El Chico De La Cabaña 2

El clima era bastante agradable, no se veían nubes por ningún lado, completamente soleado pero con algo de aire fresco. Con las ventanas abajo y la música alta, tal y como la primera vez que terminó en aquella cabaña, solo que ahora el amor de su vida iba en el asiento de al lado, cantando con el. Las primeras 2 horas del viaje se dedicaron a cantar y disfrutar del buen clima que había, a pesar de ser las 5 de la tarde.

-¿Quieres que me detenga para estirarnos un poco?. - preguntó Mew bajando un poco el volumen de la música.

-Si, ya no siento el trasero. - respondio Gulf divertido, pero el mayor al escucharlo volteo a verlo coqueto. -Eres un pervertido Suppasit. - casi le grito apenado.

-No dije nada gatito. - el futuro doctor se sentía tan feliz al tener al chico en su auto, saber que ahora es su novio y había podido besarlo tal y como moría por hacerlo esos dos meses que no se habían visto, era algo increíble para el. Mew detuvo el auto a un lado de la carretera y ambos se bajaron para estirarse.

-El clima es agradable hoy. - dijo Gulf recargandose contra el auto y cerrando los ojos, disfrutando más el aire fresco. No obtuvo respuesta del otro, en cambio sintió como lo tomaba de la cintura y se presionaba contra el, para después unir sus labios en un dulce beso, solo sus labios en perfecta sincronía.

-No tienes idea de las ganas que tenía de besarte, moría por tenerte entre mis brazos estos dos meses que no nos vimos. - habló Mew una vez dio por terminado el beso.

-Pasamos 14 años sin vernos y ahora no puedes estar dos meses sin mi. - dijo el menor divertido mientras pasaba sus brazos alrededor del cuello del mayor.

-No, no puedo ni quiero estar separado de ti ni un segundo. - Mew coloco su cabeza en el espacio entre el cuello y el hombro del menor y dejo algunos cortos besitos ahí.

-Detente, me da cosquillas. - dijo el menor entre risas, tratando de alejarlo. -Yo tampoco quiero estar separado de ti, nunca más.- ambos se veían con amor e infinita adoración. -Tengo hambre. - hablo después de un momento de silencio y el mayor al escucharlo lo vio de forma coqueta.

-Que directo gatito, pero creo que tendrás que esperar a que lleguemos a mi departamento. - dijo el mayor con algo de diversión, el menor le dio un golpe en el pecho en reproche.

-Hambre de comida Mew. - respondió haciendo un puchero que el otro no dudo en besar.

-Traje algunos sandwiches, ¿quieres uno?. - Gulf asintió en respuesta y Mew lo soltó para poder sacar de la parte trasera del auto una lonchera donde había puesto la comida. Ambos comieron en silencio y admirando la solitaria calle. -Deberíamos seguir, quiero llegar pronto al departamento.- al mayor le gustaba molestar a Gulf con sus comentarios en doble sentido ya que este se sonrojaba y está vez no fue la excepción.

-Deja de decir esas cosas.- dijo el menor en un tono de falsa molestia, pues a quien quería engañar desde que Mew lo beso hace unas horas afuera de su casa se había quedado deseando más. - ¿Quieres que yo conduzca el resto?. - pregunto cambiando de tema.

-No te preocupes gatito, yo puedo seguir, ya decansare cuando lleguemos. - el menor asintió y dieron inicio, de nuevo, a su viaje.

A Gulf no le gustaba la ciudad, le agobia ver tantas personas y el tráfico le parecía lo más horrible del mundo. Por esas razones fue que decidió hacer su casa en mitad del bosque, así nadie lo molestaría, pero ahora que venía acompañado de Mew se sentía feliz de estar en Bangkok, saber que se quedaría en su departamento toda la semana, lo hacía feliz.

-¿Quieres que lleguemos a cenar o pedimos comida en el departamento?. - preguntó Mew cuando ya estaban en el centro de la ciudad.

-Creo que será mejor pedir comida, así puedes descansar para mañana. - respondió el menor sin dudar, pues igual no se sentía cómodo en los restaurantes llenos de gente.

-Muy bien. - Mew siguió conduciendo unos 20 minutos más. 6:30 marcaba el reloj cuando estacionaron frente a un edificio de departamentos. -Vamos gatito, ya llegamos.- se bajaron del auto y Gulf tomó su maleta.

-¿Dejaras las flores en la cajuela?. - preguntó con algo de preocupación el moreno, pues no quería que las hermosas flores de marchitaran.

-Tengo todo preparado, traje una bolsa para los peluches y una para poder meter las flores. - respondió el mayor sacando un par de bolsas. Juntos acomodaron los peluches y el letrero en una bolsa, mientras en la otra pusieron delicadamente las flores.

Subieron hasta el 4 piso, que es donde se encontraba la habitación de Mew. El departamento era bastante grande, con una cocina amplia y una mesa con 4 sillas; una sala con un sofá largo un televisor al frente y al lado de este un mueble con libros, películas y video juegos; después había un pasillo con varias puertas.

-Bueno gatito, tienes dos opciones.- dijo Mew llamando su atención una vez estuvieron dentro del lugar.

-Dime. - Dijo Gulf viendo curioso todo a su alrededor, eso le pareció lindo al mayor y no dudo en acercarse a él a abrazarlo por la espalda.

-Puedes dormir en el cuarto de invitados. - dio la primera opción y luego le dio un beso en el cuello. -O puedes dormir conmigo en mi cuarto.- dijo la otra opción y volvió a dar otro beso en su cuello, haciendo al menor temblar.

-Yo... - el menor se quedó sin palabras al sentir como Mew seguía dando cortos besos en su cuello. -Mew, detente, no me dejas pensar. - comentó riendo y se dio vuelta entre sus brazos para poder verlo de frente, pasó sus brazos alrededor de su cuello.

-¿Entonces?.- volvió a preguntar el mayor.

-No se, creo que en el de invitados.- respondió y Mew hizo una cara de disgusto al obtener la respuesta contraria a la que esperaba, Gulf no lo soporto y se rió. -Dormiré donde estés tu pandita, no puedo creer que preguntaras.- dijo divertido.

-¿Con que estabas jugando conmigo?.- dijo en un tono enojado muy falso.

-Si, quería ver tu reacción y fue mejor de lo que espere. - dijo el menor riéndose.

-Con que te gusta burlarte de mi ¿eh?.- no espero la respuesta del menor cuando ya estaba empujandolo contra la pared, asustando un poco al menor. -Yo también puedo jugar contigo gatito.- dijo en un tono coqueto, muy cerca de su oído y eso hizo el menor estremecerse.

-¿Que vas a hacer?.- preguntó nervioso Gulf. Mew no respondió, le dedico una sonrisa traviesa para después tomarlo en un beso necesitado.

Gulf se sentía derretir cada que el mayor lo besaba, esos labios suaves y hábiles volverían loco a cualquiera. Mew acariciaba suavemente la cadera del contrario, luego subía a su cintura y así repetidas veces, el menor tocaba el bien trabajado pecho del mayor y de vez en cuando los músculos marcados de su abdomen. La situación se estaba poniendo muy caliente a mitad de esa sala, ambos sabían a donde estaba llevando todo aquello y aunque parecía muy pronto, ninguno quería detenerse. El castaño bajó aún más sus manos para tomar el trasero del peli negro y darle un suave apretón que hizo a Gulf gemir entre sus bocas. Bajo los besos de sus labios hasta el cuello, lamiendo, mordiendo y succionando, dejando así algunas marcas.

-Salta un poco. - dijo Mew contra la piel de su cuello y el obedeció rápidamente, rodeandole la cadera con sus piernas y sosteniéndose más fuerte de los hombros ajenos para no caerse, aunque el castaño lo tenía bien sujetado contra la pared.

-Mew, deberías detenerte. - el nombrado se alejo de su cuello confundido. -Mañana tenemos que levantarnos temprano y tienes que estar descansado, además aún no cenamos. - comentó el menor acomodandole el cabello que el mismo se había encargado de despeinar.

-Ya lo se. - respondió Mew haciendo una cara triste, recargando su cabeza en el hombro del menor. Se quedaron así un momento, el mayor no lo había soltado aún, lo sostenía fuertemente de los muslos y seguía presionandolo contra la pared. -¿Que quieres comer?. - preguntó dejando a Gulf ponerse de pie otra vez, pero sin deshacer el abrazo.

-Lo que quieras tu, señor "soy muy exigente con la comida". - respondió el menor recordando el día que estuvo en su cabaña y tuvo que hacerle un huevo frito porque no le gustaba comer carne de cerdo.

-Pediré una pizza. - declaró el mayor sin darle mucha importancia al comentario del otro. Llamó a la tienda y en menos de 20 minutos ya estaban comiendo.

-¿Estas emocionado por mañana?. - preguntó el menor mientras comía.

-Si, me siento feliz de haber logrado terminar mi doctorado y hacer a mis padres sentir orgullosos. - respondió Mew emocionado.

-Me siento tan feliz por ti cariño.- ambos se quedaron callados al escuchar ese apodo, en esos dos meses que llevaban hablando solo se decían los apodos de cuando eran niños.

-Me gusta escucharte decir esa palabra. - confesó el mayor.

-¿Tus padres se quedarán aquí mañana?. - preguntó Gulf cambiando el tema, pues no quería sonrojarse.

-No, les pagaré un hotel, no quiero que nos molesten. -

-¿Porque nos molestarían?. - preguntó confundido el menor.

-Porque quiero pasar tiempo a solas contigo, quiero recuperar los 14 años y dos meses que no estuvimos juntos.- respondió Mew y Gulf no podía estar más feliz.

-¿Le dirás a tus padres que estamos juntos?. - el menor temía que los padres de Mew no lo aceptarán por ser un hombre y ser 6 años menor que el.

-Ya lo saben. - Gulf casi se ahoga al escuchar eso y Mew corrió a darle unas palmaditas en la espalda. - ¿Estas bien?. - preguntó preocupado y el menor asíntio mientras tomaba un poco de agua.

-¿Como que ya lo saben?, si me lo pediste cuando llegaste a la cabaña, ¿en que momento les contaste?. - el peli negro estaba muy confundido.

-Mamá me ayudó a hacer el letrero y a acomodar las cosas, venía de casa de mis padres cuando llegué por ti. -

-¿Que dijeron ellos sobre eso?. - Gulf no esperaba para nada que lo aceptarán tan fácilmente y más aún si ni lo conocían.

-Cuando llegue a casa aquel día que nos vimos, les conté toda la historia y creo que mamá me conoce muy bien porque de inmediato supo que sentía algo por ti solo por como hablaba de ti y lo mucho que te había extrañado.- Estar en shock era poco para describir como estaba el menor en esos momentos. - Así que no se sorprendieron cuando les dije hace una semana que irías a mi graduación y que pensaba pedirte ser mi novio cuando te recogiera en la cabaña, mamá se ofreció a ayudarme en hacer algo lindo para ti.- terminó de contar la historia el mayor.

-Eso no lo esperaba, no pensé que estarían de acuerdo, considerando lo poco que nos conocemos. - dijo el menor aún sorprendido.

-Supongo que ella entendió la conexión que tengo contigo. -

-Me alegra saber eso, así no estaré incomodo cuando me quede con ellos mañana. - dijo el menor aliviado.

-No tienes de que preocuparte, estoy seguro que ellos te van a querer tanto como yo, eres demasiado lindo como para no quererte. - dijo el mayor repartiendo besos por toda la cara de Gulf, haciéndolo sonreír.

Los chicos terminaron de comer y limpiaron el poco desastre que habían hecho. El reloj marcaba las 9 cuando terminaron de limpiar la cocina.

-¿Donde esta el baño Mew?, me quiero dar una ducha.- pregunto el menor tomando ropa de su maleta.

-Sígueme, te mostraré donde esta. - respondió Mew caminando por el pasillo hasta una de las puertas. Al abrirla vio que además de la ducha convencional había una bañera, que más bien parecía como un pequeño jacuzzi.

-Esto es increíble. - dijo Gulf con emoción, nunca había estado en uno de esos y moría por probarlo.

-Casi no lo uso, pero contigo aquí creo que eso podría cambiar.- dijo en tono coqueto el mayor y el otro se sonrojo como siempre.

-Ya veremos eso después, ahora deja que me de una ducha. - el menor empujó suavemente a Mew hasta sacarlo del baño.

Se dio una ducha rápida, en 15 minutos ya estaba limpio y con su pijama puesta. Salió del baño y vio a Mew recostado en el sofa viendo la televisión.

-Ya puedes ir a ducharte. - habló llamando la atención del mayor.

-Muy bien, si estas cansado puedes ir a la habitación, es la puerta del fondo. - dijo señalando la puerta al final del pasillo.

Gulf fue hasta el cuarto y se recostó en la enorme cama de sábanas azul oscuro. La habitación tenía tonos azules y negros, con algunas pinturas colgadas en la pared. Un ropero con demasiada ropa y un escritorio donde estaba una laptop y varios libros. Sentía que quedaba a la perfección con la personalidad tan simple del mayor.

-Muero de cansancio.- dijo Mew nada más entrar en el cuarto.

-Supongo que si, después de conducir tanto, cualquiera estaría cansado. - el menor se acomodo mejor en la cama dejando un espacio para su Phi. -Ven, vamos a dormir, mañana es un día muy importante y hay que lucir frescos. - Mew se recostó y jalo al menor más cerca de él. Durmieron plácidamente abrazados, disfrutando el momento.

La alarma sonó a las 7:00 a.m.. Tenían que estar en la universidad a las 9, así que tenían tiempo suficiente para desayunar, ducharse y arreglarse. El primero en despertar fue el mayor y tomó su celular para apagar la alarma. Gulf seguía profundamente dormido así que el mayor procuro no moverse y admirar lo bonito que se veía su novio dormido. Sin pensarlo mucho se acerco a besar sus labios, para así despertarlo.

-Amor, despierta. - dijo Mew mientras seguía repartiendo besos por toda la cara del menor, el cual comenzó a abrir los ojos.

-5 minutos más. - habló con voz adormilada, lo cual lo hacía ver más tierno de lo que ya era. El castaño no podía decirle que no a su pequeño novio, así que se quedó así, con el menor entre sus brazos y acariciando su espalda suavemente, hasta que el chico abrió bien los ojos. - Buenos días cariño. - se acerco y le dio un corto beso en los labios.

-Me gusta esto, quiero despertar así todos los días. - dijo Mew acomodando el cabello del moreno para poder verlo bien.

-A mi también me gusta.- confesó el menor sonriendo.

Ambos se levantaron y desayunaron algo ligero pues después de la ceremonia irían a comer con los padres de Mew. Se ducharon y se vistieron, Mew usaba un traje negro con corbata y tendría que usar una bata de la universidad sobre eso, Gulf por su parte uso unos pantalones de mezclilla azul y una camisa blanca algo suelta.

-Te ves demasiado hermoso. - dijo Mew tomandolo por la cintura.

-Eres tu el que se ve espectacular en ese traje negro.- el menor lo jalo de la corbata hasta juntar sus labios en un dulce beso, que no duró mucho.

-Vamos gatito, mis padres nos esperan en la universidad. - ambos tomaron sus celulares y carteras y salieron tomados de la mano hasta el auto.

El camino fue corto, en 10 minutos ya estaban frente a un enorme edificio repleto de gente, lo cual puso un poco nervioso al menor. Mew estaciono su auto y al voltear a ver a Gulf noto que este estaba respirando algo agitado.

-¿Amor, estas bien?. - preguntó Mew con preocupación tomando la mano del menor, este volteo rápidamente al sentirlo.

-Eso creo, no me gusta estar entre tantas personas. - confesó el menor.

-No debí hacer que vinieras, lo siento. - dijo Mew algo triste, el no sabía que al menor no le gustaba estar en lugares muy aglomerados.

-No te sientas mal, estoy aquí por que quiero pasar este día importante contigo cariño. - el menor lo tomo de la mejilla y se acerco a besarlo. -Estaré bien, solo que ha pasado un largo tiempo desde que estoy en un lugar tan lleno. - después de un año viviendo en la cabaña, le parecía extraño estar entre tantas personas desconocidas para el.

-Vamos, te presentaré a mis padres. - eso si que puso nervioso al menor, aunque estos ya supieran de su relación no sabía como debía actuar delante de ellos. Al caminar dentro de la universidad pudo ver una pareja hacer señas en su dirección y Mew le afirmó que esos eran sus padres.

-Mew, cariño, que guapo te ves. - habló su madre tan pronto estuvieron frente a frente.

-Estoy tan orgullo de ti hijo. - dijo su padre dándole unas palmadas en el hombro.

-¿El es tu novio?. - preguntó su madre y Mew asintió feliz. -Es muy lindo. - casi grito con emoción al ver al hermoso chico al lado de su hijo.

-Mamá lo vas a asustar. - dijo Mew divertido.

-Mucho gusto, soy Gulf. - se presentó el menor extendiendo su mano y la madre de Mew no dudo en abrazarlo.

-Vas a asustar al chico, querida. - dijo su padre tratando de separarla del menor.

-Lo siento, es que estoy feliz por mi hijo, al fin encontró una linda pareja.-

-Bueno, cuiden mucho a Gulf, yo tengo que irme ya. - dijo Mew a sus padres y antes de irse le dio un beso en la frente al menor. -Nos vemos amor. -

-Vamos Gulf, hay que buscar un asiento. - dijo el padre de Mew.

La ceremonia duró casi 3 horas, pero el ni se dio cuenta porque estuvo platicando cómodamente con los padres de su novio. Cuando la ceremonia terminó los 3 salieron en busca de Mew. La primera en abrazar al, ahora doctor, fue su madre, la cual estaba casi al borde del llanto; después su padre y por último su pequeño nong.

-Te tengo un regalo. - dijo Gulf separándose un poco de él para buscar en su pantalón una pequeña bolsita. -Abrelo. - le extendió el regalo y este lo abrió curioso. Dentro de la bolsita había un anillo de plata que dentro tenía grabada la cara de un gatito y un panda.

-Me encanta, amor.- dijo Mew colocándose el anillo en la mano izquierda.

Los cuatro juntos decidieron ir a comer a un lugar de comida japonesa, pasaron una agradable tarde platicando de muchas cosas. Los padres de Mew parecían haber aceptado al menor, y como no hacerlo si se notaba lo feliz que este hacía a su hijo. El mayor ya les había dicho que les había pagado una habitación de hotel, para que descansarán y al siguiente día pudieran volver a casa, era obvio para ellos que su hijo quería pasar tiempo a solas con su novio.

Llegaron al departamento a las 4, Gulf se tiro en el sofá, pues estaba agotado de haber estado 3 horas escuchando discursos y ver a personas pasar por sus reconocimientos. Mew se sentó a su lado después de encender el aire acondicionado.

-Fue aburrido, ¿verdad?. - preguntó Mew.

-Algo, no sabía que podían ser tan largas las ceremonias de graduación. - respondió cansado.

-¿Que te parece si nos relajamos en el jacuzzi?. - Gulf volteo rápidamente a verlo y se dio cuenta de la mirada traviesa que este le dedicaba.

-Vamos.- dijo Gulf sorprendiendo gratamente a su novio. El menor se arriesgaría a lo que pudiera pasar al estar en aquel lugar con el mayor, dejaría fluir sus emociones.

Mew lo tomó de la mano y lo guio hasta la habitación para poder dejar su traje colgado. Bajo la atenta mirada del moreno, fue quitándose el saco, los zapatos, la corbata y lentamente fue desabotonando su camisa. Gulf no lo resistió, se acerco y lo tomó en un beso necesitado mientras terminaba de quitarle la camisa blanca. Contra todo pronóstico el menor se alejo y se despojo de su camisa rápidamente, para después volver a tomar a Mew del cuello y besarlo. Entre besos se quitaron los pantalones, quedando solo en ropa interior.

-No vamos a llegar al jacuzzi si sigues así amor. - dijo Mew tratando de separarse un poco para verlo a los ojos.

-Bien, vamos. - lo tomó de la mano y se adentraron en el cuarto de baño. Mew se sentó dentro del jacuzzi y encendió la presión del agua, el moreno sin pensarlo entró con el y se sentó sobre sus piernas.

-Sabes a donde va esto, ¿verdad?. - Mew quería estar muy seguro de que su novio quería lo mismo que el, no pensaba obligarlo si este decía que no, pero moría por sentir cada centímetro de su piel canela.

-Si no lo supiera no estaría aquí sentado sobre ti. - respondió el menor, comenzando a moverse sobre el.

Se tomaron en un beso apasionado, con sus lenguas jugando entre sí, mordiendose y tocando lo más que podían la piel ajena. Los movimientos continuos del menor sobre su entre pierna estaban poniéndolo caliente. Bajo sus besos hasta el cuello del menor y ahí dejó varias marcas rojas, el menor tomó las manos del contrario y las bajó hasta su trasero.

-No imagine que serias tan demandante en esta situación. - Mew tenía la voz algo ronca debido a la excitacion, pero aun así sonaba burlon.

-Podré ser una pasiva, pero soy muy dominante. - esa respuesta hizo a Mew sentir una corriente en todo su cuerpo. Gulf lo empujó para dejar todo el pecho trabajado del mayor a su merced, bajo dejando besos y mordidas, hasta que encontró uno de sus pezones y lo tomó en su boca haciendo gemir a su novio. Después de un rato ya había dejado ambos botones rojos y duros. -Me encanta verte así. - dijo en un tono tan sensual que hizo a Mew jadear, lo tomó fuerte del cuello y lo beso fuertemente.

No pasó mucho tiempo cuando ambos ya estaban desnudos y frotando sus entre piernas en busca de más placer. Mew comenzó a prepararlo entre besos, primero con un dedo, moviendo lo dentro y fuera, así hasta que jugaba con 3 de sus falanges en el cálido interior del menor. Todo en aquel lugar se volvieron gemidos, jadeos y gritos de placer por parte de Gulf. No era su primera vez, así que no le costó mucho acostumbrarse al gran miembro de su novio en su interior y al estar en el agua se sentía más relajado, haciendo más fácil todo.

Todas las emociones que estaban sintiendo eran tan aplastante que no duraron mucho en correrse con un sonoro gemido pronunciando el nombre del contrario. Gulf se tiro rendido en los brazos de Mew y este lo abrazo mientras trataban de calmar su respiración.

-Eso fue asombroso.- dijo Mew cuando ya estuvo más tranquilo.

-Estoy de acuerdo. - respondió Gulf levantándose un poco para poder sacar el miembro que aún seguía en su interior.

Después de aquel delicioso encuentro se dieron una ducha juntos y se pusieron las pijamas, ya no saldrían de casa en toda la tarde por lo que se pusieron cómodos en el sofa a ver películas.

La semana fue simple, estaban todo el día en el departamento, solo salían de vez en cuando a comer a algún lugar que le gustara al mayor, veían películas en la sala, repitieron lo del jacuzzi, lo hicieron en la cama y en el sofá algunas veces, los siete días que estuvo ahí no hubo uno en el que no hicieran el amor, querían sentirse lo más posible antes de separarse. Mew quería quedarse así con Gulf toda la vida, no quería separarse de él y más sabiendo lo lejos que este vive, pero no sabía si era muy pronto pedirle que se mudará con él y si este quisiera abandonar su tranquila cabaña a mitad del bosque.

12 de medio día llegaron a la cabaña, donde finalmente se separarian otra vez por un tiempo. Mew había prometido visitarlo cada dos semanas, pues tampoco podía ir tan seguido al ser un viaje de poco más de 3 horas.

-No quiero que te vayas. - dijo el menor abrazandolo fuertemente.

-Yo tampoco quiero estar separado de ti, pero ya prometí venir cada dos semanas y pasare aquí dos o tres días.- el mayor no sabía si proponer la idea que venía rondando su cabeza los últimos días, temía asustar al menor.

-Dos semanas sin ti es demasiado. - Gulf esperaba que su novio le pidiera quedarse con el, pero parecía que no iba a hacerlo y eso lo ponía algo triste, el quería estar todos los días con él y verlo cada mañana al despertar. - Mew, ¿Crees que podría irme a vivir contigo?.- pregunto finamente al ver que el otro no pensaba hacerlo.

-¿Quieres mudarte conmigo?. - pregunto el mayor sorprendido.

-Si, no quiero estar lejos de ti, pero si no quieres esta bien yo... - no termino de hablar porque los labios de Mew se lo impidieron. El beso fue dulce y no duro demasiado.

-Me encantaría, pero temía que fuera muy pronto para ti. - confesó finalmente.

-Mientras pueda estar contigo, nada más me importa. - dijo seguro el menor.

-Pero... ¿Que va a pasar con la cabaña?. - ese lugar era el hogar del moreno, no esperaba que dejara todo por irse con el a la ciudad, aun cuando sabía que a este no le gustaba.

-Podemos venir de vez en cuando, como de vacaciones para alejarnos del ruido de la ciudad. - ese lugar sería su cabaña vacacional y eso le encantó al mayor.

-Adoro esa idea. - ambos sonrieron felices y se unieron en un tierno beso.

-Bien, dejame hacer mis maletas rápido y tomo las cosas importantes, ¿si?. - en su tono de voz se notaba la emoción que tenía al saber que iría a vivir con el amor de tu vida.

-Yo te ayudare, vamos. - juntos se adentraron a la cabaña y comenzaron a empacar todas las cosas que el moreno pudiera necesitar.

Entre risas y muchos besos, empacaron todo y emprendieron su viaje a su nueva vida juntos. Ahora nada ni nadie podría separarlos y ellos se encargarían de que día con día su relación solo se hiciera más fuerte.

Claramente volverían a aquella cabaña, ese lugar donde volvieron a unir sus caminos después de 14 años de espera. Ese lugar siempre sería especial para ese par de enamorados.

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Primero que nada, muchas gracias por los más de mil votos, nunca creí tener tanto apoyo. Estoy muy feliz.

Como notaron ganó el chico de la cabaña y no se si era lo que esperaban, pero me pareció una buena segunda parte, tal vez después siga haciendo de las historias que creo que tienen para hacerle una segunda parte.

Espero les haya gustado mucho, lamento si tenían una idea diferente de lo que podía ser, esto fue lo que salió de mi imaginación.

Abro sección aquí para hacerles preguntas: ¿De donde son? De donde me leen vaya.... Me gustaría saber.

Una vez más, gracias por todo el apoyo y los hermosos comentarios que dejan en cada capitulo. Wuv u💙💙💙💙

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