Yuji Itadori +18

Capítulo no corregido
Puede tener faltas ortográficas generales.




Bien, la verdad no hay mucho que decir respecto a tu relación con Yuji Itadori. Desde primer año que llevan saliendo y digamos que él era más inexperto que tú respecto a la intimidad. Aún así, ambos exploraban aquellos momentos de lujuria juntos, con calma y sutileza.

—¿Está bien así? — preguntó en un susurro, acomodando aún más su codo contra el colchón y acercando sus labios cerca de tu oído, en básicamente tu mejilla.

Agitaste la cabeza, asintiendo efusivamente.

Tu mano se apretó en la muñeca del pelirosa. Su tacto suave, las yemas de sus dedos y los costados de estos acariciaban con calma tu intimidad. Se tomó su tiempo para disfrutar la humedad y el calor que emanaba de ti.

Sus dedos se movían desde tu muslo, la sensible parte interna de este, hasta tus pliegues, yendo más allá donde estaba tan enrojecido tu centro. Sujetaste su mano y la llevaste en dirección hacia arriba, Itadori dejó de ver por un momento bajo tus shorts de pijama y observó tu rostro.

Aún estabas con los ojos cerrados, tu boca ligeramente entreabierta la cual frecuentemente sacabas tu lengua para humedecer tus labios. Tu rostro se giró levemente y tu mejilla cayó contra la almohada.

Tócame ahí... observa... — tu pequeña mano, a comparación de la suya, fue hasta uno de sus largos dedos y lo guiaste en cierta dirección. Itadori dejó que sus ojos observen atentamente, colándose entre tu piel y la pequeña prenda de verano.

La punta de su dedo rozó tu clítoris y emitiste de inmediato un gemido casi aliviado. Al escuchar ese sonido tan excitante, Itadori rápidamente juntó otro dedo cerca de aquel punto y presionó la zona con la yema de sus dedos; los movió ligeramente en círculos, aquello provocó un aullido de placer en ti.

—¿Te gusta así? — preguntó curioso. Sonrió al ver como en vez de responder dejabas caer tu cabeza hacia atrás, arqueando tu espalda.

—Solo... —. suspiraste por la boca al sentir como aumentaba la velocidad de sus dedos—. sigue así, por favor.

Itadori asintió moviendo la cabeza, no notando que efectivamente tus ojos seguían cerrados y no pudiste ver su respuesta. Luego de mirar tus labios húmedos, bajando por tu cuello hasta llegar a tu pequeño top de pijama, fue que tragó saliva hondamente. ¿Debía hacer algo con esa prenda? Él quisiera ver más allá, tenía bastante curiosidad con observar cada milímetro de piel de tu cuerpo, del cuerpo de su hermosa novia. Humedeció sus labios, una, y por segunda vez antes de acomodarse correctamente, su mano seguía acariciando tu entrepierna y su codo aún yacía a un lado de tu cabeza, apoyándose en todo momento en el para que no sientas su peso sobre tu cuerpo.

—Me gustaría... —. Susurró algo tímido. Sus mejillas se enrojecieron levemente tras recibir un gemido de tu parte—. y-o... _______, yo quisiera... ay dios...

llegó a tal punto de frustrarse y no logró terminar la frase. Solo acercó su mano libre un poco más a tu pecho, y con un poco de dificultad, en realidad si le costó bastante, alcanzó a desabotonar los primeros dos tops de tu pijama.

Celeste, aún nervioso y un tanto desconcertado pudo notar el encaje color celeste de tu ropa interior. Su nueva vista hizo que su mano dejara de moverse por lo que abriste los ojos brevemente.

—Yuji, ¿que sucede? —. quisiste sonreír al verle mirar fijamente tu pecho, no parpadeaba ni lograba hacer algún movimiento casual —. hey.

—Nada... nada, nada, yo solo estoy —. soltaste una risita al oírle hablar tan rapido. El sonrió ampliamente, parpadeó y alzó su mirada hasta tus ojos nuevamente, su rostro seguía en dirección hacia abajo—. ¿puedo hacer algo nuevo?

—Claro, sorpréndeme —. tu respuesta le hizo sonreír más, se notaba bastante entusiasmado con lo que iba a experimentar.

con toda la delicadeza del mundo quitó su mano de tu centro, subiendo por tu cuerpo y saliendo de tus shorts al tiempo que acariciaba brevemente tu estómago. Su mano te daba cosquillas, era una sensación demasiado agradable. Dejó sus rodillas a cada lado de tus muslos y cada una de sus manos se puso a un costado de tu cintura, apreciando la piel descubierta que dejaba tu pijama de verano. Poco a poco, sus manos iban subiendo la prenda, solo quería observar un poco más.

—Eres muy muy bonita —. suavizó su mirada, lo notaste de inmediato.

tras descubrir tu ombligo y un poco más allá, dejo de tocar tu piel y por instinto subió sus manos hasta los botones de tu top. Le miraste fijamente cuando desabotonó todos ellos, logrando que quedes expuesta con tu brasier a la vista de tu novio.

—Si te soy sincero estoy muy nervioso —. Admitió en voz baja. Sus dedos recorrieron el borde bajo de tu ropa interior—. solo estoy actuando por instinto, o no lo sé, tal vez estoy haciendo algo idiota —. se recriminó a sí mismo—. pero si me lo permites... quisiera verte...

tras verlo decidido, aceptaste. Amabas a Itadori, ¿quien no lo haría?

tú misma sacaste el top de tu cuerpo y a continuación te deshiciste del brasier en poco tiempo. En aquel momento tú chico susurró algo incomprensible ante tus oídos. Volviste a recostar tu espalda sobre la cama y observaste sus siguientes acciones, se te fue una total sorpresa cuando cada una de sus manos acunó tus pechos. Mordiste ligeramente tu labio inferior al notar la calidez de su piel, su palma cubría por completo tu pezón, su roce era tan agradable que deseaste nunca se separe de ti.

tu sorpresa fue mayor al notar como bajó su rostro, agachó la cabeza y luego de pasear su pulgar en la punta de tus cimas, dejó un pequeño beso en uno de tus senos, para luego ir a hacer lo mismo con el otro. Fue demasiado tierno, muy dulce.

Él no tenía ni jodida idea de qué hacer, solo estaba haciendo lo que quería, lo que necesitaba hacer respecto a tu cuerpo. Cada acción lograba ser suave, con paciencia, a pesar de sus nervios pudo controlar sus acciones. Le miraste luego de sentir un cosquilleo bajo tu abdomen.

Itadori dejó otro beso en tu pecho, sus labios presionando en cortos lapsos de tiempo en ambos pechos. Al momento en que su mirada se encontró con la tuya sentiste un escalofrío de puro placer. Su rostro estaba entre tus senos, sus mejillas levemente enrojecidas en conjunto a su cabello alborotado y su respiración agitada, ambos se miraron justo en el momento en que Yuji se armó de valor y decidió mover su cuerpo hacia abajo mientras dejaba pequeños besos en tu abdomen.

quería hacerlo ahora.

necesitaba saber cómo te sentirías si él te hiciera aquello.

¿que le dirías al respecto?

estaba preparado para hacerlo bien, se esforzaría en ello.

bajó tus shorts con ambas manos, ambos nunca rompieron el contacto visual, tú no te quejabas ya que gracias a ello es que notaste cada vez más el sonrojo de sus mejillas. Inclusive ahora se veía muy tierno.

pero hey, no siempre Yuji debe serlo, después de todo ya es un hombre. Por lo que digamos esto dará un giro algo brusco. Al menos ahora mismo, al ver como sus manos apretaban la piel bajo tu muslo y subía ligeramente tus piernas para que así flexiones tus rodillas, se veía de todo menos tierno.

Él estaba entre tus piernas, joder, su rostro estaba viendo lo que antes cubría tus shorts y ropa interior. No se quedó ahí por mucho tiempo y comenzó a hacer lo que su instinto le mandaba, sus labios encontraron tus pliegues y separó un poco tus piernas para así tocar más allá, en el momento en que su boca tocó por completo tu clítoris dejaste salir un gemido en alto volumen.

Repitió aquel movimiento una vez más, asegurándose en recordar aquella zona ya que según tu acción, te gustaba de gran manera lo que acababa de hacer.

Tus dedos se enredaron en su cabello pelirosa y por si mismo Itadori se acercó aún más a ti, chocando su nariz a la altura de tu monte de Venus. Tu boca se entreabrió de placer y arqueaste levemente tu espalda, tus ojos se cerraron fuertemente tras sentir su lengua explorando cada detalle de ti, cada sensible punto. Un escalofrío agradable recorrió tu columna, tu mente se nubló totalmente cuando Itadori se deleitaba con tu excitación, sus manos agarrando firmemente tus muslos hizo que todo se sienta cada vez más intenso.

Sus manos recorrieron tus muslos, apretujándolos, para luego subir y sostener tu trasero. En aquel momento, sentiste como su lengua embestía poco a poco en tu intimidad, explorando, él emitió un gemido de satisfacción al sentir tu calidez y al oír tu posterior gemido. Sujetó tus trasero a la vez que alejaba su rostro de tu humedad, dio un largo suspiro para después seguir con su labor. Posiblemente se estaba divirtiendo. Sonrió brevemente y te sujetó en tu lugar antes de seguir lamiendo tu centro, paseando sus delgados pero suaves labios por tu clítoris tan necesitado de más.

A estas alturas te preguntabas como era que ambos habían mantenido silencio por tanto tiempo, de por si son bastante habladores.

—A-amor—. le llamaste. Te sorprendiste al notar tu voz más baja que de costumbre y algo entrecortada. Yuji de inmediato alzó su rostro para verte, el dorso de su muñeca limpió su barbilla para verse más presentable. Por alguna razón, eso te pareció bastante atractivo.

—¿Que sucede? ¿hice algo mal —. casi juntó sus cejas, su mueca preocupada y algo asustada te pareció un tanto tierna. Él sin duda tenía algo tan... especial.

—No... no, yo —. Le miraste brevemente y cerraste tus ojos, enterraste tu nuca contra la almohada y susurraste;— Yo... tal vez podríamos... —. Tu chico acarició tus muslos tiernamente, esperando lo que te aquejaba—. quiero más, Yuji,

—¿A que te refieres con m...? oh —. casi de inmediato entendió, casi. Abriste un ojo para verle, para observar su reacción, y no pudiste ver nada más que una mueca ansiosa, estaba sonriendo —. ¿si? digo... ¿quieres? yo si quiero, puede ser ahora o... o puede ser mañana o el otro año, no lo sé, como prefieras, yo digo si a todo —. habló casi para si mismo.

luego de aquel diálogo, asentiste decidida. Estabas segura de lo que querías, vamos, estamos hablando de Yuji Itadori.

Ambos querían estar con el otro, en todo ámbito, por ello es que de inmediato se pusieron en marcha y decidieron besarse como si nada estuviese ocurriendo, ambos moviendo las sábanas por doquier mientras compartían toqueteos y sensuales besos. Y lo hicieron, ese día, en ese momento, tuvieron su primera vez.













Algo corto pero conciso <3 dkkdd no crean que no estoy leyendo sus pedidos! Leo todos y cada uno de ellos, pero aún no tengo suficiente tiempo para completarlos:c
gracias por la paciencia, bellezas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top