HongIce - Aburrimento en la reunión mundial.

Romance / comedia

"Aburrimento en la reunión mundial."
Hong Kong x Islandia.

Concepto y redacción: Hanatamago.

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—No quiero que molestes a Noruega, aru—ordenaba China a Hong Kong caminando duramente.

—Sabes que yo no habló con Noruega, con quien quiero estar es con Islandia—se defendía el de cejas pobladas con su típico tono de monotonía mientras le seguía.

—¡Por eso mismo, aru! Desde que estuviste bajo la protección de ese idiota del opio eres un vándalo y no quiero que Noruega se moleste con nosotros porque su hermanito ¡Quien sí es bien portado! Se junta contigo aru.

—Pero soy yo el que va a estar con él. No se va a enojar contigo en todo caso—la calma con la que Hong Kong escupía cada palabra hacía enfurecer aún más a China quien aumentaba la dureza de sus pasos, haciendo que se escuchara por todo el pasillo el choque de sus zapatos contra el lustroso piso de madera.

—¡Tú eres mi responsabilidad! Por eso tiene derecho a enojarse conmigo. Así que no toques a Islandia y punto, aru.

Hong Kong se limitó a rodar los ojos, no tocar a Islandia sonaba de lo más aburrido. Las reuniones mundiales eran de lo más aburrido. Sólo iba para ver a su querido nórdico. China pensaba que siempre le pedía acompañarlo porque tenía un genuino interés, ingenuo.

Entraron en la sala de juntas, había pocas naciones, principalmente porque habían llegado puntuales y quienes faltaban eran aquellas naciones que nunca llegaban a tiempo. Por suerte para el castaño su querida nación Nórdica ya había llegado, se encontraba al lado de Noruega arreglado el moño en su cuello notablemente aburrido.

Hong Kong se sentó al lado de China, justamente en frente de Islandia. Cuando el nórdico miró al asiático no pudo evitar un sobresalto. Estaba consciente que el de ojos miel se presentaría pero no esperaba que se sentará frente a él. Incluso aunque la mesa era ancha lo consideraba; " estar demasiado cerca".

En el momento que el castaño tomó asiento inmediatamente comenzó a mirar al islandés. Una mirada mucho más expresiva que la que mostraba habitualmente; ojos felinos, sonrisa apenas perceptible. Sí, sumamente decidido, esa mirada que podía estremecer por completo al islandés.

La Junta dio por fin comienzo mas el asiático seguía mirando insistente al pobre europeo quien no sabía si estaba rojo de coraje o de vergüenza. Por supuesto que el castaño disfrutaba de su sonrojo hasta el punto de relamer sus labios de una forma sumamente sugerente. Islandia no pudo más, simplemente desvió la mirada con indignación, Hong Kong rió por ello, esto llamó la atención de China quien le dio un golpe molesto golpe en la nuca gritándole por lo bajo en chino para que este se concentrara en la reunión.
Islandia rió al al ver el regaño, esta vez llamando la atención de Noruega.

—¿Qué es lo que da tanta gracia, Islandia? — En serio quería saber, no estaba enojado aunque lo pareciera, se le hacía raro que algo lograra hacer reír a su hermanito, además estaba aburrido, cualquier cosa que fuera graciosa en esa reunión se ganaría su atención en seguida.

Islandia negó rápidamente con la cabeza, volteó la mirada comenzando a tomar nota como le había sugerido Suecia que lo hiciera.

—No es nada, Noruega...Sólo recordé un chiste que me contó Mr. Puffin—Mintió.

Noruega sólo asintió, le parecía extraño que su hermano hablase con su frailecillo. Por supuesto para Noruega hablar con trolls y hadas es de lo más normal.

El asiático ya no podía más, si no podía tener entre sus brazos a Islandia en menos de cinco segundos iba a explotar cual fuego artificial. Tomó su celular, mandó un mensaje a su querido nórdico, después agitó un poco el móvil para que el islandés entendiera que debía ver el suyo. Lituania notó las señales de Hong Kong para Islandia. No pudo evitar sonreír por la belleza de el momento; "El bello amor entre jóvenes ", pensó mientras soltaba un suave suspiro de nostalgia.

Islandia no perdió tiempo en mirar su celular para descubrir un mensaje que le hizo ponerse más rojo que el tomate que estaba comiendo España para no morir de aburrimiento. Y eso que la reunión iba empezando.

El mensaje decía:

Panda boy (Así es como Islandia tiene agendado a Hong Kong): Ice...Vamos a escaparnos un ratito ¿Sí?

El pobre Islandia le contestó en seguida, escribía el mensaje con el ceño fruncido, mirando hacia todos lados para que nadie viese su sonrojo.

Ice Ice Baby (Exacto, así tiene agendado Hong Kong a su preciado nórdico.): ¡No! Quizá tú no seas un país y por eso no te importe, pero yo sí lo soy. Debo poner atención en todas las reuniones mundiales. ¡No puedo escaparme así como así! Además que no tengo excusa para eso tonto.

Miró enfadado al castaño inmediatamente después de mandar el mensaje. Sí quería escaparse, cualquiera en esa sala quería escaparse.

Hong Kong sonrió más ampliamente, esta vez su sonrisa ya era algo innegable. Hizo el esfuerzo por no reírse para no inquietar al viejo de más de cuatromil años. Sabía que su hielito diría algo como eso, ya lo tenía todo planeado.

Panda boy: Di que vas al baño.

Ice Ice Baby: ¡No!

Panda boy: Por favor Ice, esta Junta no es importante ni nada de eso. Sólo es una tontería.

Ice Ice Baby: ¡Claro que no!

Panda boy: ¿Quién la convocó?

Ice Ice Baby: América...

Panda boy: ¿Lo ves? Esto no se pondrá serio hasta en unas horas que Alemania se desespere y tomé el control. Ice, si no te veo en el pasillo en tres voy a pasarle a Noruega el audio donde se te salió llamarlo "Mi genial hermano mayor".

La pequeña isla se sobresaltó, casi cae de la silla llamando la atención de una buena cantidad de naciones y robándole una risa a Hong Kong, Noruega le miró con el ceño fruncido por la confusión, el islandés escondió rápidamente su teléfono móvil entre las piernas. Esperó, rojo de la pena y odiando a Hong Kong que todos voviéran a lo suyo para sacar el celular de nuevo pudiendo responder el mensaje.

Ice Ice Baby: No lo harías.

Panda boy: Lo haré si en dos no te veo en el pasillo, no me retes, coopera.

El islandés estaba tecleando su respuesta cuando el de cejas pobladas ya estaba de pie. Los nervios de Islandia se subieron como espuma.

—Voy al baño, China— mintió el asiático para salir de la sala de juntas, mientras la recorría, el islandés no dejó de mirarle ni por un momento con absoluto terror. Antes de abandonar la sala el castaño meneo su teléfono móvil sobre su cabeza.

No lo haría, no mandaría el audio. Además esa frase estaba fuera de contexto, siempre podía decir que era sarcasmo, además era Hong Kong el jamás... Fue cuando cayó en cuenta ¡Era Hong Kong, claro que lo haría!

—Voy al baño— declaró Islandia levantándose cuando Noruega tomó su brazo mirándolo algo enfadado. ¿Acaso quería dejar sus responsabilidades? No permitiría que le dejase sólo con Dinamarca.

—Eres un niño grande, puedes aguantar hasta el final de la reunión.

—No, no puedo, es una emergencia— pensó en que tardaría varios minutos...debía dejar todo listo—. Una emergencia muy fea, de hecho, tal vez tarde...

—¿Te sientes mal? Te llevaré con un médico en ese caso, no queremos que un volcán haga erupción o algo por el estilo— Noruega sobreprotegiendo.

—¡No!— aquel grito había llamado la atención de muchas naciones aburridas en la sala, entre ellas Lituania, quien notó la ausencia de Hong Kong, bastante sospechoso— Yo...yo lo arreglaré por mí mismo, con permiso.

Se soltó del agarre de Noruega, corriendo sonrojado a la salida de aquella sala. Encontró en el pasillo al territorio que tanto le estaba molestando.

Hong Kong ni siquiera le miró, su rostro volvió a ese inexpresivo estado natural.

—Estaba apunto de mandarlo, creí que no vendrías— en realidad sólo estaba perdiendo el tiempo en redes sociales.

Millones de insultos en inglés e islandés dedicados a Hong Kong pasaron por la mente de Islandia. No dijo ninguno, eso era de mal gusto.

—Voy a regresar en unos minutos.

—No, quiero una hamburguesa, Inglaterra siempre me decía que eran cosa del diablo. Ya que estoy aquí quiero comprobarlo, vámonos— comenzó a avanzar por el pasillo intentando recordar donde estaba la salida.

—Oh no. No, no voy a seguirte...¡A ningún lado! ¿me oiste?

—Come on Baby, sin ti no va a ser divertido.

—Parece que no te vas a divertir. De hecho en este momento regresó a la Junta, fue estúpido dejarla en primer lugar, tú eres un estúpido— Soltó.

El castaño se detuvo para mirarle por sobre el hombro con esos ojos profundos que no estaban del todo abiertos por la apatía en su rostro.

—Descargué nueva música.

Islandia se lo pensó un segundo, sólo uno...porque al siguente ya estaba encaminado hacia el asiático. Le quería, pasar tiempo con él era de lo mejor sin duda. Algo de nueva música junto a el amigo que más quieres era siempre reconfortante, por supuesto que no eran sólo amigos desde hace décadas pero a Islandia no le gusta admitirlo.

Así los dos jóvenes se escaparon de la reunión para comprar una hamburguesa americana, pero su cita no terminó ahí, recorrieron un parque cercano mientras compartían audífonos, Hong Kong aprovechaba esos momentos donde Islandia se relajaba para tomar su mano.

Pero no todo es miel sobre ojuelas. China ya sabía que el castaño de cejas pobladas no volvería, vándalo, vándalo, vándalo, no le quedaba más que aceptarlo. Sin embargo Noruega comenzaba a preocuparse por su hermanito adorado. Se levantó decidido a buscarlo.

—¿Qué haces, Noru?— preguntó Dinamarca desconcertado.

—Ir a buscar a Islandia...

—Es un niño grande ya. Déjalo, quizá se muera de pena si vas y lo interrumpes, había estado muy rojo toda la reunión, seguro se sentía terrible, por eso tarda tanto— las imprudentes palabras danesas no hacían más que darle razones al del rulo desafiante de toda ley física para ir por su tesoro familiar.

Lituania sabía que los jóvenes territorios estaban en una cita, quizá en el baño, quizá no. Como sea, si Noruega entraba al baño y los interrumpía sería desastroso. Pero si entraba al baño y no encontraba al menor de los nórdicos el escándalo sería mayor. Tenía que evitarlo de alguna forma, así era Lituania, pensando en los demás antes que en él.

Noruega ya estaba a un paso de salir de la sala. Lituania entrando en pánico por no tener un plan se levantó azotando las palmas de sus manos sobre la mesa y gritando a todo pulmón llamando la atención de todos en la sala aunque sólo quisiese llamar la de Noruega.

—¡Estoy saliendo con Polonia!— Es lo único que se le ocurrió gritar.

Noruega regresó a su lugar. Debía saber como acabaría esto, mentiría al decir que no se moría de ganas por ver como comenzaba una guerra por el territorio Báltico. América había callado en seco. Polonia, Inglaterra y Francia completamente sorprendidos, con los ojos bien abiertos, los bálticos temblando más de lo normal...tan sólo con ver la expresión de Rusia en ese momento...Noruega no se podía perder el espectáculo de ningún modo.

Pobre Lituania...sin saber tamaño lío que había creado.
Todo por la felicidad de Islandia y Hong Kong. Quienes nunca lo sabrían pero lo agradecían sobretodo Hong Kong, quien acariciaba feliz los pálidos mechones de cabellos sobre la frente de su amado nórdico que yacía sobre sus piernas. Se había quedado dormido con el arruyo de la brisa y el cambio de horario.

Hong Kong dejó un dulce beso sobre sus labios sin intención alguna de despertarle puesto que tenía intenciones de tomarle una foto, ese sería su nuevo fondo de pantalla.

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Gracias por leer.




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