Halloween 2024
Era una fría noche de invierno, el viento resoplaba sobre las calles, volando la basura que se encontraba tirada sobre el pavimento y hacía que el olor de la humedad que había quedado por la lluvia que había azotado a la ciudad hace un par de horas chocara contra mi rostro, el agua de los charcos mojaba la planta de mis patas mientras mis garras chocaban contra el cemento de la calle, revisé en mi bolsillo el papel que mi cliente me había dado hace apenas un par de horas, me encontraba a tan solo un par de calles de la dirección indicada, era raro que un Titán pidiera a un "caballero de compañía" cuando no había ningún evento que me involucrara, ni una despedida de soltera, ni un cumpleaños de Titanes de mediana edad desesperadas, una sola titán había solicitado mis servicios, y lo más raro fue que ella me pidió que fuera a su casa cuando normalmente nos lo pedían en la calle, lo cual me lo hacía un poco más humillante al mostrar que sólo iba a estar con una titán una sola noche y ya, se que es irónico que siendo un scort me queje de eso, pero bueno, trabajo es trabajo y tengo que buscar una forma de llegar a fin de mes y alimentar a mi anguila.
La ubicación no ayudaba mucho que digamos, era un complejo de departamentos algo descuidado, en la calle habían pocos negocios abiertos, en su mayoría eran bares de mala muerte con ventanas rotas, y habían algunos vagabundos en la calle, tumbados por el alcohol, habían de distintas especies, mantodes de colores verdosos y marrones, pongos de pelaje anaranjado o café y negro, hasta de mi propia especie, sus escamas se veían duras y sucias, y varias de sus placas dorsales estaban rotas, no pude evitar dejar algunas monedas cerca de cada uno, por mera compasión y esperando que lo gastaran en algo que no fuese más alcohol o drogas, entré al edificio que se encontraba marcado en la dirección, le dije a la recepcionista que me estaban esperando en el departamento número cuarenta y uno, vi como marcaba el teléfono con sus patas de araña, traté de reprimir mis escalofríos y asco al verla moverse así, desde hace años les tengo cierto repudio a las terafósidas, una vez que la voz del otro lado del teléfono afirmó que me estaba esperando, la monstruosa tarántula me dejó pasar, tomé el elevador para subir al catorceavo piso, con tal de subir lo más rápido posible y alejarme de aquel titán lleno de vellos y de sus ocho ojos azules, que parecían mirarme con cierto desprecio al ver que iba vestido con unos vaqueros ajustados, una chaqueta de cuero y una camisa que tenía desabrochada los dos primeros botones, ella ya sabía que era y a qué iba al departamento de la única hembra soltera del complejo, al parecer tenemos algo en común, ambos nos despreciamos mutuamente, al menos ella solamente me desprecia por mi trabajo, no solo por mi especie, no me imagino como es que ella reaccionaría al saber que siempre baño en insecticida a sus pequeños familiares involucionados.
El elevador lucía tal cual como me lo imaginé, colillas de cigarro en el piso, algunos botones de los pisos más altos estaban salidos y ya ni siquiera brillaban, el olor del tabaco hacía que mis fosas nasales se cerraran un poco, y como si fuese una película el foco de arriba estaba fallando, pulsé el botón con el número catorce y esperé a que el armatoste me llevara hacia arriba, cuando finalmente el ascensor dejó de temblar, me bajé y toqué la puerta del departamento cuarenta y uno, luego de unos cuantos segundos la dueña del departamento finalmente me abrió, era la misma mosura que me había contratado hace apenas un par de horas, estaba usando un disfraz de policía que no dejaba absolutamente nada a la imaginación, no es que me queje, la vista era encantadora, pero había algo dentro de mi que me decía que algo no andaba del todo bien, pero ya no había marcha atrás, la polilla me invitó a pasar y tenía que cumplir con mi trabajo, aunque fuesen un par de horas nada más, por sus ojos medio cerrados y sus movimientos algo torpes supuse que ya se había tomado un par de copas hace rato, probablemente si caía dormida después de hacerlo podía tomar mi dinero e irme de ahí, rápido y sencillo, la polilla me pasó una cerveza mientras tomaba una que ya tenía en sus garras cuando llegué, ambos las tomamos para meternos en ambiente, poco a poco la situación fue dirigiéndose al cuarto, me quité mi vestimenta y me acomodé en la cama, tratando de no perforarla con mis placas dorsales, aunque me parecía extraño que una Kaiju de su tamaño, que apenas me llegaba un poco mas arriba de mis codos necesitara una cama tan grande, cosas de hembras y comodidad supongo yo, ya cuando ambos estuvimos desvestidos tomé un preservativo de mi billetera para empezar el acto, poco a poco la habitación se llenaba del sonido de nuestros cuerpos chocando y de nuestros jadeos y gemidos, poco a poco mi visión fue nublándose por la vista en frente de mí y por las sensaciones que estaba sintiendo, no eran nada nuevas para mí, ya fueran machos, hembras, intersexuales, hermafroditas o transexuales, la sensación siempre iba a ser la misma para mí, tan repetitiva pero al mismo tiempo tan enervante y adictiva.
Finalmente llegué a mi clímax después de varios minutos, mientras recuperaba mi aliento y me ponía mi ropa interior, olí el característico olor a cannabis, detrás de mí la polilla encendió un porro mientras dejaba su parte superior al descubierto.
"Tu dinero está en la mesita de al lado, es todo tuyo, te puse un bono extra por lo dotado que eres"
Me dijo con un tono lascivo, no iba a negar que su tono y cuerpo me excitaban un poco, pero conforme fui recuperando mis sentidos y me vestía otra vez noté cada vez más cosas, y la sensación de que algo no andaba bien incrementaba mas y mas en cada momento, porqué había más boxers tirados en el suelo? ¿Por qué los marcos de las fotos estaban volteados contra la pared? ... ¿Por qué hay un anillo en la mesita que tengo al lado...?
"Tu si que sabes complacer a una dama como yo, tal vez deberíamos hacerlo más seguido cada vez que el fracasado de mi esposo está afuera"
Eso terminó de concretar mis sospechas, me vestí lo más rápido que pude, no quería estar ni un minuto mas en ese lugar, ni tampoco quería ser una herramienta de alguien que le pone los cuernos a su esposo, me siento como un idiota, debí haber comprobado que ella estaba casada! No tenía tiempo que perder, mientras más rápido me fuera menos problemas enfrentaría, y tampoco tendría que enfrentarme con el marido de esa zorra... je, irónico, estaba terminando de ponerme mi chaqueta mientras la polilla seguía diciendo cosas que no podrían importarme menos, sobre futuros encuentros, sobre si hacerlo enfrente de su marido, incluso de que fuera a vivir con ella, pero un sonido, un sonido que ella no captó por estar perdida en su mundo y en su lívido, pero que yo si capté, la puerta de la entrada... se estaba abriendo, ya no tenía escapatoria, y no había nada de donde sujetarme si salía por la ventana. O me enfrentaba a un sujeto que no sabía si era peligroso o no, o me sujetaba a la idea de que seguiría respirando una vez que saliera por la ventana y tocara el suelo, los pasos fueron sonando más claros poco a poco y se me estaban acabando las opciones.
No si ni como y cuando saqué la habilidad y sutileza suficientes, pero logré esconderme en la parte superior del armario, justo detrás de unas maletas y usando una manta para cubrirme, lo último que logré escuchar fue la voz de un sujeto, que claramente se escuchaba mayor que yo y que la polilla, esta le estuvo reclamado si al fin le habían pagado, o si al menos trajo algo para ella, no podía evitar sentir simpatía por ese pobre tipo, vivir con una perra como ella y que probablemente recibiera esa "cálida" bienvenida de quien se supone fuese quien le brindara apoyo y amor cada día, a diario. No se cuanto tiempo estuve ahí, pero si se que fue el suficiente como para empezar a sentirme incómodo y acalorado debido al espacio tan apretado en el que me encontraba escondido, pero si escuchaba voces a lo lejos, que poco a poco fueron escalando a gritos, los cuales se transformaron en una acalorada discusión, el pobre diablo solo le recriminaba que ella jamás lo hacía sentir como si fuesen pareja, que ella solo la usaba como una fuente de ingresos para poder vivir cómoda y sin hacer absolutamente, ella solo respondía con palabras crueles y cortantes.
"Si tan solo no fueras tan debilucho y no la tuvieras tan pequeña te tendría al menos un poco de respeto, pero no, no puedes dejar de traer un sueldo mediocre que apenas y me alcanza para mi lencería, y ni siquiera eres capaz de satisfacerme como lo merezco, eres simplemente un insecto mediocre y débil, y créeme que el escort que contraté hoy sabe hacer tu trabajo mil veces mejor!"
Y listo, se había condenado a ella misma... y a mí, los siguientes minutos fueron los más tensos que he llegado a vivir en el tiempo que llevo existiendo, al menos unos dos minutos después de que la escuché decir eso, el sonido de algo rompiéndose llegó a mis oídos.
"Oye que te pasa!? Sabes cuánto dinero usé para comprar ese vino!?"
...
"C-Cariño?"
...
"O-Oye, t-tu jamás me harías daño cariño, s-solo estaba bromeando jijiji así que b-baja la botella por favor"
...
"Kam... Kami por favor, baja esa botella sabes que lo que dije no es verdad! ¡No! Alejate!!!"
...
"Kamacuras! No! espera!"
...
...
*FSH*
"ACK! N-NO POR FAVOR!"
*FSH*
*FSH*
*FSH*
"POR FAVOR PARA! ¡LO SIENTO! ¡LO SIENTO! PERDONAME!!!"
Lo único que alcancé a escuchar después de ese grito, fueron débiles llantos de la polilla, cubrí mi hocico y mi nariz para evitar que mi respiración fuese demasiado fuerte, ahora solo se escuchaba la voz de aquel tipo.
"Ay Dios... Ay Dios" AY DIOS! QUE HE HECHO!?"
Escuchaba la desesperación en su voz, no se que sería peor, el quedarme aquí y que me inculparan por el asesinato de aquella polilla, o arriesgarme a salir y encontrarme con un mantodes histérico y probablemente con la percepción de la realidad completamente alterada, he visto muchas películas y series como para saber que el quedarme en silencio solo haría que las cosas terminaran peor para mí, tomé con cuidado mi teléfono, marqué el número de emergencia y bajé el volumen lo suficiente tanto como para yo escuchar a la operadora y que el sonido de la llamada no sobrepasara los límites del armario.
"911 cuál es su emergencia?"
"Hola? A-Acaba de ocurrir un asesinato en donde me encuentro, estoy escondido en el armario y acabo de escuchar como sucedió todo"
"Podría darme su dirección y nombre por favor?"
"M-Mi nombre es Godzilla, e-estoy en un complejo de departamentos, en el 41 del piso 14, en la calle Isla Odo 154"
"Okey Godzilla, necesito que mantengas la calma y te quedes en la línea, una unidad va en camino a tu ubicación, ¿cuentas con algo para defenderte?"
"N-No, b-bueno podría pero no se si el asesino esté armado con un arma blanca"
"Cuéntame cómo sucedió todo por favor"
Sabía muy bien que el contarle a que me dedico podría perjudicarme a mí también, pero era mejor recibir como mínimo una multa a perder mi vida a manos de ese tipo, terminé contándole todo, con lujo de detalles para evitar malentendidos, sentía como la presión aumentaba al escuchar la regadera que estaba en el baño del cuarto, probablemente aquel mantodes estaba descuartizando el cuerpo de la mosura en la bañera, aún estando conectado en la línea, vi una minúscula oportunidad de escapar.
"O-Okey, e-escucho ruidos del baño, veré si puedo salir al menos del departamento, p-por favor le pido que no haga ruido, o podrían descubrirme"
"Me mantendré en la línea, la unidad más cercana llegará en unos 10 minutos"
10 minutos, okey, solo tendría que aguantar eso e iba a vivir, bajé con el mayor cuidado posible para no tirar ninguna maleta, apenas bajé abrí con muchísimo cuidado la puerta del armario y salí de ahí, vi que la puerta del baño estaba semi abierta, bajé el volumen de la llamada al mínimo para que no se escuchara y guardé mi teléfono en el bolsillo interno de mi chaqueta, la pequeña abertura que dejaba la puerta dejaba salir el sonido del agua cayendo en la bañera, y el asqueroso y perturbador de carne, hueso, y ligamento siendo cortados, tapé mi hocico para cubrir lo máximo posible mi respiración, con el mayor silencio posible salí de la habitación y llegué a la sala, en el pasillo que conectaba la habitación con el salón principal había un horrendo rastro de sangre, y justo en medio de la sala había un gran charco de sangre, tuve que reprimir al máximo mis deseos de gritar por el horror que estaba presenciando, pero me forcé a mantenerme callado, me dirigí en silencio a la puerta, solo para descubrir al menos unos 3 cerrojos puestos, afortunadamente dos podía quitarlos sin ninguna llave, pero el tercero necesitaba quitarle el cerrojo con una llave si o si, vi que habían pasado al menos unos 5 minutos en la llamada, me escondí en la cocina detrás de un bote de basura y le dije a la operadora que le dijera a los policías que se preparan para tumbar la puerta de ser necesario ya que contaba con un cerrojo que necesitaba una llave, el paso de los minutos se sentía como si pasaran siglos, hasta que escuché el sonido de la regadera cerrarse, y escuchar pasos que se dirigían hacia acá, me asomé un poco y lo vi con un cuchillo de carnicero y sus garras manchadas de sangre al igual que su ropa, seguro estaría buscando bolsas de basura para guardar por separado las partes del cuerpo, no se que sucede conmigo que ya he tomado al menos dos decisiones igual de estúpidas, el no comprobar que esa mosura estuviera casada o no, y esconderme en el único lugar donde guardaban bolsas de basura, solo 3 minutos más por favor... por favor Buddha solo dame 3 minutos más...
Vi como el tal Kamacuras se arrodillaba frente al charco de sangre mientras rompía en llanto, eso me daría al menos unos minutos más de vida, aunque no podía culparlo, por la situación y la desesperación estaba a punto de romper en llanto yo también, pero eso no fue suficiente... él se aproximaba a la cocina, aún hipando y lagrimeando por la situación, me hice bolita para tratar de ocultarme mejor mientras el tipo tomaba un trapeador y algo de limpiador, obviamente debía mantener limpia la escena del crimen, poco a poco mis gimoteos eran cada vez más difíciles de callar, afortunadamente la operadora parecía estar escuchando todo ya que no se escuchaba nada del otro lado de la línea... ¿por qué no se escuchaba nada?
Saqué mi teléfono con cuidado y vi que había colgado la llamada por accidente, pero ya no había caso en llamar otra vez, de seguro habían pasado los tres minutos y pronto todo iba a acabar, el sonido más feliz que podría haber escuchado esta noche finalmente llegó, alguien estaba tocando la puerta, el mantodes se aproximó a la puerta, y se percató de los dos cerrojos abiertos... checó por la mirilla y por su expresión podría decir que vio a la policía llegar finalmente, en su desesperación fue a su cuarto, luego al almacén, en la sala, hasta en los baños... el no se iba a ir sin haber cobrado a su última víctima, los golpes en la puerta se hacían cada vez mas y mas constantes y fuertes, y podía ver en su mirada que estaba frustrado, asustado y furioso, todo había sucedido bajo sus narices, los golpes se convirtieron en patadas, y la policía amenazaba con entrar y usar fuerza de ser necesario, el cerrojo faltante no iba a aguantar mucho más, ni el ni yo sabíamos que hacer, yo solo quería ponerme a llorar o desmayarme por todo lo que estaba pasando, me asomé un poco, y como si todo se hubiese juntado en un solo momento, el cerrojo cedió, el y yo cruzamos miradas, la mía estaba inundada de miedo, y la suya se llenó de furia al verme ahí, los oficiales finalmente entraron, Kamacuras me vio a mí y luego a los oficiales, para finalmente ver hacia la ventana, corrió hacia ella lo mas rápido que pudo, extendiendo sus alas de insecto que guardaba en su espalda, estaba a punto de emprender vuelo cuando una bala atravesó su espalda, así como el sonido retumbó en mis tímpanos, estoy seguro que el sonido seco que hará el cuerpo de ese tipo cuando llegue al suelo... ya ni siquiera se si decirle "ese tipo" después de todo lo que viví tan solo en esta noche, solo pude romper en llanto por el miedo y alivio que sentí en ese momento, bajé las escaleras junto a un oficial mientras veía llegar poco a poco al equipo de forenses, me hicieron dar mi testimonio de lo que sucedió, y a las pocas horas me dejaron ir a mi casa, tomé un taxi y me dirigí a mi departamento, por la ventana veía cómo el ambiente cambiaban montones de luces blancas, anaranjadas y púrpuras llenaban las calles mientras montones de crías salían a pedir dulce o truco, ya no importaba lo que sucediera ahí afuera, no importaba que tanta terapia tome a partir de hoy, o qué tantos calmantes y somníferos empiece a tomar, o cuantas veces me vaya a cambiar de ciudad... Jamás olvidaré el tormento que tuve que pasar esta noche, solo pude suspirar y murmurarme a mí mismo...
"Feliz puto Halloween Godzilla... Feliz puto Halloween".
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