Bakugou x MaleReader

Ambientación: Ending 2
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Maldita sea, no debería de estar haciendo esto, en este momento debería estar con Aizawa aprendiendo maldiciones, o recorriendo el Bosque Prohibido, no ser la paloma mensajera de Todoroki y trepando un jodido volcán. ¿Quien será la clase de persona que vive en un volcán? Cuando Todoroki me dijo que tenía que entregarle un recado a alguien no me imagine esto, me dijo que me cuidara de los dragones que están en el dominio de "Bakugou"; más ellos eran hermosos. Nunca había visto tantos dragones en mi vida, había de todos tamaños y colores, grandes, pequeños, con hermosas escamas.

Cuando ibas llegando a la cima un dragón de color rojo y ojos color miel estaba custodiando la entrada, no te quitaba la mirada de encima, pasaron un tiempo mirándose y luego entró a una cueva en la parte alta del volcán, por suerte este estaba inactivo. Entraste por el mismo lugar que el dragón, estaba más oscuro de lo que imaginaste.

—hola?- te adentraste a la cueva con algo de duda y alerta.

La cueva era más grande de lo que aparentaba ser, se empezaron a escuchar gruñidos y pisadas, por un momento pensaste que podría ser Bakugou. Sentiste que alguien se estaba acercando a donde estabas.

—vengo de parte del Príncipe Todoroki!!-un gruñido se oyó mucho más fuerte que el anterior- es un recado oficial del reino, busco a Bakugou Katsuki.

—Hola!!-alguien te había tocado el hombro, por reflejo le diste un golpe a lo que te hubiera asustado, al parecer lo golpeaste demasiado fuerte ya que pego un pequeño grito de dolor.

-lo lamento!! Te encuentras bien?-te habías acercado a el para brindarle un poco de ayuda- disculpa, tú eres Bakugou Katsuki?

-wow, golpeas bien. Y respondiendo tu pregunta no, lo siento -al parecer a quien habías golpeado era a un chico de pelo rojizo y diente puntiagudos, se presentó como Kirishima.

Kirishima te guío por la cueva oscura por algunos minutos, después de un rato de caminar a oscuras llegaron ha una habitación iluminada donde había algunas mantas en el suelo una fogata y decoraciones de dientes de dragón. Kirishima entró en la habitación donde estaba un chico rubio.

-Bakugou!! Te están buscando de parte de Todoroki.

- y para que me quiere el mitad-mitad!?-dijo con cierto enfado y sin voltear a verle.

- Ni idea, por que no le preguntas al chico?

- que chico?!- de pronto había retomado interés en la conversación y te había volteado a ver con confusión.

Al parecer ese era Bakugou, por como lo relataba Deku lo esperabas más feroz e intimidante, aunque lo de gritón le podías dar crédito, ¿como no se queda sin voz? Debías admitir que era algo lindo, si le quitabas la mugre de encima era un pequeño príncipe gritón.

- vengó de parte del Príncipe Todoroki, el solicita su presencia en el castillo lo más pronto posible, y si no es molestia me gustaría que también vinieras Kirishima. Son asuntos confidenciales del reino por lo cual no puedo dar muchos detalles.

-pues dile a el mitad-mitad que si quiere que vaya que venga el mismo!! Quieres pequeño "sirviente"!?-ya estabas harto de que te trataran así.

-escucha engreído de mierda, yo no vine para ser bufón de nadie, ni siquiera quería venir, así que no es mi problema si vas o no, así que por que no vas tú y se lo dices personalmente!!! Eh?!

Saliste de ahí lo más rápido que podías, ni siquiera te despediste de Kirishima que solo te vio alejándote. Tardaste menos de lo que esperabas en el trayecto de regreso al castillo, sin dudas le dirías a Todoroki que no volverías a hacer un trabajo de esos. Y pensar que perdiste una semana de entrenamiento para esto, ya querías llegar y desempacar, querías ir al bosque oscuro habías oído que las hojas de los árboles de Nym convertían en plantas a la gente, y Aizawa quería enseñarte como revertir esto (mas tú querías lo contrario).

Cuando llegaste al castillo Deku fue el primero que te recibió y te dijo que Todoroki estaba entrenando en el patio, tenías infinidad de cosas que decirle y no eran muy buenas del todo.

—Todoroki!!- corriste hacia el cuando lo viste peleando con un caballero, la espada no era lo tuyo, más manejabas el arco como un experto y en combate cuerpo a cuerpo podías decir que te mantenías en pie.

—__, has vuelto antes de lo que esperaba, recibiste respuesta de su parte?- Todoroki le izo señas al caballero para que se fuera y tú pudieras contarle lo sucedido.

— primero: si me vuelves a pedir que sea tu puta paloma mensajera al menos ponme a alguien que no sea un jodido idiota. Y segundo, si me dio su respuesta, dijo "si tanto quieres que vaya que venga el", que se cree ese imbecil!! Enserio, con Lida, Deku, Uraraka, tú y yo, podemos con cualquiera!!

—suele hacer eso de vez en cuando.- te vio algo indiferente, no parecía muy sorprendido de lo que le dijiste.

— entonces no tenías por qué mandarme a mi!! El tiene razón si tanto quieres que venga ve y dice lo.

— si Deku iba el lo hubiera aventado de lo más alto del volcán no me arriesgaría a que algo le pasara, además estoy seguro de que vendrá, puedes ser muy persuasivo aveces.

Después de esa increíble y pequeña charla con Todoroki te dirigiste directo a la torre donde se encontraba tu cuarto, en la más alta y oscura...si como un cliché, supongo que por esa misma razón te agradaba. Entraste dejando tu bolso en tu cama y te dirigiste a la canasta negra con naranja del correo en tu escritorio, como suponías, se te acumularon los encargos otra vez. Veraz, al ser solo una aprendiz de brujo (ya que Aizawa era tu maestro) tenías que cumplir encargos para acumular "experiencia" como la llamaba Aizawa, la mayoría eran simples, como: ninfas comiendo cultivos, zorros-alce peligrosos, brujas de sueños, etc. Te sentaste en tu escritorio contemplando la pila de papeles que se te había acumulado, tendrías trabajo que hacer, por un momento pensaste en Bakugou, ese idiota con temperamento de Niño berrinchudo por alguna razón no salía de tu mente.

—quizá si venga al castillo...

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Exactamente una semana después llegó acompañado de Kirishima, y te enteraste por medio de Mina que lo llamaron para firman una especie de "acuerdo" para hacer los reinos "uno". Al medio día fuiste citado junto con Aizawa por el rey, tenían que estar en la habitación principal del castillo ya que se llevaría una ceremonia por el tratado. ¿Para que los llamaron? Simple, tú y Aizawa serían los encargados del espectáculo, cuando decidiste servir al reino no tenías en cuenta que serías un bufón.

Se acercó la noche y también la ceremonia y por capricho de Aizawa el había decidido que no participaría en el "espectáculo" ¿Su excusa?, en sus palabras fue esta-"Si no eres capaz de entretener a una audiencia con hechizos simples nunca llegarás a ser buen brujo"- en parte envía razón. Te habías preparado y vestías tú mejor túnica, y por ,as cliché que sonara tu mejor sombrero. Llegaste justo# a tiempo a la ceremonia para que salieras a asombrar al público con magia. A empezar:

Usaste hechizos simples pero atractivos para que la gente presente se asombrara, incluso usaste algunos que inventaste tu. Al final del pequeño espectáculo estabas agotado y la gente fascinada, se te dio permiso para quedarte a la ceremonia, más no te apetecía. Cuando estabas apunto de irte una voz te hablo.

-No eres tan inútil como aparentas, brujo.-era Bakugou y parecía que también quería irse. Su atuendo era diferente al que usaba en la cueva pero era parecido y te sorprendido que no llevara traje como los demás.-¿te vas tan pronto, brujo?.

-No me gustan este tipo de "fiestas", mas bien no me gusta ninguna y parece que a ti tampoco, ¿O me equivoco?

-¿Y a donde propones que vayamos idiota?

-Vayamos me suena a manada.

-¿Olvidas que la fiesta es en mi honor?-quitando de lado la forma en que te hablaba parecía estar bien contigo y su compañía se te hacía agradable.

-Pues si a su majestad Ego se le ofrece hay un Jardín a unos cuantos metros-soltó una pequeña risa por el apodo que le habías dado y acepto a acompañarte. El trayecto fue tranquilo y silencioso; y al llegar al pequeño jardín te echaste al pasto y miraste las estrellas que se asomaban, te gustaba hacer eso de vez en cuando y luego crear espíritus con magia para divertirte. Bakugou se sentó a tu lado y te miro por un rato para luego desviar la mirada.

-¿Como aprendiste magia?-soltó de repente si siquiera voltearte a ver.

-Mi familia es de brujos y brujas así que lo enrede de ellos, supongo, además Aizawa me enseña cuando quiere algunos hechizos. ¿Como eres tan Bueno con los dragones?.

-Nací rodeado con ellos.-Se quedaron callados unos minutos esperando que el otro hablara, el silencio entre ustedes no era incómodo era tranquilo y lindo-Nunca me dijiste tu nombre brujo.

-__, soy __.-querías preguntar algo más no sabias si iba a responderte, tenías que saber si se iría pronto, para ser alguien que no conocías muy bien te había agradado demasiado-¿Cuando te vas?

-Mañana.

Te quedaste pensando un momento, no querías que el se fuera, disfrutabas de su compañía y le habías agarrado cariño. Querías decir algo como "no te vayas", "quédate" o "quédate a mi lado". Las palabras no te salían y el parecía también reteniendo algo que quisiera decir, lo extrañarías demasiado.

-Sabes -soltó sin previo aviso- en mi reino no hay brujos, y no encontraré a alguno tan idiota y con una capacidad para enojarme tan grande como la tuya, así que ¿Que te parece venir cuando seas un jodido brujo y no un maldito aprendiz? Tengo millones de dragones y un Kirishima.

Te sentaste junto a el y lo miraste sorprendido y algo sonrojado, si era en serio era la mejor propuesta del mundo, nunca habías tenido tantas ganas de dejar de ser aprendiz de Aizawa. Tu respuesta fue un sonoro si que estás seguro que lo oyó todo el reino, sonreías como nunca y eso que solo te habían ofrecido ser un hechicero de otro reino. La idea de estar con el té gustaba y los dragones que podrías ver y también estar con Kirishima, todo de esa idea te gustaba.

-Te lo advierto si no eres lo suficientemente competente te vas, ¿entendiste maldito brujo?

-No lo arruines idio-no esperabas que te besara, eso fue algo nuevo.

-Lo pensarás dos beses antes de llamarme idiota.

-Si ese es el castigo te lo dire más seguido.