𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐚𝐦𝐚𝐫𝐢𝐥𝐥𝐚𝐬
Que día más agotador, habia salido del trabajo exhausto, los clientes quisquillosos claramente no mejorarán su estado de ánimo.
Y la universidad con sus exámenes tampoco lo mantenían tranquilo, trabajar y estudiar no era una manera fácil de llevar el día pero necesitaba hacer esto.
Faltaba poco para que oscurezca, llego a su departamento y una vez que cerró la puerta dejo caer todo su peso en el sofá del rincón. Suspiro cansado, sentía sus párpados cansados, sentía que estaba apunto de dormirse pero justo llegó un mensaje. Aiden se sentó en el lugar, tomando su teléfono y viendo quien era.
- ¿James? - Pronunció dudoso por si la vista le fallaba, pero no. Era el, almenos el día tenía algo bonito.
Lastimosamente la pareja no podía estar todo el tiempo juntos, James pasaba casi todo el tiempo en brasil mientras que el en Canadá, claro, aveces uno de los dos iba a visitar al otro y quedarse un tiempo. James le había dicho que en unas semanas estaría por su país, pero, no podía evitar extrañarlo.
Sonrió al teléfono al hablar con su novio. Contándole sobre su día mencionó lo cansado que estaba, pero un mensaje del latino hizo que levantara una ceja curioso.
"¿Tan cansado como para abrirme la puerta?"
¿Qué?
Aiden no entendió el mensaje, intrigado pregunto a que se refería recibiendo como mensaje que salga afuera. Aiden se levantó y fue abrir la puerta, salió afuera pero no vio a nadie, ¿de que se trataba esto? Agarro su teléfono para escribirle a James, vio que tenía un mensaje más de este.
"Que bonito te ves con tu cabello castaño"
¿Cómo sabía eso? No le había dicho ni mostrado a James una foto suya con su cabello desteñido, ese mismo día se iba retocar el tinte, pero el cansancio no lo dejo.
"Voltea"
Fue el último mensaje para hacer caso y toparse con el Brasileño frente suyo.
- ¡Sorpresa, cariño!
Aiden se asusto, ¿que demonios hacia el aquí? La duda no duró demasiado, emocionado salto a darle un abrazo a su novio.
- ¡James! Me asustaste.. también te extraño mucho - soltó el menor mientras abrazaba del cuello a su pareja, poniéndose de puntitas para alcanzarlo. - ¿Qué haces aquí? Pensé que volverías en unas semanas
El menor se alejó del latino, observándolo a los ojos.
- Cambio de planes. - Soltó sin más, mirando con ternura a su novio. - Incluso hasta demacrado luces hermoso, querido~
Las mejillas del canadiense se sonrojaron, no podía evitarlo. James sacaba a flote cada emoción de él y esa voz coqueta no ayudaba. Su mirada bajo al torso del mayor, observando como tenía sus brazos detrás de su espalda.
- ¿Qué ocultas? - Preguntó intrigado. Pudo notar una risa nerviosa por parte del brasileño.
- Digamos, que he estado viendo una nueva tendencia en tiktok - se confesó.
- ¿ah, en serio? ¿De qué trata? - Aiden se cruzo de brazo, aveces las cosas que podía ver James en tiktok eran un poco raras. Tenía curiosidad.
Observó como su pareja se acerca a el y depositaba un beso en su frente.
- Se trata de regalar flores a comienzo de primavera mi amor y... no quería que seas espectador, asique te compre esto - James dejo revelar lo que ocultaba detrás suyo, un ramo de flores amarillas envueltas.
El corazón de Aiden latía veloz. Tomo el ramo y pudo ver que traía una nota, la tomó y comenzó a leer.
"Dicen que las flores amarillas son para prometer amor eterno, entonces yo te prometo mi amor hacía ti eternamente"
Aiden sintió las manos de James sobre sus mejillas, su mirada choco con la de él. Sentía su corazón emocionado y sus piernas temblar. Aún se sorprendía del increíble cambio de perspectiva qué el latino había conseguido obtener sobre el.
La suerte le había sonreído a ambos chicos por conocerse, aunque no fue de la mejor forma eso les demostró que podían arreglar los problemas pase lo que pase.
Los pensamientos del menor fueron interrumpido por las palabras del mayor.
- Quiero cumplir lo que esta escrito en ese papel Aiden, no puedo describir la alegría que me haces sentir al tenerte como mi novio y la tristeza al no poder estar contigo siempre. Pero-
Las palabras del moreno fueron interrumpida por la boca del canadiense que unió sus labios con los de el. Los brazos de James bajaron para tomar la cintura con delicadeza de su pareja, acariciándola mientras saboreaba el dulce sabor de los labios del menor.
El beso era lento y tierno, disfrutando del lindo encuentro entre ambos. Aiden había olvidado el día tan agotador que tuvo con solo ver a James parado frente a él, ambos tuvieron que separarse al fallarles el aire pero sin respetar el espacio personal del otro, mirándose con cariño.
- Te amo, James. Gracias por esto.. no estoy seguro de cómo tuve la suerte de conocerte pero doy gracias al destino por ponerte en mi camino - las palabras de Aiden hicieron al latino sonreír de la felicidad. Atrayendo al cuerpo más pequeño al suyo en un abrazo.
El de piel pálida recostó su cabeza en el pecho del moreno, escuchando su corazón latir. Esos sonidos lo tranquilizaban a las noches al dormir juntos.
- Quieres salir a comer algo, cariño? - Invito el mayor pero sin separarse del menor.
Aiden tardo unos segundos en responder pero despacio se alejó del cuerpo de su novio y acepto la invitación mencionando que debía darse una ducha antes.
- Claro, baby. Si quieres te puedo ayudar~.
Solo dijo esas palabras para bromear, no esperaba que la respuesta del canadiense fuera..
- Claro~. Pasa amor - Con eso el menor se dirigió adentro dejando solo a un desconcertado.
James se quedó parado unos segundos, pensando si escucho bien. ¿Lo habrá dicho en serio? Al momento de pasar y cerrar la puerta se dirigió a la habitación de Aiden. Conocía su departamento pues no era la primera vez que pasaba.
Al entrar a su cuarto noto las flores posando sobre su cama, se acercó pero un sonido llamo su atención.
- Cariño, ven - Llamó el canadiense.
El latino supo que la voz venía del baño, se dirigió hacia ahí algo dudoso. No quería tomar a su novio desprevenido pero al volver a escuchar su voz llamándolo lo hizo.
Sintió su rostro caliente al notar la esbelta figura de su novio, su piel pálida y descubierta frente a él. La sonrisa de Aiden en su rostro era coqueta.
- Y bien, no te vas acercar? - pregunto juguetón el menor. James no sabía como reaccionar ante la escena, pero sabía que su cuerpo lo delató al mirar abajo, parecía que no era el único que lo noto.
Aiden estaba feliz por la sorpresa que había recibido por parte de su novio. Conocía la tendencia de regalar flores por el 21 de septiembre pero como nunca había recibido flores no le tomo importancia, no pensó que James iba aparecer de sorpresa en su departamento con un ramo. Solo llevaban unos meses de relación y aun faltaban unos pocos para cumplir un año pero el mayor no dejaba de tratarlo con el mismo afecto y atención que la primera vez que empezaron a salir formalmente.
Sentía que quizás ahora el podía darle una sorpresa al mayor ¿y porque no? Había pasado tiempo desde la última vez.
Pero primero se acercó con cuidado al moreno para poder abrazarlo por el cuello y volver a sentir esos labios sobre los suyos otra vez.
Nota: ¿Qué tal? ¡Feliz primera!
Esto no es un pedido pero no podía evitar escribir a estos dos en esta situación. Y estoy segura que James no dejaría a su novio ser espectador hoy.
Los pedidos siguen abiertos por si alguien quiere alguno.
Comenten y dejen su voto porfavor. Amo leer los comentarios de los lectores, me suben los ánimos e inspiración 💌
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