‼️Pietro x Clint‼️
Kinktober Day 20 ~ Foodplay
Estar con una persona un poco más mayor que tú, puede traer algunas consecuencias negativas para tu vida sexual. Normalmente los jóvenes tienen mucho más libido que soltar que la gente mayor. Aunque Clint no es tan mayor, o eso dice él. Pero a veces le costaba innovar en la cama y al corredor profesional se aburría. Tenía una energía por descargar impresionante y el mayor no le podía tener un ritmo tan intenso.
Pietro se estresaba, a veces le dolía la mano de las veces que tuvo que aliviarse solo. No le gustaba que Clint no lo pudiera seguir, pero no le podía exigir mucho. Pero cuando su pareja le dijo que innovara, el muchacho se entusiasmo.
Así, entre los dos, crearon una ruleta. Un ruleta mágica de "sexo". Diferentes temáticas que querían probar el uno con el otro, juegos, poses, dinámicas... Y aunque al principio Clint tuvo unas ideas muy claras, al final se sorprendió de ver lo que el chiquillo esperaba con él. Se agobió de no cumplir sus expectativas, pero también tenía una gran curiosidad.
Aunque también se propusieron intentar aunque sea hacerlo 2 o 3 veces por semana, aunque sea sin ruleta. No sería tan complicado, supusieron.
Y estuvieron en lo correcto, les dio más "vidilla" a la relación y era muy entretenido hacerlo. Los dos por fin pudieron reforzar su relación como era debido.
Y entonces esa tarde, giraron la ruleta y Clint no pensó que le saldría esto en la vida. Pero, como no tenían tantas cosas con las que jugar, enseguida fueron a comprar.
- Bien...
En el supermercado fueron enseguida a buscar las cosas. Más bien, Clint leía la lista y Pietro iba corriendo a buscarla.
- Nata montada.- dictaminó Clint.
A lo que una ráfaga de viento se hizo a su lado, supo que fue Pietro. A los dos segundos, la nata estaba en el carrito y Pietro a su lado.
- Sandía, melón y fresas.
Lo mismo ocurrió con ellas.
- ¿Mandarinas?
Un saco de mandarinas de 2 kilos estuvo en el carrito.
- Preservativos... XS...- Clint miró a Pietro modo bombastic side eye.
El chico se rio, pero trajo más grandes.
- Eso. Bueno, seguimos... ¿aguacate? ¿Qué quieres hacer con el aguacate, Pietro?
- No sé, me parecía divertido.
- Pietro, eres alérgico al aguacate.
- Te lo comes tu.
- Pero tu alergia es también cutánea. ¿No recuerdas que fuimos a urgencias porque literalmente tu hermana te tiró un aguacate a la cara?
- Me prometiste que no me recordarías eso. Esta bien, aguacate no.- Pietro bufó.
- Bien... ¿¡harina!? Pietro mi amor, ¿Cómo quieres que usemos la harina? ¿Vamos a hacer un bizcocho o qué?
- Mejor no sigas leyendo la lista...
Clint le miró raro y siguió leyendo, aunque en verdad debería de haberle hecho caso.
- ¿Sabes? Toma, coge el chocolate y la fruta de dragón. Coge también las cosas que nos han pedido los demás. Te espero en la caja.
Pietro rio feliz y antes de llegar Clint a la caja para que le cobraran, Pietro ya estaba a su lado esperando con él y el carro lleno.
- Pietro.
- Dime.
- ¿Por qué has cogido el aguacate?
- Lo pone en la lista de Steve.
Se miraron raro.
- Espero que sea para desayunar... y no para que lo utilice con Tony...- bromeó Clint.
Pero Pietro levantó una ceja. Ahora tenían dudas.
En casa, en la cama para ser exactos, se devoraban los labios el uno al otro. Antes de que Clint entrase en la habitación, Pietro ya estaba desnudo en la cama esperando a Clint.
El de pelo plateado rodeaba la cadera de Clint con sus piernas, incitando al roce por completo. El mayor sonreía mientras escuchaba los suaves gemidos de su pareja. Enseguida quedaron los dos sin ropa muy rápido.
- No sé como empezar...- confesó Clint.
Tenían la bolsa de la comprar en la mesita de noche de su habitación.
- Podrías empezar... por ¿la nata?- aconsejó Pietro.
- Vas a quedar pringoso, solo espero que te duches después de esto. Ni se te ocurra meterte a dormir sin haberlo hecho antes.
- Pareces mi padre hablando.- rio el chico.
- Ya jugamos a eso la semana pasada.
Clint rio mientras rebuscaba en la bolsa y veía como Pietro se avergonzaba algo sonrojado. Una risa tonta salió de la boca del chico.
- Y me gustó mucho.
Clint sacó la nata, la agitó y pensó. ¿Dónde debería echarla? Se encogió de hombros y actuó un poco por instinto. Le acercó la boquilla a su boca.
- ¿Quieres un poco? Después no habrá.
Pietro no lo pensó y abrió la boca incitando a que le diera. Clint apretó y llenó la boca de su novio. Pero poco después lo llevó a la altura del pezón de Pietro y echó un poquito en cada uno.
Esto hizo que el correcaminos sintiera algo raro. La nata estaba fría y tuvo un gran escalofrío genérico en su cuerpo. Pero cuando notó la lengua de Clint en uno de ellos, barriendo la nata no pudo evitar arquear un poco su espalda gimiendo. Miró hacia abajo para encontrarse con la mirada lasciva del mayor. El cual, al terminar con uno de los pezones, fue directamente al otro y esta vez lo devoró con ganas. Succionándolo por completo en un instante. Esta vez sacando Pietro un gemido más intenso.
A los dos les gustó la experiencia y la sensación. Clint disfrutando de sus dos cosas favoritas a la vez, Pietro y la comida. Era inimaginable. Y Pietro, al ser tan hipermegasensible en todos los aspectos, notar esas texturas raras era muy satisfactorio.
- ¿Te ha gustado?- preguntó Clint asegurándose de la comodidad del otro.
Recibió un asentimiento como respuesta. Aunque Clint ya lo sabía, solo tuvo que bajar la cabeza y ver como su compañero tenía una gran erección.
- ¿Más?- Pietro volvió a asentir y Clint sonrió.
Se acabó la nata, pero Pietro en verdad lo agradeció, sus pezones los que más. No recordó en ningún momento de su relación que Clint estuviera tanto tiempo solo dándole atención solo a esa parte de su cuerpo. Pero con las últimas que quedaba de nata, decidió que él también podría hacer algo. Y no dudó en proponerle a Clint el chupársela... también con la nata. Obvio, el mayor aceptó.
Así Clint se sentó en la orilla de la cama y dejó que el otro lo lamiera. Era gracioso ver a su novio dar algunos lametones para quitar la nata más grande. Y como rebosaba cuando se lo metió por completo en la boca. Era excitante y raro. Habían probado muchas cosas. ¿Por qué esto se notaba mucho mejor que cualquier otra cosa que han probado?
Clint embestía a Pietro con fuerza. El menor estaba a cuatro patas apoyado en el colchón. El "desgraciado" de su novio, literalmente lo había utilizado como un plato para hacerse una macedonia de frutas. Tenía el abdomen pegajoso y notaba muy bien eso. Pero no se podía concentrar muy bien teniendo al otro embistiéndolo.
Clint lo sujetaba con fuerza. Pero estaba algo travieso. A pesar de haber comido demasiada fruta hoy, parecía que seguía con hambre.
Cogió un trozo de sandía y sin dudar, la estrujó entre sus dedos, dejando caer todo el agua en la espalda de Pietro. El cual gritó sobresaltado y se retorció por la sensación tan rara.
- ¿¡Qué haces!?- preguntó Pietro alterado.
Pero enseguida se estremeció de nuevo al notar la lengua de Clint en su espalda.
El jugo de la sandía manchó toda la sábana, más de lo que ya estaba. Pero con esta, la había dejado empapada. En realidad no les importaba en ese momento. Cuando a Clint le toque lavar el colchón, entonces se arrepentirá.
- Eres un cerdo Clint...
Se arrepintió de sus palabras al notar como el mayor aceleraba.
No duraron mucho. Al poco tiempo, los dos estaban tumbados en la cama. En las sábanas húmedas y pegajosas. Ellos mismos estaban pringosos de todo el jugo de las frutas que habían utilizado.
- Que asco damos.- declaró Clint.
- Ni que lo digas.
A la mañana siguiente, bajaron al comedor. Y como sus sospechas fueron ciertas, al ver que el aguacate no estaba y que Steve no lo estaba utilizando para desayunar. Clint y Pietro se miraron sonriendo. ¿Qué ha pasado con el aguacate?
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