Dualidad
Mew se había enamorado, su nuevo coprotagonista le parecía tan hermoso. No solo tenía la suerte de poder volver a trabajar en el medio artístico, después de la tragedia que le cerró muchas puertas, sino que también tendría un compañero demasiado lindo.
El inexperto y primerizo chico nunca creyó que lo elegirían para ser el protagonista de una serie, cuando nunca había estado más que en comerciales. Pero saber que compartiría pantalla con el guapo actor Mew Suppasit le daba nervios, temía no ser suficiente al lado de semejante hombre que él tanto admiraba por su anterior trabajo.
Pero quien no se enamoraría del alto hombre de piel pálida, cuerpo bien trabajado, cabello castaño, ojos alargados y coquetos, además de una personalidad tan humilde, amable y caballeroso, simplemente el hombre perfecto, con mil talentos. Aunque a ojos del actor con mas experiencia, Gulf no se quedaba atrás, su piel morena era hermosa, sus firmes muslos lo hacían ver sensual, además de sus labios gruesos y muy apetecibles, un cabello negro sedoso que te dan ganas de pasar los dedos por entre las hebras y una personalidad tímida y divertida que encantaba a todos en el set.
Con tantos talleres que tuvieron, los besos compartidos, las dulces caricias, fue inevitable que se enamoraran de su coprotagonista. Pero aunque el menor se había enamorado mucho antes de poder trabajar con el famoso actor, el primero en confesarse inevitablemente fue el mayor.
-Gulf.- llamó su atención el mayor, pues estaban leyendo el guión para una escena que grabarían, estando solos en el condominio del menor.
Mew ya no podía resistirlo más, solo ver el moreno con su bella carita concentrada en el libreto, sus largas piernas al descubierto por el short que usaba y su cabello rebelde lo volvían loco, quería saltar sobre él y besarlo hasta que sus labios dolieran.
-¿Qué pasa phi?.- preguntó Gulf de forma dulce, como siempre hablaba con el mayor.
-Quiero decirte algo.- comentó el pálido dejando su libreto a un lado y acercándose más el menor, sentándose justo frente a él en la cama donde se encontraban.
-Adelante, dime.- Gulf también dejó los papeles a un lado y se concentró en los hermosos ojos cafés del mayor, perdiéndose en lo bonito que estos brillaban. Con disimulo bajo la mirada a los rosados labios y justo Mew se los mordió con nerviosismo, haciendo al moreno estremecerse ante ese acto.
-Déjame besarte.- pidió el castaño acercándose cada vez más a la cara ajena que lo veía con sorpresa, aunque tenía una sonrisa coqueta en los labios.
-Hazlo, phi.- lo retó el menor. No tuvo que esperar mucho cuando los labios de Mew estaban sobre los suyos, moviéndose lentamente, saboreando aun cuando ya se habían besado en los talleres y grabaciones.
Mew se fue recostando sobre el chico, sin despegar sus labios, mordiendo los gruesos belfos del menor. Gulf casi se desmaya cuando el mayor lo mordió, sus manos fueron a los hombros de este y los apretó cada que lo mordía.
-Detente.- jadeó el menor separándose del beso.
-¿Qué sucede?, ¿te molesta que te bese?.- preguntó Mew preocupado.
-No, ya nos hemos besado muchas veces en los talleres.- explicó Gulf jugando con el cabello castaño del hombre sobre él.
-¿Entonces qué es?, ¿es porque no lo estamos haciendo por una escena?, yo en serio moría por besarte de nuevo, fuera de cámaras donde nadie me va a detener.- explicó el castaño dejando suaves besos en toda la cara del moreno.
-Es solo que me pongo tímido.- comentó volteando la cabeza para no ver a Mew a los ojos.
-No tienes por que, yo quería decirte que me gustas mucho, aunque tengamos apenas dos meses que nos conocimos en el casting, se que mi corazón te quiere a ti, solo a ti.- afirmó el mayor recostándose al lado del chico para atraerlo por la cintura y poder abrazarlo, dejando sus narices rozando.
-Tu también me gustas mucho, Mew, desde hace mucho en realidad.- confesó el menor viendo los ojos del pálido, los cuales lo veían con total amor y devoción.
-Lo se, ahora déjame seguir besando.- ambos sonrieron y volvieron a unir sus labios, de forma suave y lenta, tomándose el tiempo que no tenían cuando grababan o ensayaban.
Gulf se derritió entre los fuerte brazos que lo rodeaban, Mew disfrutaba de morder sus labios y eso estaba ocasionando cosas en su cuerpo, pero no quería detenerlo tampoco, estaba encantado de poder tener al mayor así con él, después de haberse confesado su amor.
-Deberíamos seguir ensayando el guión de mañana.- con pesar el moreno alejó al mayor, solo un poco, dejando sus labios rosarse con cada palabra que decía, con sus alientos mezclándose.
-Pero yo quiero seguir besándote.- se quejó el pálido haciendo un puchero que Gulf no dudo en besar de forma corta.
-Después tendremos tiempo para esto.- Mew asintió pues sabía que si no tenían los diálogos aprendidos para mañana, Mame los regañaría.
Ya entrada la noche y después de muchos besos, Mew finalmente se fue a su propia casa, ya que mañana tendrían que ir a grabar temprano.
😇😈
Gulf había dormido algo inquieto la noche anterior, sus sesión de besos con el pálido lo habían dejado con una incomodidad de que se rehusó a atender, pero tenía trabajo, así que aun con sueño iba de camino al set.
-Hola, nong.- saludo Mew cuando vio al chico que llenaba su mente, llegar al set.
-Hola, phi.- devolvió el saludo con algo de pereza.
-¿Tienes sueño?.- preguntó señalando el lugar a su lado en el sofá, para que el menor se sentara.
-Si, no dormí muy bien anoche.- explicó el moreno sentándose, recargando su cabeza en el hombro ajeno.
-¿Por qué?, yo dormí muy bien después de esa sesión de besos.- susurró el mayor lo último para que nadie más escuchara.
El pelinegro levantó un poco la cabeza para ver al mayor, pero aun cuando este lo veía con tanto amor, sabía que no podía decir la verdad.
-Solo creo que te extrañe mucho, quería abrazarte.- comentó el moreno rodeando el fuerte brazo del pálido.
-Yo también te extrañe, nong.- Mew le dejó un tierno beso en la cabeza y después recargo su cabeza sobre la contraria.
-Chicos, vamos a comenzar a grabar la escena donde Type se emborracha y Tharn hace su venganza, prepárense.- anunció el director, llamando la atención de todos los presentes.
-Vamos, nong, después de grabar te llevaré a comer cerdo crujiente, ¿te gusta la idea?.- Gulf sonrió encantado con las palabras que escucho.
-¿Me estás pidiendo una cita?.- le preguntó el moreno viendo directamente a los ojos ajenos.
-Claro, quiero una cita con mi lindo nong.- afirmó el mayor acariciando el suave cabello del menor.
-Eso me encantaría, phi.- Gulf estuvo apunto de besar los labios del mayor por la felicidad que sentía, cuando la mano de este se posó sobre su boca.
-Aquí no, nong, nos podrían ver.- esas palabras retumbaron dentro del moreno, pero asintió apenado y se alejó del pálido, así ambos se pusieron de pie y se cambiaron para grabar la escena.
-¿Estudiaron la escena, chicos?.- preguntó Mame una vez ambos salieron vestidos con lo necesario para la escena.
-Si, estamos listos para grabarla.- afirmó Mew con una sonrisa al recordar lo que habían hecho anoche además de ensayar.
-Bueno, a grabar entonces.- la mujer se situó junto al director y los actores en el set.
Gulf se recostó en la cama, tenía que hacer parecer que estaba dormido debido a lo que había tomado y Mew haría lo demás del trabajo, el solo tenía unas indicaciones cortas.
-Acción.- anuncio el director y entonces la tortura para el pelinegro comenzó.
Mew primero acarició el suave rostro del moreno, dijo un par de líneas y Gulf ya estaba encantado con la calmada voz del mayor. Con manos hábiles, el mayor fue desabotonando más la camisa blanca del menor, abriéndola para dejar a la vista su pecho lleno de lunares que Mew moría por besar.
Gulf tembló ante las suaves caricias, sabiendo que el pálido estaba viendo detenidamente su cuerpo por primera vez. De repente el mayor se colocó sobre el pequeño cuerpo en la cama, atacando su cuello con húmedos besos que hicieron suspirar al menor.
El mayor acariciaba el costado del moreno, mientras besaba todo su pecho, escuchando la agitada respiración del menor, y poco después sintió la mano de este enredarse en su cabello. Mew tomó la mano del menor y entrelazo sus dedos, pegándolo a la cama.
Se sentía sometido, el pelinegro quería terminar ya la escena antes de que ocurriera un accidente ahí, pero lo que obtuvo fue más besos del mayor. Quiso alejarlo, rasguñando la espalda del pálido aún sobre la ropa, pero no pareció funcionar.
Mew seguía besando toda su piel, mordiéndolo para dejar marcas y diciendo sus líneas, las cuales Gulf no escuchaba pues estaba concentrado en controlar su cuerpo. El moreno controlaba sus jadeos, pero le era inevitable no levantar más la cabeza para dejar expuesto su cuello, queriendo mas de eso húmedos besos que le encantaban, quería más mordidas del mayor y saber que lo estaban viendo hacia cosas en el.
Pronto los labios del castaño se posaron sobre los suyos y no dudo un segundo en devolver el beso de forma necesitada, agarrándose con más fuerza a la camisa del mayor.
-Corte.- gritó el director y entonces el menor abrió los ojos, viendo como Mew se reía de él. -Gulf, se supone que estas dormido después de ponerte borracho, no debes corresponder el beso.- indicó el director, haciendo al nombrado sonrojarse.
-Lo siento, no lo haré.- comentó el moreno viendo como hasta los del staff estaban emocionados por la escena.
-Solo grabemos el beso de nuevo, será mucho trabajo tapar las marcas que ya te hizo Mew.- los protagonistas bajaron su mirada al pecho del menor y ahí encontraron las marcas rojas que el mayor había dejado.
-Eres un salvaje.- se quejó el moreno falsamente.
-Lo lamento, no me pude resistir.- se disculpó el pálido creyendo que su nong enserio se había molestado con él.
-Bueno, grabemos el beso, ya sabes Gulf, tu solo quédate quieto y que Mew haga todo el trabajo..- esas palabras resonaron dentro del moreno, sonrojando sus mejillas aún más. -Acción.- gritó y entonces la acción comenzó de nuevo.
Mew beso su cara hasta llegar a sus labios, esta vez el pelinegro pudo quedarse quieto, conteniendo su deseo de abrir más la boca y unir su lengua a la contraria que acariciaba su labio de forma juguetona.
-Corte, esa quedó mucho mejor.- dijo el director y todos los presentes aplaudieron por el excelente trabajo de los actores.
-Tengo que salir un momento.- Gulf salió de debajo del mayor y con sus manos cerró su camisa, para después salir corriendo fuera del set, con destino al baño, donde se encerró en un cubículo.
-Nong, ¿estás bien?.- preguntó Mew entrando a los baños, donde escuchaba la agitada respiración del menor.
-Estoy bien, solo me puse tímido con todos viéndonos hacer esa escena.- respondió el moreno tratando de regular su respiración.
-Sal de ahí, por favor.- pidió dulcemente el pálido y como buen nong que era, el menor salió con las mejillas rojas. -Eres tan tierno.- Mew acarició la cálida mejilla y abrazó al chico, dejándolo esconder la cabeza en su pecho.
-Phi Mew.- se quejó el menor de forma infantil.
-No tienes que sentirte tímido porque tu cuerpo reaccionara mientras grabábamos.- mencionó el mayor.
-¿Como sabes que yo...?.-
-Lo sentí por la forma en que suspirabas, como rasguñabas mi espalda, como me besabas y sentí algo más.- Mew no dijo que, pero no tenía que hacerlo para que Gulf entendiera a qué se refería.
-Lo lamento, no quiero que pienses que no soy profesional.- se disculpó el menor haciendo un puchero que el otro beso.
-No te disculpes, es normal, si vuelve a pasar yo te cubriré para que nadie lo note.- le aseguro el mayor acariciando la espalda del pequeño. -¿Deje muchas marcas?.-
-No lo se, no revise.- Gulf sabía que no sería bueno si las veía, tenía un dilema entre querer ver las hermosas marcas rojas y el que ocurriría si lo hacía, pero cuando menos se dio cuenta, Mew ya estaba desabotonando su camisa otra vez. -¿Q-que haces?.- tartamudeo.
-Quiero ver mi obra de arte.- dijo divertido el castaño y una vez soltó cada botón dejo que el moreno se viera en el espejo del baño, admirando ambos cada mancha roja que decoraba la dorada piel.
-Oh Mew.- jadeo el menor impresionado con la cantidad de chupetones que tenía.
-Lo lamento, nong, no quería dejar tantas, pero no pude controlarme.- Mew se preocupó de que su compañero se enojara con él, pero Gulf no decía nada, solo se veía en el espejo.
-Yo no sé qué decir.- suspiró el menor pasando sus dedos por cada mordida, sintiendo una corriente recorrerlo.
-Perdón.- el castaño se situó detrás del chico y rodeo su cintura, haciendo un puchero que el moreno vio por el espejo.
-No te sientas mal, no estoy molesto por las marcas.- mencionó el menor poniendo sus manos sobre las del mayor para tranquilizarlo.
-Deberíamos volver, aun tenemos escenas que grabar.- dijo Mew con seguridad, pero comenzó a dejar cortos besitos en la mejilla de su nong.
-Detente o no voy a querer salir de aquí.- Gulf lo deseaba, si por el fuera no salían de ese baño hasta que hubiera tenido lo que quería desde hace tiempo.
-No creo que te guste hacerlo aquí y que te escuchen, ¿verdad?.- preguntó burlón el pálido, gruñendo en el oído del pelinegro.
-N-no, phi no por favor.- pidió el menor tratando de soltar el agarre del pálido.
-Me encanta que seas tan tímido e inocente, volvamos al set.- Mew volteo el rostro del moreno y unió sus labios con suavidad.
-Vamos.- después de que Gulf cerró su camisa salieron del baño, aun cuando el menor seguía algo agitado por todo lo que había pasado esa mañana.
Para su fortuna, las otras escenas que tenían que grabar no eran intensas ni jugaban con su estabilidad, pues el pelinegro no sabía si podría soportar más eso.
Cerca de las 7 de la tarde se desocuparon, se cambiaron y ya estaban más que listos para partir a su primera cita.
-¿Listo, nong?.- preguntó el mayor una vez tomó sus cosas.
-Muy listo, ya avise a mae y a p'Best.- Gulf sonrió y juntos salieron hasta el Audi blanco del mayor. -¿No habrá problemas si salimos juntos en público?.- preguntó con preocupación.
-Solo pasaremos por la comida, comeremos en la azotea del edificio donde vivo, le pedí al dueño que me dejara decorar.- confesó Mew sonriendo.
-Eres el mejor.- el moreno se sentía tan bien junto al mayor y sabía que después de esa noche, su relación no sería solo de compañeros, amigos o hermanos y esa idea le encantaba.
Como Mew dijo compraron cerdo crujiente y partieron al departamento del mayor. No se detuvieron en su habitación, fueron directo a la azotea.
-Que hermosa vista.- dijo el menor viendo el enorme cielo estrellado con la gigante luna iluminando.
-Lo sé, la luna es hermosa, ¿no es así?.- dijo el pálido abrazando su chico por la espalda. Gulf sabía qué significaba eso, Mew lo decía muchas veces en sus redes sociales y más de alguna fan había explicado su significado.
-Si, es hermosa.- respondió el pelinegro acariciando los brazos del pálido, recargando su cabeza en el hombro ajeno.
-Nong, ¿me dejarías ser tu novio?, se que es muy pronto, pero en serio quiero estar contigo y que seas mío.- el castaño beso la mejilla del pequeño.
-Yo también quiero estar contigo, seamos novios.- Gulf se dio la vuelta aun entre los brazos que lo rodeaban y enredo sus brazos en el cuello ajeno.
-Te amo.- esta vez Mew no trato de ocultarlo, ver los brillantes ojos ámbar de su novio lo hicieron soltar esas palabras.
-También te amo.- Gulf no lo resistió, atacó los suaves labios del mayor, mordiendo sus belfos.
El pálido se derritió ante los gruesos labios que abusaban de los suyos, pronto se volvió más necesitado y fue el menor quien pidió entrada a la húmeda caverna ajena.
Sus músculos se enredaron con placer, jadeando y gruñendo en la boca ajena. Mew mordió los suaves labios del menor, jalándolos y escuchándolo gemir por lo bajo.
-No hagas eso.- lo detuvo Gulf alejándose con la respiración agitada.
-Esta bien, mi tímido nong.- aceptó el pálido sonriendo, dejando un último beso corto en los rojos labios. -Vamos a comer antes de que se enfríe la comida.-
Cenaron entre platicas y caricias suaves, algunos besos más. Mew llevó al menor a su casa cuando la madre de este comenzó a llamarle para preguntarle dónde se encontraba.
😇😈
Aun cuando cumplieron un año de estar en una relación, después de haber grabado tantas escenas calientes para la serie y los miles de besos apasionados que compartían, ahora más que antes puesto que también los estaban ensayando para la segunda temporada de la serie. Aun con todo eso, Gulf se había mostrado reacio a hacer el amor con Mew, siempre detenía al mayor cuando sentía que este quería llegar más lejos, no porque no quisiera, sino porque tenía motivos personales que no quería admitir en voz alta.
Esa tarde de su aniversario, cenaron en el condominio del menor, ya que este había preparado una linda cena con ayuda de su madre, decoró la sala con velas y girasoles.
-Feliz aniversario, tua-eng.- dijo el mayor cuando su hermoso novio le abrió la puerta, dejando ver su pantalón negro y la camisa color vino que dejaba a la vista sus clavículas y su pecho lleno de lunares. -Te ves hermoso.- se inclinó hacia enfrente y besó los dulces labios rojos de su pareja.
-Feliz aniversario, thee-rak, tu también te ves muy guapo hoy.- el castaño vestía un pantalón negro y una camisa del mismo color, con los botones de hasta arriba sueltos, para dejar su pecho a la vista.
-Vamos a cenar, prepare fetuccini Alfredo, mae me ayudo, así que está delicioso.- tomados de la mano, Gulf guió a su novio para que se sentara en la pequeña mesa a mitad de la sala.
-Todo lo que tu hagas me encanta, mi girasol.- no había necesidad de regalos ostentosos, ni muestras de amor en sus redes sociales, ellos eran felices con tener tiempo para estar juntos, platicar y besarse.
Comieron mientras platicaban de sus trabajos, la serie, los ensayos, la familia y un sin fin de cosas mas, pues nunca se quedaban sin conversación. Pero como era de esperarse, Mew quería más y Gulf no sabía cómo seguir rechazándolo sin hacerlo sentir mal.
Después de comer se habían ido al sofá, con una película romántica de fondo, a la cual el pálido no le estaba prestando atención, pues no dejaba de ver a su hermoso novio, el cual estaba sentado a su lado, con su brazo rodeando su fina cintura.
-Quiero hacerte mío.- susurró el castaño en el oído ajeno, causando que el pequeño se estremeciera.
-No podemos, thee-rak.- jadeó el moreno cuando su novio comenzó a besar su cuello y su mejilla.
-¿Por qué no podemos?.- preguntó con tranquilidad el pálido, mordiendo el lóbulo de su oreja.
-Ah, no.- gimió el moreno, pues esa parte que si novio había besado era un lugar sensible.
-¿No quieres que te haga el amor?.- preguntó Mew evidentemente dolido, pues él deseaba sentir a su novio más allá de los besos apasionados que se daban, sentirse uno con él.
-No puedo, thee-rak, lo siento.- Gulf bajo la cabeza apenado.
-¿Es porque aun no aceptas que estás con un hombre?, ¿tienes miedo?.-
-No es eso, no tiene nada que ver con que seas un hombre, es un problema mío.- explicó el menor jugando con sus temblorosas manos.
-Gulf, te amo, pero no puedo estar así, puedo aceptar que no quieras hacerlo, porque tengo un año esperando que tu me lo pidas, pero si no tienes la confianza para decirme tus razones, no se si puedo seguir confiando en ti.- con pesar el mayor se levantó del sofá y salió del departamento, dejando solo al moreno.
El menor lloró cuando la puerta se cerró de un portazo. Su corazón se estrujo y sintió que le faltaba la respiración.
-Todo es mi culpa, lo sé, soy un raro.- sollozó el menor llevando sus rodillas a su pecho para esconder ahí su cara.
Mientras el menor se deprimía en su habitación, Mew en su departamento estaba molesto y algo confundido, Gulf siempre se había mostrado abierto con él, contándole cualquier problema que tuviera, pero que justo eso que le impedía pasar de nivel no se lo dijera, le dolía.
😇😈
Una semana pasó, no se hablaron más de lo necesario, no se besaron en los ensayos como solía ser normal. Todos notaron el distanciamiento de la pareja, pues de pasar todo el día uno sobre el otro, solo le hablaban con los diálogos de sus personajes y para su fortuna casi todas la escenas eran dramáticas y de peleas, así no debían actuar melosos, cuando estaban peleados y las escenas no quedarían igual de bien.
Pero Gulf decidió ser sincero, ya no podía estar sin Mew a su lado, quería besarlo, que le dijera cuánto lo ama y sentir tus protectores brazos rodearlo.
-P'Mew.- habló suavemente el menor, acercándose a su novio, el cual estaba tomando sus cosas para irse. Al escucharlo, el nombrado volteo y vio la triste carita de su nong.
-¿Qué sucede?.- preguntó de forma neutra, cuando escucharon la puerta del vestidor cerrarse, con ellos dos dentro.
-No saldrán de ahí hasta que arreglen lo que sea que pasó entre ustedes.- gritó Mame desde afuera y ambos suspiraron.
-Quiero hablar de lo que pasó ese día.- comenzó a decir el menor.
-¿Me amas, Gulf?.- preguntó de repente el pálido y Gulf volteo a verlo algo ofendido.
-Te amo demasiado, tanto que me dolió estar esta semana lejos de ti, de tus labios, de tus caricias y tus palabras dulces.- se apresuró a responder el pelinegro. -Lamento si te hice creer que no era así.-
-¿Entonces es porque tienes miedo?.- el menor asintió en respuesta. -No debes temer de mí, no te haré daño, seré cuidadoso contigo, tua-eng.- Mew se acercó hasta el chico y acarició su mejilla, levantando su cabeza para verlo a los ojos.
-No tengo miedo de ti, tengo miedo de que me dejes, tengo miedo de que te asustes de como soy.- explicó Gulf con los ojos algo cristalizados. -Soy raro, thee-rak.-
-¿A qué te refieres?, estoy asustándome, mi girasol.- el castaño estaba seriamente preocupado por su novio, nunca lo había visto colapsar de esa forma, teniendo miedo de que lo dejara.
-Yo tengo algunas filias y parafilias, ¿sabes que es eso?.- Gulf bajo su mirada al piso, era la primera vez que le contaba a alguien sobre eso. Ni sus anteriores novias sabían de eso, bueno excepto una.
-Creo saberlo, pero dime.- Mew estaba preocupado de que su novio estuviera tan nervioso por contarle algo tan normal, así que se acercó a él y lo abrazó, acariciando su espalda con suavidad.
-Es algo que te gusta y genera placer, en el caso de las parafilias es el daño el que te causa placer, ser agredido o dañar a alguien.- explicó el menor escondiendo su cabeza en el pecho del mayor.
-Tua-eng, eso es muy normal, a menos que las tuyas sean muy extremas, creo que todos tienen alguna filia.- lo tranquilizó el pálido, besando su cabeza. -¿Te daba miedo que te dejará si sabía que no eres tan inocente como pareces?.- preguntó.
-Si, tenía miedo de que te hayas enamorado de mí por ser tan tímido e inocente.- confesó el menor apretando el fuerte cuerpo de su novio por la cintura.
-Me enamore de ti por tu personalidad divertida, humilde, tu enorme belleza y que me siento como en casa cuando estoy a tu lado.- afirmó Mew levantando la cabeza del menor para darle un corto beso en los labios.
-Pero aun no te digo que filias tengo, tal vez después de hacerlo te asustes.-
-¿Quién te hizo creer que eso es algo malo?.- preguntó el castaño acariciando la bella cara de su novio.
-Joom dijo que estaba enfermo cuando le conté, por eso terminamos.- su anterior novia y la última antes de Mew, con la cual terminó justo antes de ir al casting de TharnType.
-No eres un enfermo, mi cielo, al menos que seas un caníbal o necrófilo, eso si seria enfermo.- bromeó y el menor se rió.
-No me gusta nada de eso que dijiste, solo para que estés tranquilo.- Gulf sonrió al saber que tenía un novio tan comprensivo y amoroso a su lado, que nunca debió temer a ser sincero con él.
-¿Que tal si me dices alguna de tus filias?, así puedo saber que hacer.- esas palabras hicieron el corazón del pelinegro saltar de emoción, Mew no solo lo aceptaría, sino que quería saber cuales tenía para poder estar con él en el ámbito sexual.
-La primera es muy normal, se llama gimnofilia.-
-¿Qué significa eso?.- preguntó tranquilamente el pálido.
-Es la atracción por la desnudez.- explicó con la cara sonrojada.
-¿La desnudez de alguien más o la tuya?.- cuestionó el mayor.
-Ambas en realidad.- admitió el pelinegro.
-¿Qué tal si vamos poniéndolas en práctica mientras las dices?.- preguntó el mayor de forma coqueta dando cortos besos en el cuello del moreno.
-¿Quieres hacerlo aquí?.- preguntó algo nervioso el menor.
-Si, ¿no te gusta la idea?.- cuestionó Mew dándole la vuelta al moreno.
-Ese es el problema, que me gusta demasiado la idea.- admitió Gulf volteando la cara para poder ver los ojos de su novio volverse más oscuros y apasionados.
-¿Otra filia?.- cuestionó dando besos por la piel morena del cuello ajeno.
-Si.- confesó en un jadeo. -Se llama agarofilia o exhibicionismo.- explicó, poniendo sus manos sobre las del pálido, las cuales rodeaban su cintura.
-Esto se pone cada vez más interesante.- Mew sonrió y con habilidad comenzó a soltar los botones de la camisa blanca que Gulf usaba.
-¿No te parece raro que me guste eso?.- jadeó el pelinegro.
-Nada de ti me parece raro, son tus gustos tua-eng y como tu novio debo aceptarlos, además me parece interesante hacerlo aquí.-
Mew acarició el abultado abdomen de su chico, una vez abrió por completo su camisa, subiendo lentamente hasta su pecho, rozando los rosados botoncitos mientras dejaba besos en la morena piel de su cuello. En silencio el pálido dejó caer la prenda al suelo, para jugar ahora con el cierre del pantalón ajeno, escuchando los suaves jadeos de su chico.
El pantalón negro cayo al suelo, dejando oír el estruendo del cinturón contra el piso. Gulf ya estaba excitado para este punto, pues además de ser la primera vez que llegaba tan lejos con su novio, que esta estuviera de acuerdo con sus filias y estuvieran apunto de hacerlo en el vestidor, con el staff del otro lado de la puerta, lo calentaba demasiado.
-Thee-rak.- jadeo el menor cuando su novio comenzó a jugar con el elástico de su boxer. -¿Sabes que la odaxelgania?.-
-No, tua-eng, cuéntame.- Mew metió sus manos bajo la elástica prenda, por las caderas del moreno, para poder finalmente ir bajándolo, el moreno levantó sus pies para que tirara su ropa lejos, dejándolo desnudo frente a los hambrientos ojos del mayor.
-Es la excitación por morder o ser mordido en cualquier parte del cuerpo.- explicó jadeante el pelinegro, no estaba viendo al mayor pero sentía su pesada mirada recorrer su cuerpo.
-¿Algo así?.- preguntó Mew antes de morder con algo de fuerza el hombro del moreno, dejando una marca roja.
-Ahh si, así.- gimió el menor con las piernas temblorosas y el mayor sonrió.
-Siéntate en el sofá, mi girasol, hare algo que te gustara.- pidió en un erótico susurro sobre el oído de su novio, mordiendo su lóbulo al final.
En su sumisión, Gulf camino hasta el sofá y se sentó ahí, completamente desnudo y expuesto a la hambrienta mirada del castaño.
Sin decir ninguna palabra el pálido se paró frente a él, algo retirado y comenzó a desabotonar su camisa. Gulf tenía ya una dolorosa erección, pues solo sentirse expuesto ante su novio y estar a una puerta de distancia de mucha gente, era suficiente para que su miembro soltara pre semen.
-Puedes tocarte, tua-eng.- Mew sonrió cuando de inmediato su novio tomó su miembro, acariciándolo suavemente, mientras el mayor dejaba caer su camisa, siguiendo con su pantalón, desabotonándolo y bajándolo lentamente, sonriendo por la mirada deseosa de su novio, quien se mordía el labio para no gemir alto.
-¿Te gusta lo que ves?.- preguntó burlón el castaño, jugueteando con el elástico de su boxer, dejándolo solo ver la marcada V de su pelvis.
-Mierda, me encanta.- gimió apretando su falo con más fuerza.
Dejando a la vista su marcada V y el corto cabello que guiaba hasta su miembro, se fue acercando a su novio, tomando sus piernas para separarlas con algo de fuerza.
-Ah Mew.- gimió Gulf ante la ruda acción.
-¿También eres masoquista?.- para este punto Mew ya no estaba sorprendido de la faceta oscura y caliente de su novio, al contrario, quería descubrir y probar cada una de ellas.
-Un poco de dolor no lastima a nadie, me gusta ser sometido.- confesó el pelinegro con más confianza que al inicio.
-Es bueno saberlo.- el pálido se arrodillo entre las piernas de su novio y tomó una de sus piernas para morder la parte interna de su muslo, dejando rojas marcas a su paso, subiendo cada vez más a la húmeda erección, donde pasó de forma juguetona su lengua.
-Oh Mew.- el moreno llevó sus manos al castaño cabello ajeno y enredó sus dedos en las suaves hebras.
El mencionado sonrió y prosiguió a marcar el otro muslo, saboreando la hermosa piel morena, encantado con el contraste que esta hacía con sus marcas rojas.
-Por favor.- gimió el moreno desesperado, pues su novio solo dejaba juguetonas lamidas sobre su falo.
-¿Quieres que atienda esto?.- de forma pícara dejó besos húmedos en toda la palpitante extensión.
-Si, si, Mew.- exclamó perdido en el placer, apenas habían hecho algo, pero él ya estaba loco con todo lo que su cuerpo sentía.
-Tus deseos son órdenes, tua-eng.- Mew podía parecer muy dominante, pero al lado del menor se volvía sumiso, acatando cada orden que este le daba.
Sin pensarlo adentro la erección en su boca, chupando todo el líquido que chorreaba, degustando su salado sabor y encantado con los estremecimientos del cuerpo de su nong.
-Ahórcame thee-rak, por favor.- rogó completamente perdido en el placer que le otorgaba la forma en que su novio engullía su miembro.
-¿Otra filia?.- pregunto alejándose apenas un poco del húmedo miembro, dejando un hilo de saliva conectándolo a su boca.
-Ujum.- respondió cuando Mew volvió a adentrar todo su miembro hasta la base. -Se llama asfixiofilia.-
El castaño sonrió y subió una de sus manos acariciando todo el cuerpo del menor, desde su muslo, luego su abdomen y se detuvo a jugar con los duros pezones, jalándolos y apresándolos entre sus dedos. Cuando creyó que era suficiente, subió aún más y enredó su gran mano en el cuello de Gulf, amando el contraste de su piel blanca y la morena de su novio.
Aun con algo de miedo Mew apretó un poco y eso hizo a su nong gemir aún más, aunque este sentía que no era suficiente, por lo que puso su manos sobre la que rodeaba su cuello y la apretó en señal de que podía hacerlo con más fuerza.
-Ah ah, thee-rak.- gimió el menor agarrándose con fuerza del sofá.
-¿Te gusta esto?.- pregunto el pálido dejando su boca descansar, tomando la erección con su mano para seguir masturbandolo y el pelinegro asintió. -¿Te gusta como se siente mi boca rodeando tu miembro?, ¿Cómo mi mano aprieta su hermoso cuello?.- preguntó de forma obscena.
-Oh Mew, sigue hablando así.- pidió extasiado, casi parecía que Mew conocía cada una de sus filias incluso antes de que él las mencionara. -Y si se llama fonofilia.- comento pues sabía que su novio igual preguntaría al respecto.
-Excelente, ¿Qué tal si ahora me dejas degustar la cálida caverna que quiero poseer?.- preguntó el pálido apretando un poco más el cuello del moreno.
-Mierda, si, si, thee-rak, haz lo que quieras conmigo.-
-Estás siendo muy ruidoso tua-eng, hay gente afuera.- la mera mención de ese detalle lo hizo gemir de nuevo. -Oh, lo olvide.- se rió Mew pues había pasado por alto que al menor le gustaba eso de hacerlo en lugares públicos.
-Calla y hazlo.- fueron las cortas palabras que dijo Gulf, pues el poco aire que llegaba a sus pulmones no lo dejaba hablar de forma correcta.
Mew estaba encantado con esta faceta nueva de su novio, así que como el obediente novio que era, abrió las piernas del menor y colocó sus talones sobre el sillón, dejándolo completamente abierto y expuesto. Enterró su cabeza ahí y mientras acariciaba el miembro del menor con su mano, su lengua se dedicó a humedecer el lugar que pronto podría poseer.
Su hábil lengua simulaba cortas embestidas, haciendo delirar al menor, el cual gemía entrecortado. Entre las húmedas embestidas, los toques en su miembro y la deliciosa forma en que era ahorcado, su orgasmo se veía cerca.
-Ah Mew.- gimió agudo cuando el mayor adentro su lengua profundamente en él, haciéndolo correrse en la mano de este y manchando su abdomen también. -Ah ah.- jadeaba tratando de recuperar el aliento, pues nunca había tenido un orgasmo tan fuerte.
Mew lo soltó, dejándolo libre de sus posesivos agarres, viendo la marca roja que dejó en su cuello. Bajo la atenta mirada del pelinegro llevó su mano cubierta de semen a su boca y chupo todo el líquido, después se inclinó sobre el cuerpo de su novio y pasó su lengua por donde habían quedado rastros de semen, dejando todo limpio y húmedo por su saliva.
-Gracias por hacer esto por mi y aceptarme.- suspiró Gulf agotado, encantado con cada cosa que su phi había hecho por él.
-Te amo y me gusta saber las formas en las que puedo excitarte y hacerte pasar un buen rato.- Mew se sentó en el sofá y atrajo a su nong para sentarlo en su regazo. -Entiendo que temieras que también te dijera que eras raro por tus filias y que por eso no quisieras hacer esto antes, pero yo te amo completo, además tienes filias interesantes, podrían gustarme también.-
-Te amo, gracias por quererme tanto así y lamento haber alargado esto tanto, fue una semana difícil sin ti.- Gulf se acurruco en los brazos de su novio.
-Tua-eng, ¿tienes más filias?.- preguntó con curiosidad el mayor, pasando sus manos por la espalda de su nong.
-Dos, creo.- respondió el pelinegro riéndose junto a su novio por su poca seguridad del número.
-Deberíamos ponerlas en práctica.- gruñó Mew en el oído del menor, pues el aun no se había corrido y su miembro pulsaba, duro bajo el voluptuoso trasero del menor.
-¿Qué tal si mejor lo hacemos en mi condominio?, tengo algo que nos puede servir ahí.- Gulf dejó la pena de lado, pues ya no tenía nada que esconder a su hermoso novio.
-Me parece perfecto, igual creo que ya dimos mucho espectáculo aquí y no quiero que sigan escuchando tus hermosos gemidos.- de forma posesiva tomó entre sus manos los suaves glúteos de su chico y los apretó.
-Mgh... thee-rak...- gimió el pelinegro mordiendo el cuello del pálido.
-Hay que vestirnos.- después de unos dulces besos, finalmente se pusieron de pie para vestirse, recogiendo sus ropas, las cuales estaban tiradas por toda la habitación.
Una vez vestidos, revisaron que todo estuviera limpio y nada fuera de lugar, para finalmente salir tomados de la mano.
-Creo que funcionó muy bien dejarlos encerrados.- los molesto Mame cuando los vio salir sonrojados y tomados de la mano.
-Gracias, p'Mame, funciono.- dijo Mew rodeando la cintura del menor para pegarlo a su cuerpo.
-Todos lo sabemos.- grito Mild, el cual estaba sentado en el sofá cercano a la puerta del vestidor de donde salieron.
La pareja sonrió apenada, aunque el cuerpo de Gulf reaccionó de otra forma, más allá de la pena.
-Mejor vayan a casa, dudo que puedan contenerse más y no quiero que hagan otro espectáculo aquí.- la escritora prácticamente los corrió del set, pero después de escucharlos ahí dentro, no quería que volviera a pasar pues si no no sabría cómo verlos a la cara.
-Ahora entiendo porque dijiste que ellos tenían buena química en el casting, mueren por comerse entre ellos.- comentó Mild riéndose.
😇😈
No hablaron mucho en el camino, pues no había nada que decir, sabían lo que querían y lo que iba a pasar tan pronto llegarán al condominio.
-Sabes, tua-eng, un día podríamos hacerlo en la azotea de mi edificio, puedo pedirle a mi amigo que me deje usarla de nuevo y me dará la llave.- comentó Mew cuando entraron al hogar del menor.
-No pienses en eso aun, primero hagamos algo con esto.- sin pudor alguno Gulf puso su mano sobre el evidente bulto de su novio, apretándolo.
-Te haré mío esta noche y ya no podrás escapar nunca más de mí.- gruñó el mayor usando su fuerza para tomar a su nong de los muslos y cargarlo.
-No te preocupes, no quiero escapar nunca de ti, quiero vivir lo que me queda de vida entre tus brazos.- afirmó el moreno con una sonrisa encantadora y sus ojos brillantes de la emoción.
-Así será, mi girasol, este sol te pertenece solo a ti.- Mew junto sus narices y las movió, haciendo un bonito beso esquimal.
-Bueno mi sol, llévame a la habitación, porque quiero quemarme con tu abrasador amor.- ya no había miedos ni secretos, solo ellos amándose y entregándose en cuerpo y alma al otro.
Entre cortos besos y caricias llegaron a la recamara, Mew ya había estado ahí antes, por lo que no le fue difícil ubicarse.
-Ahora si, tua-eng, cuéntame tus otras filias mientras nos desvestimos, quiero ver de nuevo tu hermoso cuerpo.- el castaño bajó a su novio y se alejó un poco de él para comenzar a desvestirse.
Gulf acato la orden enseguida, sintiéndose calienta ya con solo ver a su phi dejando su piel de porcelana a la vista. En la habitación solo se escuchaban las pesadas respiraciones y el sonido de la ropa friccionando y cayendo al piso.
Una vez desnudos, Mew se acercó al menor y rodeo su cintura, pegando sus cuerpos lo más posible, haciéndolos gemir a ambos por la sensación de sus miembros juntos.
-¿Me dirás las dos que faltan?.- preguntó el pálido comenzando a besar el cuello del moreno, mordiéndolo y succionando para dejar miles de posesivas marcas.
-Necesito algo primero.- jadeo Gulf sosteniéndose de los anchos hombros de su phi. -Mgh.- Mew lo dejó ir después de una fuerte mordida que lo hizo gemir.
Con placer vio como el menor buscaba algo en su ropero, hasta que volvió con una cuerda roja en sus manos.
-Te gusta el bondage.- gruñó el mayor y su novio asintió. -Mierda eso es caliente.-
-La otra se llama espectrofilia e ipsofilia, que es la excitación al ver el acto sexual a través de un espejo y verse en un espejo o en fotografía.- explicó el pelinegro jugando nerviosamente con la cuerda en sus manos.
-¿Tienes algún lugar donde puedo atarte?.- cuestiono Mew acariciando la mejilla de su novio para después levantar su cara y darle un beso en los labios. -Vamos a hacerlo, tua-eng, solo enséñame cómo hacerlo sin lastimarte.-
-Te mostraré algo que hice esta semana, no sabía si aceptarías mis gustos, pero por si si, puse un gancho que cuelga del techo frente al espejo, ahí puedes amarrar mis manos.- comentó Gulf llevando a su novio a una parte un poco escondida a un lado del ropero, donde estaban las cosas mencionadas.
Un enorme espejo de cuerpo completo y frente a este colgaba el gancho de metal.
-Wow, esto es interesante.- mencionó el pálido, viendo sus reflejos en el espejo, notando la cara algo preocupada de su novio. -Mi girasol.- lo llamó suavemente y este lo vio a través del espejo. -Te amo, amo todo de ti, amo esta faceta tuya tanto como la otra, deja de preocuparte y enséñame a atar tus manos en esa cosa.-
-También te amo, mi sol, solo estoy nervioso porque nunca he hecho esto.- confesó el pelinegro, cosa que sorprendió a su phi.
-¿Nunca has tenido sexo, tua-eng?.- preguntó y su chico asintió apenado. -¿Entonces cómo sabes que te gusta todo esto?.-
-He visto muchos videos y películas, me emocionaba todo esto, deseaba probarlo porque me excitaba mucho verlo, además que algunas de mis filias no necesitan de otra persona.- podría nunca haber tenido relaciones, pero eso no quería decir que no conocía lo que le excitaba y cómo complacer su cuerpo.
-Seré el primer y único hombre que vea esta faceta tuya, bebé, yo estoy aquí para cumplir cada fantasía que tengas.- Mew lo abrazo por la espalda y volteo la cara del menor para poder besarlo.
-Eres y serás el único, mi amor.- afirmó Gulf volviéndolos a unir en un apasionado beso, donde se mordían los labios y sus lenguas se enredaban con placer.
-Vamos a atar estas hermosas manitas.- el mayor tomó las manos de su novio y las levantó, con instrucciones del moreno fue atándolas, no tan apretadas para no lastimar su piel, pero lo suficiente como para que no se soltara.
-Ahora solo pasa el gancho por en medio.- le indicó y el pálido lo hizo, dejando todo su cuerpo a su entera disposición.
-Te ves tan hermoso así.- se miraban a través del espejo, jadeando por la excitación y el calor.
-Hay lubricante en la cajonera junto a mi cama.- Mew no se hizo esperar y fue por el gel que haría todo más fácil.
-Como ya deguste tu cuerpo lo suficiente, te prepararé para poder marcar tu interior con mi esencia, quiero correrme tan profundo en tu interior.- comentó de forma obscena, vertiendo lubricante en sus dedos.
-Si, por favor, thee-rak, te necesito dentro.- gimió el menor cuando Mew comenzó a acariciar sobre su entrada.
Con lentitud el pálido adentro el primer dedo, fue fácil pues su novio estaba aun algo dilatado por el juego en los vestidores. Al adentrar el segundo los hundió más profundo, buscando la próstata del menor.
-Si, ahí, Mew, ahí.- gimió alto Gulf, retorciéndose del placer.
-Me encanta como te ves, tan sumiso y a mi disposición.- adentro un tercer dedo cuando sintió el lugar lo suficientemente abierto.
Cómo podía dejaba mordidas por todo el cuerpo del menor. Arrodillado detrás de él para morder sus hermosas nalgas, penetrándolo con sus dedos a un ritmo enloquecedor.
-Thee-rak, por favor, no puedo mas, te quiero dentro.- sollozó el pelinegro, estaba siendo demasiado para él todas las sensaciones que atacaban su cuerpo.
-Quiero que veas tu cara mientras te hago mío.- gruñó Mew poniéndose de pie para lubricar su miembro, el cual ya exigía atención.
-Si, mi señor.- el mayor se detuvo ante esas palabras, las cuales lo hicieron estremecerse.
-Me vas a matar, bebé.- Gulf sonrió por haber logrado enloquecer a su novio con sus palabras.
-Ohh.- la boca del menor se abrió cuando el duro miembro se adentro en él de forma lenta y cuidadosa. Las grandes manos del pálido tomaban sus caderas de forma posesiva y se miraban a través del enorme espejo.
Sus siluetas sudorosas, jadeando, retorciéndose de placer. Mew fue delicado, dulce, amoroso pero muy apasionado. Se adentraba a un ritmo enloquecedor para ambos, acariciando toda la morena piel, marcando cada centímetro que tenía a su alcance, mordiendo y chupando, con sus dedos jalaba los sensibles pezones de su nong, deleitándose con sus gemidos agónicos.
-Mas, mi señor, mas.- rogó Gulf, sintiendo como estaba cada vez más cerca de llegar a su orgasmo.
-¿Te gusta rudo?.- preguntó acelerando las embestidas y recibió un alto gemido en respuesta. -¿Te gusta como mi pene se adentra hasta lo más profundo de ti?.-
-Si, mierda, me encanta.- lágrimas de placer recorrían las mejillas del moreno.
-Tu hermoso culo se amolda tan perfecto a mi, estas hecho solo para mí.- gruñó el mayor. -¿Entendiste, bebé?.- con su mano rodeó el cuello del moreno y lo apretó, haciendo que este recargara su cabeza en el hombro del mayor.
-Ah sí.- respondió a duras penas el pelinegro. -¡Oh Mew!.- con un alto gemido Gulf se corrió, manchando parte del espejo, viendo su propia cara contraerse del enorme placer que lo recorría.
-Solo mío.- con una embestida más, Mew también se corrió, llenando la húmeda cavidad del menor.
-Solo tuyo.- suspiró notablemente cansado, pues había tenido el mejor orgasmo de toda su vida.
-Vamos a limpiarte, yo cuidare de ti.- con delicadeza Mew salió de su novio y mientras lo sostenía con uno de sus brazos, su mano libre fue a desatar la roja cuerda.
Una vez libre de ataduras Gulf rodeo el cuello de su novio y lo acercó para besar sus labios.
-Te amo, thee-rak.- murmuró algo adormilado.
-También te amo, tua-eng.- el mayor sonrió feliz y caminó hasta el baño con su nong en sus brazos.
Recargando el pequeño cuerpo del moreno sobre su pecho, se las arregló para darse una ducha, limpiando cada centímetro de la piel morena. Gulf solo soltaba bajos ruidos de satisfacción al sentir los suaves toques y el agua recorrerlo.
-A la cama, mi bebé.- con cuidado secó sus cuerpos y volvió a cargar a su novio para llevarlo a la cama y recostarlo debajo de la sabana, el hizo lo mismo y sintió como el menor se acurrucaba a su lado.
-Gracias por todo, thee-rak.- murmuró Gulf descansando su cabeza sobre el pecho del pálido, para escuchar el rítmico latir de su corazón.
-Te amo ahora mas que nunca, con todo y tu hermosa dualidad que estoy seguro me va a volver loco.- Mew acaricio el suave cabello negro y el menor ronroneo con satisfacción. -Amo al Gulf tierno, tímido, consentido y amo al Gulf sumiso y dominante, sensual y completamente mío.-
-Ambos somos tuyos.- el pelinegro levantó un poco la cabeza y dejó un beso en los labios rojos de su phi.
-Porque ambos eres tu, mi girasol hermoso.- sonriendo Gulf volvió a recostarse sobre el amplio pecho del pálido y pronto cayó en un profundo sueño. -Nunca te dejaré.- prometió Mew, aun cuando su pequeño no lo escuchaba.
😇😈😇😈😇😈😇😈😇😈😇😈😇😈
Hola de nuevo.
Primero pensé que este capitulo quedaría muy corto y al final quedo muy largo.
Como saben volví a clases, así que hice mi mayor esfuerzo para traerles este capitulo.
Espero les haya gustado tanto como a mi. Me inspire en la historia de falofilia, pero con mi toque, ya saben.
Nos leemos ponto. Wuv u💜💜
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