Feliz cumple Katsu •3•.

***

Bakugo caminaba rumbo a la academia notando la falta de presencia de sus amigos y en especial de su mejor amigo y amiga, o crush mejor dicho. No. Enamorada. No le gustaba, estaba seguro que la amaba.

Salió de sus pensamientos al sentir un ligero golpe en su brazo bajando un poco la mirada encontrándose con Mina.

—¡Bakugo, buenos días!

Suspiró. — Alien —al fin alguien aparecía. — ¿Y los extras?

Comenzó a golpear la espalda del chico mientras reía sin parar tratando de ignorar a toda costa la pregunta y viendo a su alrededor a sus amigos. Necesitaba decirlo, ellos lo sabían por el cual, Sero sería el encargado de resolver si algo sucedía.

—¡Hey! ¿Qué demonios te sucede!

—¡Vamos tarde, Aizawa-sensei nos regañará si llegamos tarde —y siguió en su camino sin dejar de reír por los nervios que sentía.

Miró a su alrededor viendo a lo lejos el resto de ellos, viéndola a ella hablando con una gran sonrisa a los tres. Iba hacer su típica acción de celos no notados solo por ella cuando lo tomaron del uniforme y con la mano temblorosa entraron a la academía hasta el salón.

—¡Lo lamento Bakugo-kun! —dijo Mina y yendo a su asiento.

Después de eso, conforme pasaron las clases, el resto de su grupo no le dirigió la palabra, apenas y la vista. Se sintió raro, sin embargo pensó que al día siguiente volvería a la normalidad.

***

—Bakugo ¿Todo bien? ¿Todo correcto?

Hoy fue el turno de Denki, que además de hablarle rumbo al instituto, también cuando regresaban a los dormitorios.

Nuevamente la veía en las clases, sin recibir el "buenos días" y contar algo tonto o sorprendente que le sucedió. Ni siquiera para asegurar que irían a entrenar como todos los días lo hacían.

Cuando la encontraba en la cocina, estaba seguro de ir hablarle, pero Kaminari llegaba en el momento menos afortunado para él dejando el camino libre de irse de ahí y solo ver cómo se alejaba cada vez más.

Necesitaba hablar eso con Kirishima. Eso no era normal en ella, en los 6 años que se conocían, sin importar la falta de presencia, lo molestaba de la forma más bonita que jamás pensaría que existiera.

Ese mensaje nunca fue respondido ni visto y su orgullo no lo dejaría enviar otro, claro que no.

Se comenzó a preocupar.

***

El turno de Sero pasó y al sentir el abrazo varonil de su amigo, aquella preocupación que ocultaba se desmoronó un poco.

—Bro, buenos días ¿Entrenamos después de comer?

—¿Irá la enana?

Tragó saliva. —Me dijo que... tendría...una cita —al ver el rostro más que enfadado de su amigo, sabía que debía arreglar o mejorar dicha frase —, ¡de pijamas! Con Mina. Ya sabes, para cosas varoniles. Je.

Frunció el entrecejo. ¿Por qué estaría en eso sí lo que más ama es dormir y comer como cerdo fuese? Y si era en su cuarto, odiaría que tocaran sus preciadas cosas. Hasta él tenía prohibidos desde tocarlos o respirar cerca de ellos.

—¿Qué le sucede a la tonta? No ha molestado... ¡Y eso es bueno, muy bueno!

—¿Seguro? Pues tú mensaje de "¿Sabes cómo está _____? No me ha hablado. Necesito hablar con ella ¿Hice algo malo?" No dice lo mismo —dijo mirando el chat más varonil de su whatsapp.

—Tch —retiró el brazo de su amigo y apresuró su andar ignorandolo.

—¡Claramente veo que la quieres y la extrañas!

Unos compañeros los voltearon a ver causando un gran sonrojo a Katsuki que lo ocultaba con sus hombros.

—¡No hablaré, pelo de mierda!

Ya sabía que la puta respuesta era que sí, solo le agradaba hacerlo enojar, igual que ella.

Ese día convivió con el de cabello rojo entre el resto del día, pero su vista y atención seguía en ella. Estaba realmente preocupado pues en casi toda la semana ni lo había etiquetado en alguna publicación graciosa. Le dolía como no tenía idea.

—Kirishima...

Estaban en su descanso de entrenamiento, él sosteniendo su botella de agua mientras que su amigo secada su sudor con la toalla que llevaba sobre sus hombros.

—¿Qué sucede, bro?

Lo pensó por un momento, miró a su alrededor verificando que estuvieran solos para al fin preguntar.

—... ¿Está con alguien ahora?

Esa era una de las opciones que más le marcaban y dolían. En esos días pensó en mandar a la mierda su orgullo e ir hablarle, sin embargo siempre la encontraba con el ojeroso de cabello violeta.

¿Desde cuándo eran tan amigos? ¿Por qué lo había cambiado con aquel tipejo que no de compara a nada con él? ¿No era suficientemente bueno para ella? ¿Ya notó verdaderamente su personalidad? ¿Por qué joder no le había dicho que eran amigos?

Sabía que no era obligatorio pedir total información de todos los amigos que tenían, ¡pero se veían tan jodidamente bien si fueran una pareja! ¡Eso era lo que no soportaba!

Ahí su seguridad y orgullo se vieron afectados.

—¿Qué? De lo que sé o me ha dicho Mina, no —se sentó a lado de Katsuki tomando su agua, bebiendo un poco de ella. — ¿Ya planeas confesarte? Digo, no se si ya lo haz notado, pero Shinso y ella se ven...

—¡Bien! ¡Sí, lo sé! ¡No estoy ciego, pelo de mierda!.. lo he notado y escuchado.

Suspiró. Sí de algo le agradecía a su novia, era su trato de unir su fuerza y sabiduría para impulsar a sus amigos a confesarse mientras esperaban que las mascarillas hicieran lo suyos y quedar más varoniles que de costumbre. O sí.

Golpeó la espalda de Bakugo y decidió sacar las palabras correctas.

—Echale ganas, mijo.

Esperaba algo estúpido, pero eso lo superó por mucho.

—Lo digo enserio. La amas desde... ¿Siempre? El Katsuki que conozco no dejaría que le quitarán su mujer, no antes de intentarlo ¡La amas, ve por ella! Demuestra que tú la harás realmente feliz y que se verían mucho mejor juntos que con él.

Eso lo ánimo, tanto que limpió su sudor, tomó una buena cantidad de agua y con paso seguro se disponía a retirarse, cuando lo tomaron del cuello impidiéndole.

—¡Pero mañana! Será un día más bonito. Más especial.

Siguió insistiendo mientras intentaba escapar y entre golpes y más práctica después, logró su cometido.

Esperaría hasta mañana.

***

Escuchaban atentamente como Mina distraía a su amigo siguiendo enfocados en la sorpresa.

—Puedo conseguir esas decoraciónes, y yo puedo adornar el pastel, tengo una idea.

—¿Enserio? ¡Eso sería grandioso ___-chan! —Denki estaba abrazando a su amiga con gran libertad aprovechando que no estuviera Katsuki cerca. Tenía mayor tiempo para correr.

—Será una gran fiesta ¿Creen que le gustará? —preguntó Kirishima.

Ella se quedó callada, en todas las fiestas que había estado presente, nunca lo había visto con una gran sonrisa, y sabía que estaba en lo correcto cuando dejó de hacer sus enormes fiestas entrando a la secundaria.

Escucharon gritos delante de ellos observando la arrastrada que le daba Mina, aseguraba que le pediría que lo defendiera después de eso. Sonrió sin durar mucho.

—Buenos días, Kacchan —susurró.

***

Lo miraba, apreciaba su perfil, la forma en que escribía y respondía la mayor de las preguntas correctamente. Era sorprendente. Enserio lo admiraba.

—¿Viendo a tu futuro esposo?

Abrazó contra su pecho su celular, nuevamente le había sacado fotos en secreto cosa que era estúpido, pues podía pedírselo aún si salían borrosas o con la expresión de muerte de siempre. 

—Mina, silencio —imploró.

—Amiga, no puedes seguir babeando por él, lo tienes aquí, no es cualquier otro personaje de las series que vemos. Es de carne y hueso. Y acepto que está guapo. No tanto como mi chico varonil, pero sí.

Amaba presumir a su querido y tierno novio. Era el deseo de cualquier mujer.

—Dile. Te juro que te corresponderá.

Lo observó, admiró su expresión tranquila para después golpear su rostro contra el banco.

—No es posible.

Lo extrañaba. Además, tenía varios memes y videos en donde etiquetarlo.

Ella suspiró. Se estaba cansando, faltaba poco para ella decirle que si amiga sentía algo por él. Estaba a nada.

Sonó su celular, levantó ligeramente su cara viendo sus chat.

Shinso😽

"___  ¿Tienes tiempo? Quiero darte algo".

Se levantó guardando su celular diciéndole a Mina que regresaría rápido.

Ella estaba bien, esperando en su asiento a su amiga para seguir con el chisme que aún no le contaba, cuando notó la velocidad con el de Bakugo fue tras ella.

—... ¿Dónde está MI JODIDO CELULAR!

Su instinto comenzó a sonar, sucedería algo mágico, ¿las había escuchado? Rezaba que sí.

Encontró su móvil, se levantó para que su desilusión apareciera al encontrarlo entrando con un humor de perros.

Se asomó encontrando a su amiga feliz al tener un libro en sus manos.

—Al fin lo tengo —sonrió. — Haré la mejor dona de todo el mundo.

—...¿Pero qué ha pasao'?

***

Era fin de semana, y por la llamada de sus padres a las 8 en punto, significaba que era su cumpleaños. Miró sus contactos, y nadie a excepción de ellos lo habían felicitado.

Dejó su celular en la cama, tomó la almohada y lo lanzó al otro extremo del cuarto. Ni de loco lanzaría su celular, no era estúpido.

En eso, el ruido de su puerta golpear resonó en su cuarto. Lo pensó, pero ya estaba tocando el picaporte para abrirla.

—¡Hola!

Estaba ella al fin hablándole, y no al ojeroso ese.

Iba a comenzar a quejarse  cuando tomó ella su muñeca y lo arrastró hasta la sala principal, que entre pedir explicaciones, recibió una sorpresa al ver a sus compañeros con globos, regalos y en el centro había un pastel con un intento de dibujar su rostro con su típica expresión de siempre.

—¡Feliz cumpleaños!

Entre todo el conffeti y globos, no pudo evitar sonreír. Ese era su primer cumpleaños realmente diferente, y eso le encantaba. 

Las horas pasaron hasta llegar la noche, habían ayudado a recoger y solo se habían quedado unos abajo ya sea para comer algo o ver alguna película.

Katsuki había terminado de acomodar su cuarto pero le faltaba algo realmente valioso. Miró su reloj dándose cuenta que faltaban diez minutos para las doce y su celular sonó mostrando el nombre de "la enana".

—Kacchan, ábreme.

Sonrió, colgó y encontró a su amiga con algo detrás de su espalda. Entró al cuarto cuidando que no viera lo que llevaba.

—Perdón por ignorarte, pero era parte del plan. Y como es tu cumpleaños —mostró una rosquilla con glaseado de chocolate con una velita encima de él. —No podía faltar la tradición que tenemos.

Desde niños, como ella no tenía el dinero suficiente como para comprar un pastel decente, obtenía lo más cercano, en este caso una rosquilla. Su sabor dulce era a propósito..

Ella siempre iba a su hogar aquel día con el típico pan con la vela y regalo en mano, todos los años desde que se habían conocido sin falta. No importaba lo mal que lo recibía (que con el tiempo había cambiado), pero siempre estaba ahí.

Apagó la luz siendo la única fuente de de iluminación la pequeña vela.

—Pide un deseo. Tal vez ahora sí tendrás tu dragón.

Tres minutos restaban, la veía a ella que esperaba que el fuego cesara y así comer su parte del pan. Su corazón latía rápidamente, ese era el momento. Debía ser ese día, se lo había jurado y debía cumplirlo, no esperaría otros 6 años.

Tomó aire y cuando el fuego se apagó, tomó el plato, después las mejillas de la chica acercándose en cuestión de segundos hasta los labios de su amada sintiendo varios sentimientos al mismo tiempo. No era bueno con las palabras; esperaba que eso fuera lo necesario para transmitir todo lo que quería decir.

Sus labios dejó de moverse pues solo los de él hacían que el beso prosiguiera. Eso era malo, y más en el momento que vio la expresión de sorpresa y sonrojada de ella ¿Era algo bueno?

—___...

Lo tomó de la playera colocando su mano en la nuca del chico para volver a besarlo.

Katsuki no tardó mucho para igual corresponder dejando caer el plato junto con la rosquilla.

Aquellos segundos sintiendo el tacto, sintiendo el cielo, disfrutando el roce y la cercanía que el otro tanto deseaba, había sido el mejor regalo que ella le había dado. Corresponder sus sentimientos.

—Queria confesarme primero —él iba hablar. —Ay, la dona —fue lo primero que dijo al separarse.

—¿Enserio, _____? ¿Jodes el momento por una dona?

—Era de café. Tuve que aprender hacerlas, enserio quería que lo probaras.

Sonrió, besó su frente y abrazarla.

—¿Cuál fue tu deseo este año?

—Tú.

Sonrió, levantó su mirada y besó la barbilla de su amado. —Feliz cumpleaños, Kacchan.

***

Quería hacer un especial de la rubia, Sí o Sí, aún si ya pasó, pero la intención cuenta... ¿No?

Quería que fuera rayita, que sean ustedes <(￣︶￣)> perdón por mis errores ortográficos (^～^;)ゞ

Tengo bloqueo (además de mis trabajos y tareas) ༼;´༎ຶ ۝ ༎ຶ༽, perdón, deseaba escribir algo mejor pero no pude unu

Cuídense mucho, tomen awa y sayonara uwu.