Dioses (Parte 2)

Narra Astrid...

Ya habían pasado los 6 meses que mi padre me había sentenciado a pasar con mi madre antes de entregarme por completo al Dios de la muerte, Hiccup Hadock.

Estaba muy nerviosa. ¿Él habrá cambiado en algo? ¿Seguirá sintiendo lo mismo por mí? Porque yo sí.

No hubo ningún segundo mientras que estoy en esta torre en que no haya pensado en él, en cómo me trataba, en la noche que habíamos pasado junto.

-¡ASTRID!- un tremendo grito de mi madre me hizo dar cuenta que estaba muy sumergida en mis pensamientos, que no la escuchaba cuando me llamaba- ¿Pero qué te pasa, hija? Sólo dime que no quieres volver con este y no te culpo, él es tan posesivo, fúnebre, oscuro...- pero yo la interrumpí.

-Mamá, basta.- le dije seria y parándome de mi cama- Él no es así, es... Es diferente.- le dije mientras caminaba a mi ventana y veía lo lindo que es el Olimpo.

-¿Diferente? Ah, sí, claro, es diferente el violar a una muchacha que tenía cautiva en aterrador castillo.- me respondió de forma sarcástica.

Yo me tensé y volteé a verla. ¿Cómo sabía ella sobre esa noche?

-Ay, ¿de verdad pensabas que no me iba a enterar? Por favor, Astrid, eres mi hija.- me dijo de forma obvia.

-No me violó, yo quize hacerlo y no puse ninguna resistencia.- me defendí y a él también, por supuesto.

-Ajá, sí, como digas.- me respondió cruzándose de brazos.

-¡Bueno, ya!- exclamé, a veces ella me saca de mis casillas- Vámanos de una vez, ya quiero estar con él.- le dije molesta para fastidiarla más y, obviamente, lo logré, ví el enojo en su rostro.

Sólo pude salirme de mi habitación aguantándome la risa de verla expresión que había puesto.

Narra Hiccup...

Ok, sí, Hiccup Haddock, el Dios de la muerte, tiene nervios. ¿Y cómo no? Voy a encontrarme después de 6 meses con la chica la cual me cautivó em ese instante en que la ví. Pero y si... ¿Ella ya no siente lo mismo por mí? Tal vez ya su estupenda madre, que se note mi sarcasmo, ya le metió ideas en la cabeza y le lavó el cerebro.

Y créanme que si pasa eso, hallaré la muerte más dolorosa y lenta para Deméter... ¿Per que estoy diciendo? ¡Es una Diosa! Y los Dioses son inmortales, mala suerte para mí.
Aunque si lo veo de otro lado, puedo tortuararla, y eso es mejor que una muerte.

-¡Oye, muertito! Deja los nervios.- oí la voz del gordo panzón sentado en su trono mientras esperábamos a su hija.

-¡Ash!- rodé mis ojos con molestia- ¿Por qué no espera callado, viejo panzón? ¡Yo soy el rey del inframundo, jamás estoy nervioso!- le recriminé.

-Pff...- se hechó a reír en carcajadas- ¡Tú no pareces un rey, pareces una maraca!- me dijo entre risas. Yo iba a usar mis poderes para darle una lección, pero alguien me lo impidió.

-¡Ya basta! Parecen unos niños.- nos regañó la Diosa de la agricultura, Deméter. Quien apareció junto a Astrid entrendo al salón.

Centré mi mirada en ella, lucía radiente, hermosa, una belleza digna de una Diosa como lo es ella, su nombre le caía como anillo al dedo. Ella también me miraba a mí, sus hermosos ojos no habían perdido su brillo y desde mi punto de vista, ella está aún más preciosa de cuando la ví hace 6 meses.

Narra Astrid...

No lo puedo creer. Entré al Gran Salón de mi padre junto a mi madre y en lo primero que fijé mi vista, fue en él, la persona que quiero ver desde hace 6 meses.

No había cambiado mucho, sus ojos verdes tan penetrantes como su actitud, su hermoso cabello, su encantadora sonrisa, ahí estaba él.

-Oye, ven a darme un abrazo, linda.- fue lo que me dijo, su voz, su voz no había cambiado nada. Reír risueña y corrí a él, me esperaba con los brazos abiertos y cuando llegué a él, los cerró y me estrechó fuerte contra él en un lindo abrazo- Te extrañé mucho, Mi Lady.- me susurró al oído.

-Y yo te extrañé a ti.- le contesté abrazándolo con más fuerza.

-¡Bueno, bueno, ya!- pero claramente mi mamá tuvo que arruinar el momento separándonos- Fue suficiente, ¿no lo creen?- nos preguntó sarcástica.

-Oiga, ya, Deméter.- le dijo Hiccup- Los  6 meses ya han pasado y dihieron que después de ello, su hija podía estar junto a mí, ¿o me equivoco, viejito?- le preguntó a mi papá con burla.

-Ash, un trato es un trato, sí... Astrid y tú pueden estar juntos.- le respondió sin ánimo, pero no nos importó a nosotros, pues nos volvimos a abrazar.

-Entonces, coge tus cosas, linda, porque ya nos vamos.- me dijo Hiccup alegre, yo reí por su actitud.

-Oh, no te preocupes por eso, ya les dije a las sirvientas que llevaran mis cosas a tu castillo.- le dije con una sonrisa.

-Tú eres increíble.- me dijo con voz ronca antes de darme un apasionado beso sujetándome fuerte de la cintura.

Yo correapondí emitiendo un leve gemido de sorpresa, cerré mis ojos para no ver las expresiones de mis padres y nos separamos cuando nos faltó el aire.

-Extrañé tus labios.- le confesé con un sonrojo en mis mejillas y jadeante.

-El sentimiento fue mutuo, Mi Lady.- me contestó también con la respiración agitada y volvió a besarme.

Esta vez fue un beso más lento y suave, uno que transmitía el sentimiento que sentíamos por el otro. Sin duda, me alegra que los 6 meses ya hayan pasado y ahora nuestras vidas serán una completa alocada aventura.







































Hola hola, genteeeeee!

Espero que les haya gustado esta segunda y última parte de este One-Shot, sé que no fue lo mejor.🖤

Y nada...

¡Nos leemos pronto!♥️


























A_Hiccstrid

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