Sentimientos

Intenten escuchar esta canción, se que pido mucho y que tal vez esta canción termine mucho antes de que ustedes terminen el one-shot. Pero si es necesario repitanla o algo

Si no pueden esta bien, disfruten la lectura

Estaba furioso, la sangre hervía en sus venas mucho más de los rasguños y múltiples heridas que decoraban su cuerpo, escuchaba jadeos de la persona detrás de él, sollozos de sus compañeros, podía sentir la ira de Ban pero cuando además las palabras de ese sucio demonio llegaron hasta sus oídos tuvo que respirar para controlar la tormenta que se desataba en su interior. ¿Vulgar? ¿Hawk?, ese cerdo revoltoso se había sacrificado para protegerlo, ese cerdo imprudente que lo llevaba acompañando desde hacía 10 años estaba derrumbado en el suelo convertido en carbón. No era la primera vez que veía a un compañero caer en batalla y cada vez la misma impotencia lo recorría.

Elizabeth lloraba sobre el cuerpo de el porcino, estaba devastada al verlo como solo se desvaneció en el suelo. Lo comprendía, hawk había sido un gran amigo y desde el primero momento que lo vio fue como un vínculo que los unió, recordaba su risa al abrazarlo recordando que ella siempre quiso un cerdito en su vida

—El maestro murió—Escucho como Ban golpeaba el suelo con rabia al ver cómo aquel pequeño amigo rosado estaba sin vida, inclusive sus lágrimas empezaron a salir de sus ojos, en esos momentos estaba tan molesto que poco le importaba ver a su mejor amigo llorar, ya se habían perdido muchas vidas nobles que luchaban por su país, todos estaban lastimados y apenas podían moverse solo para que ahora aquel cerdito se fuera—¡Bastardo! —grito con todas las pocas fuerzas que le quedaban a su cuerpo inmortal y la rabia, iba a matar a ese desgraciado

—Su suerte se termino—¿suerte? Ellos nunca tuvieron suerte en nada, por eso es que estaba ahí en primer lugar

—Hendrickson... Maldito—no podía controlar sus emociones —¡Voy a matarte por esto!—grito con toda la furia que sentía en esos momentos, no iba a dejarlo vivo después e todo lo que hizo, iba a matarlo así le costará la vida a él también. Lo que paso después de eso lo tendría presente durante el resto de su vida

Recordaba la ira rugiendo en sus oídos pidiéndole asesinar a hendrickson, sus músculos tensos incapaces de hacer algo más que solo crujir listos para asesinar o perecer y de un momento a otro todo había desaparecido para darle paso a la paz. Vio una luz a sus espaldas que llamó su atención por completo, dejó de escuchar sollozos dulces para hacerse un silencio sepulcral y lo que más lo dejó pasmado fue ver como el de apariencia demoníaca retrocedía asustado y empezaba a quemarse. Nadie sabía lo que pasaba, pequeñas esporas de luz caían de el cielo iluminado como si fuera un mensaje divino de las diosas, una premonición de que lago bueno iba suceder en ese día de mierda lleno de caos, con el mínimo contacto de tu piel ante esas esferas una calidez rodeaba tu corazón llevándote a delirar si es que estabas casi muerto ¿acaso todos habían perecido? No, eso era imposible, si es que él estaba muerto entonces hubiera sentido dolor y en esos momentos habría despertado en el purgatorio rodeado de maldad, pero eso, eso era algo hermoso y divino. Ella era divina

Pudo escuchar los sonidos de sorpresa de todos, miró como unos caballeros moribundos señalaban a sus espaldas y como guilthunder escuchaba las palabras atentas de la princesa margareth. Se dio media vuelta temiendo lo que ya sabía

Al instante lo que miró le hizo dar un paso atrás, esa mirada, esa luz, esa apariencia misma solo le recordaban cosas. ¿Lo peor? No era el hecho de que su ojo naranja estaba deslumbrado por el enojo que cargaba en su alma, lo peor de esa situación fue la velocidad con la que sus siete corazones empezaron a palpitar con fuerza al mirarla. Solo ella podía causar eso en él, ¿por qué justamente cuando había mantenido ese sentimiento bajo control tan bien, ella se dedicaba a emocionarlo?

La luz cubría el cuerpo entero de su elizabeth, las lágrimas seguían saliendo de sus hermosos ojos, su ropa medio rota poco le importaba y el par de alas le hicieron recordar tantas cosas que casi se deja caer de rodillas frente a su amada. Un escalofrío le recorrió cuando esa mirada llena de determinación se posó en el hombre oscuro, al fin había despertado el poder oculto en sus venas

Cada palabra que empezó a salir de su boca le causaba suspiros, lo que era la amenaza hacia aquel hombre que en el pasado era una buena persona llena de dulzura, estaba tan triste la dulce princesa que el vórtice en su interior podía verse si se esmeraba en hacerlo. Hubo algo que le hizo alejar la mirada de la joven princesa, las crueles y frías palabras de hendrickson sobre lo que había sido la antigua guerra santa lo dejaron en su lugar petrificado, ese de ahí ya no era el bondadoso hendrickson el que hablaba sino lo que estaba dentro de él, un demonio que buscaba venganza por el hecho de que sellaron a los demonio y el ganar la guerra. La guerra, esa maldita guerra, apretó los puños con fuerza ante la cantidad de recuerdos que llegaron a su cabeza para debilitarlo, ¿por qué en ese momento lo atormentaba? ¿No podían hacerlo mientras dormía? En medio de una pelea no era el momento para pensar en sentimientos y recuerdos lindos color de rosa. Abrió sus ojos con sorpresa cuando el demonio se posicionó para lanzar un ataque grupal que estaba seguro terminaría con todos.

Su objetivo era elizabeth, no iba a permitir que le pusiera un dedo encima así se tratara de terminar mutilado o con miles de dolores, un ataque más y estaba fritos

—Maldita sea—

—Si recibimos otro ataque...—hablo king con dificultad

—Ya no resistiremos—

—Te lo suplico, detente—su dulce diosa, su mirada llena de valentía había cambiado a una de desesperación al ver cómo la oscuridad empezaba a acumularse en sus manos demoníacas, la desesperación también pudo sentirla él. Ella no controlaba su poder sería incapaz de evadirlo y eso acabaría con su vida, ella era su razón de vivir, se había prometido no volver a perderla, no podía volver a verla muerta

—Nebulosa oscura—gritos, dolor, enojo y frustración, ¿donde había quedado ese enorme poder oscuro con el que podía protegerla? Maldita sea merlín, no sabía dónde lo había dejado pero en esos momentos cuando más lo necesitaba no lo tenía

—¡No lastimaras a nadie más! —sus corazón se agitaron una vez más cuando el grito de la princesa llegó hasta sus oídos, ya no había marcha atrás; había caído rendido una vez más ante los encantos de esa mujer pecadora. Sus sentidos se perdieron, sus pupilas se dilataron, la ira abandono su cuerpo y miró a la bella mujer combatiendo la oscuridad con el deseo de proteger a todos. Cuando la luz lo terminó cegado sólo pudo soltar un respingo de sorpresa cerrando los ojos durante efímeros momentos. Era cálido y reconfortante, con el aroma a las flores silvestres y con la sensación de estarse fundiendo en un abrazo con su diosa...su diosa...

Un choque enorme de poderes entre la nebulosa oscura de el poder demoníaco y el poder sanador de la joven, la visión de como ella era más poderosa que aquel hombre corrompido y destruía la magia negra, como la oscuridad se evaporaba y como los caballeros soltaron un último grito de sorpresa y miedo. Finalmente el blanco fue lo único ahí presente permitiéndoles a todos admirar a su tercer princesa. Sus cabellos platas se ondulaban con el viento provocado, sus ojos cerrados fuertes, sus extremidades extendidas en la misma posición con la que gritó; estando concentraba sin saberlo.

Un abrazo, así era como se sentía meliodas, como aquellas veces donde se sentía tan mal que ella lo envolvía en un dulce abrazo envolviendo lo con sus alas, como esos besos en su frente que lo curaban de todo dolor, solo esas sonrisas llenas de amabilidad que lo enamoraron en primer lugar. En ningún momento llegó a darse cuenta de cómo sus heridas eran curadas sólo por estarla admirando fijamente, la luz milagrosa llenando toda la capital real curando incluso a los habitantes de el reino entero mientras sus alas hechas de su poder cubrían cada centímetro de el reino asegurándose de de proteger bajo su manto a cada persona. Oh su dulce ellie, siempre preocupándose más por los otros que por ella. Oh su dulce rosa blanca, siempre dejándose arrancar con dolor en lugar de permitir que alguien más fuera arrancado y marchitado. Oh su dulce ellie, siempre salvandolo de la desesperación y la ira cuando sentía que no podía soportar más esa carga.

Ban se miraba perplejo de cómo ella lo había curado todo, los caballeros casi muertos se levantaron sin queja alguna como nuevos, las flores se abrieron empezando a soltar pétalos que le dieron un paisaje celestial a la princesa y los gritos de dolor de hendrickson al estarse quemando poco le importaron, cuando ella abrió sus ojos una vez más el par de bicolores lo admiraron todo con miedo. Era obvio, ella no sabía que era capaz de eso hasta ese momento donde la desesperación la consumió

—¿Qué es esto? —se preguntó, oh elizabeth, si tan solo lo supieras lamentablemente no vivirias para contarlo y si miraras como esos ojos esmeraldas te alababan; indecisos entre sí correr y abrazarte y besarte o quedarse ahí parados solamente viéndote tampoco lo creerías—¿Qué es esta luz? —Si tan solo fueras capaz de ver el cariño detrás de la indiferencia y la perversión seguramente serias más feliz que nada, si pudieras darte cuenta de lo que esas manos que te tocaban realmente querían tal vez no quisieras que se desplegarán de ti jamás, el destello de el hombre que la había ayudado regreso como un pinchazo a su mente preocupandola—¡Señor meliodas! —al final aquellos ojos se habían decididos a quedarse en su lugar. Aún no podía hacerlo, aún no era el momento de poder darle el cariño que tanto deseaba darle, no podía arriesgarse a que la cuenta regresiva empezará y sus ilusiones fueran rotas una vez más. Solo pudo suspirar cuando sus compañeros se acercaron y trató de disimular lo más que podía el ligero rubor en sus mejillas

—No te angusties, aquí estoy—tomó algo de aire antes de poder abrir la boca, fue lo único que pudo decir de la misma forma dulce en la que le hablaba a la princesa y solo a la princesa llamando su atención. Cuando la joven se dio media vuelta para verlo casi no se la cree, estaba curado y sin nada de sangre que manchar a su color perfecto de piel ¿Cómo había pasado? ¿En verdad había sido ella? ¿Tenía poder? Era lo que daba vueltas en su mente. Las explicaciones irían después, las preguntas también e incluso si se podía los cariños, si salían vivos de esa juraba que iba a abrazarla sin importarle las miradas de todos, solo quería poder tomar su mano y hundirse en un contacto que sus corazones anhelaban deseosos —¿Y hawk? ¿Cómo está hawk? — sus ojos cristalinos se dieron la vuelta esperanzados de que lo que sea que haya hecho hubiera traído devuelta a su amigo parlanchin

Meliodas tenso los labios en una línea fina ante la mension se su irritante y adorable amigo, agachó la cabeza incapaz de poder mirarla más tiempo, era una pelea no un maldito cuarto de amor. ¡Joder! ¡Concéntrate meliodas! Eso no podía ser posible aún, aquellos que ya habían perdido la vida no podían regresar de la tierra de los muertos sólo por que alguien curaba su cuerpo, al final eso solo era un cascarón que guardaba el alma, eso era lo que importaba justo en esos momentos; su amigo de color rosa seguía convertido en el color de el carbón sin moverse. Sus lágrimas reales volvieron a escapar de sus ojos bicolores una vez más sintiéndose impotente, no servía para nada, era una completa inútil que no podía hacer nada bien.

—¿Por qué? ¡¿POR QUÉ!? —sollozo sin poder conseguir consuelo. Se sentía cansada, agitada, su cuerpo seguía lastimado ligeramente y la energía que uso para poder liberar su poder de esa forma la agotó, no pudo soportarlo más tiempo y se desplomó en los brazos de el rubio a su lado. Este la tomó inmediatamente perdiéndose en su suavidad y olor que desprendía. Oh su linda ellie, aquella hermosa diosa de alas emplumada que siempre estaba ahí para ayudarlo y torturar lo a la vez, era un ataque a el corazón que lo enamoraba y lo mataba sin control alguno, eran recuerdos lindos y recuerdos llenos de dolor que le daban ganas de llorar. No ahí, no en ese momento

—¡Elizabeth! —la voz de la primera princesa de el reino llamó la atención de el pecado capital, por más que le costará y por mas que no quisiera debía de soltarla esos momentos, la pelea aún no había acabado, aún podía sentir el poder de el debilitado hendrickson poniéndole la piel de gallina, suspiro ante la mirada castaña de la primera princesa y le entregó a su amada como un dragón entregando su tesoro más preciado. Solo debía sostener su mano y nunca soltarla, así no se sentía solo. Tuvo que controlar el palpitar de su corazón antes de poder continuar

—Llevatela— le ordenó de forma suave a margareth quien solo asintió  con la cabeza decidida tomando el cuerpo de su hermana que comenzaba a reaccionar y ayudándole a alejarse un poco de el campo de batalla lleno de flores, tomó algo de aire mirándola alejarse, apretó los puños invocando a su propia ira para conseguir la fuerza de seguir peleando y no pegarse a aquella mujer como la abeja a la miel y finamente se dio la vuelta con el ceño fruncido. Aun había una persona que asesinar y un pequeño cerdito que vengar antes de los abrazos, debían acabar con esa estúpida pelea y asegurarse de que el plan de aquel demonio no sucediera, aunque le doliera, aunque el recuerdo de su hermano menor lo frustrara no podía permitir que los demonios volvieran a la vida. Ni él ni elizabeth estaban preparados para enfrentarse de nuevo a ellos.

Como les había dicho este one-shot sólo era como los sentimientos de meliodas ante esta situación

La poesía o la escritura que tenga que ver con los sentimientos no es mi fuerte, aún estoy mejorando así que perdón si es que este mini one-shot no les gustó, les decepcionó o no les hizo sentir nada. Perdón ;w;

* suspira* no les mentiré. Este one-shot me ilusiona, como sabrán estoy obsesionada y sumamente enamorada de el melizabeth ¿por qué? No lo sé, solo puedo estar segura que nunca voy a superarlos y que siempre voy a tenerlos en mi corazón

Pero se que no quieren leer los sentimientos de la escritora xd

¿Qué les pareció? ¿Les gustó? Me gustaría saber que piensan en los comentarios y disculpen faltas de ortografía, intentaré corregirlas luego

Sin más que decir los veremos después

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