¡Feliz Navidad!
La joven pareja paseaba por el centro comercial, buscando algún lugar donde poder comer, ya que Gulf estaba muy cansado después de pasar toda la tarde caminando en busca de las decoraciones para navidad, ya que la fecha casi se acercaba.
Mew sin poner oposición iba detrás de él, admirando la emoción que el menor tenía de ir a buscar las cosas para esa temporada. Además de que esta vez quería que las familias de ambos se juntaran la noche del 24 para pasar juntos ese lindo día. Pocas veces coincidían en ese día, pero debido a que todos confirmaron su asistencia, Gulf se había emocionado demasiado y ahora corría como loco en busca de adornos y luces para el enorme árbol que habían comprado un par de días atrás.
-Amor, ¿te gustan estas luces de colores?.- pregunto Gulf deteniéndose frente a una tienda.
-Lo que tu quieras estará bien, cariño.- respondió Mew tomándolo de la cintura.
-Pero enserio quiero tu opinión, quiero que la casa se vea hermosa para cuando nuestras familias vayan.- comentó el menor haciendo un tierno puchero y el pálido le dio un corto beso.
-Que tal si compramos unas luches color amarillo, para que combinen con la decoración que ya compramos.- ese comentario tan simple hizo al moreno sonreír.
-Es una excelente idea.- Gulf se adentro en la tienda y busco las luces perfectas para su árbol. -Listo, vamos a comer, amor.-
-¿Falta algo más para decorar?.- pregunto Mew mientras comían.
-Creo que solo faltara la corona para la puerta.- comentó Gulf viendo todas las bolsas de sus compras del día y pensando en todo lo que ya tenían en casa. -Además, aún falta un mes y medio para navidad, tenemos tiempo en caso de que algo falte.-
-Yo necesito comprar algo de ropa.- comentó el pálido. -¿Tu ya tienes tu atuendo, cariño?.- preguntó.
-Tengo uno, pero no estoy seguro, cuando lleguemos a casa te lo muestro y me dices que te parece.- respondió Gulf sonriendo ampliamente.
-Muy bien.- la conversación siguió con cosas sin sentido, sobre el trabajo, como celebrarían su 5to aniversario, el cual es el 26 de enero.
Después de comer pasearon otro poco por el centro comercial, comprando algunas pequeñas decoraciones más para la casa.
-Cariño, ¿podemos parar por hoy?, ya me duelen los pies.- suplico Mew recargando la cabeza en el hombro de su novio.
-Está bien, después volveremos a buscar lo que falte.- accedió el menor dándole un beso en la mejilla a su novio, haciéndolo sonreír.
Tomados de la mano salieron del lugar y partieron en su auto hasta llegar a su departamento.
-Amor, ire a probarme el atuendo que te dije, para que me digas que te parece.- anunció Gulf acomodando algunas de sus compras en el refrigerador.
-Adelante, cariño, yo espero en la sala.- aceptó Mew viendo algo en su celular.
Con una sonrisa en el rostro Gulf salió rumbo a su habitación compartida con el mayor y busco la bolsa negra que tenía escondida en una esquina del armario. Sonrió cuando sacó de ahí su traje, sabía que a su novio le encantaría, así que rápidamente se deshizo de su ropa para acomodar cada prenda en su lugar.
-Ta-dah, ¿Qué te parece, cariño?.- preguntó llamando la atención del mayor, este aparto la vista de su celular y quedo estático al ver al menor.
-¿Qué es eso?.- preguntó incrédulo, su pequeño se miraba arrebatadoramente sensual.
-Mi traje para navidad.- respondió el menor. -¿Me veo bien?.- pregunto tiernamente.
-¿Piensas usar eso en la cena navideña?.- cuestionó el mayor algo confundido. Gulf vestía una falda roja con una tira de peluche blanco en el borde, una blusa de tirantes del mismo color y un gorro navideño.
-¿Acaso no te gusta?.- Gulf hizo un puchero, moviendo las caderas, haciendo que la falda se levantara un poco en el proceso.
-Amor.- Mew se levantó del sofá y tomó a su novio de la cintura, acercándolo a su cuerpo. -Me encanta como te ves, luces perfecto, irresistible y tan sensual como siempre.- susurro en el oído del más pequeño, ocasionándole un estremecimiento.
-En realidad compre este traje antes de saber que nuestras familias vendrían, quería tener una noche especial contigo ese día.- dijo el menor con picardía.
-¿Que tal si adelantamos la navidad?.- preguntó el mayor comenzando a darle besos por todo el cuello a Gulf.
-Esa es una grandiosa idea y no pienso rechazarla.- respondió el menor ladeando la cabeza para darle espacio para más besos.
Mew dejo de besar el cuello del moreno y lo vio directamente a los ojos antes de unirse en un apasionado beso. El pálido sintió su cuerpo calentarse solo con ver a Gulf, pero tenerlo entre sus brazos, besándolo con esa loca pasión que los caracterizaba lo estaba excitando cada vez más.
Lentamente el mayor camino hasta sentir la orilla del sofá contra la parte trasera de sus piernas, se sentó y dejó el menor a horcajadas sobre él.
-Eres el mejor regalo que pude tener.- susurro Mew sobre esos gruesos y jugosos labios que tanto amaba.
Gulf no respondió, en cambio volvió a unir sus labios en un necesitado beso, enterrado sus dedos en el sedoso cabello castaño de su hombre, pues sabía que eso lo excitaba. Cada pequeña acción del menor era suficiente para que el mayor sintiera la necesidad de hacerlo suyo.
Sin esperar más, Mew adentro sus manos debajo de la falda, acariciando los fuertes muslos del moreno en el proceso, hasta llegar a su redondo trasero, esas firmes protuberancias que llamaban la atención de cualquiera que lo viera en pantalones ajustados. Disfruto de la cálida y suave piel del menor, amasando ambas nalgas a su antojo, encendiendo por completo al dueño de estas.
Sin dejar de besarse en ningún momento, Gulf desabotono la camisa negra del contrario y la lanzó lejos de ellos. Con sus pequeñas manos acaricio todo el bien trabajado cuerpo, desde los fuertes brazos que amaba sentir alrededor de su cintura, luego pasó al pecho firme en el que adoraba recostarse por las noches, ahí se centró en los pezones algo levantados, frotándolos entre sus dedos, jalandolos suavemente y apretandolos, ocasionando que el pálido gimiera entre sus labios.
-Amor...- suspiró el mayor cuando el pequeño se separó del beso.
-Shhhh, te haré sentir bien.- lo cayó dulcemente y dejó un corto beso en sus labios antes de pasar a besar toda la piel pálida de su novio. Primero besando su cuello, mordiendo y succionando de vez en cuando, paseando su lengua por el lugar para saborear su exquisito gusto. Mew nunca dejó de acariciar el cálido cuerpo sobre él, se dedicó a sentir cada parte de su novio, pero concentrándose en lo que este hacía con su cuerpo.
Poco a poco bajo sus besos, hasta que quedó frente al blanco pecho, solo verlo le hacía casi babear, así que sin esperar más tomó en su boca uno de los pezones con los que antes se había divertido jugando. Lo succionó y mordió a su antojo, ganándose más de un placentero gemido, ya podía sentir bajo él la dura erección de su novio. Después de jugar un rato con ambas protuberancias, se puso de pie y se arrodillo entre las piernas del pálido.
-¿Que vas a hacer cariño?.- cuestiono el mayor, admirando lo bello que se veía su pequeño novio en esa posición y con ese seductor traje.
-Creo que sabes bien que voy a hacer.- respondió divertido el menor, comenzando a desabotonar el pantalón negro. Mew lo ayudó levantando las caderas cuando este quiso sacar las dos prendas que cubrían la parte baja de su cuerpo.
Todo su cuerpo se estremeció cuando el frío aire de la temporada hizo contacto con su cálida piel y con su dura erección. Además su cuerpo temblaba de excitación, Gulf lucía tan sumiso sentado sobre sus rodillas, con la preciosa falda acentuando su cintura y sus finos rasgos, pero con esa mirada lujuriosa que solo le pertenecía a él.
-¿Qué quiere daddy que haga?.- preguntó sumisamente el menor, viéndolo directamente a los ojos.
-Tócame, tú sabes cómo hacerlo, bebé.- respondió el nombrado acariciando los rebeldes cabellos de su chico.
Este sonrió travieso y con sus expertas manos tomo la larga erección, subiendo y bajando a un ritmo agónicamente lento, con su otra mano jugaba con los testículos, dándole más placer a su novio, pues solo él sabía cómo volverlo loco, hacerlo gemir del placer, hacer que se corra duramente.
-Más rápido, bebé.- ordenó con la voz ronca de los placenteros gemidos y gruñidos que había soltado.
Gulf obedeció rápidamente y aceleró más el ritmo de sus movimientos, para añadir más placer acercó su boca y lamió toda la humedad que había en la punta, prestando más atención a la pequeña hendidura ahí.
-Ahhh....Gulf...- gimió el mayor jalando un poco los negros cabellos del nombrado, haciéndolo sonreír satisfecho. -Detente o me correré muy pronto.- Mew quiso alejar al menor pero este no se lo permitió.
-Déjame probarte, daddy, tengo mucho tiempo sin degustar su delicioso sabor.- suplico el menor haciendo un tierno puchero, aunque su mirada era de lujuria pura y deseo por adentrar el duro pene de su novio en su boca.
-Adelante, has sido un chico bueno, bebé.- aceptó el mayor acariciando las pequeñas orejas que tanto amaba del moreno, este sonrió y sin esperar más adentro toda la longitud en su boca, recibiendo un alto gemido como respuesta.
Pocas veces Gulf hacía aquello, ya que siempre era Mew el que tenía el control sobre y el que solía hacer aquello, pero aun así el menor sabía perfectamente que hacer para dejar a su novio temblando del placer. Con su lengua delineo cada vena marcada de aquel lugar, adentraba todo lo que podía en su boca, casi tocando su garganta y succionaba con un poco de fuerza, sintiendo como Mew se retorcía bajo el.
Con su mano libre acarició los testículos del mayor, los amaso con gusto y aceleró sus movimientos, subiendo y bajando más rápido.
-Demonios, bebé, eres tan bueno en esto, aghhh...- gimió el mayor adulando a su novio. Este no se detuvo hasta que sintió al pálido tensarse bajo su toque. -Ahhh... Gulf....- gimió alto mientras se corría en la cálida boca que rodeaba su hombría.
-Tan delicioso como lo recordaba, daddy.- comentó Gulf lamiendo las esquinas de sus labios, donde parte del semen del mayor había quedado.
-Ven aquí, bebé.- pidió Mew abriendo sus brazos para que su novio volviera a situarse sobre él, cosa que este hizo de inmediato. Un segundo después ya estaba siendo tomado en un rudo beso, con labios mordidos, lenguas jugando entre sí y un poco de saliva escurriéndose por la comisura de sus labios.
Entre su apasionado beso, Mew bajo uno de los tirantes de la blusa que usaba el menor y jugó con el duro pezón, apresándolo entre sus dedos y jalandolo con delicadeza. Con el deseo apoderándose de él bajó su cabeza directamente a aquella protuberancia color rosado, la dentro en su boca y la mordió, después pasó su lengua sobre el lugar para calmar el dolor, bajó un poco el otro tirante y se acercó a jugar con la otra protuberancia también, dejándolas en iguales condiciones.
-Daddy, te necesito.- musito el menor entre suspiros de puro placer.
-¿Dime que necesitas, cariño?, dile a tu daddy que quieres.- dijo Mew cerca de su oído, antes de tomar entre sus labios el lóbulo de su oreja, jalandolo y mordiéndolo suavemente.
-A ti, te quiero a ti en mi interior, daddy.- suplico el menor.
-En cuatro, ahora bebé.- ordenó con su voz gruesa y rasposa, esa que hacía a Gulf temblar en anticipación a lo que venía.
Rápidamente el moreno se colocó en cuatro sobre el sofá, arqueando un poco su espalda para que su trasero quedara más levantado. Mew acarició ambas protuberancia y subió la falda hasta dejar la ropa interior a la vista, rápidamente se deshizo de la estorbosa prenda y finalmente pudo tocar toda la suave piel de su pequeño.
Gulf se inclinó más, dejando a la vista todo su hermoso trasero y su rosada entrada. La vista hizo que el mayor se pusiera duro en un instante.
-Te ves tan precioso, tan apetecible y delicioso.- gruño Mew acariciando el redondo trasero y pasando sus dedos sobre la entrada del menor.
-Daddy, pruébame, soy todo tuyo.- suspiró el menor.
-Todo mío, mi amor.- afirmó el mayor antes de acercar su cara a aquel lugar, dejando algunos besos y mordidas sobre ambas protuberancias, marcándolas como suyas únicamente. -Solo yo puedo tenerte así.- sentenció dando un lengüetazo sobre la rosada entrada.
-Ahhh... solo tu, daddy.- gimió el menor con gusto.
Mew sonrió satisfecho y finalmente separó las nalgas del menor para dejar a la vista su estrecha entrada, aquel cálido lugar que tanto amaba, jugó con su lengua alrededor y después se adentro en el, metía y sacaba el húmedo músculo de aquella caverna.
-Más, daddy... ahhh...-rogó entre cortos gemidos el menor.
Con cada corta embestida de su lengua Gulf soltaba un sonoro gemido y se inclinaba hacia atrás en busca de más placer. Mew quería volver loco a su novio, así que con una de sus manos tomó el duro miembro de su novio, el cual estaba húmedo por el líquido preseminal. Lo masturbo al mismo ritmo de las embestidas que daba con su lengua, deleitándose con los eróticos sonidos que hacía su novio.
Aumentó el ritmo conforme sentía a Gulf cada vez más cerca de correrse, todo su cuerpo estaba tenso en la espera de su liberación. Pero justo cuando iba a correrse, Mew detuvo sus movimientos y colocó su dedo sobre la punto del pene de su pequeño novio.
-¡Daddy!.- gruño molesto el menor.
Mew sonrió con malicia y volvió a adentrar su lengua en aquel cálido lugar, su mano se movió en un ritmo lento sobre la longitud del menor, ganándose gemidos de completa satisfacción.
-Daddy... Más...- Gulf dejó su cabeza caer sobre los cojines y eso le hizo a saber al mayor que estaba por correrse. Sintiéndose lo suficientemente malvado, detuvo sus movimientos y le impidió correrse, una vez más.
-¡Daddy!.- gritó enojado el moreno, volteando a verlo, pero el nombrado sonreía divertido.
-¿Quieres correrte, bebé?.- preguntó el mayor, aunque ya sabía la respuesta, era obvia. Mientras pasaba sus dedos sobre la lubricada entrada.
-¡Si, daddy!.- rogó el menor. -Necesito correrme.-
-¿Y qué quieres que haga daddy para que te corras?.- pregunto Mew adentrando uno de sus dedos lentamente.
-Hmmm... Quiero sentirte dentro, daddy.- gimió Gulf con gusto.
-Entonces móntame, mi amor.- dijo Mew sacando su dedo del interior del menor y sentándose sobre el sofá, recargado en el respaldo.
Sin perder el tiempo Gulf subió a horcajadas de su novio y alineó el goteante miembro en su entrada antes de dejarse caer, adentrando toda la longitud de una sola estocada, tocando su próstata en la primera embestida.
-¡Ahh...Daddy..!.- gimió alto en señal de completa satisfacción por tener finalmente el miembro de su novio dentro de él.
-Muévete para daddy.- demandó el mayor tomándolo por la cintura.
Gulf comenzó a dar pequeños saltos, sacando un poco el pene del mayor para después volver a enterrarse en él. Con ayuda de Mew fue aumentando sus movimientos, la falda se levantaba en cada estocada, dejando una hermosa vista frente al mayor.
-Estoy cerca daddy....- suspiro Gulf ayudándose de los anchos hombros del mayor para poder aumentar el ritmo de sus saltos.
-Lo sé, bebé, yo también estoy cerca.- Mew lo besó con necesidad y lo tomó de las caderas para poder meter su pene hasta el fondo del menor.
-¡Daddy!.- gimió en alto el menor, corriéndose, manchando toda la falda. El pálido siguió ayudándolo a moverse sobre él, hasta que la opresión de la cálida caverna fue demasiado para él, haciéndolo explotar en su interior.
-Bebé....- gruñó el mayor sobre los carnosos labios del pequeño.
-Feliz navidad adelantada, amor.- dijo el menor abrazando fuerte a Mew.
-Feliz navidad, cariño.- correspondió el mayor abrazándolo de igual forma.
-Mañana me dolerá la cadera.- comentó Gulf divertido, tratando de ponerse de pie, pero fallando debido a la debilidad de su cuerpo después de aquella actividad, solo pudo levantarse un poco, cayendo de nuevo sobre el miembro que seguía en su interior. -Ahhh...- gimió bajo cuando su próstata fue presionada de nuevo.
-Bebé, déjame ayudarte.- Mew sonrió enternecido, su pequeño podía ser muy caliente durante el sexo, pero tan pronto terminaba volvía a ser su niño mimado. Lo ayudó a ponerse de pie y lo tomó de la cintura, recargándolo contra su cuerpo. -Vamos a tomar una ducha.-
-Uhum.- Afirmó el menor y se dejó hacer por su novio.
24 de diciembre.
Ambos chicos estaban recostados sobre su amplia cama, en silencio, disfrutando de la calidez que el cuerpo ajeno les brindaba. Tenían dos semanas de completo descanso de su trabajo y podían disfrutar de la tranquilidad de estar en su hogar.
Pero Mew quería aprovechar que tenían toda la mañana para ellos, ya que por la noche sus familias llegarían a cenar con ellos, así que comenzó a acariciar el bello rostro de su bebé.
-¿Qué haces?.- pregunto Gulf levantando su cabeza del pecho del mayor para verlo a los ojos.
-Estamos en casa, descansando...- comentó Mew pasando a acariciar el hombro del moreno.
-¿Y?.- cuestiono confundido el menor.
-Y deberíamos aprovechar que nuestra familia llegará hasta la noche.- Ambos sonrieron con picardía antes de unirse en un apasionado beso, acariciando el rostro del contrario. Mew se acomodó lentamente sobre el pequeño, pegando todo su cuerpo sobre él.
Sus lenguas jugaban entre ellas, saboreándose y deleitándose con la calidez y la humedad del músculo ajeno. Mew comenzaba a meter su mano bajo la camiseta de Gulf cuando el celular de este sonó.
-Continua.- pidió el menor cuando el contrario se detuvo por el ruido de la llamada, la cual a los pocos segundos dejó de sonar.
Volvieron a besarse, acariciándose y comenzando a sentir el calor recorrer sus cuerpos, pero el celular volvió a sonar.
-Creo que deberías responder, cariño.- dijo Mew volteando a ver el aparato.
-Pero yo quiero continuar con esto, después devolveré la llamada.- Gulf no espero una afirmación, enredo sus brazos en el cuello del contrario y tomo sus labios en un deseoso beso. El silencio duró cinco segundos, porque el celular sonó de nuevo. -Demonios, mas vale que sea importante.- gruño Gulf enojado de que hubieran interrumpido su momento.
Mew se rió y alcanzó el celular para pasarle el celular a su novio.
-¿Que quieres Grace?.- preguntó con frustración el menor tan pronto respondió la llamada.
-Mamá quiere saber si necesitan algo para la cena.- respondió la chica al otro lado de la línea.
El mayor dudo por un momento de lo que iba a hacer, pero sonaba tan bien la idea que sin pensarlo más se adentro bajo la colcha, Gulf lo vio extrañado, pero Mew se tapó por completo. Podía escuchar al menor pelear con su hermana, pero no le importaba, él tenía una misión e iba a cumplirla.
Con cuidado bajo la pijama del menor y agradeció que este no llevaba ropa interior, pues directamente quedó con su bonito miembro a su disposición. Sin pensarlo lo tomó en su mano y lo masajeo.
-hmm..- Gulf se mordió el labio para no dejar salir el gemido que quería escapar.
-¿Estas bien, Gulf?.- preguntó Grace al escuchar el ruido raro en la línea.
-Si...- dijo a duras penas el menor cuando sintió la boca de Mew alrededor de su miembro apretó el hombro de su pareja, buscando alejarlo, pero en cambio este succiono más fuerte su erección.
Mew se divertía al escuchar el hilo de voz de Gulf, conteniendo sus gemidos. Con un poco de la saliva que escurría por el miembro del menor, mojó uno de sus dedos y sin dejar de subir y bajar su cabeza sobre el duro miembro, guió su dedo hasta la entrada que tanto adoraba. Lentamente fue adentrando su dígito en aquella cavidad.
-Ahh... el gemido cortado que soltó Gulf dejó a Grace confundida y curiosa.
-¿Qué estás haciendo Gulf?.- pregunto la chica.
-Nada...ah...Después hablamos Grace.- dicho eso corto la llamada. -¡¿Qué rayos haces Mew?!.- reclamo el menor apartando la colcha para poder ver a su novio.
Pero el nombrado no respondió, al contrario, aumentó el movimiento de su dedo en el interior del menor y succiono con más fuerte.
Mew dejó la erección y se unió en un apasionado beso al menor.
-Detente... No podemos.- dijo Gulf con la respiración agitada.
-¿Porque no podemos?.- preguntó el mayor confundido.
-Más tarde no podré caminar bien si lo hacemos.- fue la primer cosa que se le vino a Gulf a la mente, porque no podía decirle la verdad al mayor, al menos no aun.
-Seré cuidadoso.- prometió y el menor no pudo rechazarlo, ya estaba excitado y necesitaba liberarse.
Con delicadeza le hizo el amor, moviéndose lentamente, cada estocada dando el la próstata del menor y entre besos y palabras de amor pudieron liberarse.
Por la noche el timbre sonó llamando la atención del menor, el cual estaba en la cocina, preparando la cena, mientras su novio terminaba de poner algunos adornos en el árbol de navidad. Rápidamente Gulf corrió hasta la puerta y al abrirla pudo ver a las familias de ambos esperando.
-Hola, hijo.- saludó la madre de este, le dio un abrazo y entró.
-Hola, hijo.- lo saludo también su padre.
-Hermanito.- gritó Grace con emoción.
-¿La corona de girasoles en la puerta fue idea de Mew?.- preguntó la madre del mayor.
-En realidad fue mi idea.- comentó el moreno algo tímido.
-Me encanta, es su símbolo personal, hola, querido.- finalmente la suegra de Gulf le dio un abrazo, seguida de su suegro y su cuñada.
-¿Dónde está Mew?.- preguntó el señor Suppasit.
-Está terminando de decorar el árbol.- respondió el menor.
-No, ya lo termine.- dijo el nombrado entrando al comedor donde todos estaban reunidos, llegó al lado de su novio y le dio un beso en la mejilla.
Mew saludo a todos los visitantes, uno por uno. No era la primera vez que cenaban todos juntos, después de todo tenían casi 5 años juntos, pero si era la primera navidad que pasaban así.
-¿Quieren ver el árbol de navidad?, está lleno de regalos y estoy seguro de que les va a encantar.- comentó Mew con emoción de presumir su obra maestra, como él la llamaba.
-Claro, hijo.- comentó su madre y todos se pusieron de pie para caminar a la sala.
-¿Porque no me sorprende?.- dijeron las hermanas de ambos al mismo tiempo y todos rieron.
-Pues yo creo que es hermoso.- comentó Gulf viendo el hermoso árbol.
-Claro que también tenía que ser de girasoles, no sería de ustedes si no.- dijo la madre de Gulf riendo enternecida.
-Es muy bello.- comentó la madre de Mew también.
Ambos chicos sonrieron con felicidad y después se dispusieron a preparar la mesa para poder cenar.
La cena se pasó entre amenas pláticas, ambas familias se llevaban de lo mejor y les gustaba pasar tiempo juntos, compartiendo anécdotas y planear futuros viajes todos juntos.
-Viene la cuenta regresiva.- anunció la madre de Gulf.
Todos comenzaron a contar los segundos faltantes.
-5...4...3...2...1... ¡Feliz Navidad!.- gritaron todos juntos.
-Feliz navidad amor.- susurro Mew en el oído de su novio antes de darle un beso.
-Feliz navidad.- dijo Gulf de igual forma.
Se abrazaron todos y se felicitaron.
-Amor te tengo un regalo.- dijo Gulf al mayor.
-¿A si?.- pregunto curioso.
-En realidad es un regalo para todos, pero en especial para ti.- comentó el menor y todos pusieron su atención en él.
-¿Que es querido?.- preguntó la madre de este con ansias.
-Déjenme voy por el.- Gulf fue a su habitación y buscó bajo la cama la pequeña caja que había preparado unas semanas antes.
Todos en la sala estaban debatiendo cuál podría ser el regalo.
-Listo, aquí esta.- dijo mostrando la caja de regalo.
-¿Quien lo abrirá?.- pregunto la madre de Mew.
-Mew tiene que abrirlo.- dijo el menor entregándole la cajita.
-No había visto este regalo, ¿Dónde lo escondiste?.- pregunto comenzando a desenvolver el regalo.
-Es un secreto.- respondió el menor.
Mew abrió la caja y dentro de esta había unos zapatitos blancos con una nota escrita por Gulf, la cual decía "espero conocerte pronto papi", junto con una ecografía donde venía marcada una pequeña manchita en ella. Las lágrimas caían por las mejillas del mayor y nadie entendía porque.
-¿Es enserio, amor?.- pregunto Mew viendo a su novio y este asintió. -¡Voy a ser papá!.- gritó con emoción y todos quedaron en shock.
-¿Estas embarazado hijo?.- preguntó su madre.
-Si, tengo un mes.- respondió el menor.
-Felicidades.- gritaron las hermanas de ambos.
Gulf se vio envuelto en los brazos de su novio y este giro con él en brazos.
-Te amo tanto, me has hecho tan feliz.- Mew le lleno el rostro de besos antes de besar sus labios con todo el amor de su corazón.
-Yo también te amo.- correspondió el menor.
Todos los felicitaron y el mayor no dejaba de ver la ecografía.
-¿Te gustó mi regalo?.- preguntó el menor cuando ya estaban solos y recostados en su cómoda cama.
-Es el segundo mejor regalo.- respondió el mayor abrazándolo contra su cuerpo.
-¿El segundo?.- cuestiono con confusión Gulf.
-El primero eres tu.- dijo Mew antes de darle un tierno beso en la frente. -Ya quiero conocer a nuestro bebé, estoy tan feliz.-
-Yo también estoy feliz, finalmente tendremos un hijo.- comentó Gulf acariciando su pancita.
-Te verás hermoso con nuestro bebé ahí.- dijo el mayor acariciando ese bultito que tanto adoraba y que ahora tenia más motivos para adorar.
-Te amo.- dijo Gulf viendo a los ojos brillosos de su novio.
-Yo también te amo.- se dieron un corto beso y con unas amplias sonrisas se durmieron en los brazos del otro, en un tierno abrazo.
Sin duda había sido la mejor navidad para ambos. Habían estado con sus familias y ahora todos sabían de su embarazo. Mew sentía que nada podía ser mejor, tenía a su pequeño ángel y un angelito en camino.
🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄
Primero que nada, ¡Feliz navidad!.
Enserio espero que les haya gustado este capitulo, a mi me encanto escribirlo. Yo se que muchas esperaban alguna donde tuvieran un bebé así que aquí lo tienen. Me base en una historia en inglés que leí en twitter, pero le di mi toque especial.
Además que espero haberles quitado un poco el frio 😏😏(if u know what i mean).
Coméntenme qué les pareció y ojalá lo voten mucho al igual que las historias pasadas.
Muchas gracias por tanto amor y espero que pasen una bonita navidad.
Pregunta: ¿Qué les regalaron?. Aquí pueden comentar sus bonitos regalos, si quieren.
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