Mahito
Narrado en 2a persona
La hechicera de segundo grado se encontraba luchando contra esa maldición. La criatura de pelo azul y piel pálida parecía disfrutar de la batalla, riéndose de la hechicera.
- ¡Totalmente inútil! - comenzó a insultar - ¿Como te han mandado aquí? Seguro que se quieren librar de tí, porque eres muy débil.
- ¡Cierra la puta boca de una vez!- la chica lanzó una lanza maldita - Cuando te gane veremos quién es el débil.
Perdió de vista a la maldición un segundo y la vio tras de sí.
La maldición tocó el torso de la mujer.
- Si te toco otra vez, mueres- sonrió malvado - Veamos como avanza esa pelea...
Habrían seguido peleando, de no se por qué Yuki itadori, el cual estaba con Nanami, había aparecido.
- ¡Mahito, métete con alguien de tu mismo nivel!- golpeó repetidas veces a la maldición, destrozando por completo la parte superior de su ropa.
La chica se sorprendió al ver que tenía buen aspecto físico, pero negó al recordar que era una maldición, y que usaban sus habilidades para engañar a humanos.
Nanami apareció en el lugar, y al ver el estado de la chica, la ordenó que fuera a ver a Shoko.
- Au- se tocó el abdomen, donde había recibido un golpe fuerte - Cuidado, el desalmado ese no se contuvo mucho..
- Es una maldición ___- habló- No se va a contener.
- Cierto - la chica vendó una herida que tenía en el brazo - ¿Está Gojo en la escuela?
Está asintió.
- Vale, necesito mejorar- se levantó y avanzó por los pasillos de la academia.
Encontró al profesor donde siempre, en un lugar apartado de sus alumnos, sin la venda y entrenando.
- Oh, ___- Satoru sonrió al verla- ¿Otra vez quieres entrenar conmigo?
Asintió.
- Vale- El profesor se quitó la chaqueta - ¿Te importa si me quito la camisa?
- No, en lo absoluto - respondió ella, un poco nerviosa.
Al quitarse la camisa, ___ pido ver lo bien trabajado que estaba su cuerpo, pero no causaba nada en su interior, no hacía que se quedara embobada.
Como con esa maldición, Mahito.
- ___, se que estoy para mojar pan, pero no te quedes mirando - bromeó el hechicero- Debes concentrarte.
- No estaba embobada - se apresuró a decir - Solo... Pensaba algo.
- uy, eso significa que...- se acercó a la chica - ___ se ha enamorado.
Se giró y le apartó.
- A entrenar, idiota
- Que agallas, llamando idiota al hechicero más fuerte.
Comenzaron a entrenar, como siempre, Satoru ganó a _____ repetidas veces.
- ¿Que hago mal? - preguntó cuando ya estaban descansando
- Te concentras en atacar, pero no buscas la mejor forma- habló - Debes mejorar eso si quieres enfrentar a un categoría especial.
La chica asintió y volvió a dormir.
Al día siguiente la enviaron a un colegio en el que había desaparecido gente. ___ fue sin problema y bajó el velo una vez hubo estado dentro.
Notó un aura maldita bastante conocida, por lo que entró al lugar, en busca de esa maldición.
Levantó la lanza y giró si cabeza al notar una presencia.
- Hola, encantadora dama- Mahito edtvs en el pasillo de ese instituto, aún sin la parte de arriba de su ropa - Como verás, ni tus amiguitose han matado.
La chica gruñó y se abalanzó sobre el, pero recordó las palabras de Satoru.
Dió un girien el aire para dar a otro lugar, alcanzó a dar en su brazo.
Este hizo un movimiento con la mano y el brazo volvió a la normalidad.
Mahito observó a la chica atentamente, de arriba a abajo.
Se relamió los labios y corrió, tirándose sobre la mujer. Piso una mano para apoyarse, mientras la observaba desde arriba.
- ¿Que vas a hacer ahora?- miró la expresión de la chica, era una mezcla de miedo y placer - Vamos, si se te ve en la cara que te estás muriendo por mí.
- No puedo...- giró la cabeza- Eres una maldición... No está bien.
- Yo se de alguien que estuvo con una maldición- susurró- veamos a qué nos lleva ésto.
La chica vio la situación en la que estaba, el... La maldición con un buen cuerpo estaba sobre ella, no tenía escapatoria. Comenzó a embobarse de nuevo.
Mahito comenzó a darle besos en el cuello, tomó una de las manos de la chica y las subió sobre su cabeza, besó los labios de ___, quedándose bastante tiempo en estos.
El terminar, se levantó.
- Oh, humana- sonrió - Nunca pensé que alguien más que ese niñato llamaría mi atención... Felicidades.
La hechicera se levantó y lo miró con odio, intentando restregar su cuello.
- Aunque quites mi saliva no quitarás el recuerdo - la guiñó un ojo- Me encantas, por cierto.
- Te odio - le miró mal- te odio tanto que me gustas.
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