Hanta Sero
☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
AU PRO HEROS
☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
TW; —NSWF, personajes en estado de ebriedad, alcohol, términos kink; asfixia, cachetadas, sobre estimulación, jalones de pelo, personajes MAYORES de edad, puede que esté algo sobre pasado, se recomienda discreción.
Habías logrado regresar vivo de una misión junto a varios de tus compañeros, por lo cual celebraban su victoria. Todos bebían a gusto, sin impórtales demasiado si se iban de copas, total al día siguiente era fin de semana, su día de descanso.
Tal vez debiste decir que eras bastante débil para el alcohol, y que esté te tiraba al suelo con un par de tragos, pero ya era tarde, fuiste el primero en quedar ebrio, el siguiente fue tu amigo Denki. Ambos eran el show entre sus demás amigos, pues decían cualquier cosa.
Con el paso de la noche, poco a poco los demás se fueron embriagando, solo dos de tus amigos estaban ebrios pero consientes de la situación actual.
Kirishima y Sero serían estables a pesar de sus tragos de más, por lo que; debían llevarte a ti y Denki hasta sus hogares. Hanta se ofreció a llevarte, pues estabas demasiado ebrio para manejar, lo cual, en tu poca conciencia accediste.
Llegaron a tu departamento, estabas acostado en tu sofá, sin tener conocimientos de nada, Sero estaba algo parecido, pues ya los tragos iban haciendo más efecto. Se despidió de ti para poder irse, prefería llegar a su casa antes de quedar borracho completamente.
Entre lloriqueos y quejas, lo obligaste a quedarse, realmente no querías que se fuera. Lo obligaste a sentarse a tu lado, mientras te acurrucabas en su pecho.
Murmurabas cosas sin lógica, apegándote mucho más a Sero, quien se encontraba congelado ante la situación.
Lo miraste y luego viste sus labios, juntándolos con los tuyos sin preguntarle, Hanta se congeló aún más, pero tan solo unos segundos bastaron para que te correspondiera.
El beso comenzó a subir de tono cuando te subiste en su regazo, frotándote contra él, sus lenguas se movían entre si haciendo un sonido de chapoteó bastante húmedo. Se apartaron un poco dejándote respirar, aunque no por mucho. Podías sentir sus callosas manos recorrer tu cadera, encajándose profundamente en esta misma, gimoteaste sintiendo el gran bulto que se frotaba en tu trasero.
La excitación mezclados con el alcohol nublaron la mente de Sero, quien solo seguía las señales de su cuerpo caliente, tomándote de los glúteos, se encaminaba hacia la habitación, sin detener el beso ni un segundo. Fuiste tirado sobre las sábanas con descuido, gemiste sintiendo la respiración desordenada de Sero sobre tu cuello, quien dejaba besos húmedos y chupetones bastante dolorosos a la vista.
Te arqueaste cuando Hanta tiro de tu camiseta, abriendo los botones, sus manos recorrían todo lo que podía alcanzar, y tu solo te dedicabas a gemir bajo suya, estabas hecho un manojo de suplicas y espasmos.
—Sero... —Lo llamaste entre jadeos.
Este subió hasta tus labios, dejando un húmedo beso sobre tus labios.
—Te haré sentir bien, lo prometo. —Lamió tus labios, volviendo a bajar.
Fuiste despojado de tus prendas, quedando de piernas abiertas a tu acompañante, quien se deleitaba al verte retorcer bajo suya. Lloriqueabas por la necesidad de contacto, tu polla temblaba tanto como tú.
Gritaste de incomodidad, sintiendo dos dedos sin lubricar deslizarse dentro de ti y moverse bruscamente, te retorciste poniendo los ojos en blanco, los dedos largos de Sero habían logrado alcanzar tú próstata de golpe, haciéndote babear.
Un tercer dedo te hizo gritar nuevamente su nombre, tus músculos se tensaron, tu parte baja ardía, moviste tus caderas desesperado en busca de tu propio orgasmo, que llegó tan pronto Hanta dobló un poco sus dedos. Gemiste en alto cuando la mano de Sero impactó en tu cara, te había abofeteado...y mierda que lo disfrutaste cuando lo hizo.
—¿Te di permiso de correrte? —Negaste.
Saco sus dedos de tu interior, quejándote por la sensación de vacío, fuiste puesto en cuatro bruscamente, jadeando, sintiendo como la polla de Sero se frotaba contra tu entrada.
—¿La quieres? —Gemiste en respuesta. —Mírate, el héroe más frío y serio, rogando porque lo joda.
Ocultaste tu cara avergonzada entre las almohadas, moviendo las caderas para hacer fricción. Te tensaste, al sentir el miembro de Sero adentrarse dentro de ti, gemiste cuando tu cabeza fue tirada hacia atrás, usando tu cabello como palanca.
Las embestidas empezaron siendo bestiales, Sero se empeñaba en hacerte gritar su nombre hasta quedarte sin voz, el sonido de la pelvis chocando contra tu trasero rojo resonaba por la habitación, tus gritos tapaban por completo los jadeos roncos de Hanta. Comenzaste a ahogarte con tu propia saliva, pues Sero había puesto su mano libre en tu cuello, asfixiando tus gritos. Tú saliva chorreaba de tu boca, tu mente estaba completamente nublada, al igual que todos tus sentidos, retorciste las sábanas, estabas por correrte otra vez.
Trataste de avisar, pero lo más que salía de tu boca eran gemidos y patéticos balbuceos, el nudo que se había formado dentro tuya se intensificaba cada vez más, el pre semen se asomaba por la punta de tu polla, hasta que explotaste, machando con tu semilla la cama y tu pecho. Pero eso no detuvo a Hanta, quien te sentó a horcajadas en el, lo miraste suplicante, pero esto solo parecía alentarlo, soltando una fuerte nalgada, haciéndote brincar.
Volvió a embestirte con brutalidad, a lo que gritaste, seguías sensible por tu reciente orgasmo, tus paredes se apretaron sobre su polla, sacándole gemidos roncos. Los golpeteos se intensificaron, dándote señal de que estaba cerca, su callosa mano bajo hasta tú miembro, estimulándolo. Gritaste apoyándose en sus hombros, no sabias cuando habías empezado a saltar, pero estabas deseoso por volverte a venir, una de sus manos en tu cuello y la otra sobre tu polla erecta hacía todo más caliente para ti. Masajeo la cabeza, por lo que te retorciste, moviendo las caderas cada vez más rápido, Sero bombeaba tu miembro tan rápido como podía, tú tan solo te dedicabas a gemir, con los ojos en blanco y la lengua afuera, babeando la mano de Sero. Gritaste su nombre cuando te volviste a venir, manchando su mano y ambos pechos, no pasó mucho cuando Hanta se liberó dentro tuya, chillaste sintiendo su semilla llenarte por completo.
No podías ni moverte, las lagrimas aún corrían por tu cara, tenías espasmos cada tanto, cada parpadeo se iba haciendo más largo, lo único que te mantenía despierto eran los gruñidos de Sero, tratando de recuperarse. Se rió de ti, en tu cara, acomodándote en la cama y saliendo de ti, te quejaste ante la sensación de vacío, que pronto fue cambiada por los fuertes brazos de Hanta, que envolvían tu cintura.
Beso tu cara salada, mimando tu cabello para hacerte dormir, murmurando cursilerías en tu oído, la sobre carga te hizo dormir al instante, estabas seguro que mañana todo sería un dolor de culo (literalmente) pero preferías disfrutar el momento.
Te dormiste en los brazos de Sero, quien tampoco tardo mucho en caer en el mundo de los sueños.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top