Un Regalo para Tío Jimin (Yoonmin)
Especial de Fin de Año 2020
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Narrador omnipresente
Jimin le entregó la estrella a su sobrina y ella sonrió con gran felicidad. El peligris le tomó en sus brazos y la levantó lo suficiente para que ella pusiera la estrella del arbolito en lo más alto. Una vez terminado la decoración del arbolito ambos chocaron las palmas mientras sonreían.
_ Les quedo genial, chicos.- dijo su hermana la cual dejó un plato con galletas sobre la mesa.
_ Tío Jimin es bueno ayudando a decorar el arbolito. Siempre queda bonito.- dijo la niña sonriendo.
_ Es sólo porque tú siempre me ayudas.- contesto acariciándole la cabeza.
Su sobrina sonrió para luego comer su galleta.
_ Debo irme, necesito comprar algunas cosas. Volveré para la cena.- dijo Jimin quien ahora miraba a su hermana.- ¿Necesitas algo? Won dijo que su amigo vendría a cenar así que supongo que necesitamos más comestibles.
_ No, el no vendrá a cenar.- contestó su hermana.- Won me dijo que su amigo no vendría sino hasta mañana así que no necesitamos tanto ya que sólo cenaremos nosotros cuatro.
Jimin asintió con la cabeza y tomó su abrigo al igual que las llaves de su auto. El iría a la ciudad a comprar el regalo de su sobrina el cual por falta de tiempo no había preparado con antelación como en años anteriores. Él no sabía que obsequiarle. Él quería que el rostro de su sobrina se iluminara al igual que la dorada estrella que habían colocado en el arbolito de navidad.
El recordó entonces lo que su sobrina le había comentado antes. Ella quería un nuevo libro de historias para leer antes de ir a dormir. Jimin pensó que era una buena opción así que fue a una librería cercana. El vio algunos libros pero ninguno le interesó. Y si a él no le interesaba tampoco a su sobrina. Luego de ir a la quinta librería Jimin ya se estaba estresando.
_ Es evidente que no ha tenido una buena búsqueda.- comentó la chica que le había estado atendiendo.
_ No encuentro un libro lo bastante interesante como para comprarlo.- suspiró Jimin.
La chica miró en todas direcciones y tomó un pedazo de papel.
_ Una amiga me dijo que abrieron una nueva librería llamada "Imagine Fantasy".- comenzó a escribir la dirección.- Hay una gran variedad de libros y sus precios son accesibles. Quizás pueda encontrar lo que busca.
Ella le entregó el papel con la dirección y sonrió de manera amable. Jimin asintió con la cabeza y le agradeció para luego ir a su auto. El miró la dirección y la colocó en el GPS, luego de unos 30 minutos llegó a la librería.
Jimin miró el lugar detenidamente y no había nada fuera de lo común, sólo era una librería cualquiera. El suspiró antes de entrar, le pidió al cielo tener suerte para encontrar algo que de verdad valiera la pena.
_ Bienvenido a mi humilde librería. ¿En qué puedo ayudarle?- el hombre sonrió.
No parecía ser demasiado viejo o joven, quizás sólo era un par de años mayor que Jimin. Él estaba usando lentos lo cual le hacía ver como un sabelotodo. O un nerd. Jimin prefirió no enfocarse en ello más de lo necesario.
_ Estoy buscando un buen libro para mi sobrina, ella ama leer historias y he decidido darle un libro como regalo de navidad.- contestó.
_ Ha venido al lugar correcto, por favor sígame.- le hizo señas con la mano.- Mi nombre es Kim Namjoon, es un gusto conocerlo.
_ Igualmente.- contestó el peligris.- Yo soy Park Jimin.
El hombre le sonrió ampliamente. Jimin comenzó a ver el alrededor y todo era más grande lo que el imagino. Desde afuera lucía como un lugar pequeño pero la verdad es que era una librería amplia y agradable.
_ ¿Y cuál es el propósito de la lectura?- preguntó.
_ ¿Disculpe?
_ Cuando se lee una historia debemos pensar su propósito.- él tomó un libro y de lo dio al menor.- Si nuestro propósito es alegrar nuestro día podemos leer una comida.- le entregó otro.- Si queremos llorar entonces leemos una tragedia.- le paso otro.- Y si nuestro propósito es alegrar nuestros corazones solitarios entonces optamos por una historia romántica de final feliz.
Jimin miró los libros entre sus manos y fue difícil decidirse por alguna. Él siempre supo que leer era algo hermoso y profundo, sin mencionar que podría incluso ser algo sentimental. Sin embargo, nunca había pensado en todo eso que dijo el hombre de cabello claro.
Namjoon pareció notar lo confundido que se sentía el peligris y tomó los libros para luego ponerlos en su lugar. El peliclaro pareció pensarlo unos segundos y tomó un libro.
_ Este libro es interesante y creo que va acorde a la temporada. Trata de una joven que va en busca de la navidad la cual fue robada por un joven príncipe que detesta la navidad. Ella le enseña lo hermoso de la navidad y el príncipe pronto comienza a enamorarse de la festividad así como también de ella.- sonrío.- Es divertida, cautivadora y muy buena historia.
Jimin vio la portada y leyó el breve resumen hecho por el mismo autor llamada R.M
_ Me lo llevo.- dijo Jimin sonriendo.
El pagó por el libro y despidió del peliclaro. Subió a su auto y comenzó a conducir de regreso a la casa de su hermana donde pasaría la navidad. Miró el libro y se alegró de que el vendedor tuviera papel de regalo para envolverlo. Eso le ahorraba trabajo y estrés a Jimin.
Él llegó a tiempo para la cena y todo marchó bien. Luego de todos se fueran a dormir Jimin bajó las escaleras y colocó el regalo entre los muchos que ya estaban allí presente. Él sonrió feliz y fue a la cocina por un par de galletas.
Él tomó algunas y luego tomó un vaso con agua para estar completamente satisfecho. Él se sentó en una de las sillas del comedor mientras terminaba su aperitivo. Él se sentía cansado, su día había sido agotador en todo sentido. Él puso los brazos sobre la mesa y recostó la cabeza para descansar un poco.
De repente se escucharon unos pasos, y Jimin se levantó inmediatamente. Él fue hasta la sala y miro en todas las direcciones para ver si veía a alguien pero nadie estaba allí. ¿Acaso lo había imaginado?
_ Supongo que estoy imaginando cosas.- comentó para sí mismo.
Miró hacia los regalos y notó que faltaba el suyo. El acaba de ponerlo allí, eso no tenía sentido; el buscó entre los regalos y no encontró nada. Entonces subió su mirada hacia el arbolito y el libro estaba junto a la estrella.
Jimin retrocedió un poco debido a la confusión pero aun así extendió su mano para así tomar el libro. Entonces la estrella comenzó a brillar y el cerró los ojos con fuerza. Cuando los volvió a abrir no estaba en la sala de la casa de su hermana, él estaba en medio de un bosque cubierto de nieve.
_ ¿Pero qué sucedió?- El miró todo el lugar y se dijo a si mismo que estaba soñando.
_ ¡Hasta que al fin de alcanzo!.- dijo un chico de cabello azul.- Siempre me ganas en las carreras.- comento.
Jimin le miró confundido. ¿Taehyung? ¿Qué diablos hacía el allí vistiendo ropa extraña como si fuese la época medieval? ¿Y por qué Jimin vestía de la misma forma?
_ ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Estoy soñando?
_ ¿Ahora que bicho raro te pasó?.- se pasó la mano por la cara.- Estamos aquí porque decidimos ir al castillo del príncipe amargado quien por odio a la navidad obligó a un mago a lanzar un hechizo donde todos olvidan el significado de la navidad.- le miró.- ¿Así o más explícito?
Jimin tomó nieve y se la pasó por la cara. Él estaba soñando, eso era seguro. ¿No era esa la historia del libro que compró para su sobrina?
_ ¿Qué diablos haces Jimin?
_ Tratando de despertarme.- respondió.
_ ¿Okey...?- el peliazul le miró como si fuera un bicho raro.- Déjate de tonterías y empecemos a caminar, ya falta poco para llegar al castillo.- tomó del hombro a Jimin mientras comenzaba a caminar.
Jimin aún en shock comenzó a caminar. El seguía preguntándose lo mismo pero no podía entender como había terminado allí. El sólo recordaba ir a la sala de la casa de su hermana a poner el regalo de navidad de su sobrina, así como también lo de los ruidos extraños y lo de la estrella brillando.
Y eso fue todo antes de aparecer místicamente en el medio de la nada.
_Viene un guardia, escóndete.- el peliazul hizo que Jimin cayera sobre su trasero.- Debemos buscar una distracción, si no lo hacemos nos atraparan y usaran nuestra cabeza como adornos de navidad.- se calló.- Bueno, literalmente.
El guardia de cabello negro era alto y musculoso, caminaba de un lugar a otros mientras custodiaba el lugar.
_ Escucha, yo iré a distraerlo y tú vas hasta el castillo. El mago está en el ala este, lo reconocerás.
_ Pero, yo no.- Jimin no pudo terminar
Taehyung se escabulló entre los árboles y le aventó una bola de nieve justo en la cara al guardia el cual le miró enojado.
_ En tu cara, imbécil.- se burló Taehyung.
El guardia corrió hacia el peliazul el cual comenzó a correr como si su vida dependiese de ello; Jimin también comenzó a correr pero hacia el castillo. El entró por una pequeña puerta que era usada por los sirvientes.
Jimin miró a todos lados y buscó una posible salida. El encontró una y cuando creyó salir victorioso fue detenido por un chico de cabello negro el cual se parecía mucho a...
_ ¿Seokjin?- Jimin no podía creer que se trataba del mejor amigo de su hermana.
_ Jefe Seokjin querrás decir.- le corrigió.- Eres nuevo, no te había visto antes.- le miró raro.- Pero bueno, eso no importa. Ve con Hobi a llevar la comida al estudio principal.
El pelinegro puso una bandeja dorada en sus manos.
_ Vamos chico nuevo, es hora.- dijo un chico de cabello castaño oscuro.
Jimin optó por seguir la corriente y caminó detrás del otro chico el cual también sostenía una bandeja en sus manos. Luego de subir un par de escaleras llegaron al lugar indicado. Jimin se quedó impresionado por el hermoso lugar el cual era una representación perfecta de un castillo.
La puerta de madera se abrió y ambos entraron. Jimin siguió mirando al alrededor y no se percató de que frente a él estaba un chico de cabellos oscuros. Jimin inmediatamente se detuvo. Sus ojos se conectaron con los del chico el cual le miró de manera curiosa.
_ Eres valiente para mirar a los ojos a un príncipe siendo un simple sirviente.- habló.
_ Yo, eh...- Jimin se sonrojó.
El chico era extremadamente guapo. El estómago de Jimin era un nido de mariposas las cuales revoloteaban animadamente. El bajó la mirada mientras esperaba no ser asesinado por lo que acababa de hacer.
El príncipe se acercó y con su mano levantó del mentón el rostro del peligris. Sus ojos nuevamente se conectaron con los de Jimin.
_ Eres extraño.- comentó.- ¿Cuál es tu nombre?
_ J-Jimin.- contestó.
_ Deja al chico en paz Yoongi, le estas asustando.- comentó alguien en el lugar.
Jimin miró a un hombre de blancas túnicas que se arrastraban por el suelo. Jimin se quedó sorprendido al ver que se trataba del mismo hombre que le vendió el libro. No había dudas de que él era el mago de la historia.
_ No le hice nada.- se quejó el príncipe mientras se alejaba.- Dejen todo en la mesa y regresen a sus deberes.- ordenó.
Jimin hizo lo que le dijeron y salió tan rápido como pudo de allí, no sin antes mirar al príncipe el cual seguía mirándolo con interés. Jimin siguió al chico de antes el cual comenzó a hablarle sobre el príncipe y el mago.
_ Ambos son buenos amigos, siempre han estado juntos como hermanos.- comentó.
_ ¿Sabes dónde puedo hablar con el mago?
_ Suele regresar al ala este del castillo a la noche.- contestó.
Jimin pensó en Taehyung y esperó que todo haya salido bien con él. Jimin no tenía idea de si estaba soñando o no, pero él no quería que el peliazul saliera lastimado. Y Jimin, aunque tampoco quería hacer nada, debía hacerlo ya que para bien o para el parecía ser el héroe de la historia.
Jimin esperó a la noche mientras se hacía pasar por un sirviente y cuando el sol se ocultó fue hasta donde se encontraba el mago. Jimin esperó unas horas y cuando finalmente apareció el hombre se colocó frente a él.
_ Justo contigo quería hablar.- dijo el hombre.- Ven, entremos.
Jimin le siguió.
_ Sé porque estás aquí, yo te vi venir.- señaló una bola de cristal.- Tu eres quien cambiará el rumbo de las cosas.
_ Sólo quiero que la navidad regrese a ser como era antes.- contestó.
El mago tomó una caja que estaba sobre un estante y se lo entregó a Jimin.
_ Dentro de esa caja está la navidad. No puedo quitar el hechizo a menos que el príncipe me dé la llave.- suspiró.- Es por eso que necesito tu ayuda, el príncipe necesita ver que su odio por la navidad no es bueno.- puso la caja en su lugar.- Y además tiene que robar la llave que está en su habitación.
_ ¿Qué debo hacer?
_ Conócelo, intenta acercarte a él. Enséñale lo hermoso que es la navidad y has que se enamore de ti Si no se convence al menos podrás acercarte lo suficiente para entrar a su habitación y robar la llave.- sonrió.- Él ya tiene interés en ti, me lo dijo. Luego puedes regresar a tu pueblo.
Jimin se lo pensó y al final asintió con la cabeza.
_ Si ese es el curso de la historia...- suspiró.- Lo haré.
Luego de hablar con el mago Jimin regresó al área de los sirvientes. Para llegar a ese lugar había que pasar el jardín. Lo que el peligris no se imaginaba era que un apuesto chico estaba en medio de las flores observando la luna.
Jimin sintió de nuevo las mariposas en su estómago. ¿Estaba en enamorándose de alguien que no conocía? Bueno, eso tendría sentido. Las historias suelen ser de ese modo.
_ Es de mala educación espiar a alguien.- comentó mirándolo de reojo.- Ven aquí.
Jimin suspiró y obedeció. Él se acercó lo suficiente.
_ ¿Te gusta la navidad?- preguntó.
_ Sí, me gusta.- susurró.
_ Yo la detesto. Sólo me trae malos recuerdos.
Ambos quedaron en silencio.
_ Quizás si vieras cuan lindo puede ser, cambiarías de opinión.- dijo Jimin.
El pelioscuro le miró a los ojos.
_ No sé por qué pero me haces pensar en esos angelitos que son tan característicos de la navidad.- rió.- Dan ganas de matarte.
Jimin se puso tenso y el príncipe pareció notarlo.
_ No lo haré, tranquilo. No soy tan sanguinario.- dijo para luego caminar de regreso a su habitación.
Jimin se quedó allí pensando en cuan hermoso había sonado la risa de ese príncipe que no toleraba la navidad. El regresó al lugar de los sirvientes y se dispuso a pensar en las maneras de acercarse al príncipe Yoongi.
Jimin se dijo a si mismo que sólo era para seguir la línea de la historia, no porque el sintiera interés hacia el príncipe.
(...)
Había pasado un mes y Jimin se había convertido en el sirviente favorito del príncipe el cual solía hablar con Jimin de cualquier cosa que se le pasaba por la cabeza. Jimin de alguna manera se había convertido también en el ángel que todos habían pedido para apaciguar el mal temperamento del príncipe.
Jimin también le estaba conociendo y poco a poco fue entendiendo que Yoongi no era una mala persona. En realidad era agradable estar con él y Jimin se vio incluso admirando al príncipe el cual tenía grandes cualidades como saber escribir y pintar, además de empuñar una espada con gracia y agilidad.
_ ¿Tu escribiste esto?- preguntó Jimin con un pergamino en sus manos.
_ Si, lo hice. Creo que fue a los 15 años.- contestó Yoongi el cual estaba leyendo un libro.
Ambos estaban sentados en la biblioteca.
_ Es hermoso...- dijo Jimin.- ¿Cómo puedes escribir tan bien? Es cautivador.
_ N-No es para tanto.- se sonrojó.
Jimin sonrió mientras se colocaba frente a él.
_ ¡Sí que lo es! Es arte lo que hace, su majestad.
Yoongi tosió y miró hacia otro lado.
_ Estoy escribiendo otro, es sobre una persona a la cual aprecio mucho.- comentó.
_ ¿De verdad? ¿Quién?
_ Cuando lo tenga listo te lo mostraré.
Jimin asintió con la cabeza. El miró hacia la ventana y vio que estaba comenzando a nevar. Él tomó de la mano al príncipe y le hizo levantar de la silla donde estaba.
_ ¿Qué vamos a hacer? Está haciendo frío.- se quejó.
Jimin se agachó y tomó nieve entre sus manos para convertirla en una bola la cual le lanzó al príncipe justo en la cabeza. Jimin rió y Yoongi se sacudió la nieve. El hizo lo mismo que Jimin y ambos comenzaron una guerra de bolas de nieve.
_ ¡Eres malo en esto!.- se burló Jimin.- Ni siquiera me ha tocado la nieve.
_ Eso es porque serás tú el que la toque.- contestó.
Entonces Jimin sintió las manos del principe en su cintura y luego ambos cayeron sobre la nieve, Yoongi encima de Jimin. El peligris comenzó a reír y el principe hizo lo mismo. Cuando ambos se detuvieron se miraron a los ojos.
El frío estaba debajo de Jimin pero él no podía sentirlo en lo absoluto. El calor que emanaba el príncipe Yoongi era más que suficiente para calentarle completamente.
_ Mi corazón late rápido cuando estoy contigo.- confesó Yoongi.
_ El mío se detiene por completo.- aseguró Jimin.- Es como si se congelara.
_ ¿Puedo descongelarlo por ti?- preguntó Yoongi para luego comenzar a acercarse.
Sus labios rosaron los de Jimin y el peligris cerró sus ojos mientras sentía ese cosquilleo en el estómago que le recordaba cuan nervioso y emocionado estaba. Jimin abrió de nuevo sus ojos y con su mano derecha acarició la mejilla izquierda del príncipe.
_ Sí, quiero que lo hagas.- contestó.
Yoongi sonrió levemente y acortó la distancia que había entre ellos. Fue un beso suave y dulce, era de esos besos que no transmiten más que amor y cariño. Ese tipo de besos que te hacen el estómago un lío.
_ ¿Esto está bien?- preguntó Jimin mediante un susurro.
_ No lo sé, pero tampoco es como si me importara.- concluyó para luego besar a Jimin de nuevo.
Jimin pasó sus brazos por el cuello del príncipe el cual se posicionó entre las piernas del peligris; ellos se besaron por un largo rato. Se miraban a los ojos, se besaban, sonreían y se abrazaban para así calentarse tanto el cuerpo como el alma.
Jimin recordó entonces lo que le había prometido al mago y se detuvo. Jimin empujó un poco a Yoongi, sólo lo suficiente para que le permitiera sentarse y mirarle a los ojos directamente. El príncipe le miró confundido.
_ Yo quiero pasar la noche contigo.- dijo en voz baja.
Yoongi le miró sorprendido pero luego asintió con la cabeza. Se puso de pie y le ofreció ayuda a Jimin el cual tomó la mano del príncipe para levantarse. Luego, tomados de las manos, caminaron hacia la habitación del príncipe.
Cuando ambos entraron Yoongi cerró la puerta.
_ Jimin, yo no sé en que estés pensando pero...- Jimin se giró y plasmó sus labios sobre los de Yoongi.
El pelinegro le correspondió y pasó rodeó la cintura con sus brazos.
_ Quiero hacerlo.- susurró.
_ ¿Estás seguro?
Jimin se mordió los labios y asintió. Yoongi le miró durante unos segundos y posó sus labios sobre los del peligris. No era el beso apasionante y feroz que Jimin esperaba, al contrario, era dulce y delicado.
Yoongi hizo que el peligris diera un par de pasos hacia atrás hasta caer en la gran cama que estaba en el medio de la habitación. Yoongi fue retirando la ropa que Jimin tenía puesta así como también la suya propia. Ambos quedaron sólo en pantalones y camisas de lino.
Jimin se recostó en la cama con Yoongi en medio de sus piernas mientras se besaban, de repente Yoongi sonrió y eso confundió al peligris el cual se alejó un poco para mirarlo.
_ Yo no tengo nada para prepararte y dudo que sea agradable para algunos de nosotros si lo hacemos bruscamente.- comentó.
Jimin se sonrojó.
_ Bueno, eh...- Yoongi sonrió.
_ Podemos intentarlo otro día.- besó su frente.- Esta bien si sólo dormimos juntos. ¿Te agrada la idea?
Jimin suspiró y asintió con la cabeza. Yoongi se recostó a su lado y le acunó en sus brazos; Jimin se acurrucó en su pecho y sintió paz. El sentía mucho sueño. Yoongi comenzó a acariciar su cabeza y poco a poco Jimin se perdió en el mundo de sueños.
Esa fue la primera vez que Jimin sintió tanta tranquilidad y comodidad en su vida. No es que él nunca hubiera dormido con alguien antes, pero curiosamente fue la primera vez en la que se sintió tan a gusto.
(...)
Cuando Jimin abrió sus ojos de nuevo vio el rostro durmiente de Yoongi y eso le hizo sonreír; el acarició su mejilla levemente. Jimin salió de la cama y fue hacia la ventana, miró el horizonte y se abrazó a si mismo cuando sintió una fría ráfaga de viento.
El miró al principe y suspiró. Él no quería simplemente tomar la llave del cofre y huir, él quería que Yoongi viera cuan agradable podía ser la navidad. Fue entonces que se le ocurrió una gran idea. Él tomó sus cosas y se vistió rápidamente para luego salir de allí.
Él llegó a la cocina y allí estaba el pelinegro.
_ Haremos algo especial esta noche.- dijo sonriendo.- Un pavo, ensalada, bebidas... Una cena de navidad.
_ ¿Qué es eso?- preguntó confundido.
Jimin recordó entonces sobre el hechizo. Nadie recordaba la navidad, nadie sabía lo que era en lo absoluto. Sólo Yoongi, Namjoon, Taehyung y Jimin eran conscientes de lo que significaba. En eso se basaba el hechizo, borrar las memorias sobre la navidad y desaparecer todo significado de ello.
_ Sólo cocina pavo para esta noche, algunas frutas y galletas. Como si fuera un banquete.- dijo Jimin y el pelinegro asintió.
El peligris fue con el mago Namjoon y le contó su plan, él estuvo de acuerdo. Todo se puso en marcha y mientras Jimin estaba con el príncipe en la biblioteca todos comenzaban a trabajar en algo que ni siquiera reconocían.
Cuando la noche cayó Jimin llevó al príncipe al comedor donde estaban todos los sirvientes y cocineros esperando por él; no es que ellos quisieran estar allí pero Jimin lo creyó conveniente para que se viera como una familia reunida.
Jimin cubrió los ojos de Yoongi y lo llevó de la mano hasta el comedo; él le quitó la venda y le presentó el banquete que habían preparado exclusivamente para la ocasión. Jimin vio la expresión de Yoongi y fue entonces que sintió miedo.
_ ¿Una cena de navidad?- le miró con odio.- ¿Cómo es que tienes recuerdos de ello?
Miró hacia Namjoon y gruñó.
_ Traidor, dijiste que todos habían olvidado lo que significaba la navidad.
_ Yoongi, no seas así... El sólo quiere que entiendas que está mal que.- no pudo terminar.
_ ¡Cállate!.- gritó mientras tomaba el mantel para luego jalarlo y hacer que todo cayera al suelo.- ¡La navidad no debe existir!
Jimin se alejó de Yoongi y vio como el príncipe pateaba la comida que con tanto esfuerzo habían hecho para él.
_ Y ustedes, imbéciles.- gruñó.- ¡Están despedidos!.- se acercó a ellos.-¿Acaso han perdido la puta cabeza?
Yoongi levantó la mano con intenciones de golpear a alguno de los cocineros pero fue el quien recibió una cachetada. El príncipe miró al peligris y se tocó la mejilla izquierda la cual estaba caliente y roja debido al impacto.
_ El que ha perdido la cabeza has sido tú.- dijo Jimin.- ¿Por qué odias tanto la navidad?
_ Porque gracias a eso perdí a mis padres.- respondió para luego girarse e irse.
Jimin se quedó confundido.
_ Ven, hay algo que debo decirte.- dijo Namjoon.
Ambos salieron del comedor.
_ Cuando Yoongi tenía 7 años la reina quiso ir al pueblo para comprarle algo como regalo de navidad. El rey no quería que fuera sola así que fue con ella y con un par de guardias.- suspiró.- Ellos fueron sorprendidos en el bosque, y justo allí, el día de navidad, fueron asesinados.
_ Por dios...- Jimin se tapó la boca.
Eso explicaba muchas cosas
_ Habla con él, quizás aún podamos hacer que cambie de opinión.- le entregó la caja de antes.- Sólo tú puedes salvarle tanto a él como a la navidad.
Jimin tomó la caja y fue en busca del príncipe el cual estaba en su estudio, justo donde se habían visto por primera vez. Jimin entró con cuidado y vio que Yoongi estaba cerca de la ventana mirando hacia la nada.
El peligris entró con cuidado y se acercó a él con la caja entre sus manos. Yoongi miró la caja y suspiró. Jimin puso aquel objeto una mesa cercana para así tener sus manos libres. Fue entonces que tomó al príncipe entre sus brazos.
_ ¿Qué estas...?
_ Llora, si quieres hacerlo hazlo. No te juzgaré.
Yoongi se quedó estático unos segundos hasta que levantó sus brazos. Jimin pensó que era para alejarlo pero fue lo contrario. El príncipe le abrazó con fuerza. Jimin no sabía si estaba llorando o no, pero supuso que sólo debía quedarse allí apoyándole y dándole a entender que Jimin estaba para él.
_ Si no hubiera pedido ese estúpido regalo de navidad...- susurró.
_ No fue tu culpa, Yoongi. No es culpa tuya ni de la navidad.- suspiró.- Tus padres sólo querían hacer algo lindo para navidad, algo que tú pudieras recordar con una sonrisa. La navidad se trata de eso, de la unión familiar y del cariño que se le tiene a los seres queridos.
Yoongi no dijo nada, sólo se quedó allí unos minutos hasta que por fin miró a Jimin a los ojos.
_ Gracias... Y perdona por lo de antes.- susurró.
Jimin limpió sus lágrimas y le besó dulcemente en los labios.
_ A partir de ahora no estás solo, Yoongi. Me tienes a mí y a todos los que te aprecian.- sonrió.
Ambos se abrazaron una vez más.
_ Creo que es hora de que todos vuelvan a tener sus preciadas memorias.- dijo mientras miraba hacia la caja.
_ Sí, es hora de que la navidad vuelva.
Jimin asintió y tomó la pequeña caja entre sus manos. Yoongi sacó la llave que tenía colgada en su cuello y con cuidado abrió la caja. Luces azules y blancas salieron de la caja así como también copos de nieves. Era un espectáculo de luces.
_ Feliz navidad, Yoongi.- sonrió Jimin.
_ Feliz navidad, Jimin.- contestó.- Gracias por hacerme entrar en razón.
Yoongi se acercó a él y Jimin automáticamente cerró sus ojos. Un beso suave era el mejor regalo de navidad que Jimin podía recibir. Ambos juntaron sus frentes y sonrieron mientras más copos de nieves bailaban a su alrededor.
_ Tío... Tío... ¡TÍO JIMIN!
El peligris se sobresaltó y miró a su alrededor, su sobrina estaba frente a él. Jimin se incorporó y notó que estaba en la cocina, justo en la mesa.
_ ¿Dónde está el príncipe?- preguntó inmediatamente.
_ ¿Te refieres el del libro? ¡Suena interesante, tío!- dijo la niña sonriendo.
Ella le mostró el libro.
_ Parece que te dormiste sobre la mesa.- comentó Won, su cuñado.
Jimin se pellizcó las mejillas y trató de despertarse completamente. ¿Todo había sido un sueño? Eso tenía sentido. Al final fue su imaginación la que le había jugado una mala pasada. ¿Cómo fue imaginación capaz de crear tanto en una sola noche?
Benditos sean los sueños y la imaginación.
_ Necesito pareja, seriamente.- susurró mientras se levantaba.- Ese hubiera sido un buen regalo de navidad.- añadió.
Alguien tocó la puerta y su cuñado a ver de quien se trataba. Jimin se quedó boquiabierta cuando vio que un chico de cabello negro entró a la casa. El vestía una camisa blanca sencilla junto a unos jeans de mezclilla y botas negras.
_ Oh, Jimin. Quiero presentarte a mi amigo, él es Min Yoongi.
_ Es un gusto conocerte por fin, Park Jimin.- sonrió el pelinegro mientras extendía la mano.
_ Uh, lo mismo digo.- Jimin tomó su mano y una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo.
El chico le sonrió ampliamente.
_ Será un placer conocerte como se debe.- comentó para luego guiñarle el ojo.
Jimin se quedó petrificado y sólo asintió con la cabeza. El pelinegro soltó su mano y comenzó a hablar con el cuñado de Jimin el cual le estaba mostrando la casa. Jimin les siguió con la mirada hasta que desaparecieron por el pasillo.
_ Tío, creo que santa si leyó mi carta.- comentó la niña.
_ ¿A qué te refieres?
_ Le pedí a santa que te diera un regalo.- levantó los hombros.- Y creo que ese es tu regalo de navidad.- comentó la niña mientras ojeaba su libro.- Creo que todos recibimos cosas buenas este año.- levantó la mirada.- Así que feliz navidad para ti también, tío.-Concluyó con una sonrisa burlona.
Parece que santa si se recordó de Jimin este año.
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¡Y comenzamos!
Decidí esperarme hasta hoy 31/12/20 para publicar las tres historias :3
Como ya navidad pasó, opté por llamar a esto "Especial de Fin de Año" a modo que hoy, el ultimo día del año, puedan leer estas tres historias que preparé para todas ustedes :3
¡En verdad espero que les guste!
Lean hasta el final, hay algo en la ultima historia que deseo que vean ♥
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