Hagámoslo

La celebración por el término de la grabación de TharnType segunda temporada debía ser una fiesta llena de emoción y felicidad por el increíble proyecto que habían creado en esos años.

La fama de todos los actores se había disparado con el éxito de la serie desde su primera temporada. Y aunque la mayoría de los actores estaban bailando y cantando al ritmo de la música, había un chico que tan solo aparentaba estas emociones, pues muy dentro de él estaba esa tristeza de saber que ya no trabajaría junto a su co-protagonista a diario como venía siendo su costumbre.

-No más días juntos.- suspiró Gulf sentado en unos escalones, viendo hacia sus compañeros de rodaje.

-¿Que tienes nong Gulf?.- preguntó Mild sentándose junto al chico que se había vuelto un gran amigo para él.

-Nada, phi, solo estoy algo triste de saber que todo termino.- respondió el moreno tratando de sonreír débilmente.

-Creo que muchos estamos así, pero podemos seguir viéndonos y salir a tomar.- comentó el más bajo pasándole una cerveza al chico. -Que se acabe la serie no significa que se acaba nuestra amistad.- aseguró.

-Eso espero.- dijo Gulf dando un largo trago a su bebida.

-¿Sabes algo de Mew?.- cuestionó Mild. -Dijo que vendría y aun no llega.-

-No, solo me dijo esta mañana que tal vez llegaría algo tarde porque tenía algo que hacer con su madre.- comentó el menor encogiendo los hombros.

-Hola, phi.- algunos gritos comenzaron a escucharse a lo lejos y ambos chicos voltearon curiosos hacia donde se estaba formando la multitud.

-Creo que llego.- dijo Mild poniéndose de pie para ir en busca de su amigo de ya varios años.

Gulf no lo siguió, se quedó ahí sentado, pensando en qué pasaría con él y Mew una vez terminara la fiesta, pues ya no tendrían más excusas para verse. No más días enteros trabajando juntos, no más cenas después de trabajar hasta tarde, no más besos apasionados.

Estaba tan metido en sus deprimentes pensamientos que no fue hasta que sintió un suave toque en su mano que reaccionó, volteando a ver al hombre que hacía su corazón detenerse y acelerarse como loco al mismo tiempo. El mayor vestía la misma camisa negra con el logo de la serie que él estaba usando, solo que tenía un gorro naranja cubriendo su cabello.

-Hola, nong.- saludó Mew con una sonrisa algo tímida. Había llegado tarde por una situación con su madre, pero tan pronto pudo liberarse corrió a encontrarse con el elenco de la serie, mas en especifico con el chico a su lado, pues después de ese día no sabría qué excusas pondría para poder verlo o si éste querría salir con el.

-Hola, phi.- dijo Gulf con una sonrisa encantadora al finalmente ver al hombre por quien estaba en esa fiesta.

-¿Por qué estás aquí solo?.- cuestionó el mayor sin dejar de acariciar distraídamente la mano del menor.

-Simplemente estaba pensando en que se acabó.- respondió el pelinegro agachando la cabeza.

-La serie sí, pero nosotros seguimos siendo amigos, ¿no?.- dijo el castaño queriendo confirmar que a pesar de que su relación no sería la misma, podían seguir saliendo.

-Claro que si, todos seguiremos siendo amigos, solo que será más difícil poder salir todos juntos.- comentó Gulf abriendo su mano, pidiendo indirectamente que su phi entrelazara sus dedos, cosa que, para su sorpresa y felicidad, hizo.

-Si no podemos reunirnos todos, ¿Qué te parece si tu y yo nos reunimos en tu condominio o en mi departamento?, podríamos ver películas y ordenar comida.- Mew sabía que tal vez su nong no aceptaría, pues puede que fuera incómodo solo verse ellos, pero la sonrisa encantadora que vio en los labios del moreno le dijo que tal vez al chico le agradaba la idea.

-Eso me encantaría.- afirmó el menor apretando el agarre en sus manos.

-Vamos tortolitos, todos estamos celebrando, ya después pueden irse a celebrar juntos, vengan acá.- gritó Run llamándoles la atención. Gulf se sonrojo y soltó la mano de su phi.

-Vamos, nong, ya después podremos salir juntos.- lo alentó el castaño y ambos se levantaron para unirse a los demás actores.

Pasaron la noche jugando y bebiendo. Cantaron y bailaron olvidándose por completo de que esa era oficialmente su última noche juntos, como compañeros de trabajo.

-Oh estoy cansado.- se quejó Gulf volviendo a sentarse en los escalones del pequeño escenario, siendo seguido por Mew.

-Lo se, yo estoy igual, creo que me siento algo mareado.- dijo con diversión el pálido, dejando su cabeza caer en el hombro del menor.

-Tomamos mucho.- afirmó el moreno dejando su cabeza caer sobre la contraria.

La fiesta poco a poco comenzaba a vaciarse, solo quedaban algunos de los actores más cercanos y la escritora, por lo que todos dejaron solos a los protagonistas, para que pudieran despedirse, aunque ese no fuera el final de su amistad, el término de la serie sería un gran cambio para ellos y sus carreras.

-Te voy a extrañar.- murmuró el moreno haciendo un puchero. El alcohol lo hacía más valiente a decir todo lo que sentía en su corazón en ese momento.

-Yo también, Gulf.- Mew levantó su cabeza, quedando muy cerca del rostro del pelinegro. -Te dije que podemos vernos cuando sea, siempre que me quieras y necesites ahí estaré para ti.- afirmó con seguridad, no apartándose ningún milímetro del bello rostro sonrojado frente a él.

-Pero no será lo mismo.- murmuró Gulf sintiendo como su rostro se enrojecía aún más por la peligrosa cercanía del hombre que alteraba todos sus sentidos desde el momento en que lo conoció.

-¿Porque lo dices?.- preguntó el pálido confundido, levantando una de sus manos para tomar la suave mejilla cálida del menor, poco consciente de lo que hacía, todo a causa del alcohol.

-Porque no podré...- Gulf detuvo sus palabras con dudas. Su lado racional le decía que no lo dijera, pero su ebriedad estaba ganando la batalla, más teniendo a ese hombre tan cerca de él. -Porque no podré volver a besarte.- confesó.

Antes de que alguna otra palabra saliera de Gulf, los labios de Mew se posaron sobre los suyos en un beso lento, dulce y algo desordenado. El mayor deslizó su mano desde la sonrojada mejilla hasta la nuca del menor, manteniéndolo pegado a sus labios, disfrutando el sabor natural del chico mezclado con el alcohol.

-Tu puedes besarme cuando tu quieras.- jadeó Mew sobre los belfos ajenos. -Nunca me negaré a tus dulces labios.-

-Phi Mew.- murmuró Gulf sorprendido. Con su estado de embriaguez no estaba seguro de sí en serio el hombre que amaba lo había besado o solo era su loca mente imaginándose cosas. -¿Lo dices en serio?.- cuestionó para asegurar.

-Lo digo muy en serio.- afirmó el castaño volviendo a unir sus labios con los del moreno. Esta vez la pasión no tardó en arder, pues sus besos en cámara nunca habían sido muy tiernos, sino fogosos y calientes.

Gulf se dejó llevar por el momento, rodeando con sus brazos el cuello del mayor, pegándolo lo más posible a su cuerpo, derritiéndose con la forma tan experta en que Mew mordía sus labios y adentraba su lengua en su cavidad bucal.

Sus lenguas se enredaban con amor y pasión. El beso era algo descuidado debido a que ambos estaban algo borrachos, pero eso no les impedía continuar con ese ansiado acto. Sus cuerpos reaccionaban a la apasionada caricia que sus labios compartían, calentándolos cada vez más con el paso de los minutos que duraban saboreando la boca ajena.

-Consíganse una habitación.- gritó Mild y ambos se separaron asustados, alejándose unos centímetros como si los hubieran atrapado haciendo travesuras. Aunque así se sentían.

-Creo que todos deberían irse ya a casa, es tarde y están ebrios.- dijo Mame y todo asintieron. Poco a poco se fueron yendo los actores que quedaban.

-¿Que piensas, nong?.- preguntó Mew después de unos minutos que habían estado en silencio.

-Hagámoslo.- pronunció en un susurro casi inaudible.

-¿Que dijiste?.- cuestionó el pálido pues no había escuchado bien y su ebriedad tampoco le permitía procesar bien las palabras que escuchaba.

-Hagámoslo.- dijo más alto el menor, volteando su sonrojado rostro hacia el hombre junto a él. -Vamos a mi condominio.- propuso con seguridad, cosa que solo sucedía debido a todo lo que había bebido durante la noche.

Mew tan solo se lanzó de nuevo a los rojos labios que lo volvían loco, con ambas manos sus tuvo el bello rostro de su nong entre sus manos. Sin decir nada se puso de pie y entrelazo sus dedos para salir del lugar que ya se había quedado solo.

El mayor pidió un taxi para poder ir al condominio de Gulf, ya que él no había traído su auto y de igual forma no estaban en condición para manejar, ninguno de los dos.

-¿Estás seguro de esto, nong?.- preguntó Mew, que aunque estaba ebrio, era consciente de lo que pasaría si terminaban solos en una habitación en las condiciones que estaban.

-Muy seguro.- afirmó Gulf posando una de sus manos en la mejilla del pálido, besando lentamente sus labios, mientras su cintura era rodeada por unos fuertes brazos.

Compartieron unos castos besos antes de que su transporte llegara por ellos, sin siquiera importarles si alguien podía verlos, aunque ya era demasiado noche. Mew dio la dirección del condominio de Gulf, en el cual ya había estado varias veces con anterioridad.

Por el camino compartieron algunos toques discretos, paseando sus manos por el muslo ajeno, muy cerca de sus miembros, los cuales estaban semi duros por todos los besos apasionados que habían compartido, además del deseo contenido que quería explotar tan pronto estuvieran solos.

Pagaron la cuota de taxi al llegar al edificio y tomados de la mano caminaron hasta las escaleras, pues el departamento de Gulf estaba en el tercer piso y por desgracia el elevador no estaba funcionando.

-Phi Mew.- habló el menor mientras subían, tropezándose un poco por el mareo.

-¿Qué pas...- sus palabras se perdieron cuando volteo a ver a su nong y este capturó sus labios con necesidad. Siguiendo el deseo de su corazón Gulf se había lanzado a esos labios que lo hicieron adicto desde el segundo en que los probó y esa noche no se contendría de tenerlos sobre los suyos toda la noche.

El castaño enredo sus brazos en la cintura que lo volvía loco y de forma descuidada, golpeándose con las paredes fueron subiendo las escaleras. A veces el mayor arrinconaba a su nong contra una pared y arremetía con fuerza contra sus labios, enredando sus lenguas con gusto.

-Mghh phi.- gimió Gulf sobre los labios ajenos, haciendo a Mew excitarse aun mas, poniendo su miembro duro al instante por el erótico gemido.

-Guíame, Gulf.- suplicó el pálido queriendo llegar rápidamente a su destino para poder llevar más lejos la situación.

Solo entonces el menor aceptó estar unos momentos alejados de esos deliciosos labios, entrelazando una de sus manos siguieron subiendo escaleras hasta llegar al pasillo correcto, donde caminaron hasta la puerta al final de este. Las manos del pelinegro temblaban pues su vista era algo borrosa y no lograba insertar la llave.

-Demonios.- se quejó el chico frustrado, pues ansiaba tanto estar a solas con su phi y su ebriedad no cooperaba con él.

-Tranquilo, nong, no me iré, tenemos toda la noche.- lo animó Mew abrazándolo por la espalda, poniendo sus manos sobre las contrarias, que aunque él no estaba en un mejor estado, juntos finalmente pudieron abrir la puerta.

-Toda la noche.- Gulf abrió la puerta y jaló al mayor con fuerza, pegándolo contra la puerta cuando la cerró, lanzándose sin pena a sus labios.

Sus manos comenzaron a acariciar el cuerpo ajeno sobre la ropa, el menor no perdió la oportunidad de quitar el gorro naranja de Mew para poder enredar sus dedos en su cabello castaño, no dejándolo alejarse de sus labios para nada.

Las manos del pálido sacaron la camisa del menor de su pantalón y las metió debajo de la prenda, acariciando su suave piel. El cuerpo del moreno tembló ante el cálido toque que subía por su espalda y paseaba juguetonamente por sus costados, rozando con sus pulgares sus duros pezones.

-Phi Mew.- gimió Gulf cuando sin pena alguna el nombrado comenzó a jugar con sus duros pezones, apretándolos entre sus dedos.

El mayor sonrió encantado y dejó de jugar con esa sensible parte del cuerpo de su nong para poder quitarle la camiseta. El menor se dejó hacer, lo suficiente ebrio y excitado para solo dejarse hacer por el hombre que amaba.

-Eres hermoso.- murmuró Mew pasando las yemas de sus dedos por la hermosa figura del chico frente a él. El pelinegro se sonrojo y se aventuró a quitar también la camiseta del mayor, juntando sus labios y sus pechos desnudos cuando finalmente lanzó la prenda lejos de su vista.

-Vamos a mi habitación.- suplicó el moreno pasando su mano por el fornido pecho de su phi.

Mew mordió el abultado labio inferior del menor y tomados de la mano fueron hasta la habitación. Ahí se quedaron a mitad del cuarto, besándose y acariciándo lo más que podían el cuerpo ajeno. El castaño fue el primer en comenzar a juguetear con el botón del pantalón del contrario, dejando la prenda caer por las largas piernas que había admirado más de una vez mientras grababan.

El menor no quiso ser el único en esas condiciones por lo que sin pena fue a hacer lo mismo con el pantalón del mayor. Ambos quedaron solo en ropa interior, besándose de forma apasionada, presionando sus cuerpos lo más juntos que podían, dejando sus erecciones friccionarse con cada leve movimiento que hacían.

Las grandes manos del pálido acariciaban la espalda baja de su nong, tanteando la hermosa curva que esta tenía y como daba al abultado trasero que hacía babear a muchos, incluido el. No pensó mucho más y colocó sus manos justo sobre ambas firmes protuberancias, apretándolas como tanto había querido.

-Oh Mew.- gimió Gulf se olvidó por completo de los honoríficos cuando sintió el increíble placer que sabía que solo su phi le podía dar con tan solo tocar su trasero.

Mew fue empujando sus cuerpos hasta que cayeron en la cama, rebotando en el colchón, lo que los hizo reír divertidos por lo descuidados y tontos que estaban siendo a causa del alcohol.

-Eres tan hermoso.- murmuró el pálido aún sorprendido de lo bello que era el cuerpo del chico bajo su cuerpo.

-Tu también eres muy hermoso.- dijo Gulf rodeando la espalda ancha del mayor para pegarlo a su cuerpo, enrollando sus piernas en sus caderas para pegar lo más posible sus cuerpos.

Sus labios callaron los gemidos que soltaban con el lento movimiento que friccionaba sus partes bajas, dándoles un placer que se unía al mareo de su borrachera.

-Ya no puedo más, Mew.- se quejó el menor empujando el cuerpo sobre él para sacar su ropa interior, quedando desnudo sin pena alguna frente a los curiosos ojos que se lo comían con la mirada.

-Bendito sea el alcohol.- dijo el pálido antes de también quitarse su ropa interior y volver a colocarse entre las largas piernas del menor, juntando sus cuerpo totalmente desnudos para sentirse finalmente como tanto había deseado.

-Por favor, Mew.- gimoteó Gulf arañando la espalda del pálido, encantado con el placer que le daba la fricción de sus miembros y los enloquecedores besos, pero deseando aún más.

-Lo se, cariño.- el pálido. -Chupa mis dedos, no quiero hacerte daño.- pidió lo suficiente necesitado por enterrarse en ese hermoso cuerpo que temblaba con cada toque que le daba.

El menor obedientemente abrió su boca y recibió los tres largos dedos, lamiéndolos y paseando su lengua entre ellos, mordiéndolos juguetonamente. Después de un momento de esa deliciosa tortura, Mew bajo sus dedos al lugar que pronto profanaría, acariciándolo por fuera para después ir introduciendo uno de sus dedos.

-Ahh Mew.- gimió Gulf algo incómodo con la sensación, pues la saliva tampoco había ayudado mucho a que el dígito se resbalara dentro de él.

Mientras el estrecho canal del menor era preparado, Mew salpicó de hermosas marcas rojas la piel morena bajo el, degustando cada parte del cuerpo a su disposición. Su atención se concentró mayormente en los pezones que se levantaban orgullosos en busca de atención, la cual les dio, metiéndolos en su boca para succionarlos y morderlos hasta dejarlos rojos e hinchados.

-Mierda, Mew.- gimió el pelinegro cuando los largos dedos tocaron su próstata.

-Ya no puedo más.- gruñó el pálido totalmente desesperado por profanar el inocente cuerpo de su nong. Se acomodó de rodillas entre las largas piernas y alineó su duro miembro.

Sus labios se apoderaron de los gruesos belfos del menor y fue entrando en él lentamente, fue una tarea algo complicada debido a la poca lubricación, pero eventualmente logró adentrarse hasta que su pelvis estaba pegada al hermoso trasero de Gulf. En sus labios el mayor pudo percibir la salinidad de las lágrimas ajenas y eso lo alertó un poco.

-¿Qué sucede, nene?.- preguntó preocupado.

-Nada, no te detengas, dame mas.- rogó Gulf totalmente rendido al increíble placer que corría por sus venas.

Mew estaba tan ebrio y excitado que no dudo en comenzar a salir y volver a adentrarse en el cálido pasaje que lo apretaba de forma deliciosa. No dijeron más, se dedicaron a besarse y tocarse lo más que podían, aumentando el ritmo de las embestidas cuando sentían que estaban cada vez más cerca del clímax.

-Oh Mew.- gimió en alto Gulf, enterrando sus manos en el pequeño trasero de su phi, enterrándolo en lo más profundo de su ser mientras él se corría sobre sus abdómenes.

-Mierda, Gulf.- gimió Mew no pudiendo soportar por más tiempo, sin siquiera tener la posibilidad de alejarse, se corrió en el cálido interior de su nong, apenas dando cortas embestidas para drenarse por completo.

-Eso fue fantástico.- jadeó el menor tratando de recuperar el aire que le faltaba.

-Lo fue, pero siento que todo me da vueltas.- confesó el mayor saliendo lentamente del cuerpo del moreno, recostándose a su lado.

-Yo también, creo que te veo doble.- dijo riéndose el pelinegro. -Muero de sueño.- se quejó y tomó el brazo del pálido para recostarse sobre él y acurrucarse al costado del hombre que amaba.

-Duerme.- murmuró Mew también adormilado, siendo alcanzado por el punto máximo de su borrachera.

Sin importarles el desastre que habían causado en las sabanas o sus cuerpos y lo suficiente ebrios para no poder ni ponerse de pie de nuevo, se acurrucaron lo más juntos que pudieron y cayeron en un profundo sueño al instante.

Lo poco que había de oscuridad en el cielo la pasaron completamente dormidos, hasta que el sol comenzó a molestar a Mew, quien se removió un poco, aunque el peso sobre su brazo le impidió ir muy lejos.

-Mierda, me duele la cabeza.- se quejó el hombre tallando sus ojos con la mano que podía mover con libertad para poder ver el motivo de su aparente incapacidad de pararse de la cama.

Al bajar la mirada encontró una mata de cabellos negros totalmente despeinado y un cálido cuerpo casi sobre el. De pronto su mente trajo a su memoria algunas escenas de lo que había pasado la noche anterior.

-Lo hicimos.- murmuró sorprendido el pálido.

-Déjame dormir.- se quejó Gulf escondiendo su cabeza en el cuello ajeno, apretando la cintura que había rodeado toda la noche.

Mew se quedó quieto y callado, no queriendo molestar a su nong, pues sabía cómo se ponía de mal genio si alguien lo despertaba, además eso le daba tiempo de pensar que demonios harían ahora.

-¿Ya es hora de grabar?.- preguntó el menor medio adormilado.

-¿Grabar?.- cuestionó confundido el mayor. Con el tono totalmente confundido de su Phi finalmente decidió despejar un poco el sueño, removiéndose en la cama, notando la suave piel bajo su brazo y pierna que rodeaban a Mew.

-Espera.- Gulf se alejó un poco y abrió los ojos como platos al ser consciente de que estaban desnudos en una cama. -¿Porque estamos...- iba a preguntar cuando su cabeza le dio la respuesta con una eróticas imágenes que lo hicieron gemir de la pena.

-Dime que recuerdas lo que pasó anoche.- suplicó Mew, cuyos malestares se habían alejado para darle paso al miedo profundo de que su nong dijera que todo había sido a causa de la borrachera.

-Si lo recuerdo.- confesó el moreno sonrojándose hasta las orejas, aunque aun así no se separó del hombre junto a él. -No puedo creer que lo hicimos.-

-¿Te arrepientes?.- preguntó con temor el pálido. Alargando su mano para acomodar un poco el cabello del menor.

-No.- respondió con timidez. -Solo que no era la forma en que quería que supieras mis sentimientos por ti.-

-¿Me quieres, nong?.- cuestionó Mew con sorpresa y una creciente emoción en el pecho.

-Yo te amo.- se atrevió a decir el pelinegro, volviendo a esconder su cara en el cuello ajeno para no tener que ver a Mew a la cara.

-¿Como hermanos?.- recibió un ruido de negación y eso lo emocionó aún más. -¿Como amigos?.- otro ruido le negó su pregunta.

-Te amo como Type ama a Tharn.- murmuró Gulf contra la pálida piel del mayor.

Mew no respondió, en cambio dejó a Gulf bajo su cuerpo y poseyó sus labios con toda la felicidad que le dio solo escuchar esa frase salir de la boca del ser que tanto amaba. Sus cuerpos desnudos quedaron lo más juntos posibles mientras se entregaban al amoroso beso donde solo sus labios se succionaban y mordían.

-Yo también te amo, mi hermoso Type.- murmuró Mew sobre los rojos labios ajenos. -Aunque creo que ya te ame toda la noche.- se burló viendo recién las marcas rojas que adornaban todo el hermoso cuerpo bajo el.

-Alguien me amó demasiado.- dijo Gulf riéndose, porque en realidad no estaba nada enojado de tener esas posesivas marcas en él.

-Y te volvería amar completo en este mismo momento.- admitió el pálido paseando una de sus manos por la perfecta curva de la cintura de su nong, terminando en la silueta de su trasero.

-Hagámoslo.- aceptó el menor sintiendo como su miembro se endurecía solo por la idea de volver a sentir a Mew en él.

-¿No estás adolorido por lo que hicimos anoche?.- preguntó el mayor solo para asegurarse, aunque sus labios no se detuvieron en pensar en eso pues comenzó a dejar húmedos besos en el cuello del menor, bajando hasta su pecho, donde jugó con los rosados pezones.

-Solo un poco, pero quiero que lo hagamos, quiero tener un mejor recuerdo que las imágenes borrosas de anoche.- respondió el moreno guiando sus manos al cabello castaño despeinado, enredándolo entre sus dedos para pegar a ese hombre aún más a su pecho.

-Te amo tanto.- murmuró el pálido contra el vientre ligeramente abultado del menor.

-También te amo.- suspiró Gulf cuando la gran mano del mayor rodeó su miembro, dándole algunas caricias hasta dejarlo totalmente duro.

Mew lanzó lejos la sábana que había cubierto sus cuerpos durante la noche, tomando con cuidado las largas piernas que también llenó de marcas la noche anterior, para abrirlas y dejar a su vista la entrada que ya palpitaba de necesidad.

El menor estaba quieto, concentrándose en los suaves toques y la mirada apasionada de su amante, tan solo pasándole las manos por su sedoso cabello. El pálido se recostó entre las piernas del moreno y besó la húmeda punta del miembro de su nong, paseando su lengua de forma juguetona por toda la extensión, después por su perineo hasta dar algunos lengüetazos sobre la palpitante entrada.

-Oh Phi Mew.- gimió el pelinegro arqueando la espalda ante el inusual placer.

-Deja los formalismos, nene, ahora soy tu hombre.- dijo el castaño pasando las palmas de sus manos por los muslos del menor, subiendo por su abdomen hasta su pecho para jugar con sus duros y húmedos pezones.

-Mi amor.- gimió con gusto el moreno, sonriendo encantado con la sensación en su zona íntima.

-Así me gusta, cariño.- Mew volvió a su autoimpuesto trabajo, rodeando los bordes irregulares de la entrada del menor para después adentrar un poco su lengua en ese pasaje.

-Espera, Mew.- lo detuvo el menor alejándolo un poco de su entrepierna. -Anoche te corriste dentro.-

-¿Eso es un problema?.- cuestionó el mayor volviendo a su tarea, adentrando lo más que podía su lengua, encontrándose con el sabor algo salado de su propia esencia, pero en lugar de disgustarle aquello, lo excitaba aun más, pues había marcado el interior de su pequeño.

-Mew, aghh, si.- Gulf solo gemía encantado, el placer parecía correr por sus venas, la idea de estar haciendo el amor con el hombre de sus sueños, por segunda vez, tenía su corazón latiendo como loco. -No, amor, ahh.- trato de detener la mano que ahora acariciaba su miembro, porque aunque le encantaba el placer que sentía, no quería correrse tan pronto.

-¿No te gusta?.- preguntó Mew en burla, dejando el húmedo pasaje para besar los muslos del menor, dejando algunas marcas mas.

-Me encanta, pero quiero correrme cuando estes en mi interior.- la timidez de Gulf voló por la ventana desde el momento en que se habían declarado su amor, pues ya nada le impedía revelar sus deseos más oscuros al hombre que amaba.

-Oh Gulf.- el castaño gimió ante las sucias palabras que nunca creyó escuchar de su nong y se arrastró por todo su cuerpo hasta llegar a sus labios, tomándolos en un apasionado beso con sus lenguas enredándose al instante.

-Por favor, Mew, hagamos el amor.- suplicó Gulf alejando un poco el rostro de su phi para ver en sus ojos la lujuria y el amor que solo llenó su corazón de dicha.

-Hagámoslo.- repitió el pálido tomando las piernas del menor para que rodearan su cintura y poder alinear su miembro. -Te amo, mi cielo.- poco a poco fue adentrándose en el húmedo pasaje, sin perderse ninguna de las deliciosas expresiones del chico bajo el.

-Te amo tanto, Mew.- suspiró el moreno aferrándose a la ancha espalda del mayor.

Una vez Mew adentro completamente su miembro, se quedaron quietos, tan solo dándose dulces caricias y compartiendo un amoroso beso.

-Me moveré, cariño.- avisó el pálido y recibió un tierno asentimiento del contrario. Tomando de forma algo posesiva las caderas del moreno, comenzó a salir y entrar en él lentamente, absorbiendo la deliciosa vista de su miembro entrando en el cuerpo de su amante.

Las estocadas fueron lentas y profundas, cada una dio en el punto de mayor placer el pelinegro, haciéndolo rasguñar la espalda de su hombre, marcando también su cuerpo, a su manera.

-Quiero esto para todas mis mañanas.- confesó Gulf escondiendo su rostro en el cuello del pálido, mordiendo y besando la blanca piel.

-Me encantaría poder hacerte el amor cada mañana de mi vida.- afirmó Mew alejando un poco al menor para poder poseer sus labios.

Aun con el ritmo lento que mantenían, sus cuerpos sentían cerca la liberación, pues estar juntos de esa manera tan íntima y sentirse tan conectados en cuerpo y alma, totalmente conscientes de lo que hacían, era la mejor sensación que creían haber experimentado.

-Mew, amor, ya no puedo.- gimió el menor enterrando sus uñas en la espalda de su phi.

-No tienes que retenerlo, nene, puedes correrte, dame el placer de verte llegar al cielo gracias a mi.- la voz ronca del pálido llevó a Gulf a su límite.

-Oh si, amor, ah.- el cuerpo del pelinegro se contrajo de placer, un segundo después se arqueo contra el fornido cuerpo sobre él, derramando su cálida esencia entre sus cuerpos. -Mew, ah.-

-Mi hermoso nong.- gruñó Mew contra el cuello de moreno, derramándose en el interior que se apretaba de forma deliciosa a su alrededor, dando algunas embestidas más para dejar todo de él en su nong.

-Se siente extrañamente bien sentir tu cálido semen en mi.- confesó tímidamente el pelinegro, acariciando la espalda del mayor cuando este se dejó caer sobre su cuerpo.

-Todo tu se siente perfecto, nene.- el pálido levantó su cabeza para besar los rojos labios ajenos, donde ambos sonrieron con gusto.

-¿Esto en que nos deja, amor?.- cuestionó Gulf repentinamente nervioso y dudoso.

-Espera, cariño.- lo detuvo Mew, saliendo lentamente de su cuerpo para poder recostarse a su lado, atrayendo el ligero cuerpo del menor sobre él. -Ahora si, nene, eres mi nong, mi Type, mi bebé, mi cielo, y mi novio si tu quieres eso.-

-Nada me gustaría más que ser tu novio, Mew.- afirmó el moreno besando suavemente los labios del mayor.

-Te amo, Gulf.- el castaño se vio perdido en los hermosos ojos que lo miraban con tanto amor y devoción, los cuales parecían brillar de la felicidad.

-Te amo, Mew.- suspirando enamorado se besaron con ternura.

💕

Desde ese día habían estado en una linda relación, la cual por motivos de sus carreras no podía revelar a nadie, más que a sus familiares y amigos más cercanos. Aunque sus carreras tampoco les permitían verse con tanta regularidad como quisieran, pues mientras Gulf estaba ocupado como modelo de algunas marcas, Mew pasaba casi todo el día en el estudio tratando de producir y escribir nuevas canciones.

Pero a pesar de que los trabajos se hicieron casi nulos con el paso de los meses, Candy era una de las marcas que seguía fiel a ellos y que esperaba por ellos con tal de tenerlos juntos en un live nuevo.

Aunque a causas del virus que había azotado al mundo, no pudieron estar tan juntos como ellos solían estar en sus transmisiones, dejándolos separados por una especie de plástico. Claro que eso no le agrado nada a Mew, pero no podían hacer nada al respecto.

-Bueno chicos, eso fue genial.- dijo uno de los directores de Candy cuando finalmente terminaron. -Ya pueden ir a cambiarse.-

-Muchas gracias.- dijo Mew haciendo una reverencia y antes de salir le dio una mirada cómplice a su nong, el cual lucía un tierno traje rosa.

-Gracias a todos.- Gulf se levantó tímidamente y siguió el fornido cuerpo de su hombre vistiendo un traje azul.

El mayor se adentro en su camerino, ya que les habían dado uno a cada uno por cuestiones de seguridad, pero cuando el menor pasó por su puerta fue jalado hacia adentro de la habitación.

-Mew.- gritó sorprendido con la acción.

-No grites, nene, nos van a escuchar.- pidió el pálido arrinconando a su novio contra la puerta.

-¿Qué piensas hacer, amor?.- preguntó Gulf algo nervioso, pasando sus manos por el cuello del mayor.

-Calmar mis ansias locas de tocarte, odie no poder estar cerca y tomar tu mano.- respondió el mayor apretando la estrecha cintura ajena.

-Pero nos puede escuchar.- se quejó el moreno tratando de alejarse de su amante, pero este pegó más sus cuerpos, dejándolo entre su fornida anatomía y la puerta.

-Vamos, nene, hagámoslo.- suplicó Mew dejando besos por las sonrojadas mejillas de su novio. -Después tampoco podremos vernos y necesito energía de tu sensual cuerpo para continuar mi día.-

-Esta bien.- dijo Gulf rendido, pues también ansiaba el toque de su pareja, después de que había pasado casi un mes desde la última vez que estuvieron juntos de forma íntima. -Pero que sea rápido porque tengo trabajo que hacer después.-

-Por eso te amo.- Mew finalmente unió sus labios de forma apasionada. No había tiempo para ser lentos y cariñosos, solo había lujuria y pasión en la forma en que sus lenguas se enredaban.

Se separaron cuando el aire les comenzó a hacer falta y el mayor aprovecho para guiar a su sumiso novio hasta estar frente una mesa que tenía un espejo con luces, dejando al menor de frente a este.

-¿Sientes lo que haces en mi cuerpo solo por besarme?.- preguntó Mew con su voz ronca en el oído del menor, restregando su erección en su trasero, aun a través de la ropa, mordiendo su lóbulo.

-Oh amor, sí.- jadeó Gulf recargando sus manos en la mesa para poder sacar más su trasero y friccionarlo con el cuerpo de su novio.

-Te amo, nene.- murmuró con cariño el pálido, comenzando a desabotonar el pantalón rosa que ya estorbaba, para bajarlos junto con la ropa interior del menor, dejándolo desnudo de la cintura para abajo, con la ropa amontonada en sus tobillos.

-También te amo.- susurro el moreno quitándose el saco rosa que le impedía moverse con mucha comodidad y Mew hizo lo mismo.

El castaño se inclinó detrás de su amante y con sus manos separó las firmes nalgas que tanto amaba amasar y morder, solo para revelar la palpitante entrada que deseaba tanto poseer. Su lengua no tardó en adentrarse en ese lugar, humedeciendo y estirándolo para la follada rápida que tendrían.

-Oh si, Mew, amor.- gemía el menor, sosteniendo su camisa para que no estorbara a su pareja en su placentera tarea.

-Estas siendo muy ruidoso, nene.- advirtió Mew besando y mordiendo las nalgas del pelinegro, paseando sus dedos sobre el ya húmedo pasaje, adentrando uno lentamente.

-Cállame.- lo retó Gulf y de inmediato el se puso de pie, sin dejar de embestir a su pareja con sus dedos, tomando sus labios con amor para callar cualquier erótico sonido que Gulf pudiera hacer. -Hagámoslo ya.- suplicó cuando el mayor ya jugaba con tres dedos en el.

-Hagámoslo, cariño.- afirmó Mew tomando las caderas de su novio para dejarlo inclinado sobre la mesa a su entera disposición. Sacó su miembro de sus pantalones y lo alineó en su nong.

-Mghhh Mew.- los gemidos de Gulf se perdían en su brazo, el cual cubría su boca para que sus ruidos no resonaran en el camerino.

Mew no le dio a su novio mucho tiempo para acostumbrarse, pues el tiempo no era demasiado, por lo que comenzó un vaivén algo rápido, entrando y saliendo de forma dura, pero siempre siendo cuidadoso con el cuerpo que adoraba. La próstata del menor era tocada en cada embestida y eso lo tenía llegando al límite, pues saber que alguien los podía escuchar o atrapar hacía todo más excitante.

-Mew.- era la única palabra que salía de sus labios pues las fuertes embestidas no le permitían hablar, además del increíble placer que siempre le daba su pareja.

-Voy a llenarte por completo, tendrás mi esencia escurriendo por tus muslos.- habló Mew en el oído del menor, inclinado sobre su espalda, dando cortas y profundas embestidas. Mientras una de sus manos sostenía la cadera ajena por estabilidad, la otra se aventuró bajo la camisa del menor para jalar sus pezones, sumándole más placer al cuerpo que ya se retorcía bajo él.

-Si, por favor.- rogó Gulf volteando su cabeza hacia un lado para que Mew lo besara, cosa que hizo. -Mghh.- y su gemido se perdió entre sus labios cuando se corrió duramente.

-Mierda, sí.- gruñó el pálido corriéndose dentro del menor cuando sintió la opresión rodearlo con fuerza. -Oh Gulf.- jadeó encantado.

-No puedo creer que lo hicimos aquí.- comentó el moreno riéndose levemente.

Mew salió del menor y se quedó viendo como su esencia salía del pasaje que tanto placer le había dado.

-Siempre me encantará esta vista.- murmuró recogiendo su semen con un dedo para adentrarlo en el moreno otra vez.

-Detente o no saldremos nunca de aquí.- advirtió Gulf inclinándose contra el dedo que jugueteaba en su parte baja.

-Déjame ir por algo para limpiarte y limpiar el piso.- comentó el pálido trayendo unas toallitas y papel.

Con cuidado limpio el cuerpo de su pequeño novio y lo ayudó a vestirse al igual que el se vistió correctamente, aun cuando se fuera a cambiar después.

-Nos vemos después, amor.- dijo Gulf caminando hacia la puerta.

-Nos vemos, nene.- Mew lo atrajo una última vez a sus brazos y beso sus labios con amor.

Finalmente el menor se fue a su camerino y afortunadamente nadie noto su apasionado encuentro, por lo que salieron como si nada a sus próximos trabajos del día, completamente satisfechos y felices.

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Pero no todo podía ser perfecto, más considerando que nadie sabía su relación y que la industria del entretenimiento era muy tóxica, ellos lo sabían más que nada como era estar en el ojo público, aunque eso no lo hacía mas fácil.

"Necesitamos hablar" fue el mensaje que recibió Mew después de terminar su trabajo del día.

-¿Que sucede, Phi Mew?.- preguntó Ann, la Miss Tailandia con quien estuvo grabando apenas unos minutos atrás.

-Tengo que ver a alguien, eso es todo.- respondió el pálido sonriendo cortésmente a la mujer que le había ayudado en la grabación de su último video musical.

-Oh y yo que planeaba invitarte a cenar.- dijo triste la bella mujer. -Supongo que será para otra ocasión.- pasó su mano por el hombro de Mew de forma coqueta.

-En otra ocasión, nong Ann.- acordó el pálido no pudiendo pensar en otra cosa que en el mensaje de su novio.

-Esta bien, nos vemos Phi Mew.- dijo la mujer yéndose finalmente, dejando a Mew correr hasta su auto.

Manejo rápidamente hasta el condominio de su novio, pues ahí es donde solían verse la mayor parte del tiempo. Subió las escaleras pues no tenía la paciencia para esperar a que el ascensor llegara. Usando su llave se adentro en el lugar y encontró a Gulf sentado en el sofá usando su celular, notando algunas lágrimas en esos ojos que amaba tanto.

-¿Qué sucede, nene?, me preocupaste.- habló Mew para llamar la atención del menor, quien de inmediato se levantó.

-Ya no puedo seguir así, Mew.- dijo seriamente el moreno.

-¿De qué hablas?, no entiendo.- el pálido fue acercándose a su pareja y cuando quiso acariciar la mejilla ajena con su mano, este se alejó de su toque. -¿Gulf?.-

-Estoy harto de verte coquetear con esas modelos de Miss Tailandia.- confesó tomando toda su valentía. -No me gusta ver a mi novio viendo a esas mujeres de la forma en que creí que solo me vería a mi.- las lagrimas volvieron a mojar sus mejillas y no trato de retenerlas.

-Cariño, sabes que es por trabajo.- se excusó Mew tomando las manos del menor.

-No, Mew.- dijo Gulf soltando el agarre, pues sabía que si lo dejaba tocarlo, su valentía se iría al demonio y quería dejar en claro las cosas. -Una cosa es hacer un evento o algo con ellas, eso es trabajo, pero no es parte de eso verlas de esa forma y sonreírles de forma coqueta, eso eres solo tú siendo así.- se quejó.

-¿Estás dudando de mí?.- preguntó el castaño sintiéndose dolido y enojado por la actitud del menor.

-Simplemente digo lo que veo y que todo mundo noto también, Mew.- explico Gulf viendo finalmente a los ojos al mayor. -Estoy harto de no poder gritarles a todos que eres mi novio y que dejen de coquetearte.-

-Sabes que no podemos hacer eso.- dijo Mew poniendo una de sus manos en el rostro del moreno, limpiando sus lágrimas. -Nadie se lo tomaría bien.-

-A veces pienso que estarías mejor con una de esas modelos.- murmuró Gulf sintiendo su corazón doler en su pecho. -Tal vez con una de ellas si podrías confirmar tu relación.-

-No digas eso.- advirtió Mew sintiendo que perdería a su novio por una tontería que ni siquiera él había notado.

-No puedo seguir así, Mew, no quiero seguir viéndote coquetear con esas mujeres o que las dejes coquetearte tan libremente cuando nosotros ni siquiera podemos salir juntos.- el pelinegro se alejó de Mew y se sentó en el sofá, respirando profundamente para no llorar más.

-Gulf.- el castaño quiso volver a acariciar el mojado rostro de su novio, pero este lo detuvo.

-No, Mew, hasta que no resuelvas esto y decidas que es lo que quieres para nosotros, no se si pueda seguir así.- dijo el menor viendo sus manos para evitar ver las lágrimas que caían por los ojos del mayor. -Llevo tiempo dispuesto a arriesgar todo por ti, por que te amo, pero si tu no estas conmigo en eso, creo que lo mejor seria dejarte ser feliz con alguien que si puedas gritar tu amor a todos.-

-Pero Gulf.- quiso detenerlo el pálido, viéndolo caminar hasta la puerta.

-Vuelve cuando decidas que quieres hacer de esto, no puedo verte sin sentir que te puedo perder en cualquier momento.- pidió Gulf y Mew no quiso pelear más, por lo que salió del departamento con lágrimas en los ojos y el corazón roto.

El pálido no tuvo idea de cómo llegó a su departamento, tampoco de cómo sobrevivió las siguientes semanas. Cada día pasaba en automático para él, su mente no dejaba de pensar en los peores escenarios, unos donde perdía al hombre que amaba, otros donde volvía a repetirse la historia de su anterior co-protagonista y muchas escenas más, pero ninguna muy alentadora para tomar una decisión.

-Querido, ¿Qué te pasa?.- preguntó la madre de Mew sentándose junto a él en el sofá, pues había invitado a su hijo a comer con ella y este ni siquiera le había dirigido la palabra desde que llegó. -Has estado muy callado estos días.-

-Lo perderé, mamá.- dijo el pálido sintiendo las lágrimas agolparse en sus ojos. -Voy a perder a Gulf.-

-¿Por qué dices eso?, ¿se pelearon?.- cuestionó la mujer con preocupación, pues esos chicos siempre le parecieron la pareja perfecta.

-Me dijo que ya no quería esconderse, que quería gritar que éramos novios porque según él he estado coqueteando con algunas modelos.- explicó el hombre con dudas de la reacción que tendría su madre.

-Pues debo estar de acuerdo en que si he visto que pareces coquetear con esas modelos, Mew, no lo culpo por pensar mal.- comentó su madre y eso solo le dolió más a Mew, pues él nunca lo había visto de esa forma, según él solo estaba siendo cortés con ellas. -¿Pero qué te dijo Gulf?.-

-El quiere que confirmemos nuestra relación para dejarle en claro a todos que nadie puede coquetear conmigo.- respondió el pálido dejando las lágrimas de frustración correr por su cara.

-¿Y que te detiene de hacer eso?.- preguntó la mujer y Mew se volteo a verla extrañado. -¿Amas a Gulf?.-

-Con mi vida, lo amo como nunca había amado a alguien, es el hombre de mi vida.- afirmó el pálido con seguridad.

-¿Entonces por qué dudas?.- dijo la mujer. -Si lo amas y él te ama a ti, no necesitan nada más, los problemas que vengan los resolverán juntos con ayuda de todos los que los amamos y apoyamos hijo, lo importante es que no dejes ir a ese chico que solo ha traído felicidad a tu vida.- Mew se puso de pie como si le hubieran dado la mejor noticia del mundo.

-Muchas gracias, mamá, necesitaba escuchar eso.- dijo dándole un beso en la mejilla a su madre. -Iré a recuperar a mi novio.- anunció corriendo por el pasillo para ir en busca de Gulf.

Su viaje fue corto, pues su madre no vivía muy lejos del condominio del menor. Tan solo esperaba poder encontrarlo ahí, pues no sabía si este siquiera le contestaría el teléfono si lo llamase.

Poco más de un mes había pasado desde la última vez que piso ese lugar y salió con la tristeza más grande del mundo. Le daba pena usar la llave que Gulf le había dado, pero estaba tan desesperado por volver a ver a su nong que no dudó en usarla.

-Gulf.- lo llamó tan pronto abrió la puerta. -Gulf, ¿estas aquí?.- preguntó.

-¿Qué haces aquí?.- preguntó el moreno saliendo desde la habitación.

-Dime que aun me amas y en este momento le gritare a todo mundo que eres mío y que yo soy tuyo.- respondió el pálido agitado por lo que había corrido y la sensación de su corazón latiendo como loco en su pecho al ver lo demacrado que se veía su nong.

-¿A qué te refieres?.- preguntó Gulf confundido, aun cuando estaba emocionado por ver a su novio en su condominio.

-Dímelo, cariño, dime que me amas y publicare que somos pareja, que eres mi novio.- explicó el castaño acercándose lentamente hasta el menor, el cual seguía parado frente a la puerta de su habitación. -Esas modelos sabrán que te amo nada mas a ti y rechazaré a todas ellas, por ti, porque no quiero a nadie más que a ti.-

-¿Estás seguro de esto?.- preguntó el menor viendo como el otro sacaba su celular y le mostraba la pantalla, donde tenía lista una publicación para instagram, con una foto de ellos dándose un beso y un extenso párrafo que no leyó bien pero confirmaba su relación.

-Estoy seguro de que te amo y eres al único hombre que quiero en mi vida, no me imagino mi vida sin ti, de eso estoy seguro, Gulf.- finalmente Mew pudo llegar hasta su nong y con una de sus manos acaricio la sonrojada mejilla del menor.

-Nunca podría dejar de amarte, Mew.- afirmó Gulf poniendo su mano sobre la del mayor.

-No se diga más.- el pálido no dudo ni un segundo en publicar la foto en instagram, lanzando el teléfono lejos una vez lo hizo. -Te extrañe tanto, nene.- murmuró Mew acercando su rostro al ajeno.

-Yo también te extrañe tanto, amor.- lágrimas de felicidad caían por los ojos de ambos y les tomó un segundo unirse en ese ansiado beso.

Un suspiro de alivio salió de ellos cuando juntaron sus labios después de tanto tiempo separados. Mew rodeó con uno de sus brazos la fina cintura del menor y este le rodeó el cuello.

-Deseo tanto hacerte el amor.- la voz de Mew se volvió ronca contra los rojos labios del moreno.

-Hagámoslo.- aceptó sin dudas el pelinegro, volviendo a unir sus labios, esta vez con la pasión liderando el acto, con mordidas descuidadas y sus lenguas en una pelea que tenía su saliva escurriéndose por la comisura de sus labios.

Entre el apasionado beso se fueron adentrando a la habitación. Sus camisetas terminaron en el suelo en alguna parte y para cuando se tiraron en la cama ya estaban totalmente desnudos. No había tiempo para las dudas o las preguntas, ambos sabían lo que querían.

-Eres tan hermoso, mi cielo.- murmuró Mew admirando el cuerpo esbelto bajo el.

-Tu también eres muy bello.- Gulf suspiró cuando sintió unos húmedos dedos acariciar su entrada.

La preparación fue rápida y descuidada, pues lo único que querían era sentirse unidos en cuerpo y alma.

-Ya, amor, te necesito ya.- pidió el moreno sintiendo la necesidad recorrerlo desde la punta del pie hasta el último cabello de su cabeza.

-Yo te necesito cada segundo de mi vida.- afirmó el pálido sacando lentamente del interior del menor.

-Me encantas tanto, Mew.- sus ojos se conectaron y fue el impulso que necesitaban, sus ojos decían todo eso que sentían dentro y el nombrado no dudo en alinear su goteante erección en su novio, adentrándose hasta el fondo de una sola estocada. -Oh Mew.- gimió arqueando la espalda.

-Eso, nene, extrañe tanto tus gemidos.- el pálido comenzó a embestir el pequeño cuerpo de su novio.

-Te amo, te amo tanto.- gimió Gulf rodeando con sus piernas la cadera del mayor y rasguñando la espalda pálida con cada empuje que daba justo en su punto de mayor placer.

-Me vuelves loco, nene, como no tienes idea.- el castaño tomó los labios del menor con amor y pasión, aumentando el ritmo de sus embestidas, sintiendo como el clímax se acercaba cada vez más.

-Estoy cerca, amor.- anunció Gulf sobre los belfos contrarios.

-Yo también, cariño.- Mew paseo sus manos por el pecho del menor y jugueteo con los pezones del moreno. El encuentro era apasionado y lleno de amor.

-Oh Mew.- gimió el pelinegro arqueándose contra el fornido cuerpo sobre, dejando salir su esencia entre sus cuerpos. -Mghh, ah, sí.-

-Eso, cariño, déjame llenarte.- gruño el pálido dando duras embestidas en el apretado pasaje. -Oh nene.- gimió finalmente soltando todo su semen.

-Mghh se siente tan bien como recordaba.- murmuró Gulf encantado con ser llenado otra vez por su novio.

-Y tu te sientes tan perfecto como siempre.- el mayor salió del cuerpo de su nong y se recostó a su lado, apretándolo contra su cuerpo. -Te amo, Gulf.-

-Te amo aun mas, Mew, gracias por hacer esto por mí.- dijo el moreno acariciando el amplio pecho del pálido. -Además me encanta como me haces el amor.- confesó.

-Y yo adoro hacerte el amor.- Mew paso su mano por el costado del menor, amando la silueta que este tenía. -Duerme un rato, nene, nada será fácil a partir de hoy, pero mientras te tenga a mi lado, nada mas me importa.-

-Olvidemos eso por ahora, amor.- pidió Gulf tiernamente. -¿No quieres volver a hacerlo?.- preguntó de forma coqueta, bajando su mano hasta la creciente erección del mayor.

-Mi nene travieso.- se quejó Mew con gusto. -Hagámoslo.- se colocó sobre el cuerpo del moreno y se besaron con todo el amor de su ser. Porque nada más importaba mientras estuvieran juntos.

    

    

   

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Hola a todos!!!

Primero que nada he aquí la foto de la inspiración:

Se que en realidad esto casi no tiene historia, porque pues la idea solo era mostrar los distintos tipos de sexo que menciona la foto, pero me gusto el toque a cada escena la verdad.

Además esta semana ni siquiera pensaba escribir capitulo, pero vi esa foto que tenia guardada hace tiempo en mi galería para algún día escribir de eso y la inspiración llego.

Espero que les haya gustado y lo apoyen tanto como siempre.

Ya saben que sus comentarios y sugerencias siempre son bienvenidos. Wuv u💚💚💚💚

Pequeño anuncio extra, este lunes vuelvo a la universidad y debido a que no se si continuare con clases en línea o de manera presencial, no se como me acomodare para escribir. Igual cualquier atraso que haya en capítulos o algo, yo les avisare en mi perfil, para que me sigan por si acaso llego a no subir capitulo esta siguiente semana. Gracias por darse el tiempo de leer.

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