• Bucky x Steve x Tony •

~SMUT~

*NARRA STEVE*

Dolor de cabeza. Eso era lo único que sentía. Acababa de volver de una misión junto a Nat en Rusia.

Lo único que quería hacer era volver a la torre, ducharme y descansar abrazando a mis dos amores.

Ya no era ningún secreto que yo y Tony estamos en una relación, lo que nadie sabe que en esa relación no solo somos dos. No mucho tiempo después de confirmar nuestra relación pues nos comenzamos a aburrir de ser solo nosotros. Así que por algún casual se nos unió Bucky. Fue extraño al principio pero todo cambio con el tiempo y con la tontería ya llevamos casi 4 años juntos. Y sin duda lo mejor que me pasó en la vida.

El viaje de vuelta a casa fue un tanto movidito pero al fin llegamos. Por fin vería a Tony y a Bucky después de 3 días. Lo que hice al llegar al último piso de la torre me dirigí directamente a mi cuarto.

Ahí me los encontré, tumbados en la cama abrazados y dormidos.

Sin poder evitarlo esbocé una sonrisa y me acerque a ellos para darle un beso en la mejilla a cada uno para después ir a ducharme.

Me giré y me dirigí al baño, pero justo cuando di la espalda a ellos alguien me agarró la muñeca y volteé para ver qué quién me agarraba era Bucky. Sonreí al verlo tan adormilado, con los ojos entrecerrados e intentando enfocar su vista para averiguar quién soy.

- ¿Steve?- pregunto él intentando vocalizar.

- Si mi amor, soy yo.- me giré nuevamente para acariciarle el pelo suavemente.- Me daré una ducha y ahora me meto con vosotros, ¿vale?

Él solo asintió con una sonrisa y con los ojos cerrados. Volvió a tumbarse mientras yo iba al baño.

Al salir de la ducha, Bucky se había dormido de nuevo.

Me metí en la cama con ellos y me dormí al instante.

A la mañana siguiente fui el primero en despertarme de los tres. Dormí en la gigantesca cama de matrimonio  junto a Tony y Bucky.

Me estiré y me senté. Iba a levantarme cuando unos brazos rodearon mi cintura.

- ¿A dónde te crees que vas?- la voz de Tony aún sonaba un tanto adormilada aún.

- Iré a desayunar.

- No no, tú te quedas.

- Tony...- repliqué.

- He dicho que te quedas.- él pequeño hizo un esfuerzo por volver a tumbarme de nuevo, esfuerzo que fue en vano claro está.- ¡Ay! ¡Tumbate! Necesito abrazarte para dormir bien.

- Pues bien que estabas durmiendo abrazado a Bucky ayer por la noche cuando vine.

- ¡Ay! Cállate y tumbate ya. El brazo mecánico de Bucky está muy bien para las pajas pero eres tú el mejor para follarme.- yo reí ante ese comentario.

- Oye... Tampoco lo hago tan mal.- esta vez fue Bucky quién habla, el cual miraba a Tony ofendido.

- Yo no digo que tú lo hagas mal pero eché mucho de menos a Steve :c

- Chicos, siempre podemos divertirnos los tres pero ahora tengo hambre.

- Puedes comerme a miiii.- decía Tony mientras zarandeaba del brazo.

- Bebé, acabamos de despertar. Además, ayer acabo de llegar de una misión...

- Yo estoy de acuerdo con Tony.- esta vez habló Bucky.

Después de mucha insistencia por parte de los dos en pocos minutos ya estábamos lo tres desnudos, en la cama y follando :)

Bucky se encontraba sentado apoyado en el cabecero de la cama. Mientras Tony de la misma manera que el azabache pero apoyando la espalda en el pecho del mayor. Y yo frente a Tony, penetrandole.

Fueron tres días los que estuve fuera, pero había echado muchísimo de menos los gemidos de estos dos chicos.

El moreno arañaba mi espalda con fuerza mientras tendía su cabeza en el hombro de Bucky. Notaba como la mano metálica del pelinegro hacia fricción en el miembro de Tony así dándole el doble de placer.

En poco tiempo la mano de Barnes y mis estocadas se pusieron de acuerdo y de un momento a otro coordinamos nuestros vaivenes.

- Dios más por favor...- gemía Tony.

- ¿Quieres más peque?- preguntó Bucky a lo que el moreno asintió.- ¿Te gustaría que entrase yo también?- pare un momento ya que al parecer Tony se lo pensó.

- No estaría mal...- finalmente dijo Stark.

- ¿Seguro?- esta vez pregunté yo. Y él, volvió a asentir.

Nunca habíamos hecho esto así que en primer lugar decidimos prepararlo lo suficiente para que no hubiera ningún problema.

Bucky añadió varios de sus dedos metálicos junto a mi miembro así dándole pequeñas estocadas a Tony.

Es cierto que al principio se quejaba y sollozaba débilmente pero se fue acostumbrando y como siempre... Pedía más.

- Dios Bucky entra ya y folladme en condiciones por favor...

- Tony te haremos daño si lo hacemos tan rápido.- le advertí pero con su cabezonería no quiso darme la razón.

Bucky entro lentamente en él junto a mi. Gritó. Un grito agudo e insoportable retumbó en la torre.

Lagrimas corrían por el sonrojado rostro de mi pareja, era la imagen más dolorosa y excitante que había visto en mi vida. Ver cómo levemente se retorcía de dolor porque no podía soportar tanto era muy gozoso. Aún así me preocupe por él y decidí no moverme hasta que se acostumbrará.

En cambio Bucky decidio tranquilizarlo mediante besos en las mejillas y el cuello, acción que sirvió de más bien poco pero algo consiguió.

- Moveros...- dijo el moreno.

- ¿Que?- pregunté confundido.

- Lo que habéis oído... que os mováis.

- Pero si estás llorando.- contesto Bucky más confundido.

- Si y me duele, pero se siente muy bien... Ahora moveros joder.

Y así hicimos. Al principio suave y al final salvaje.

Bucky y yo coordinamos nuestras embestidas, cuando uno salía el otro entraba así haciendo gozar a Tony todo el tiempo.

No paraba de gemir ni de arañar mi espalda con sus largas y filosas uñas. Sin duda dejará marca. Pero Bucky tampoco se libro de sus marcas, ya que más de una vez apoyaba la nuca en el hombro de Barnes para morder su cuello y silenciar levemente sus gritos. Sin duda uno de los mejores polvos de nuestra vida.

No mucho después los tres nos vinimos. El moreno mancho su abdomen y el mío. Yo salí antes de hacerlo así que manche la parte trasera de Tony y un poco las piernas de Bucky. En cambio el pelinegro ni se limitó a salir así inundando todo el interior de Tony.

Los tres nos tumbamos agotados en la cama mirando al techo. Nadie decía nada hasta que Tony habló.

- Por favor... Hagámoslo siempre así...

- ¿No te duele?- pregunto Bucky.

- Un poco, es soportable.
Otro silencio.

- Entonces...- está vez hablé yo, ganandome la mirada de ambos.- ¿Me dejáis ir a desayunar ya?

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