Somnia vera facit, et sequuntur somnia

(los sueños se hacen realidad, las pesadillas también)

Otro día más sin dormir, sus palabras resuenan en mi mente. El es el siguiente... Ya habían logrado borrar a Arion del mapa, así que Victor ocupó su lugar como líder de la Resistencia. ¿Cuánto tardaría él en desaparecer? ¿Unos días? ¿Unas semanas? ¿Un año con suerte? Esta vez había ido acompañado de Riccardo y Gabi, pero eso no me tranquilizaba. Se suponía que deberían haber vuelto ya y llevan dos días de retraso. Sin poder esperar más en medio de este desconcierto, me dirigí a la sede, al llegar allí supe que algo muy malo había sucedido. En la mesa se encontraba Riccardo con una expresión ensombrecida y Xavier a su lado sosteniendo unos papeles.

—Gaby acaba de ir a buscarte —dijo Riccardo con un tono apagado.

—Ha sucedido... ¿verdad?— dije en un susurro mientras lagrimas rodaban por mis mejillas.

—Eso me temo... aunque todavía no es seguro.

—Tranquila Luna, les encontraremos—comentó Skie intentando reconfortarme mientras me abraza

—Eso espero—me escondí en su abrazo intentando no pensar en la situación en la que se encontraría.

Me desperté entre lagrimas y exaltada. ¿Todo había sido un sueño? Miré instintivamente a mi izquierda donde se encontraba Victor durmiendo plácidamente. Me abracé a el llorando, necesitaba saber que era real.

—¿Qué pasa preciosa?—me devolvió el abrazo medio dormido— ¿Una pesadilla?

—Sí... —me escondí en su pecho intentando olvidar lo sucedido.

—Sabes que eso no va a pasar, les costará más deshacerse de mi que de Arion, además pronto lo encontraremos, Japón no es tan grande—atrayéndote hacia el para intentar calmarte.

—Lo sé, pero ¿y si algo llega a pasarte? ¿Y si...?—antes de poder acabar la pregunta me calló con un corto beso en los labios.

—¿Y si volvemos a dormir y dejamos las preocupaciones para otro momento?

—Me parece bien—me acomodé en su pecho antes de quedar completamente dormida.

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Al día siguiente había quedado en hacer un picnic con Victor en la Torre, al menos sería un día tranquilo. Me dirigí al lugar con la cesta de la comida, me dijo que llegaría tarde así que prepare las cosas mientras esperaba. Una vez puesta la manta en el suelo me senté a disfrutar del paisaje verde que se unía con el azul del lado delante de mis ojos. Me quedé embobada por lo que parecieron 10 o 15 minutos hasta que unas manos taparon mis ojos.

─¿Adivina quien soy?─canturreó levemente llenándome de ternura.

─Riccardo, ya tardabas en llegar ─solté una pequeña carcajada.

─Idiota ─sonrió de lado antes de sentarse junto a mi. ¿Llevas mucho esperando?

─No mucho ─dije mirando el horizonte

─Hacía ya tiempo que pasábamos un rato juntos ─posó su mano sobre la mía y entrelazó sus dedos ─te echaba de menos

─Yo también... demasiado ─apoyé la cabeza en su hombro y cerré los ojos disfrutando del momento.

Nos quedamos así por un rato hasta que Victor me tomó por sorpresa cuando puso una cajita en mi mano, la abrí con cuidado y casi se me cae cuando un anillo relució en su interior.

─Victor... ¿Es lo que yo creo que es? ─lo miré sorprendida, sin todavía creérmelo.

─Lo es... ¿Quieres casarte conmigo? ─apartó la mirada hacia un lado algo avergonzado. 

─¡Claro que quiero! La duda ofende ─salté a sus brazos abrazándole fuerte ─¿Porqué ahora? 

─Tengo que irme a una misión con Gabi y Riccardo, tómatelo como una promesa de que no me pasará nada, volveré antes de que te des cuenta.

─Más te vale, si no me vas a oír ─sonriendo levemente le di un golpecito en el hombro ─Ahora recojamos, empieza a hacer frío.

─Bien pero antes... ─me agarró por la cintura, pegándome a él antes de fundir sus labios con los míos en un largo y tierno beso ─Ahora si nos podemos ir.

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One-Shot dedicado a VictoriaDiaz13579