Gulf Kanawut, un chico de 23 años, cabello negro y ondulado, ojos café oscuro y unos labios gruesos color rosa, recién graduado de la carrera de veterinaria, trabaja en un refugio para animales de nombre "mis huellas a casa". El joven siempre ha sido amante de los animales y la naturaleza, por lo cual no le fue muy complicado elegir una carrera y sus padres lo apoyaron totalmente en esa decisión.

El refugio era bastante famoso en Tailandia, ya que ahí ayudaban a los animales de todo tipo; tenían expediciones para buscar animales lastimados y los llevaban al refugio para curarlos y una vez sanos los devolvían a su habita natural. Aunque la parte más usada del refugio es donde se encuentran los perros y gatos que son encontrados en las calles, ellos los alimentan y atienden para finalmente darlos en adopción.

El joven adoraba su trabajo más que nada en el mundo, si bien sus padres decían que ya era tiempo de que buscará pareja, el era feliz con sólo ir a trabajar y rodearse de la buena vibra de los hermosos animales del refugio.

-Gulf, esta semana te tocara hacer guardia en el área de los gatos. - le aviso su jefe cuando pasó cerca de él. Siempre se turnaban para hacer guardia por las noches y debido a lo grande del lugar a cada uno le asignaban un área diferente.

-Entendido. - respondió el joven de cabello negro que estaba detrás del mostrador frente a la entrada. De repente alguien entró haciendo sonar la campañilla que había sobre la puerta llamando su atención. - Buenas tardes. - saludo amablemente.

-Buenas tardes, me gustaría dejar a este gato aquí. - dijo la joven una vez estuvo frente al mostrador y levantando una gran caja hasta colocarla encima del mueble. Gulf se acerco a la caja y la abrió, encontrándose ahí un gran gato color gris oscuro. -Lo encontré en mi regreso a casa, en el parque y se veía muy débil, pero no me lo puedo quedar porque tengo 3 perros enormes y me da miedo que pueda sucederle algo. - explico la chica.

-No tiene porque preocuparse, nosotros nos haremos cargo de este hermoso gato, muchas gracias por traerlo y no dejarlo en el parque. - dijo Gulf sacando al gato de la caja, el cual era bastante grande y pesado.

-No es nada, no podía dejarlo ahí, es lo menos que podía hacer. - respondio la joven. -Se que lo dejó en buenas manos, ahora tengo que irme. -

-Le agradezco su amabilidad, que tenga un lindo día.- dijo amablemente el menor y la chica se fue.

A Gulf le parecía un poco raro aquel gato, si bien parecía un gato azul ruso, sus ojos eran diferentes, más parecidos a los de el, y era más grande que todos los gatos que hayan pisado el refugio, pero se miraba débil y sus ojos se cerraban lentamente. Decidieron hacerle algunos estudios para comprobar si tenía alguna enfermedad, pero al no tenerla optaron por darle vitaminas, no sabían cuánto tiempo había pasado en la calle, así que tal vez eso era lo que necesitaba. Dejaron al gato, el cual no tenía nombre aún, en una habitación con aire acondicionado y una cama para que descansará hasta que tuviera fuerzas para salir a jugar con los demás gatos.

La noche de guardia fue muy tranquila para Gulf, limpio el área, les dio de comer a los gatos y cada cierto tiempo iba a ver al gran gato para ver si ya había despertado, pero aun tenía los ojos cerrados, aunque podía ver como respiraba tranquilamente y eso calmo al joven. Así fueron los siguientes 3 días, el gato no despertaba y todos se estaban preocupando, no era normal que le estuviera tomando tanto recuperarse si estaba recibiendo vitaminas. El peli negro no quería pensar en que tal vez no pudieran salvarlo, los gatos son su animal favorito y se había enamorado de ese gran gato gris que era tan diferente a los demás, Gulf no se perdonaría si algo le pasaba,ya hasta nombre le había puesto, el lo llamaba "Tormenta", pues según el tenia el color de las nubes cuando va a llover muy fuerte, así que así lo nombraron.

Su último día de guardia hizo lo mismo que los días anteriores, limpio los deshechos de los gatos, los alimento, jugo con ellos unos minutos y después se dispuso a hacer su visita a "Tormenta", abrió la puerta de la habitación y no lo encontró en su cama como siempre. Gulf comenzó a preocuparse, lo busco por toda la habitación, debajo del sofá, debajo del refrigerador que había ahí, pero no encontró señal alguna del gato, era imposible que saliera de ahí, la puerta siempre estaba cerrada, un gato no podría abrirla.

El joven salió corriendo a buscar por los pasillos, entre las jaulas de los demás gatos y detrás del mostrador, finalmente salió al jardín, aun cuando creía imposible que pudiera salir hasta ahí. Pero lo que encontró no era nada lo que esperaba, había una sombra en una esquina, parecía de una persona, pero en su cabeza había unas orejas muy parecidas a las de un gato, conforme se acerco pudo ver que también tenía una cola que se movía suavemente sobre el pasto.

Cuando estuvo a unos cuantos pasos del extraño ente que estaba ahí, este volteo sacándole un susto al chico. Era un joven casi de su edad, con la piel blanca, el cabello gris del mismo tono que sus orejas y su cola, con unos ojos cafés brillantes y que transmitían miedo y tristeza. Si bien Gulf sabía de la existencia de los híbridos, nunca había visto uno, según sabía esta clase de personas se mantenía oculta junto con los de su especie, alejados de los humanos normales, y así habían vivido en armonía por muchos años. Pero ver uno de cerca era fascinante y después de pensarlo un poco se acerco lentamente hasta el chico, el cual primero trató de alejarlo, pero finalmente lo dejó.

-Está haciendo frío, deberías entrar. - le habló Gulf suavemente y el chico lo vio asustado. -Prometo que no te haré daño, confía en mi. - dijo extendiéndole la mano y temeroso el otro se la dio. Cuando se puso de pie, Gulf noto que usaba uno de sus pantalones que había dejado en la habitación donde había dejado a "Tormenta", del cual ya se había olvidado, ahora quería saber como había llegado aquel híbrido al refugio y como nadie se dio cuenta.

El chico estaba algo débil así que tuvo que pasar uno de sus brazos por sus hombros para que se pudiera sostener. Camino hasta adentrarse nuevamente a la habitación y sentó al chico en el sofa.

-¿Necesitas algo?. - preguntó y el chico sólo negó. - ¿Quieres contarme que haces aquí?. - Gulf se sentó a su lado y el chico se quedó en silencio como dudando de si hablar o no.

-Me llamó Mew. - habló finalmente con un tono muy bajo. -Soy "Tormenta", creo que asi escuché que me llamaban esta mañana que estaba más consciente.- esa confesión dejó al joven peli negro en shock, ahora entendía porque el gato era tan diferente a los otros, era un híbrido y puede que debido a eso tardará más en recuperarse, le estaba dando vitaminas para gato.

-Lo siento tanto, de haberlo sabido te habría cuidado mejor. - dijo el menor apenado.

-No tienes que disculparte, lo que has hecho es más de lo que nadie ha hecho por mi. - dijo con un tono triste en su voz.

-¿Quieres decirme porque estabas tan débil?.- preguntó el moreno.

-Llevó casi dos años vagando por toda la ciudad, no he tenido suerte, nadie se acercaba a mi, no había comido bien, fui pateado fuera de algunos restaurantes por urgar en la basura.- contó el peli gris.

-¿Como terminaste aquí?. - preguntó con curiosidad.

-Mi padre me corrió de casa porque no quise casarme con la mujer que el quería y además deseaba estudiar medicina, pero a él no le pareció y me dejó en la calle, después de un tiempo llegué aquí y como me estaba debilitando por no comer tuve que adoptar mi forma de gato, así seria más fácil sobrevivir, pero me equivoque, allá afuera hay personas malas, más de lo que esperaba y cuando no pude más me tire en aquel parque esperando mi probable muerte. - el chico de las orejas de gato soltó algunas lágrimas mientras contaba todas las cosas terribles que tuvo que vivir. -Recuerdo levemente a la chica que me recogió y me subió a su auto, también cuando me sostuviste entre tus brazos al sacarme de la caja y toda la tranquilidad que me transmitias me hizo caer dormido, descanse como nunca, y después esta mañana comencé a escuchar todos los ruidos a mi alrededor, pero no podía moverme, escuché tu voz hablándome con ese horrible nombre. - Gulf se rio avergonzado al descubrir que para nada le había gustado el nombre que escogió para el.

-¿Porque saliste de la habitación? Estaba preocupado. - lo regaño el moreno.

-No quería que me vieran, no es normal que un híbrido este en esta parte de la ciudad, tenía miedo de que me hicieran algo malo. - respondió el peli gris.

-Nunca había visto a un híbrido tan cerca, pero puedes estar seguro de que no te haré ningún daño, y lamento haberte llamado con aquel nombre, pero debía tener alguna forma de llamarte.- dijo el menor tratando de sentarse más cerca del chico.

-Tengo miedo, desde hace tanto tiempo solo me han pasado cosas malas, me cuesta confiar en que aun hay personas buenas y más aun sabiendo que no pertenezco aquí. - Mew se quedó quieto dejando al otro tomarlo por los hombros para abrazarlo lentamente, sentía escalofríos al sentir el tacto cálido del moreno sobre su espalda descubierta debido a que no usaba camisa.

-Todo estará bien Mew, yo no te haré daño. - dijo el menor acariciando suavemente su espalda y el otro se dejó mimar. Sentir la calidez de un abrazo después de tanto era la mejor sensación del mundo. -Pero no puedo dejarte aquí, no es seguro que alguien te vea. - hablo suavemente y Mew se separo de él asustado.

-¿Me vas a tirar a la calle?. - pregunto casi a punto de llorar y el moreno lo volvió a abrazar más fuerte.

-Claro que no, pensaba llevarte a mi departamento, ahí puedes estar cómodo y nadie te va a molestar. - explicó, no sabía si era la mejor idea, pero dejarlo en el refugio no era opción, alguien podía verlo y no sabía que pasaría si lo encontraban. - ¿Te gusta la idea?. - preguntó acariciando los cabellos grises del chico.

-¿Porque estas haciendo esto? ¿Porque me ayudas?. - pregunto alejándose del abrazo para verlo a los ojos.

-Porque me gusta ayudar y viéndote en ese estado no puedo dejarte a tu suerte, puede que no sepa nada sobre los híbridos pero si me dices que hacer o que necesitas yo lo conseguiré para ti. - hablo el menor sinceramente.

-No soy una mascota, ¿lo sabes....?. - dejo la pregunta a medias esperando que el chico le diera su nombre, pues aún no lo sabía.

-Oh lo siento, olvidé presentarme, soy Gulf Kanawut. - dijo con una sonrisa amable el moreno. - Y si, se que no eres una mascota, creeme que puedo ver que no eres una mascota. -mencionó divertido mientras veía el cuerpo, extrañamente, bien trabajado del peli gris y este le sonrio. -Eres muy bonito. - dijo el menor sin pensar y cuando se dio cuenta que lo dijo en voz alta se sonrojo hasta las orejas.

-Gracias Gulf... - respondió Mew algo timido por el cumplido. - Por cierto, lamento haber tomado la ropa, pero no quería salir sin nada que me cubriera. -

-No te preocupes, son mis pantalones así que no hay problema, te traeré una camiseta también. - dijo el moreno poniéndose de pie para buscar en su mochila una camiseta para darle al chico. - Ten, debes tener frío. - le paso una camiseta de manga larga color azul y el peli gris se la puso rápidamente, haciendo un ruidito de satisfacción al sentir la calidez de estar al fin cubierto.

-Vaya ya es hora de ir a casa, ven. - dijo Gulf caminando hacia la puerta, el reloj marcaba las 6 a.m. dando así por finalizado su turno. Mew se levantó siguiendo al chico hasta la salida. Subieron al auto del moreno y en completo silencio llegaron hasta su departamento. -Siéntete como en casa. -

-No me quiero aprovechar de tu amabilidad, solo me quedaré unos días y después me iré, no te preocupes. - comentó Mew mientras se sentaba en el sofá.

-Mew no te sientas mal por eso, igual no tienes a donde ir y perfectamente puedes quedarte aquí, me hacia falta compañía, el departamento se siente muy solo desde que mi mejor amigo se mudo a Chicago. - hablo el menor mientras caminaba a la cocina por algo para comer. - ¿Tienes hambre?. - preguntó.

-La verdad muero de hambre. - dijo avergonzado.

-¿Que te gustaría comer?. -

-Lo que sea esta bien para mi. - dijo para después seguir al moreno.

-Bien, entonces haré fideos con pollo. - anunció Gulf y el otro asintió en acuerdo. - ¿Podrías ayudarme a cortar las verduras?. -

-Claro, solo dime cuales y con que. - dijo divertido y el menor se rio mientras sacaba las cosas necesarias y se las dejo sobre la mesa.

Así paso casi un mes, Gulf salia a trabajar de las 8 a.m. y regresaba a las 5 p.m., desayunaba y cenaba con Mew, por otra parte el chico de cabello gris se quedaba en la sala viendo televisión o limpiaba un poco la casa para sentirse de utilidad en aquel lugar. Aún no decidía que haría, no tenía otro lugar a donde irse, pero tampoco podía seguir aprovechándose de la amabilidad del pequeño chico y en el fondo le gustaba la sensación de estar con él, era atento y siempre le preguntaba si estaba bien o si necesitaba algo para estar más cómodo en el sofá, que era su cama por ahora, hacía tanto que no sentía la calidez de un hogar, era fácil tomarle cariño a Gulf y el se estaba enamorando de esa bella sonrisa que le daba cuando llegaba a casa y de la emoción con la que hablaba de los animales del refugio.

-Hoy llegó una mamá gato con 3 gatitos bebés, eran demasiado hermosos, la madre era color negro con manchas blancas y uno de los bebés era negro, otro blanco y el último con manchas como la madre, me encantaron, creo que adoptare uno. - dijo el menor emocionado mientras cenaban.

-Ya tienes aquí un gato. - dijo el peli gris en un susurro bajo esperando que el moreno no escuchara.

-¿Así que ya tengo un gato eh?. - pregunto divertido y el otro se sonrojo al haber sido escuchado. -De hecho no te he visto como gato desde el día que llegaste al refugio. - comentó.

-Me transformó de vez en cuando, para no perder la costumbre. - dijo el mayor sin darle mucha importancia. Si no lo hacía por mucho tiempo después se sentía extraño o le costaba más cambiar a su forma gatuna.

-¿Porque no te he visto hacerlo en todo este mes que haz estado aquí?. - preguntó el menor con algo de tristeza. Se moría por verlo transformarse en ese adorable gato gris que le fascinó en el momento que lo vio y lo tomó en sus brazos.

-Lo hago cuando no estas, no me gustaría incomodarte al verme transformarme.- el mayor creía que era algo extraño la manera en la que se transforma así que no quería asustar al menor, pues después de todo el nunca había visto un híbrido como el.

-¿Sería grosero pedirte que lo hicieras?.- pidió Gulf con un tierno puchero en los labios.

-Nadie me había pedido eso en mi vida. - dijo el mayor riendo.

-Esta bien si no quieres hacerlo. - dijo el moreno mientras continuaba comiendo.

-No es eso, me parece algo extraño hacerlo frente a las personas, no te quiero asustar pequeño. - comentó Mew y un segundo después ambos se sonrojaron por el lindo apodo. -Pero supongo que puedo hacer eso por ti. -

-Si!!. - grito el menor emocionado. -Esto es lo más emocionante que me ha pasado en mis 23 años. - dijo el menor.

-No vayas a gritar o algo así, por favor.- pidió en tono de súplica el peli gris.

-Lo prometo.- dijo Gulf con la mano en el corazón en señal de promesa y el otro asintió. Para el moreno fue como estar en la película de crepúsculo, cuando Jacob se transforma en lobo, solo que esta vez termino en un lindo y pequeño gatito. -Que tierno, no recordaba lo hermoso que eres de gatito. - grito el menor emocionado y me sentó en el suelo para tomar al gatito y colocarlo sobre sus piernas, lo acaricio delicadamente haciendo a Mew ronronear. -Definitivamente no necesito otro gato, contigo tengo un gato y un amigo, que más puedo pedir.- abrazo al mínimo entre sus brazos, era la única forma de abrazarlo, ya que en su forma humana le daba pena hacerlo, no quería incomodarlo. -Ya puedes volver a tu forma humana si quieres. - dijo soltandolo y colocándolo bien en el suelo, había estado poco más de 5 minutos solo acariciandolo. Mew volvió a su forma humana de la misma forma que en la película.

-Entonces, ¿ya no traeras un gato nuevo?. - preguntó el peli gris.

-Solo estaba jugando, no traería un gato si tu no quieres, no quiero tener peleas de gatos en mi departamento. - dijo el menor riendo y el otro le dio una mirada de enojo. -Lo siento, no lo pude evitar. -

-No puedo decirte que no lo hagas, es tu casa Gulf. - dijo el mayor algo triste. Si bien era cierto, no podía simplemente decirle que no lo hiciera, aunque se sentiría mal al ver al menor con un gato entre sus brazos, sentiría algo de celos.

-Mew, nunca haría eso, ahora estás aquí conmigo y así soy feliz, no necesito nada ni a nadie más.- dijo el moreno tomándole la mano por sobre la mesa y solo con ese tacto ambos sintieron una corriente por todo su cuerpo.

-Eres mi salvador, nadie se había preocupado tanto por mi, justo cuando perdí la esperanza, tu llegaste a mi vida y la iluminaste, nunca tendre como agradecerte todo lo que haces por mi. - hablo el peli gris sinceramente.

-No tienes que agradecer, tu también me ayudaste, odio la soledad y desde que estas aquí me siento feliz al saber que hay alguien en casa esperándome para cenar, haz hecho más por mi de lo que crees. -

-Aún así creo que ya va siendo tiempo que me vaya, haz estado pagando todas mis cosas y yo no tengo forma de ayudarte, no puedo ni salir a la calle, soy una carga para ti. - dijo el peli gris y el menor lo vio con tristeza.

-Mew no eres una carga para mi, entiende que adoro que estés aquí conmigo, me encanta verte por la casa moviendo tiernamente tu larga cola, ver tu sonrisa me hace feliz, comer contigo y poder contarte sobre mi trabajo. - el menor soltó su mano y agacho la mirada. -Aunque si tu quieres irte, no te detendré. -

-No es que quiera irme, solo no... -

-No digas más, si no quieres irte no lo hagas, enserio no quiero que te vayas, no quiero que algo te suceda allá afuera, quedate conmigo por favor. - suplico el menor. Le rompía el corazón pensar en volver a su soledad, le había tomado tanto cariño  a Mew que no podía pensar en sus días sin él chico de cabello gris en ella.

-Te quiero Gulf, cambiaste mi vida por completo, buscaré alguna forma de devolverte todo lo que haces por mi.- el mayor estaba a punto de llorar de felicidad, no podía creer que el menor enserio quisiera que el se quedara ahí en su departamento, que disfrutará su compañía tanto como el.

-Yo también te quiero, me haces muy feliz. - dijo el menor poniéndose de pie para poder abrazarlo. Se fundieron en un cálido abrazo, demostrándose todo el cariño que se tenían después de un mes de vivir juntos. El mayor movió su cabeza contra el pecho del menor, tal y como un gatito. - Eres tan tierno. -

-Es un reflejo. - dijo Mew haciendo un puchero mientras se separaba un poco del el para verlo. El menor lo tomó por las mejillas y sin pensarlo le dio un pequeño beso, sus labios apenas si se tocaron, pues rápidamente se separo y se alejo de él para volver a su asiento.

-Lo siento, no se porque hice eso. - se disculpo el menor. Mew estaba bastante sorprendido, no creía posible que le gustara al joven veterinario. El había caído por aquel chico casi a la semana de vivir con el, era imposible no enamorarse de ese lindo chico, con ojos brillantes, sonrisa preciosa y cabello rebelde.

-No te disculpes, solo me sorprende que hayas hecho eso. - Gulf evitaba su miraba y tenía un suave sonrojo en sus mejillas. -Nunca creí que te gustaría. -

-¿Porque?. - preguntó el moreno levantando la vista.

-Soy un híbrido. - dijo con obviedad.

-¿Y eso que?. - cuestionó con confusión.

-Gulf tu eres un humano normal, yo soy mitad gato, nunca podríamos salir a la calle a tener una cita, sería muy arriesgado que nos vieran.- explicó el peli gris algo triste.

-No me importa si eres mitad gato, mitad panda o mitad perro, me gustas tu por como eres, tu personalidad, tu bonita sonrisa, que seas un híbrido de mi animal favorito solo es un extra.-dijo poniéndose otra vez de pie para acercarse y sentarse junto a él.

-¿Estas seguro de que esto es lo que quieres?. - preguntó dudoso.

-Estoy seguro de que te quiero a ti en mi vida y eso es más que suficiente, claro si tu también quieres. -

-Claro que si, eres lo mejor que me ha pasado en toda la vida y nunca creí encontrar a alguien que me quisiera tanto tan lejos de mi hogar. - confesó finalmente el mayor, sacando sus sentimientos por aquel joven a la luz.

-¿Puedo darte un beso?. - pregunto tímidamente el menor.

-Ya lo hiciste hace un momento y ni siquiera preguntaste. - respondió divertido el peli gris.

-¿Eso es un si?. - preguntó divertido e ignorando el comentario que había hecho y el otro asíntio en acuerdo. Lo tomó por las mejillas hasta pegar sus labios, los movió lentamente y con cariño, Mew lo tomó de la cintura acercandolo más. Sus labios se movían en una dulce sincronia, dejando salir todo el cariño que se tenían en ese beso.

-Te quiero tanto Gulf. - dijo Mew una vez terminaron el beso.

-Yo también te quiero mi gatito. - dijo divertido y el otro le dio un suave golpe en forma de regaño.

No sabían que sería de ellos en el futuro ni como podrían llevar su relación, pero ambos estaban seguros de que se necesitaban mutuamente, ambos se ayudaban y se hacían felices, eso era lo único que importaba. Después idearian una forma de poder salir sin que Mew fuera descubierto, por ahora solo iban a disfrutar la calidez de estar entre los brazos del otro y el cariño que sus besos les transmitían.
 
  
  
 
  
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La verdad no se que escribí aquí..... Creo que quedó extraño...... Lamento si algo no tiene sentido😅😅

Anyways mi mente trabaja de formas extrañas.

Aún así espero que les haya gustado y lo apoyen mucho igual que los demás capítulos.

Estaba pensando en hacer algo cuando llegáramos a los 1000 votos en la historia, pero aun no se que podría hacer, tengo varias opciones:
1.- Hacer una segunda parte de la historia que más me pidan.
2.- Que comenten un tema que les gustaría leer en una historia y el que más voten será el que haga.
3.-iba a decir que me hicieran preguntas a mi, sobre lo que sea, pero creo que es la opción más aburrida de todas.....

Igual díganme si tiene alguna otra idea de que hacer para celebrar los 1000 votos, aunque aún falta me gustaría ir viendo que hacer.

Gracias a todas las que votan y comentan, enserio me hace muy feliz saber que les gustan mis historias.
Wuv u💙💙💙

Fotito de Mew con el cabello gris porque enserio lo amo.