preparó a su novio con delicadeza, de forma lenta.

-Ya estoy listo, amor.- le hizo saber el menor pues Mew esperaba que su novio le indicara que podía continuar en cada cosa que hacía, ya que temía lastimarlo.

-Tranquilo, amor, tenemos mucho tiempo.- con delicadeza y mucho amor se entregaron al otro. Con estocadas lentas pero profundas, entre besos apasionados y caricias, hicieron el amor, dejándose llevar por el placer.

Sus fines de semana se consumían en la lujuria y el deseo, así fue hasta que los síntomas atacaron al menor. Gulf pensaba que ya no los tendría, pues el doctor le comento que no todos los presentaban y el estaba feliz de no tenerlos, hasta que un día por la mañana, despertó desnudo al lado del cuerpo cálido de Mew, pero su felicidad duró un segundo, ya que sintió todo su estomago dar vueltas. Rápidamente se puso de pie, tomó la camiseta del mayor, como pudo se la puso y entró al baño a devolver todo lo que había cenado.

Mew comenzó a escuchar ruidos, se giró en la cama y se dio cuenta de que el otro lado estaba vacío. Tallo sus ojos para poder despejar rápido el sueño y noto la puerta abierta y la luz del baño encendida, rápido tomó su bata de dormir y se la colocó antes de llegar al baño.

-Amor, ¿los síntomas ya comenzaron?.- pregunto aunque era evidente.

-Si, pensé que ya era libre.- comentó el menor sentándose recargado en la pared de la habitación. Mew vacío el váter y con una toallita húmeda limpio a su novio.

-Todo valdrá la pena cuando tengamos a nuestro angelito con nosotros.- dijo Mew colocándose detrás del menor para recargarlo sobre su pecho, acariciando el bulto donde vivía su hijo.

-Lo se, vale la pena por el.-

-Al menos no has tenido antojos raros a las 3 de la mañana.- comentó divertido el mayor.

-Aún nos quedan dos meses, todo puede pasar, así que no cantes victoria aun.- se burló Gulf y el otro hizo un puchero que no dudo en besar. -Te amo.-

-Yo también te amo, demasiado, al igual que a Alex.-

Para fortuna de ambos los antojos nunca llegaron, al menos no a horas extrañas de la madrugada, usualmente pasaban cuando salían y el menor olía algo que se le antojaba de repente.

-Pronto te tendremos entre nuestros brazos, pequeño Alex.- habló Mew besando la ,ya muy grande, panza del menor. Tenía 8 meses y una semana exactamente, el doctor les había dicho que en cualquier momento podría nacer y ya tenían hasta una pequeña maleta lista en caso de que tuvieran que salir rápidamente.

-Muy pronto, angelito.- el mayor se acomodo al lado de su novio y se durmieron entre la calidez de los brazos ajenos.

Gulf se removió incómodo en la cama, su hijo se movía mucho y le estaba comenzando a doler. Tratando de no despertar a su novio se puso de pie, pues el doctor le recomendaba caminar cuando sintiera esas molestias. No salió de la habitación, simplemente caminó alrededor de esta, pero el dolor no se calmaba, de repente sintió una fuerte contracción. Su bebé le estaba exigiendo salir justo ahora, a las 4 de la mañana.

-Amor, despierta.- dijo el menor moviendo a su novio para despertarlo.

-¿Que sucede?, ¿estas bien?.- pregunto alterado el mayor, pues con escuchar la voz de su novio todo su sueño desapareció, por las noches siempre estaba alerta en caso de que cualquier cosa pasara.

-El bebé creo que ya va a nacer.- anuncio inclinándose pues las contracciones estaban siendo más seguidas y más dolorosas.

Mew se puso de pie rápidamente y ayudó a su novio a llegar al auto. Colocó la maleta en la parte trasera y mientras conducía llamó a los padres de ambos, anunciándoles que Alex iba a nacer, claro usando Siri para llamarlos y así no tener un accidente.

Al llegar llamó a los doctores y Gulf fue ingresado rápidamente para que le hicieran una cesárea. El mayor tuvo que quedarse en la sala de espera. Minutos después llegaron ambas familias y todos se quedaron ahí en espera de alguna noticia.

Cuando el doctor salió del quirófano Mew se puso de pie de inmediato.

-Felicidades señor Suppasit, es padre de un hermoso y sano bebé.- lo felicito.

-¿Como esta Gulf?.- pregunto con preocupación.

-Lo están pasando a una habitación, al igual que el bebé, en unos minutos podrán pasar a verlos.- respondió el doctor. -Pero el joven se encuentra bien.-

-Gracias por todo, doctor.-

-El joven Kanawut ya está en la habitación junto a su bebé.- anunció una de las enfermeras. -Recomendaría que no pasen todos juntos, el joven aún está un poco débil.-

-Deberías ir a verlo tu primero, hijo.- le dijo la madre de Gulf.

Mew se apresuró a llegar a la habitación que le indicaron, la abrió lentamente y ahí en la cama estaba su hermoso novio, con los ojos medio abiertos volteando a la pequeña cuna que estaba a su lado donde estaba su hijo.

-¿Es hermoso?.- preguntó Mew acercándose a sus amores.

-Si, es demasiado bello.- respondió Gulf con debilidad.

-¿Cómo estás, amor?.- pregunto tomando su mano.

-Débil, pero muy feliz.- respondió el menor.

-Gracias por darme un hermoso hijo, me has hecho la persona mas feliz del mundo.- el mayor se acercó y le dio un beso en la frente al mayor.

-Tu también me haces muy feliz, al igual que este pequeño angelito.- Gulf estiró su mano y acarició la pequeña manita de su bebé."

-Sin duda ha sido un año lleno de emociones, pero estoy feliz de haberlo pasado a tu lado.- comentó Gulf girando su cabeza para darle un beso al mayor.

-Y pasaremos muchos años más, porque no pienso separarme de ti, ahora más que nunca se que mi vida está a tu lado, juntos con nuestro ángel.- Mew lo abrazo con un poco de fuerza y le dio un beso en la mejilla.

-Lo se, porque yo tampoco te dejaré ir, Alex y yo te necesitamos con nosotros.-

-Yo sé que navidad ya pasó, pero te tengo un regalo.- dijo Mew soltando a su novio para poder ponerse de pie.

-Papi nos tiene un regalo, ¿Qué crees que sea?.- pregunto Gulf al bebé en sus brazos, aun cuando sabía que no obtendría respuesta alguna.

-No es para Alex, este regalo es solo para ti.- comentó el mayor cuando regresó a la sala, con la mano detrás de la espalda escondiendo el obsequio.

-Oh, papi no te tiene regalo a ti, que malo es.- se burló Gulf y se rió cuando el bebé hizo un puchero como si hubiera entendido todo.

-Papi no es malo, solo que ya le compre obsequios de navidad, ahora solo es para ti.-

-¿Qué es, amor?.- pregunto con curiosidad. Mew se arrodillo a su lado y acarició los cabellitos de su bebé, para después acariciar a su novio.

-Esto es algo que debí hacer hace mucho tiempo, ya que estamos a nada de cumplir 6 años de relación, y enserio lamento no haberlo hecho.- empezó a decir Mew.

-¿De qué hablas?, me estás asustando.- dijo Gulf viendo a los ojos a su novio.

-Se que siempre nos hemos prometido pasar muchos años juntos, además de que ahora tenemos a Alex para unirnos aún más, pero no quiero seguir llamándote mi novio.- Gulf puso una cara de confusión y un poco de tristeza. -Quiero que aceptes pasar todo lo que nos queda de vida juntos, quiero que seas mi esposo, ¿aceptas?.- pregunto mostrándole el anillo plateado en la pequeña caja de terciopelo negro.

-Amor.- fue la única palabra que salió de los labios de Gulf, estaba estático y algunas lágrimas brotaban de sus ojos.

-No llores, cariño.- Mew limpio las lágrimas que recorrían la bella cara de su novio. Al acercarse más a él, Alex tomó el anillo de la caja y jugó con él en sus manitas. -No, Alex, es para papá.- le quitó con delicadeza el anillo y lo limpió de las babas de su hijo. -¿Qué dices, cariño?, ¿aceptas ser mi hermoso esposo?.- volvió a preguntar y entre lágrimas Gulf asintió sonriendo.

-Si quiero ser tu esposo.- aceptó el menor asintiendo efusivamente. Mew le colocó el anillo en el respectivo dedo y en eso las campanadas que anunciaban en nuevo año sonaron, dando por terminado el 2021.

-Feliz año nuevo, futuro esposo.- dijo Mew antes de besarlo.

-Feliz año nuevo, futuro esposo.- repitió el menor. -A ti también pequeño angelito.- dijo viendo a su bebé.

-Feliz año, Alex.- ambos padres le dieron un beso en la cabeza a su hijo y este les sonrió.

-Espero que el siguiente año sea igual de maravilloso que este.- comentó Gulf dejándose abrazar como antes de que mayor se fuera en busca del regalo.

-Yo espero que sea más maravilloso aún, tendremos una hermosa boda y a nuestro precioso hijo con nosotros, nada podría ser mejor.- dijo el mayor acomodando su cabeza sobre el hombro del menor.

Así se quedaron un buen tiempo, frente a la calidez de la chimenea, disfrutando de su bella familia y el inicio de otro maravilloso año.





2️⃣0️⃣2️⃣1️⃣🎇2️⃣0️⃣2️⃣1️⃣🎇2️⃣0️⃣2️⃣1️⃣

Este capitulo es una "continuación" del anterior, ya que se supone que es un año después de aquella navidad donde le anuncio lo del bebé. Espero todo haya quedado claro. (Este capitulo fue hecho justo después que el anterior, así que ya no pude cambiar la historia para que fueran gemelos, lamento si alguna espero eso.)

La idea me gusto demasiado, así que espero que a ustedes también. Además que se que muchas querían que hiciera una donde tuvieran bebés. 

Pequeña aclaración por si no quedo muy claro, las cosas en otro tipo de letra y con comillas son los recuerdos. Tal vez es muy obvio, pero igual quería aclararlo.

Ahora si, feliz año nuevo. No tengo palabras para agradecerles lo feliz que han hecho mi año, han sido lo mejor que me ha pasado, nunca creí que tantas personas leerían mis historias, tampoco pensé tener tantas ideas para escribir. Muchas gracias por todo y espero que este nuevo año sea mucho mejor que el otro. Los amo demasiado, gracias por todo. Espero este año traerles mas historias y que sigan a mi lado, apoyándome.

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