El castaño se encontraba en la biblioteca de su universidad, estaba buscando algunos libros. Su objetivo era quedarse estudiando en el lugar sin ninguna distracción, un lugar silencioso con muy pocas personas. Al fin podría concentrarse correctamente. Los minutos comenzaron a pasar y su idea de concentración estaba volviéndose aburrida, quizás algo de distracción le ayudaba a concertarse mejor. Apoyando su mejilla sobre la mesa, intentando ver si algo interesante pasaba. Logro divisar algo que le llamo mucho la atención una chica de espaldas con un largo cabello negro. Sin perder el tiempo Leo se levanto de su mesa dispuesto a hablar con ella. Ya tenia algo de experiencia conquistando chicas asique fue por su siguiente presa, pero como un laberinto ella parecía desaparecer y aparecer cada vez mas lejos de Leo. La intento seguir hasta que salió de la biblioteca, ya tenia una pista estudiaban en el mismo lugar, solo era cuestión de tiempo volverse a encontrar.

A la hora del almuerzo se reunió con Kubo para contarle sus penas, mientras el pobre intenta estudiar, siempre hay algo que lo distrae. Kubo no se sorprendía de lo dramático que podía llegar a ser el mexicano, ya se acostumbró a solo escucharlo en automático, hasta que una parte de la conversación le llamo mucho la atención.

-pero de pronto ella apareció...- "¿ella?" pensó Kubo "aquí vamos otra vez" -era que la mires era tan bonita con su hermoso pelo-

-y que más- Leo fue directo y le dijo que solo la vio de espaldas -es enserio... tienes un problema muy grave con el amor- Leo intento defenderse ante esas acusaciones a lo que Kubo comenzó a enumerar -empezamos con Xóchitl. Una chica de cabello extremadamente largo y obscuro, decías que era el amor de tu vida y oh sorpresa terminaron y ahora está en una relación con una chica. Valentina fue tu etapa "me gustan las mujeres rudas", sorpresa el pelo largo, esta vez rizado y obscuro y que paso una vez que terminaron se enamoro de otra chica y por ultimo a Marcela una combinación entre Xóchitl y Valentina, que sorpresa ella también tenia el pelo largo, de un morado obscuro y no debe porque sorprenderte, pero cuando terminaron también se enamoro de otra chica- Leo miraba incrédulo a su amigo -es su evento canónico después de que terminan contigo, volverse Lesbianas... ahorita que lo pienso si salgo contigo ¿podre conseguir una novia?-

-ya no me molestes- volvió a caer rendido en la mesa, no quería aceptar que Kubo tenía razón. Pronto sintió como alguien acariciaba su cabeza, el asiático intentaba consolarlo.

-tranquilo, no saldría contigo, aunque me pagaran, mi querido amigo heterosexual. Pronto encontraras a la chica que no descubra su lado amo las tijeras... aunque mas bien sigue saliendo con chicas gracias a ti la comunidad está creciendo-

-a veces pienso que tu manera de consolarme solo provoca que me sienta peor- Kubo alzo sus hombros, al final del día era Leo quien venia a desahogarse con él. Kubo era malvado, pero un buen oyente.

-ya, ya, cambiando un poco de tema, alguna vez me haz visto con el pelo suelto, también es largo... bueno no tanto y obscuro yo digo que te enamorarías de mi-

-si vas a seguir molestándome mejor voy a buscar a la chica- sin mas se levanto de su asiento y salió de la cafetería, por otro lado, Kubo se soltó el pelo, dejando ver su cabello bien cuidado, brillante, como comercial de shampoo. Sin tomarle mas importancia Kubo se lo volvió a atar pensando el lo grosero que fue Leo dejando ahí solo.

Los días comenzaron a pasar y Leo no la encontraba en ningún lado, quizás fue de esas personas que las vez una ves en la vida. Eros no lo ayudaba con eso del amor. Ya derrotado y apunto de olvidarla, la volvió a ver entrando de nuevo a la biblioteca, y sin perder el tiempo la siguió esta vez no parpadearía solo para no perderla de vista. La acorralo esta en un pasillo sin salida y para no parecer acosador tomo uno de los libros de esa sección, era sobre instrumentos... tema que no terminaba de entender, pero tenía que parecer interesante.

-vaya...la... gaita... es mi instrumento favorito- hubo un silencio incomodo, momento en el que Leo solo pensaba en lo patético que se veía intentando sacar charla.

-Leo, tu no sabes tocar la gaita y ningún instrumento que yo sepa- esa voz tan familiar le hizo voltearse inmediatamente dándose cuenta de quien era al que perseguía todo este tiempo.

-tu...tu eres ella- Leo intentaba salir de shock, pero por el lado de Kubo lo tomo como una ofensa.

-okey eso sonó muy idiota de tu parte, no porque un chico tenga el pelo largo significa que se vuelva afeminado, además yo lo llevo por cultura-

- ¡que! no, no me refiero a eso, me refiero a que la chica que he estado buscando eras tu todo este tiempo- Leo con algo de vergüenza intentaba aclarar su mente.

-eso significa que cuando terminemos me volveré hetero... bueno mientras esto dura- Kubo se arrimo al cuerpo de Leo de una manera muy provocativa -esta bien acepto salir contigo, solo intenta ser gentil conmigo... ya sabes de las dos maneras- el Asiático agudizo su voz y comenzó a mover su dedo en círculos sobre el pecho de su amigo, el cual tragaba en seco y el calor inundaba toda su cara -ja, no mentira, no quiero que me des mi evento canónico descubriendo mi bisexualidad, estoy feliz como estoy- Kubo se aparto volviendo todo a la normalidad... mas o menos, Leo seguía con la cara hecha tomate -oye espero que después de esto no seas raro, porque enserio me gusta molestarte en plan de amigos- Leo seguía sin responder, a lo que Kubo sin mas lo tomo como un si y se marcho dejando al mexicano con su evento canónico. Todo quien se enamore de Leo se vuelve parte de la comunidad.