“En ese momento, todo lo que vió fue a ella”.
.
.
.
Capítulo 323 y 324 pero desde la perspectiva de Izuku.
.
.
.

La multitud que alguna vez fue ruidosa y violenta se quedó repentinamente en silencio ante las palabras de Ochako. Estaba defendiendo a Izuku con toda la fuerza que le quedaba en el cuerpo. Cada noche de insomnio, cada lágrima derramada, cada pelea librada durante su ausencia se había acumulado hasta este momento para traerlo de regreso. El megáfono tembló en sus manos, Izuku podía decir desde el suelo tantas historias lejos de ella.

¿Por qué no se había dado cuenta antes?

“¡Se fue de la UA porque no quería ponernos en peligro a ninguno de nosotros!”.

Se olvidó de los manifestantes en ese momento. Bajo toda la lluvia y el miedo, Izuku se olvidó de Shigaraki y All For One. En ese momento, todo lo que vio fue a ella. Por primera vez desde que dejó la UA, sintió calor.

“Uraraka…”

Pensó en su sonrisa y en la forma en que dejaba mariposas en su estómago cada vez. No importaba dónde estaban o con quién estaban, ella nunca dejaba de ponerlo nervioso con esa sonrisa.

Pensó en su risa y en la forma en que hacía que la música más hermosa fuera aburrida. Ninguna orquesta, sin importar cuán capacitada o costosa, podría compararse con escucharla reírse de las payasadas de Kaminari y Kirishima o las bromas de Mina. Nunca escucharía otra nota de música por el resto de su vida si eso significaba que podía escucharla reír todos los días hasta que muriera.

Pensó en su valentía, su amabilidad y en lo desinteresada y amigable que era con todos los que la rodeaban, sin importar quién fuera. Ella era brillante y hermosa y todo el mundo que la rodeaba.

"¡Aunque pueda tener un poder especial, no es ofensivo!"

Él era solo un adolescente. Era un estudiante de secundaria que se había enamorado de su mejor amiga, pero estaba demasiado ocupado para darse cuenta hasta que ella estaba parada frente a una multitud y gritando a todo pulmón. Ella finalmente le hizo entender eso.

Ella era su luz, era su esperanza y era la razón por la que se iba a quedar. Ochako Uraraka había tomado la oscuridad dentro de él y la había expulsado, reemplazándola con la mayor comodidad y amor que jamás había experimentado. Viviría, moriría y sufriría solo para volver a experimentarlo. Quería seguir moviéndose si eso significaba algo para ella.

"Midoriya, Uraraka también está luchando".

Se fue para protegerlos, para protegerla a ella, pero huir con solo una carta de explicación no hizo eso. Sintió lágrimas calientes brotar de sus ojos, la primera señal de sus emociones desde la noche en que se fue. No podía contenerlos más, no con el peso de la culpa de sus acciones presionando sobre sus hombros.

"¡Uraraka!"

Ya no quería estar solo. Le tomó innumerables peleas y villanos para darse cuenta de eso. Quería correr hacia Uraraka y abrazarla, solo para asegurarse de que realmente estaba allí. Quería contarle todo mientras estaba envuelto en sus brazos. Finalmente dejó escapar sus emociones y dejó escapar cada sollozo que contuvo. No quería ser el héroe, solo quería ser Izuku Midoriya.

“Izuku Midoriya está tratando de llevar la carga de su poder por su cuenta. ¡Tiene mucho más que aprender, pero es solo un estudiante de secundaria común y corriente!“

El la amaba. Lo hizo durante mucho tiempo. Odiaba que le tomara un momento de gran desesperación y miedo darse cuenta de eso. Sus rodillas golpearon el suelo mientras sollozaba. El peso de su situación lo había quebrado y magullado, pero Uraraka se aseguró de que supiera que ella estaba allí para curarlo.

En la multitud de manifestantes y héroes, todo lo que podía escuchar era a ella.

Sus manos temblaron sobre el suelo húmedo cuando el discurso de Ochako llegó a su fin, dejándolo con el sonido de sus propios sollozos temblorosos y pasos desconocidos acercándose a él. Su sentido del peligro no se activó esta vez.

Y así fue, como otra vez Ochako Uraraka lo salvó y a su vez, le hizo abrir los ojos y darse cuenta de que aquello era amor.

.
.
.
FIN