En la casa del jefe de Berk, en una de las habitaciones, en la más grande para ser específicos. Se hallaba una pareja de esposos descansando sobre su cama matrimonial, eran los jefes de la isla, pero la esposa del jefe comenzó a moverse y hacer unos gestos de incomodidad en su bello rostro.

Abrió sus ojos con enojo, se sentó en la cama con cuidado de no despertar a su esposo, luego de ellos comenzó a masajear sus pechos, estos le dolían, puesto que estos le había crecido mucho y ahora le pesaban mucho.

-¿Te duelen mucho?- escuchó la voz adormilada de Hiccup mientras este mismo se volteaba a su lado para poder observarla. Ella se asustó al escucharlo, pero no pudo evitar sentirse agradecida con él por despertarse y acompañarla en sus momentos difíciles de su embarazo.

Y sí, Astrid Hofferson estaba en su 5to mes de gestación, ella cargaba al heredero del trono de Berk, fruto del amor que tiene con Hiccup Haddock.

-Sí.- le respondió con voz sincera y cansada- Me pesan demasiado, aún tengo algunos mareos y no puedo hallar una posición cómoda para dormir.- se quejó acariciando su ya abultado vientre.

El castaño esbozó una linda sonrisa adormilada, abrazó a su esposa con cuidado y se acercó a su vientre para depositar un suave beso en el.

-Oye... No le causes muchos problemas a tu mami, ¿sí, mi amor? Ella tiene que dascansar y estar bien para que tú puedas estarlo y seas un o una bebé saludable cuando nazcas.- le dijo dulcemente a su bebé dentro del vientre de Astrid.

La rubia sonrió risueña ante el gesto de Hiccup, dirigió una de sus manos a sus cabellos despeinados y los acarició con delicadeza.

-¿Te he dicho que te amo?- le preguntó viéndolo con los ojos cristalizados.

-Claro que sí, Mi Lady.- ld respondió el jefe, también viéndola- Pero no llores, por favor.- le secó la lágrima que se le había escapado.

-L-Lo siento, es el embarazo... Me tiene muy sentimental.- le dijo con la voz entrecortada y tocándose ligeramente los ojos para evitar que salga alguna otra lágrima más.

-¿Deseas comer algo? ¿O se te antoja algo?- le preguntó el castaño parándose de la cama y caminando hacia la puerta de su habitación.

-No, no, Babe. No quiero que me atiendas a estas altas horas de la noche, por favor, tú estás pendiente de mí y de nuestro bebé todo el día, te has descuidado bastante en tu rol como jefe y eso no es lo que quiero. Yo  puedo sola ahora.- le dijo de inmediato tratando de pararse, pero su esposo la detuvo antes que lo lograra tomándola de los hombros.

-No, Astrid. Sabes que es mi deber como esposo y futuro padre de nuestro o nuestra bebé el poder atender sus necesidades, pero sobre todo el cuidarte. No me perdonaría que por dejarte sola o dejarte hacer algo que tú no puedes hacer ahora, arriesga la salud y la vida del bebé... O incluso la tuya... No me lo perdonaría... Jamás.- le dijo algo serio y con una enorme preocupación en su corazón.

Astrid estaba realmente sorpendida y enternecida con las palabras que le acaba de decir su esposo. Le agradecia infinitamente a los Dioses por haber puesto a Hiccup en el sendero de su vida, también se sentía completamente afortunada de poder elegirlo como el hombreo con quien pasará y pasó los momentos mas importantes de su vida y siempre estrarás juntos para apoyarse mutuamente.

Lo amaba demasiado.

-Te amo...- le dijo en un susurro, con ello logró sacarle una sonrisa a su castaño- Pero necesito que me traigas un vaso de agua y para cuando vengas tengo que decirte algo muy importante, ¿está bien?- le preguntó ahora seria con las manos en su vientre.

-Está bien, amor.- le respondió, le besó su frente y luego salió de su habitación hacia la cocina.

Hiccup bajó las escaleras hasta llegar a su cocina, sacó un vaso para después hecharle agua. Ya listo lo que su esposa quería, se dispuso a emprender el camino hacia su habitación nuevamente, pero cuando estaba a mitad de las escaleras escuchó unos gritos de Astrid.

-¡HICCUP! ¡Ven rápido!- esos fueros los gritos de la ahora Haddock, los cuales hicieron que el castaño botara el vaso con agua al piso y corrió en dirección a ella.

La encontró en la misma dirección y con ambas manos en un lado de su vientre.

-¡Astrid! ¡¿Qué pasó?!- preguntó alterado y confundido al verla tan tranquila y con una enorme sonrisa pegada a su rostro.

-¡Se movió, pude sentirlo!- le informó completamente emocionada y luego con su mano le indicó que esté a su lado y cuando fue así, tomó su mano y la colocó a un lado de su vientre. A ambos se le iluminaron los ojos al sentir la primera patadita de su bebé.

-¡Pateó!- exclamó Hiccup con alegría y amor. Astrid le asintió con la cabeza muy seguido y nuevamente sus ojos se volvieron a cristralizar.

Ambos jefes se besaron con amor y devoción, habían presenciado juntos la primera patadita de su bebé en todo el embarazo. Y en seguida vino la segunda sacando una pequeña queja de dolor de Astrid en cuanto se separó de su esposo.

-Creo que alguien ha sacado tu fuerza.- le comentó este con simpatía.

-Ya lo creo.- le devolvió el tono de voz.

Hiccup volvió a su lado de la cama y se sentó con Astrid, ambos estaban juntos y felices.

-Hiccup...- lo llamó.

-¿Sí?-

-Con lo que dijiste antes... Hiccup, tú eres el mejor esposo desde el día en que nos casamos, te volviste el mejor vikingo al pelear por la convivencia con los dragones, te volviste un gram ser humano al liberar a los dragones a pesar del gran dolor que sentías... Tú más que nadie sufrió por esa despedida. Así que desde de ya te voy diciendo que no hay un mejor hombre que tú para ser el padre de este o esta bebé, Hiccup... Eres perfecto.- le dijo la rubia para luego darle un voraz beso en los labios.

Esa será una noche que perdurará en sus más gratos recuerdos.

Hola hola, genteeee!

Espero que les haya gustado este one-shot, de verdad me esforzé mucho para hacerlo. Jijiji😅

Y como he visto que querían una segunda parte de Dioses, cuando termine las 15 palabras, haré el One-Shot como la segunda parte.😉

No se olviden de comentar y votar, para apoyarme, por favor.🙏

¡Gracias por leer!❤

A_Hiccstrid