•Mundo sin quirks
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Su paso era apresurado comparado al resto de personas que pasaban a su lado, cosa que hizo enojar aún más al de cabello cenizo. Él era una persona realmente importante, no tenía que estar en el lugar donde estaba ahora ¿Y todo por qué? Porque su chófer había renunciado esa mañana y como venganza de los malos tratos que le dió su jefe, ponchó 2 llantas, dejándolo sin opción

En eso, una chica que iba en dirección contraria se impactó contra él haciendo que cayeran.

—Lo lamento -se levantó y extendió su mano para ayudarlo a levantarse.

Él la miró, portaba: unos anteojos que favorecían la forma de su rostro, ojos violetas, cabello castaño algo rizado y largo, además de que tenía puesto un largo abrigo.

Chasqueó la lengua y se levanto sin su ayuda.

—Fíjate por donde caminas, estúpida —sacudió su saco y siguió caminando.

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Había llegado justo a tiempo para su junta. Entró a la sala saludando a uno de sus grandes socios.

Después de que se terminara, los que asistieron fueron a otra sala para la merienda que habían preparado los chefs de la empresa anfitrióna.

—Gran trabajo Bakugo, tu padre te enseño bien -dijo un señor algo mayor mientras sostenía una copa con champagne.

Asintió y bebió un poco.

—Próximamente me voy a jubilar, y estoy en un lío -solo lo escuchaba, aunque no le interesaba sus asuntos -. Mi hijo no sabe como ser un líder, es un mujeriego, y gasta una fortuna.

—Hm -tomó un poco de la comida que estaba cerca.

—Y mi hija se niega en ser la heredera. Espero que se conozcan, tiene un gran temperamento, es alegre y amable como su madre -sonrió con melancolía —. Es mi pequeña.

—Hm -se sentía algo incómodo.

—¿Creés que pueda cambiar de opinión?

Alzó los hombros —. Depende de lo que quiera.

—...Tienes razón -iba a seguir con la plática, pero sonó su teléfono —. Disculpa -el más joven asintió y se alejó.

—Al fin -susurró terminando su trago.

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—¿Heredera? -preguntó lo obvio el de cabello rojizo.

—Si. Adiós a los negocios -comió la hamburguesa que había pedido.

—¿Es linda?

—Tú ya tienes novia, estúpido.

Rio —. Lo digo por ti, solterón.

—¿QUÉ MIERDA DIJISTE?

—Que cuándo la vas a ver.

Gruñó —. Este viernes.

—Vaya, espero y no le das miedo.

—Cierra la boca de una puta vez.

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—Se retrasó, señor.

—¡JA! Que gran primera impresión.

Volteó a ver al padre de la futura heredera avergonzado.

En ese momento, entró una chica con una coleta alta dejando caer su cabello liso en sus hombros, con un abrigo blanco, tacones algo altos y de anteojos. Los mismos.

—Perdón por la demora, había tráfico -sonrió y se sentó a lado de su padre, no antes de estirar su mano para saludar al jefe de la empresa en la que estaba —. Un gusto, no me dejes la mano estirada como la otra vez.

Se sorprendió al ver que era esa tonta chica, era totalmente diferente como aquel día. Suspiró y correspondió el saludo. Su mano era realmente suave y cálida.

El señor se levanto —. Ella es mi hija, la futura heredera de mi compañía.

Todos aplaudieron mientras ella asentía.

Pasó un rato mientras que los demás hablaban, ella estaba callada con una postura recta mirando y escuchando todo desde su asiento.

— Señorita Fujioka ¿Puede darnos su opinión? -habló un señor.

—Claro -se levantó y caminó a donde estaba una pizarra, tomó un marcador y puso varios puntos en un lugar —. Seré clara ya que se está acabando mi tiempo -dijo segura —. Cada punto que ven aquí, es una compañía como esta. Como la que tenemos a nuestro mando. Igual que los demás, haciendo lo mismo -sonrió —. Que patético.

Los demás se recargaron en su asiento poniendo total atención a la única mujer de la sala.

—Siempre deciden hacer lo mismo como en otras generaciones, pero sin que se den cuenta, las personas se aburrirán y se irán... -dibujó un gran circulo a lado de los demás puntos —al que sea mejor de su agrado: económico, llamativo y duradero -dejó el marcador en donde lo había tomado y puso sus manos en la mesa de cristal —Si quieren una mejora económica, empiecen a usar su creatividad y pensar en los demás. En la Actualidad -tomó su bolso y su abrigo —. En conclusión... sus propuestas son realmente estúpidas. No piensen como unos ancianos, concéntrence y enfóquese en el ahora... Lo que los llevará a la cima.

Apreció su sonrisa burlona para después salir del lugar. Observaron como caminaba por el pasillo por aquel vidrio.

—M-me disculpo por mi hija,ella habla sin pensar.

—Tiene razón -habló el más joven y causando las miradas de los demás -. Mejoremos y no seamos como los demás -volteó a ver al señor —. Es todo -se levantó, se despidió y salió rápidamente de ahí con la esperanza de encontrarla.

No fue así.

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Era fin de semana y como es típico, salió a entrenar al parque.

Cuando trotaba por el lugar, se le hizo conocida una chica. Frunció el ceño y se acercó a la fémina que al parecer era ella.

—Vaya, la chica experta

—El chico grosero que no se por qué es dueño de una de las empresas más importantes de Japón -mostró una sonrisa burlona mientras se colocaba sus audífonos.

—Mira quien lo dice.

—Mira quien responde -volvió a sonreír y comenzó a correr.

Por instinto sonrió y siguió su paso para solo mirarla y estar a su lado.

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Katsuki:

Caminaba bajo la lluvia para ir a buscar mi auto en el estacionamiento. Saco mis llaves y la veo a ella como ropa holgada mientras sostenía su paraguas y unas bolsas. La vi durante un momento (¿Cómo puede verse bien en un clima así?) para después subir a mi auto y encenderlo...

--¡REACCIONA PEDAZO DE MIERDA!

Salí y pateo la llanta de mi auto esperando que avance, pero claramente no iba a ser así.

—Vaya, -- volteo algo asustado al escuchar su voz— se murió con solo verte.

Bufé— ¿Por qué eres tan idiota?

— ¿Por qué eres tan poco hombre?

Gruñi—. Mira enana, mejor lárgate que no estoy de humor.

—Nunca estas de humor -- respondió,

—Tú... --aprieto mi puño cuando ella me extiende un boleto.

—Tu única opción es el metro —tomo aquel papel—cuidado con los toques calientes — guiñó el ojo y siguió en su camino.

Vi como caminaba y saltaba en los charcos.

—Que infantil --dije al aire y mire el boleto
—no esta disponible la grua -- suspiré y fui al metro para usar el estúpido boleto que me había dado.

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El pelo pincho empezó a reír.

-- ¡¿de que te ries idiota?!

--de como me la describes diría que es otra tu.

Gruñí y mire al otro local encontrándome a ella escribiendo algo en su laptop.

—¿Que miras?-- habló él y miró a donde observaba— ¿Es ella? es muy linda.

—Es un dolor de cabeza -- respondí sin dejar de mirarla.

Escuché su risa y la miré enfadado -- al parecer te interesó. Al fin dejaras de ser un solteron.

—Jamás me interesaría una chica como ella.

Se quedó mirándola otro rato más— Es una lastima, tiene una linda sonrisa y se ve realmente tierna —sonrió.

—Tch, pues no es así —tomé un poco de mi bebida. Y él la seguía mirándola —. ¡Ya deja de mirarla!

Bajó la mirada—. Lo lamento, se me hacía conocida —dijo para que en momentos la miraba disimuladamente.

Gruñía cada vez que se enfocaba demasiado en ella. Si bien, aceptaba que era linda e inteligente, pero también era una...

—Ya se va --dije cuando miré a donde estaba ella.

Él se levantó y salió del local lo más rápido

—¿Qué mierda! -- dejé el dinero y salí detrás para verlos a los dos hablando animadamente.

Los dos mostraban un ligero sonrojo. Pude haberme ido, pues me importa una mierda, pero de un momento a otro, ya estaba enfrente de ellos.

—Bakugo, hola -- saludó aquella chica —. No sabía que tenías estos tipos de amigos Ei —sonrió.

¿Ei? ¿Tanta confianza se tienen?

—Hm -- me puse enfrente de Kirishima —. Ven mañana a mi empresa, tengo que hablar sobre algo contigo.

Me miró extrañada — ¿No sería a mi padre?

—Cierto, ¿cómo está él? --me hizo a un lado el estúpido pelirrojo.

Es como, si yo no existiera en ese espacio de tiempo.

—Bien, ya falta poco para que se retire y está aliviado.

—Serás la próxima, ¿verdad?

—Pues...Tal vez. -- tocó su mejilla.

Fruncía su celo con una ligera sonrisa, estaba insegura.

Tomé su brazo para que me prestará atención—. Solo ven mañana, joder —la solté y jale al pelo pincho de su chamarra.

—¡Adiós Naomi-chan! —gritó.

—¿Naomi?

—Así se llama, ¿no sabías?

—Tch, ¿tú de dónde la conoces? -- metí mis manos a mis bolsillos. Detesto el frío.

—Pu-pues...-- noté que estaba sonrojado—Éramos vecinos y en un tiempo fue mi amor platónico, pero se mudó y apenas la volví la ver.

Me quedé callado. Por inercia fruncí más mi ceño apretando mis puños mientras hacía fuerza entre mis dientes. Ella ya tiene a alguien, no puede hablar así de fácil respecto a ella.

—Que pésimos gustos tienes.

—¿Eh? ¿ESTÁS CIEGO O QUÉ! Claro que no, es muy bonita. Si tú la conocieras mejor, igual te gustaría.

Sonreí —No sucederá.

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—¿Como que romperán los lazos de tu empresa con la mía! —traté de tranquilizarme. Del cual no logré.

—Es lo que tengo planeado, disfruta ahora ya que cuando este a mando dejaremos de ser socios —tomó su bolsa y me sonrió para después salir de mi oficina.

Me levanté de mi asiento y la seguí encontrando la apunto de subir a su auto.

—No puedes hacer esto, idiota. --evite que cerrara la puerta de auto.

—Por el momento no, después si. --volvió a sonreir.— Me concentraré en tener socios con ideas creativas y buenas...aparte de que tengan un buen carácter.

—Maldita perra...

--Como eso no está permitido. Adiós Katsuki --cerró la puerta y comenzó a avanzar.

—NO ME LLAMES ASÍ, FEA.

Perra.

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Narrador:

—¿CÓMO QUE NO SERÁN SOCIOS?

—Ca-cariño, no es necesario gritar.

—NO ES MI CULPA, ES DE AQUELLA CUATRO OJOS DE MIERDA.

—No es necesario hablar así enfrente de tu madre, Katsuki.

— ES UNA CHICA, PODÍA SER LA INDICADA, PERO TUVISTE QUE ARRUINARLO.

—¡NO SE TRATA DE ESO, BRUJA!

—Podriamos bajar un 20% ¿Los demás harán eso?

Negó —Me encargaré que igual no les lave el cerebro, esa maldita.

Suspiró —Bien. Hijo, este es tu mayor reto estando a cargo. Piensa bien tus estrategias —se levantó del sofá y caminó a su hijo tocando sus hombros. — Se que la empresa seguirá a flote estando contigo al mando.

—... Tch. Todos lo saben, soy el mejor ¿Que esperabas?... Pero gracias.

—Y arregla las cosas con la chica, se que hiciste algo como para que te odie.

—¡BRUJA!

El mayor se limitó a reír.

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Estaban en una junta de emergencia con el padre de la futura heredera compartiendo la misma sala pero con las sillas alejadas.

—¿Su hija le habló de romper lazos con nosotros?

El señor comenzó a mostrarse nervioso.

—Yo-yo mi hi-hija me habló de eso en la cena. Dijo que el mo-motivo de que viniera era po-por eso. Je, tuvo razón.

—¿Qué piensa al respecto? Mi padre y usted fueron los fundadores de sus empresas, se ayudaron al otro en momentos de caídas, ¿cree que es justo esto?

—¿Tu padre lo sabe?

—Le gusta estar al tanto, pero volviendo a la pregunta, ¿qué piensa usted al respecto?

Guardó silencio mirando el bolígrafo de su mano y notando como la llamada seguía en curso con su hija.

—Se que esa decisión es arriesgada, y estoy consiente de todo el esfuerzo que dimos por el otro en nuestras empresas, pero no veo a otra persona más capaz que mi hija. Sin embargo, siempre contarán con nuestra ayuda por alguna situación.

Rompió el bolígrafo. <<También le lavó el cerebro a su padre, que cruel>>.

Se levantó y se acercó a su futuro ex socio, notando como ocultaba el aparato con su brazo. Ella estaba escuchando.

—Si enserio es lo que quiere, debo decirle que es una pésima idea, y más para una novata. Deberías pensarlo mejor y poner a trabajar la gran inteligencia que te cargas, Fujioka. Esa linda cara tuya no ayudará cuando fracases.

Se escuchó un ligero gruñido. El señor comenzó a toser.

—Ti-tiempos de gripe, je. Pero le puedo asegurar que mi empresa está en buenas manos.

—Lo dudo. Pueden retirarse, gracias por venir señor Fujioka. Y también por escuchar, Naomi.

"Gracias por no dejar salir toda su idiotez, Bakugo".

—¡Naomi!

—Que tengan un buen día.

Salió del cuarto.

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—¿También le lavó el cerebro a su padre?

—¿Qué otra razón podría ser? Esto estará jodido.

—Pues, de lo que recuerde, el señor Fujioka siempre apoyaba en las ideas de Naomi-chan. Y siempre terminaba con buenos resultados.

—Esto se está yendo al carajo —revolvió su cabello tratando de tranquilizarse.

—Bro, se que todo estará bien. Tu padre te enseñó muy bien esto. Tal vez si te llevas mejor con ella, logres que cambie de opinión.

Aquella empresa era un pilar fuerte para el de él. Enserio necesitaba que cambie de opinión. No podía echar a perder la confianza que le otorgó su padre. No podía acabar así.

Miró al frente haciéndose a un lado para poder verla nuevamente en el ordenador. Respiró profundo y se levantó de la mesa.

—O-oye, ¿qué haces? —al ver cómo se dirigía a dicha mesa, entró en pánico. — Bro, no pierdas la cordura.

Ella notó su presencia, pero se negaba a alzar la mirada.

Él recorrió la silla de a lado y se sentó junto a ella. Tomó su mano haciendo que lo mirara.

—¿Qué rayos haces Ba...?

Tiró de ella y la besó.

—Sal conmigo.

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Bueno, estoy en cuarenta al igual que en otros países, y aprovecharé para hacer unas cosas, y una de esas es actualizar esta historia y otras, aparte de que todo esto me dió una idea para una historia independiente. Debía aprovechar esto de alguna forma, al igual que otros en esta plataforma.

¿Qué les parece?

Está en mi otro perfil dónde quiero hacer novelas (. ❛ ᴗ ❛.).

Bien pensado Woody xdd.

Volveré a dibujar más seguido y practicar en mis instrumentos *mis bbs ( ˘ ³˘)♥* (aparte de estudiar por la recibida cruel que me darán de seguro :'c).

¿Qué harán ustedes?

Pos bueno, cuidense mucho, tomen awa y no caigan en cunico xdd.

Sayonara (ﾉ◕ヮ◕)ﾉ*.✧