ᴄᴏɴᴏᴄɪᴇɴᴅᴏ ᴀ ʟᴏꜱ ꜱᴜᴇɢʀᴏꜱ


James y Aiden habían estado saliendo durante un año y ya habían compartido muchos momentos inolvidables juntos. Pero James siempre había querido llevar a Aiden a su país natal, Brasil, para que conociera a sus padres y experimentara la cultura brasileña. Después de todo, el menor ya lo había llevado a conocer a sus padres, ahora le tocaba a el, no?

Finalmente, después de meses de planificación, llegó el día de su viaje.
El de ojos cyan estaba emocionado pero a la vez nervioso de conocer a sus suegros, que tal si no lo aceptaban? Si sabían que era trans.. lo verían de otra manera? Lo odiarían? Quizás...

Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir el contacto de la mano de su pareja con la de él. Levantó la vista topandose con los ojos oscuros del mayor.

— Esta todo bien, Aiden? Te noto raro.

Aiden lo dudo unos segundos, no sabía si decirle o no a James el motivo de su preocupación pero sentía que era lo mejor.

— Es solo que.. que tal si no les agrado a tus padres?.. si piensan que soy.. diferente..

— ¿A qué te refieres con decir "diferente"? - Sabía a donde llevaría esa conversación, pero era mejor preguntar.

— Ya sabes... si se enteran que no soy un chico..

El rostro de Aiden miraba hacia la ventana del avión, se sentía horrible decir esas palabras, porque sabía que nunca podría sentirse completamente un chico o verse como tal. Pero James no pensaba eso.

— Cariño, si lo eres -Aclaro, tomando el rostro de su pareja para que lo viera a los ojos-. Y te aseguro que como yo, ellos te adoraran. Esos ojitos azules enloquecerian a cualquiera.

Expreso el moreno con cariño. El menor solo se dedico a sonreír, sabía que tenía al mejor novio del mundo junto a él y no tenía idea de como había tenido tantas suerte. Apoyo su cabeza en el hombre del brasileño y cerró sus ojos, tratando de descansar su mente, después de todo faltaban unas horas de viaje aún.

Al llegar a Río de Janeiro, la pareja se dirigio a la casa de los padres del latino, mientas que en el camino el menor se maravillaba por toda la flora y fauna que lo rodeaba.
Se dirigieron al barrio de Copacabana, el cual era bellísimo, claro que no se dejaba de maravillar en sus viajes. Todos los lugares que visitaban le parecían únicos y como no, si compartía esos momentos con la persona que más amaba  en el mundo.

Aiden fue recibido por James como su novio, ante su madre, la cual lo recibió con una sonrisa y abrazo.

— Bem-vindo à família, Aiden! James sempre me fala sobre você.

Aiden levantó una ceja, había olvidado que no entendía nada el portugués, apenas entendía a James cuando hablaba mientras hacían.. bueno.

— Dice que eres bienvenido a casa, cariño- Explico el mayor. Sujetando por los hombros a su novio. - Senti sua falta, mãe. Aiden não fala português, mas vou explicar tudo o que dizem para ele.

Aiden se sentía algo nervioso e incomodo, después de todo esta era su primera impresión y parecía haber empezado con el pie izquierdo.  Y el día continuo así.
Conocer al papá de James también fue agradable, aunque no entendía nada de lo que decían, el moreno siempre le decía que estaban muy felices de tenerlo y poder conocerlo por fin. Sonrió al escuchar esas palabras, se sentía querido por su familia, hasta por la hermana de su novio.

La chica se había ofrecido de ayudarlo a hablar su idioma, por suerte para el, ella hablaba también su lengua. Entenderla no sería difícil.

James al ver la felicidad de su novio al conocer a su familia se le hizo tierno. Las dos cosas que más amaba e importaban para el en el mundo estaban justo donde el quería y esperaba que algún día, formalmente, Aiden forme parte de su familia.

— ¿Qué tal, cariño? Cómo te fue con mi hermana? - Preguntó el mayor, acercándose al de más baja estatura para abrazarlo por detrás.

— Creo que bien. Tu familia es muy agradable, batati- Confesó el menor, dándose la vuelta para ver el rostro de su pareja, quien le sonreía de manera cálida.

— La tuya también lo es, cariño -. Dijo dando un beso en los labios de Aiden-. Vamos a comer algo, te parece?

Al recibir como si una respuesta, James guió a Aiden con su familia, donde todos estaban sentados en la mesa.
La familia se sentó a comer una deliciosa feijoada, arroz y frijoles. Aiden estaba fascinado por la comida.

— ¿Qué es esto? -. Preguntó Aiden, señalando la feijoada.

— Es una tradición, baby - Explicó James -. La feijoada es un plato de frijoles negros con carne de cerdo. Pruebalo, es delicioso.

Haciendo caso, el canadiense probó un bocado y sonrió -. Esta delicioso.

El moreno soltó una ligera risa al notar a su novio como empezaba a comer un poco más. No mentía al decir que estaba delicioso.

Después de la comida, James y Aiden salieron a caminar por la playa de Copacabana, agarrados de las manos mientras los dedos de sus pies sentian la arena del lugar. El sol estaba poniéndose sobre el mar y la vista era impresionante en aquel lugar.
El de tez de porcelana llevo su vista al latino.

—  Este lugar es hermoso. Me encanta, amor.

James sonrió. - Me alegra que te guste, cariño. Pero esto aun no termina.

La noche siguiente, la familia de James organizó una fiesta para celebrar la llegada de Aiden. Había música, baile y comida en abundancia.
El de mechones bicolor se sintió abrumado por la hospitalidad brasileña.

— James, tu familia es increíble. Me siento como en casa.

James se rió.

— Eso es porque eres parte de la familia ahora y quizás algún día de una manera más formal - insinuó. Lo cual hizo sacar a su novio una sonrisa, amaba verlo así y esperaba que nunca se le borrara la sonrisa de su bello rostro.

La noche terminó con un abrazo apasionado entre la pareja de enamorados bajo las estrellas.
Al día siguiente, James y Aiden fueron a la selva amazónica para explorar la flora y fauna que les brinda Brasil. Y la emoción del de ojos turquesa no se hacía esperar, estaba ansioso de ver los animales y plantas exóticas y James de poder pasar más tiempo a lado de su novio, el cual parecía un niño chiquito al ver un juguete que le gustaba. 

Una vez más la noche había llegado, mientras Aiden observaba el cielo nocturno estrellado acostado en una hamaca pudo escuchar no muy lejos los pasos de James acercándose.

— ¿Descansando? - Dijo, con una sonrisa cálida.

— Un poco-. Mencionó el menor, enderezandose.

— ¿Te gustó Brasil hasta ahora? - Preguntó el mayor, sentándose a lado de su novio.

Aiden sonrió.

— Me encantó. Pero lo que más me gustó fue estar contigo.

El cuerpo de Aiden se recostó contra el de James, mientras el lo recibía con un abrazo. El menor pudo escuchar los cálidos latidos del corazón del latino mientras se encontraba en su pecho.

— Digo lo mismo por ti, amor.

Dijo el moreno, para luego besar la cabeza del chico de cabellos bicolor. Este se quedó unos segundos más en la misma posición, hasta que se alejó de manera tranquila y miró a los ojos al mayor.

— Me siento seguro para decirles a tus padres aquello -. Mencionó. James lo miro unos segundos y sonrió, para seguidamente atraerlo nuevamente a un abrazo.

— Recuerda que no debes sentirte forzado a hacerlo, nada cambiará.

Dijo acariciando su espalda.

— Lo sé. Pero no lo haré ahora, quiero hacerlo cuando tu hermana me enseñe bien a hablar portugués.. ¡Ya que tu nunca lo haces!

Se quejo. Mientras el mayor soltó una risa.

— Si lo hubiera hecho, no podría decirte nada sexy sin que sepas el significado, amor.

Y ahí estaba el James picaron.

El rostro de Aiden se puso rojo, entonces esa era a razón. Sin vergüenza.

Pedido:  Viickk__08062010

Espero te guste el capítulo

Por finn un saludo Jaidenn, y que tierno que James considere unos de sus momentos favoritas el primer beso de el y Aiden .

Espero también les guste el capítulo

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