No sé desde cuando estoy sentado aquí, pero el tiempo ya no se cuenta en minutos si no en horas. No sé cómo me tengo que sentir. De eso me lo imaginaba, pero no esperaba que sea real. Verla sonreir a su lado fue demasiado doloroso para mi. Yo soy él que tiene que hacerla sonreir, no él. ¿Cómo mi propio primo me puede hacer algo así? Y Bia... Bia, yo pensaba que ella me amaba, que era el único. Yo pensaba que me me pertenecía porque yo le pertenezco. Pero estaba equivocado, ella no me ama, y está con otro ahora. Le di todo lo que tenia pero ella necesitó más.

— ¡Manuel!

Giro mi mirada hacia mi futura ex novia pero no la puedo ver a la cara. Me duele decirme que yo no soy lo suficiente para ella.

— Lo siento por llegar tarde, estaba con las chicas.

Se sienta a mi lado e intenta besarme pero no la dejo.

— No sabia que Alex era una chica.

— ¿Qué dices? ¿Qué pasa Manuel? ¿Por que esa carita de tristeza?

Olfateo, tratando de contener mis lágrimas. La imágenes de los dos no quiere dejar mi mente.

— Podrías ser un poco más discreta... Hacerlo en el fundom no es algo inteligente...

— No... no veo de que estás hablando.

Me levanto, enojado y muy triste. Al menos podría aceptar su error.

— No disimules más Bia. Te vi engañandome con mi primo. ¿Qué pasa? ¿No soy suficiente? ¿Quieres toda la familia Gutiérrez? ¿Quieres también Víctor?

— ¿Estás insinuando que soy una puta?

— ¡ESTOY INSINUANDO QUE NO SOY LO SUFICIENTE PARA TU Y QUE TE VAS CON EL PRIMER QUE PASA, QUE ADEMÁS ES MI PRIMO!

— ¡Deja de gritar porque yo también lo puedo hacer!

— Pero Bia me importa una mierda saber quien grita o no, ¡me engañaste!

— No es lo que crees Manuel... Es que...

— ¿Ah no? Os vi claramente besándose. Y no me digas que fue él quien te besó porque no te voy a creer nada, os vi coquetear como si no tuvieras novio. Ahora si, si tienes alguna explicación me la puedes dar.

— Es que... no sé porque lo hice, Alex no paraba de hacerme codas lindas y yo... no pude resistir y caí en sus brazos... Fue un enorme error, te lo prometo me arrepiento.

— ¿Te arrepientes? Dejame reír. Hace diez minutos no parecías arrepentirte. Ahora es demasiado tarde para hacerlo... Yo... fui un tonto en creer que me amabas. Quédate con Alex y... con todos los que quieras, yo ya no puedo confiar en ti...

— ¿Estás terminando conmigo? - dice con lágrimas en los ojos.

— Nuestra historia se terminó cuando tu historia con Alex empezó... No me puedo quedar con una persona que me engañó... Estoy harto de sufrir por los otros... Adiós Bia, espero que disfrutes de tu relación con Alex...

No la dejo contestar y me doy media vuelta, empezando a irme.

— ¡De todos modos, Alex es mucho mejor que tú! - la escucho gritar.

Y eso es lo que quebra definitivamente mi corazón, y siento un sabor amargo en mi boca : mis lágrimas. Mis llantos me lastiman la garganta, me siento traicionado. La amé, la amo y la amaré durante mucho tiempo, pero ella no siente lo mismo. Ella solamente quería jugar conmigo y lo hizo. Terminó lastimandome. Lastimandonos a los dos. Está relación no podrá llegar más lejos con lo que pasó. Ahora cada uno tiene que seguir con su camino, aunque sea muy doloroso...