‼️Tony x Harley‼️

Kinktober Day 11 ~ Petplay


Al terminar la universidad, Tony se enteró muy rápido de su noticia. Harley no se esperaba para nada que el mismísimo Tony Stark apareciera en su graduación dándole un ramo de flores amarillas. Estaba feliz de por fin ver a su gran inspiración de nuevo en persona, jamás dejó de seguir sus pasos y de pensarlo, pero no era lo mismo. Por fin pudo abrazarlo y sentirlo de nuevo.

En cambio, Tony sintió una gran nostalgia al encontrarse de nuevo a ese muchacho tan grande y crecido. Estaba muy contento de verlo con ese brillo en los ojos. Y más aún cuando le ofreció una beca para realizar sus prácticas en su empresa. Su madre y él se quedaron boquiabiertos y Harley no dudó en tirarse a los brazos de Tony emocionado. Obviamente le dijo que sí.

Aunque no sabía que las prácticas se tornarían a un trabajo estable donde Harley pudo desarrollarse más, tanto profesionalmente, personalmente y amorosamente. Y es que la tensión y atracción de Stark y Harley era evidente desde el primer momento. No para la gente, solo para ellos dos.

No tardaron en comenzar una relación extraña. Una relación basada en sexo y 0 sentimientos, solo divertirse. Obviamente, todo fuera del núcleo mediático porque nadie podía enterarse que Tony Stark salía con alguien mucho menor que él. Pero Harley estaba bien llevando sus aventuras en secreto.

Aunque, cuando Tony pilló confianza, Harley no se esperaba para nada lo que estaba pasando.


Abrió la jaula dejando que el joven rubio se pudiera estirar correctamente. Harley se encontraba en ella, desnudo, con unas bonitas orejitas de perrito puestas, un plug anal que era una cola de un perrito. Además de unas manoplas que le obligaban a tener sus manos cerradas en puños con formas de patitas de perro. Un collar en su cuello con una linda inscripción con su nombre y una referencia a como era pertenencia de Tony.

- Buenos días Harley.

El cachorro solo lo miró y sonrió. Después de tres días siendo tratado y castigado como a un perro casi se le había olvidado como hablar. Ya que no quería que Tony lo volviera a castigar poniéndole el bozal, el cual presionaba su nariz con fuerza. No quería de nuevo, así que decidió tener su momento de abstinencia para hablar y decidió callarse hasta que Tony se lo permitiera.

- Vamos a comer.

El perrito después de sacudirse un poco y estirarse correctamente, siguió a cuatro patas escaleras abajo a su "dueño" en su inmensa mansión. Obviamente le puso la comida en cuencos muy lindos y en el suelo a un lado. De donde Harley, ya se había acostumbrado a comer del suelo de esta forma y sin utilizar las manos. Tony disfrutaba de las vistas mientras tomaba su taza de café matutina. 

Al terminar el cuenco, se acercó a Tony gateando y apoyó su mentón en su rodilla. Ganándose las caricias del mayor en su cabeza.

- Buen chico. A ver, sienta.

Harley sonrió y se sentó. Se sentó en sus talones y levantó las manos a la altura de su pecho, haciendo la posición. 

Se ganó una caricia por parte de Tony en la cabeza.

- Muy bien. Eres un chico muy bueno.

El muchacho se acercó a Tony y restregó su cabeza en el interior de su muslo. Haciendo sonreír al mayor, siguió acariciando su cabeza.

- ¿Qué quieres?- preguntó el mayor, aunque ya sabía la respuesta.

Harley sonrió tímidamente y sin pudor se acercó a la bragueta de Tony y cogió el tirador de la cremallera con sus dientes. El mayor no le impidió nada cuando vio como el chico la bajaba sin utilizar sus manos, solo sus dientes.

Tony no hizo nada, no movió ni un solo músculo. Solo apoyaba su cabeza en su mano, apoyada en la mesa de la cocina. Asombrado de cómo el chico se las ingenio para utilizar únicamente su boca para sacar su miembro de los pantalones.

Harley se sintió con la libertad de hacerlo y cuando lo tuvo enfrente. No dudó en meterlo en su boca, calentando por completo a Tony. Poco a poco se fue endureciendo por la estimulación.

El mayor disfrutaba del roce de la lengua del chico con mucho gusto. Seguía acariciando su cabeza con su mano libre, donde a veces tiraba con fuerza de su pelo haciendo gemir a Harley. Daba pequeños suspiros de placer notando el éxtasis. Y con algo de vergüenza, se corrió en la cara del chico más temprano que de costumbre. El mayor no sabía que había pasado y porque tan de repente, pero en realidad, Harley lo había hecho muy bien. Además, era por la mañana y "el café". Tony se comenzó a poner excusas solo para no admitir que ya no estaba para esos trotes matutinos.

Harley se sorprendió y lo miró con la ceja levantada. Sonrió un poco burlándose, pero la sonrisa se le quitó en cuanto notó el tirón de pelo que Tony le proporcionó.

- ¿Te burlas? No estás en un estado en donde te sea rentable burlarte de mí.

Harley gimió e intentó soltarse del agarre echándose hacia atrás. Algo que Tony no cedió y de hecho, se levantó y sin soltarlo lo guio de nuevo a su sitio. La jaula en donde Harley estaba durmiendo estos días. 

El chico quería ir al ritmo que iba Tony aunque lo iba medio arrastrando, no podía ya que se tropezaba torpemente por el suelo de la mansión de "su amo". Y por loco que pareciera, no iba a decir la palabra de seguridad, estaba loquísimo y le gustaba lo que estaba pasando.

Tony lo llevó hacia la habitación, dejó a Harley en medio con algo de brusquedad y no dudó en coger el bozal. A lo que el rubio se lamentó y como un perrito escondió su nariz entre su patitas delanteras.

- Te has portado mal, los otros se portaban bien. 

Harley le miró teniendo la cabeza girada (bombastic side eye 💅🏻). ¿Cómo que otros? ¿Lo estaba comparando? Realmente le molestó ese cometario. Frunció el ceño y gruñó. Los dos habían acordado un lenguaje secreto en donde Harley se comunicaba sin la necesidad de hablar, como el tener hambre, hacer sus necesidad o que algo le molesta. Cuando gruñía, es que algo le molesta. Y aunque no lo quería hacer tan evidente y quería disimular su molestia, el gruñido le salió solo. Lo tenía tan interiorizado que en verdad se le escapó. 

Fue tan evidente que Tony se dio cuenta y se acercó aún con el bozal en la mano. Se agachó para ponerse a su altura. El perro no quería hacer contacto visual con él, estaba aún con las manos en la nariz y la cabeza ladeada para no mirarlo.

- ¿Qué te ha molestado?

Tony se quedó sin respuesta, solo un inmóvil Harley que no hacía más que estar en la misma posición todo el rato. El mayor también estaba algo confundido pero no se dejó ganar. Quitó las manos de Harley de su boca y le puso el bozal. Realmente pensó que tendría que pelear más, pero el chico se dejó.

- A la jaula, ya.

Harley hizo caso. Gateó hasta la jaula metiéndose en ella y enseguida escarbando en las sábanas que tenía para taparse con ellas, no miró a Tony suplicando con la mirada que lo dejara salir como usualmente hacía cuando se quedaba solo. Se tapó y le dio la espalda al mayor. 

¿Se molestó Tony? Por supuesto. Pero no dijo nada, solo se fue de la habitación.


A la noche, no había escuchado nada. Harley normalmente se aburría mucho en la jaula y hacía sonidos para llamar la atención de Tony. Llorando como un cachorro, ladrando o incluso aullando para hacer rabiar al mayor. También pedía ir al servicio o comer, pero hoy, nada. 

A la hora de comer fue y dejó un cuenco de comida con la puerta de la jaula abierta para que se pudiera estirar un poco. Pero cuando entró en la habitación a la noche, se dio cuenta que Harley no había probado bocado.

- Oye, ya en serio, ¿qué ocurre?

Tony se agachó al lado de la jaula, intentando darle la cara a Harley. Y aunque este se estuviera haciendo el dormido, el mayor sabía que no lo estaba haciendo por que su ceño estaba fruncido. Además, se giró de manera automática cuando notó que Tony estaba en ese lugar.

- Harley... paremos un momento y explícame. Sal, te quitaré el bozal.

Pero Harley no hizo caso, solo se encogió en la sábana que tenía puesta por encima. 

- No te lo quiero repetir dos veces.

Entonces Harley chasqueó la lengua y enfadado solo se sentó. A lo que Tony le aprovechó y se acercó para quitarle el bozal de la nariz. Se había dado cuenta que probablemente le había apretado más de lo normal por lo nervioso que estaba, una línea, una marca roja cruzaba la nariz del chico. Quiso darle un besito, como siempre hacía, pero esta vez Harley solo se tumbó de nuevo, dejando el beso de Tony en el aire.

- Harley... no quiero dejarte así, pero si quieres terminar el juego solo tienes que decirlo.

- Sí mejor, así podrás jugar con los otros mejor.

Harley habló por primera vez en tres días. Él mismo se sorprendió de escucharla, se notaba algo más ronca de lo normal. Entonces fue cuando comenzó a quitarse las manoplas de las manos con ayuda de la boca. Aunque algo se lo impidió. 

Un peso muerto encima suya no le dejó respirar con tranquilidad. Enseguida supo que Tony se había tumbado encima suya entrando en la jaula. Entonces comenzó a retorcerse y a intentar quitárselo de encima cuando notó los besos que le daba Tony por toda la cara.

- Tonyy... paraaaa.

- ¿Se ha puesto celoso mi cachorrito?

Harley volvió a gruñir.

- No.

- ¿Entonces? ¿Qué puede ser el causante de tu malestar?

Harley suspiró resignado y un poquito nervioso buscando aire por el peso que se cargaba.

- Me han estado comparando toda la vida. No quiero que lo hagan tampoco en donde se supone que me tengo que divertir. Me duele que lo hagan en mi sitio seguro.

Tony no pudo evitar sentir un pequeño pinchazo en su pecho. No sabía si se debía a que había herido a Harley, o porque este le ha dicho que el mismo es su sitio seguro.

- ¿Soy tu sitio seguro?- preguntó Tony.

- Eres el sitio donde puedo ser yo mismo y hacer las cosas que me gustan... así que, así me siento sí. Eres mi sitio seguro.

Tony sonrió y abrazó con fuerza a Harley, haciendo que este soltara unos quejido mezclados entre agonía y sufrimiento.

- Lo siento mucho, no quise que te sintieras mal. Fue un comentario que pensé que sería inofensivo. Ni mucho menos pienso que ellos sean mejores que tú, de hecho pienso que es al contrario. Que sean 100% sumisos le quita la gracia. 

- Tony...

- Además, ellos ya no forman parte de mi vida. Y contigo, no necesito a nadie más. 

- Anthony...

- Realmente, creo que eres lo único que necesito para no sentirme tan mal conmigo mismo. Y ya no solo jugando, adoro cuando estamos en el taller juntos también.

- TONY.

- Te estoy abriendo mi corazón y tu interrumpiéndome, ¿qué pasa?

- Me estás asfixiando...

- Oh...

Tony por fin se quitó de encima de Harley y pudo tragar aire tranquilamente. Una fuerte bocanada que incluso lo hizo marearse. Disfrutó de las caricias que le daba su amo en la espalda.

- Lo siento... El caso, si quieres terminar el juego por ahora, está bien. Para ser la primera vez que lo haces, tres días de aguante está muy bien.

- No he dicho que no quiera continuar, solo estaba molesto.

- Entonces, ¿quieres seguir?

Harley le miró y asintió. Los dos sonrieron y Tony se acercó a él para darle un suave besito en los labios. Salió de la jaula, no sin antes darle una nalgada a Harley.

- En cuanto salgas de la jaula, no quiero que vuelvas a hablar, ¿comprendido?

A lo que Harley contestó con un ladrido en símbolo de afirmación.

- En ese caso, vamos a cenar, seguro tienes hambre.

El chico contento salió de la jaula a 4 patas. Tony aprovechó y le colocó con delicadeza las orejitas mejor en la cabeza y la acarició junto a su espalda.

- ¿Sabes? No suelo meter a perros en mi cama, pero puedo hacer una excepción hoy. ¿Quieres?

Harley respondió con un ladrido, haciendo que Tony se riera suavemente. Acarició su cabeza.

- Buen chico.



. y hago una novela de este tema con esta pareja.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top