Sorpresas en año nuevo (2)


~Sapphire~

Eran alrededor de las 13:00 cuando llegué a Kanto y aterricé en Pallet town para luego ser recibida por mis senpais de Kanto y Johto, todos enterados de mi llegada antes de lo acordado.

— Entonces, ¿volvieron a pelear y viniste aquí enseguida? — asentí a la pregunta de Red-senpai, un poco apenada ya que era lo más breve que alcancé a explicar en la llamada de camino a Kanto.

— Por favor, esto es un poco personal... necesito hablar en privado con las chicas....

Bajé la mirada al sentir el característico calor en mis mejillas, esperaba alguna protesta de parte de los chicos, pero, al contrario, aceptaron mi petición y me dieron ánimos antes de partir a darle una visita al Prof. Oak. Luego de esto, entramos a casa de Blue-senpai y acompañada de un té de hierbas confesé todo.

— ¿¡Se han besado más de una vez?! — me alejé al acercamiento tan repentino de Blue-senpai, Yellow y Crystal permanecían sonrojadas pensando en quién sabe qué.

— E-er... solo ha-han sido dos...

— Se-sea uno o mil — aportó Crystal y ambas la miramos, Yellow ahora tocaba sus mejillas bastante sonrojadas — es algo que ninguna de nosotras ha experimentado.

— ¿¡Qué?!

— ¡Eso se puede soluc-! ¡Auch! — las cuatro miramos hacia la ventana, lugar de donde vino la predecible voz de Gold-senpai. Gracias a los sermones de Crystal atrapamos al espía y se unió a nuestra conversación. Inesperadamente, Gold fue capaz de dar buenos consejos, quizás mi expectativa de él era un poco errónea.

— Simple, ese tonto afeminado está asustado y huye como gallina que es. Lo único que debes hacer es tratar de que entre en confianza y pueda darte una respuesta, aunque sea un "me interesan las lolis".

Bueno, quizás fueron muchas mis alabanzas.

— Gracias chicos. — agradecí, acaricié la taza de té con las yemas de mis dedos — La verdad, es que con todo este tiempo he dudado muchas veces si fue lo correcto confesarme ese día...

— Tonterías, a diferencia de él, tú eres muy valiente al arriesgar todo y seguir con una sonrisa — las palabras de Crystal dieron un revuelco en mi mente, recordando esa extraña amnesia de Ruby luego de la gran batalla.

— No deberíamos ir en contra de Ruby, ambos siguen siendo muy jóvenes Crystal-san — Yellow me observó fijamente — y también fue algo precipitado considero yo.

— ¡Dejemos de decidir quién tuvo la culpa! ¡¿No se dan cuenta?!

— Cuenta... ¿de qué? — pregunté. Blue apoyó sus manos en mis hombros y sonrió.

— ¡Es tu última oportunidad del año para encararlo! ¡Y adicional con esta fiesta nosotros te ayudaremos! ¡La parte fundamental es tu labor de encararlo y nosotros creamos el ambiente! ¡El escenario perfecto!

***

Kanto, 22:00 hrs.

Ya todos reunidos, el ambiente no era del todo animoso. Hace media hora aproximadamente, los profesores de Kanto y Johto (que eran los que se encontraban más cerca) llegaron al gimnasio y expresaron su gratitud hacia el grupo de jóvenes por este bello año. Un par de bebidas y snack, para finalmente dejarlos y marchar a su propia celebración de investigadores.

Gold junto a Blue, Crystal y Yellow miraban de reojo a Ruby que actuaba con total normalidad y conversaba con Green y Red. Sigilosamente, el cuarteto tomó posición para iniciar su plan. Sapphire en cambio permanecía un tanto cabizbaja escuchando la conversación de Emerald y Silver sobre Taurina Omega ya que en el orfanato tenían pensado transmitirlo en horas de juegos. Se disculpó y abandonó la conversación para acercarse a la mesa con bebidas, pero fue interrumpida en mitad del camino cuando Gold se cruzó y la apoyó en su hombro como un costal de papas para después correr fuera de la fiesta.

— ¡Hora de un cambio de look!

En su momento de sorpresa, juró que al mirar hacia el azabache este apretaba sus puños.

~Sapphire~

— ¡Ya bájame, Gold! — protestaba mientras recorría los pasillos del gimnasio, hasta que se detuvo frente a una puerta y de una patada la abrió causando un estruendo.

— El cursi hierve de celos, si me golpea el hospital lo pagan ustedes. — con cuidado, me dejó en el suelo.

— Si claro, ahora espera afuera para llevar a cabo la segunda parte del plan.

Gold miró molesto a Blue-senpai, y luego de suspirar resignado abandonó la habitación.

Al notar la cantidad descomunal de atuendos y maquillaje, quise vomitar, aquello era repugnante para mis ojos pues era como tener a Ruby con sus manías de vestimenta multiplicado por mil, incluso sentía que le faltaban ceros a ese número.

— S-saben, cr-creo que será mejor que esté con mis típicas vestimentas jejeje — nerviosa, comencé a alejarme, pero choqué con un Blastoise que impedía el paso.

— Tranquila, esto no nos tomará mucho tiempo jejeje...

Las miradas de las chicas me causaron un gran escalofrío, por un momento, pensé que moriría.

***

15 minutos después.

Luego de una tortura, me miré al espejo mientras Yellow me cepillaba.

Nunca pensé que podría estar de acuerdo con un atuendo, tanto la polera con vuelos rojas y el pantalón eran muy cómodos y suaves, me sentía ligera y podía moverme libremente.

— A esto le llamo arte puro, definitivamente debo dedicarme a vestir chicas.

— Pero recuerda que nosotras ayudamos en el maquillaje y peinado, Blue. Intentamos dar un toque sencillo y natural — comentó Crystal, Yellow dejó a un lado la peineta.

— Desarmé tu pequeña coleta para soltar tu cabello y juntar dos pequeñas trenzas al centro, espero te guste.

— De verdad... — intenté aguantar la emoción — nunca pensé que harían esto por mí.

— Pues querida, esto es solo el comienzo.

Las tres me agarraron muy felices y me llevaron de vuelta a la reunión, intenté esconderme detrás de ellas, pero Blue-senpai me descubrió para agarrarme y empujarme al centro del lugar.

— ¡Oigan chicos! ¡Sapphire ya está lista para celebrar!

— ¡Blue! — hervía de vergüenza, por suerte, Gold en ese momento apagó la luz principal y encendió a cambio una que cambiaba de colores.

— ¿Y ahora cómo instalaron eso en mi gimnasio? — Green-senpai miró de reojo a Blue.

— Ay Greeny, tú sabes que es año nuevo, hay que celebrar dignamente.

— ¡Y por dignamente se refiere a bailar hasta morir!

Gold corrió hacia una cabina de sonido construida para todo gimnasio, y luego de unos segundos desde los altavoces comenzó a oírse una música bastante animada que parecía ir en sintonía con las luces.

— ¡Oh! ¡esa canción es muy buena!

Red se acercó animoso al centro y nadie esperaba que comenzara a bailar dando unos pasos bastantes extraños, pues era un poco tieso y su intento de baile no le salían para nada bien, no aguanté y comencé a reír al igual que los demás. Gracias a Red, el ambiente se volvió más cálido y divertido.

Blue no esperó y se unió a la nueva pista arrastrando a Silver-senpai, claramente él no estaba a gusto con la idea, pero lentamente fue cediendo y los tres bailaban bastante felices.

— ¿Me acompaña en este baile Sapphire? — Yellow que estaba a mi lado, me ofrece su mano a lo que río y tomó su mano.

— Por supuesto estimada Yellow — ambas reímos y nos unimos al baile. Red se nos acerca brincando al ritmo de la nueva canción electrónica y lo imitamos con mucha energía, de todos modos, faltaba una hora para el año nuevo.

***

~Normal~

Como Ruby no estaba muy animado con la celebración, se acercó hasta Green y Emerald con la esperanza de conseguir algo de compañía, según el ojirubí, el dueño del gimnasio no era de los chicos que les gustara bailar. De reojo, miraba a Sapphire disfrutando de la música con Red y Yellow, muy dentro de él le hubiese gustado estar en aquel círculo, pero su orgullo era mayor y no se acercaría a pedirle disculpas así nada más. El chico de gorro blanco prefirió escuchar lo terrible que era ser líder de gimnasio con una chica ruidosa.

Crystal bufó al notar la actitud de Ruby, era tan evidente que se moría por estar al lado de Sapphire que eso lentamente la estaba aburriendo. Es por eso, que de sus bolsillos sacó un frasco y se acercó dudosa a la mesa de bebidas, donde reposaba una colosal fuente llena de ponche hecha con las bayas más dulces y sabrosas de Kanto. Dudosa, miraba el extraño líquido transparente que le entregó Gold antes de estilizar a Sapphire, el recipiente ni siquiera llevaba etiqueta y desprendía un olor bastante fuerte al abrirlo. Justo en ese momento alguien se le acerca y la rodea con un abrazo.

— ¡Crys! ¿Ya terminaste con tu parte?

— ¡No te me acerques tanto! — la chica de coletas se separó y apuntó a Gold furiosa — ¡Y conozco tus mañas! ¡Si echo esto en el ponche de seguro algo muy malo pasará y tendremos que pagar muy caro esta vez!

— Pero Crys — el chico reacciona un poco triste y continúa haciendo un puchero — recuerda que hacemos esto por Sapphire, debemos darles un empujón a esos dos. Recuerda todo lo que han pasado, ellos deben estar juntos.

— Ay Gold — el corazón de la chica se aceleró por unos segundos — no pensé que fueses tan atento y consider-

— Y bueno, el chico cursi se lo merece por agarrar a Togetaro y bañarlo en maquillaje.

— ¡Y ahí estaba el chico que conozco! ¡De verdad que nunca cambias!

— Ay vamos Crys, por una vez en tu vida que disfrutes de una fiesta no te hará mal — volvió a acercarse a Crystal y sonrió — este es nuestro primer año nuevo juntos y de seguro será un maravilloso recuerdo. Crystal lo pensó unos segundos.

— ... De acuerdo — abrió el frasco y vertió todo en la fuente para luego revolver con un cucharón — Esto lo hago solo por Sapphire, no porque me agrade pasar las fiestas contigo.

— Gold y su corazón roto entendieron.

"Primera fase: El afeminado entra en confianza".

Cuando ya se incorporó totalmente, Crystal llamó a todos indicando que el ponche ya estaba listo, luego de servir una gran cantidad de vasos y dejarlos en la mesa se retiró. Los primeros en escuchar fue el trío aburrido ya que los bailarines coreaban a todo pulmón canciones de Pop. Ruby y Emerald se sirven sedientos y van en busca de algún picadillo. Green en cambio, al beber un poco observa intrigado su vaso, algo le decía que no esto no era un ponche normal. Al reconocer el olor el azabache miró con rencor a Gold, este sintió un escalofrío en todo su cuerpo y le rogó a Arceus que lo salvara de esta.

— ¡Greeny! ¡Veo que te gusta la fiesta! — Blue apareció por sorpresa y palmeó la espalda del chico, por poco y derramaba todo el contenido del vaso. La chica agarró un vaso, lo probó y le guiñó un ojo a Gold — ¡Excelente elección! ¡Si que sabes de buenas bebidas!

— Siempre lo mejor de lo m-

— ¿¡Qué creen que hacen!? ¡Van a intoxicarlos con esto! ¡ya son adultos deberían ser un poco más responsables! — interrumpió el líder de gimnasio. Gold miró nervioso a la castaña rogando a Arceus que de verdad era muy pronto para morir.

— Ay Green, no deberías amargarte por detalles menores. — argumentó despreocupada, agarró de los hombros al líder y lo giró para apreciar a la conquistadora en la pista de baile, en ese preciso momento los bailarines se detuvieron y se acercaron lentamente hacia la barra, la ex-ladrona comenzó a susurrar al oído del chico — Aunque no se note, Sapphire ya está cansada del orgullo de Ruby, ¿acaso no recuerdas su mirada hoy en la tarde? De verdad le afecta esto y solo quiere saber la opinión de Ruby, y si él no quiere colaborar, debemos tomar medidas desesperadas.

— ¡Blue! ¡Gold! — saludó muy alegre el campeón de Kanto una vez llegaron al mesón — ¡Ustedes si que saben hacer fiestas! ¡Estoy sediento!

— ¡Hasta Silver se bailó con nosotros! — agregaba Yellow. El mencionado se retiró avergonzado con un vaso de ponche en compañía de Crystal. Sapphire en cambio, miraba curiosa al dueño del lugar.

— Green-senpai, lo veo algo molesto, ¿están bien?

— ¡Por supuesto que si Sapphire! ¡Es algo amargado pero no te preocupes, vayamos por más bocadillos! — Blue pasó a un lado del castaño, y le dedicó una mirada cómplice antes de guiar a su kouhai hasta una despensa con alimentos.

"Mujer ruidosa" concluyó Green. Observó algo molesto como los demás volvían a la pista ahora en compañía de Gold, esa chica de seguro le iba a sacar canas muy pronto. Suspiró derrotado y se acercó hasta Ruby y Emerald, los únicos que hasta el momento se encontraban apartados de la diversión. Grande fue su sorpresa al notar el estado de sus compañeros que con poca iluminación no era muy notorio: mientras que Ruby permanecía callado y algo sonrojado mirando bailar a sus amigos, Emerald trataba de mantener una conversación con mucha dificultad, pues la gran mayoría de las palabras eran mal pronunciadas y era ignorado por el coordinador.

Fijó su vista en el primero, y vagos recuerdos llegaron a su memoria.

Desde que conoció a Sapphire, notó que rebosaba de energía y especialmente cuando visitó Kanto por primera vez. Cuando le presentó su gimnasio ella chilló de la emoción y se prometió desafiar la liga de Kanto y enfrentarse a él algún día. Él, motivado por la castaña, le propuso una batalla amistosa que por poco y la chica se desmayaba.

Como era de esperarse y como indica la experiencia, Sapphire fue derrotada por la fieras llamas de Charizard, algo que la dejó muy sorprendida siendo que su Blaziken era del mismo tipo. Esa misma tarde, Green se dedicó a perfeccionar las habilidades de Blaziken y también aconsejar a la entrenadora sobre lugares aptos para entrenar un pokémon de fuego. Ese gusto en común logró crear una bella amistad entre ellos y sus iniciales, aunque obviamente Green nunca lo iba a demostrar.

De regreso a la realidad, siguió la mirada de Ruby y notó que específicamente miraba a cierta castaña bailar con Blue. Trató de ignorar lo bien que bailaba esa mujer ruidosa y se acercó más al ojirubí.

— No sabía que a Sapphire le gustara bailar — empezó, el de gorro blanco lo miró sorprendido unos segundos y retornó su mirada a la pista.

— Yo tampoco. — respondió cortante y de un sorbo acabó su vaso.

— Pensé que estarías con ella, al menos para opinar sobre su atuendo.

— Simplemente no se me dio la gana — sin darse cuenta, acercó su vaso y trató de beber, pero ya no quedaba ni una gota. Green le ofreció su vaso.

— Ten esto, creo que lo necesitas más que yo.

En la pequeña pista de baile, Gold dejó de prestar atención al ojirubí y respiro hondo. El siguiente paso del plan era muy arriesgado y nuevamente le pidió a Arceus salir vivo de esta. Ya más decidido, se acercó a Sapphire y elevó su voz:

— ¡Oye chica salvaje! — ella levantó sus cejas. Gold continuó — ¿Hay algún estilo de baile que conozcas?

"Segunda fase: Celar al afeminado".

— Bueno... – la castaña dejó de bailar unos segundos, y miró al techo buscando respuestas – como siempre fuimos mi papá y yo, nos divertíamos en las tardes bailando Rock and Roll. Claro que después lo ayudé en sus investigaciones y ya no tenemos mucho tiempo. Estoy algo oxidada...

— ¿¡Es un chiste?! — Por un momento, Sapphire pensó que era un baile muy ridículo por la reacción del criador, sin embargo, Gold agregó emocionado — ¡Desde que tengo memoria bailo con mi mamá! ¡Siempre que está de buen humor me enseña pasos! ¡No es por presumir pero soy muy buen bailarín!

— ¿¡Es en serio?! ¡Entonces que sea Rock and Roll! — gritó emocionada.

— Sus deseos son órdenes.

Gold se alejó y cómo un rayo regreso a la cabina a buscar la canción indicada. Crystal se acercó preocupada a su amiga.

— No me gusta mucho la idea Sapphire, ¡pero si Gold se pasa de listo tú solo dime y lo pateo donde más le duela!

***

~Ruby~

(Little Richard – Long tal Sally)

Por alguna razón, estaba muy acalorado y sediento, el sonido de la música retumbaba en mi cerebro y las luces me confundían preguntándome de qué color eran. Emerald seguía hablando pero su voz la escuchaba de lejos, siendo que estábamos uno al lado del otro. De repente, el ritmo de la música cambió. Un ritmo mezclado de guitarras, baterías y piano hizo eco en el gimnasio.

— ¡ROCK AND ROLL! — Desde la cabina de sonido, Gold salió y empezó a golpear al aire, simulando tener una batería. Volví a mirar Sapphire por enésima vez y nunca había visto esa mirada tan radiante, llena de emoción y esperando ansiosa la llegada de ese criador. Nuevamente, sentí ese dolor en mi pecho.

Cuando ambos se encontraron, los demás crearon un espacio al centro para darles libertad, se tomaron de las manos, y al escuchar la voz del cantante empezaron a girar y mover sus pies de una manera tan sincronizada que era un deleite para la vista. Parecía como un baile oficial, ensayado hace meses y hoy era el día de la presentación, dejándonos atónitos. La tomó de la cintura y luego de elevarla, Sapphire movió sus piernas a un lado de Gold, y luego al otro. La regresó al suelo y volvieron a tomarse de las manos, para elevar sus piernas de manera sincronizada, mientras la música continuaba empecé a sentir un dolor en mi garganta y en mi mano. Al mirarme, noté que mi puño estaba muy apretado y tenso.

Esto ya era el colmo, porque sé que ella no me quiere ver ni en pintura preferí mantenerme alejado de la fiesta, pero en vez de recibir el mismo comportamiento debo reservarme mientras ella goza de maravilla. Debo aguantar las ganas de halagar su vestimenta y añadir pequeños detalles. Debo reprimir el deseo de acercarme y bailar con Sapphire. Debo aguantar mi frustración al verla disfrutar de la cercanía que tiene con Gold, bailando como si ambos estaban destinados a encontrarse. Como si yo no existiera en su vida.

Ya harto de todo, me acerqué al ponche y me serví un vaso que terminé de un trago. Por desgracia, eso es lo último que logro recordar.

***

~Sapphire~

23:55

Ya estaba por terminar la canción, ambos nos miramos y entendimos que era hora del gran final. Siguiendo el ritmo de la música me ubiqué detrás de Gold y se agachó doblando sus piernas. Apoyé mi pie derecho en su pierna y dando un impulso logré saltar, pasar sobre él y aterrizar frente a todos. La música finalizó y la mayoría nos gritaba y aplaudía.

— ¡Eso fue genial chica salvaje! ¡Me sorprende lo fácil que nos pudimos sincronizar!

— ¡Fue increíble! ¡Hace mucho tiempo no me divertía tanto! — ambos nos abrazamos orgullosos y Blue corrió a felicitarnos. Instintivamente dirigí la mirada al final del gimnasio esperando encontrar una mirada carmesí, llena de celos y firme en su lugar. Me llevé una sorpresa al no encontrarlo en ningún lado.

— ¡Eso fue increíble! ¡Parecían profesionales! — Blue me abrazó y me empezó a dejar sin respiración. Los giros y movimientos bruscos hicieron efecto y empecé a marearme.

— Deberían bailar más seguido, para ser primera vez bailando hacen muy buena par-

Yellow no pudo terminar debido a que de golpe inició una música lenta, interrumpiendo el alegre momento. Todos miramos hacia la cabina donde Ruby salió.

— Es el momento — escuché murmurar a Blue, luego se alejó — ¡Greeny~!

— Acompañaré a Emerald, se durmió en el piso — Silver señaló hacia un pequeño sillón donde mi el pequeño Rald descansaba hecho bolita, miró unos segundos a Gold y se retiró.

— E-ejem — vi en primera fila como le ofreció su mano a Crystal — No es que me agrades chica super seria, pero creo que sería un lindo detalle para iniciar otro año.

Aguanté las ganas de gritar de emoción, a lo lejos también me fijé que Red y Yellow salían del gimnasio indicando la noche estrellada. No pude ver la respuesta de Crystal porque alguien de vestimentas negra y roja se interpuso.

— ¿Qué hace una dama tan solitaria?

— ¡¿R-Ruby?! — me tapé la nariz al sentir un aroma muy fuerte como el ponche, nuestras miradas se encontraron y me percaté que se tambaleaba un poco y su cara era más colorada de lo normal — Tenía p-pensado ir a descans- ¡kya!

Grité sorprendida, Ruby apoyó sus manos en mi cintura y me atrajo a él, por reflejo me apoyé en su pecho y su rostro quedó muy cerca del mío. Por alguna razón no pude rechazar su contacto, me sentía en las nubes y lentamente dejé de escuchar la música, sus ojos rubíes me hipnotizaban y me dejaba guiar por sus movimientos.

— Bailaste con todos aquí, mínimo me debes conceder esta pieza.

— ¿Por qué crees que te debo algo? — mi voz sonaba pausada y desconocida, no sabía si alguien nos acompañaba en el baile, parecía como que estábamos solos en el universo, moviendo nuestros pies según indicaban nuestros corazones.

— Pues... — esta vez se acercó a mi oído y comenzó a susurrar al mismo tiempo que me acercaba más a su cuerpo — dejaste que las chicas te arreglaran sin siquiera preguntarme cómo te veías.

— No... no necesito tu opinión...

— También me siento frustrado, te he visto sonreír pero nunca de esa manera al bailar con el tonto de Gold, ¿acaso te gusta?

— ¿¡Qu-qué?! — Su mirada penetrante me ponía de los nervios, mucho más que su pregunta. Me paralicé al sentir su mano acariciar mi mejilla.

— Sentí que sobraba en esta absurda fiesta, no podía apreciar tu belleza y disfrutar a tu lado...

— Y... — dudé un poco, volví a encontrarme con su rostro y lentamente empezó a acercarse — ¿Qué... sientes ahora?

— Pues... — nuestras respiraciones se mezclaban, el olor del ponche invadía mi nariz, pero nada de eso importaba ya, cerré mis ojos al sentir que acortó la distancia y me besó.

Parecía un sueño, desde hace un buen rato no sentía la música, no sé en qué momento dejamos de bailar pero en estos momentos solo sentía su agarre en mi cintura y en mi mejilla, dentro de mí un calor se extendía. Esto no era un beso inocente luego de caer de un árbol, esto no era un juego con chocolates, esto era diferente, sus labios me lo expresaban.

¡PUM! ¡BOOM!

Unas explosiones me trajeron de vuelta a la realidad, sentí un tacto en mi hombro y lentamente me separé, Ruby apoyó su cabeza en mi cuello mientras me abrazaba.

— Aprovecha la distracción, hay un pequeño cuarto al final – me susurraron, miré a mi izquierda para ver la sonrisa de Blue, desde los ventanales podían verse una infinidad de colores y gritos de emoción afuera: fuegos artificiales. Junto a Green, ambos salieron y cerraron la puerta lentamente.

— Sígueme, debo preguntarte algo.

Con cuidado llevé a Ruby al cuarto indicado por Blue, al parecer estaba muy desorientado, como si el chico que bailaba conmigo se esfumara. Logré abrir la puerta y la pequeña habitación tenía repuestos de cables y cajas dispersas, encontré una silla y logré sentarlo. Estaba cabizbajo y se tambaleaba.

— ¿Dónde esta... estamos? — estaba muy colorado, miraba de un lado a otro y al encontrarme sonrió como bobo.

— Eso no importa... Ruby — tomé con cuidado sus manos — según Blue y Gold, ahora me puedes decir todo lo que sientas.

— ¿T... todo? — sonreí en respuesta a su mirada infantil.

— Si...Ruby, ¿Qué sientes por mí?

Esperé unos segundos, giré a un lado para esconder mi vergüenza, estaba por añadir que no era necesario decirlo ahora hasta que escuché unos sollozos. Ruby estaba cabizbajo, pequeñas lágrimas caían a sus piernas.

— Soy patético... escondo mis emociones porque tengo miedo... miedo de perder a Sapphire y ella solo me sigue insistiendo y buscando una respuesta... no le puedo decir que soy un cobarde... la amo con todo mi corazón... pero no me siento preparado ¡No me siento capaz! — su llanto aumentó y escondió su rostro con sus manos, no sé en qué momento también empecé a llorar y estaba arrodillada mirándolo — ¡Por favor no se lo digas! ¡No le digas que soy débil! ¡No puedo decirle que la amo! ¡Es tan salvaje y me encanta! ¿¡Por qué es tan difícil el amor!? ¡Quisiera que me entendiera alguna vez en su vida! ¡NO ESTOY PREPARADO!

— ¡Ruby! — no aguanté y lo abracé con todas mis fuerzas llorando en su hombro — ¡Lo siento! ¡Pensé que eras egoísta y solo me evitabas! ¡Perdóname!

— No se lo digas... no se lo digas... no se...

Su llanto cesó y su cuerpo se apoyó en mí, con cuidado me aparté y levanté su rostro: dormido.

— Lo prometo. Ella nunca lo sabrá.

***

~Sapphire~

1 de Enero, 3 de la tarde.

¿Estás conforme con eso?

— Si...

— ¿Segura? Tendrás que esperar hasta que se atreva a confesarte de nuevo.

— Lo esperaré hasta la muerte...

— ¿Realmente seguirás a su lado fingiendo que lo de anoche nunca sucedió?

Suspiré, me vi forzada a visitar la casa de Blue y beber jugo de bayas para la resaca mientras los chicos recibían regaños por parte del Profesor Oak, de vez en cuando los gritos eran bastante fuertes: "¡¡Ustedes eran los adultos chiquillos irresponsables!!" se lograba oír de vez en cuando desde el laboratorio Pokémon.

— Pues, si el puede fingir que no recuerda mi confesión, yo también fingiré que no recuerdo nada sobre esa noche.

— No creas que será muy fácil jovencita jejeje — Blue buscó en sus bolsillos y de repente mostró una foto. Hervía como tetera al ver detenidamente que era Ruby y yo besándonos — ¿Creías que no iba a aprovechar la oportunidad? Por un momento pensé en guardar material de Gold y tú pero ver esa actitud de Ruby ebrio... Arceus, parecía que iban a quemar el lugar~.

— ¡¡BLUE!!

***

Esa tarde, regresamos a Hoenn, Ruby y Emerald me miraron sorprendidos al volver a ser la misma chica.

— ¿Estás bien? ¿Pasó algo? De verdad que intento recordar pero solo pienso en ese fuerte olor del ponche — Ruby era el más sorprendido, cada cierto rato se tocaba la cabeza quizás buscando recuerdos, pero era en vano. Emerald en cambio con un "al fin" se acomodó en Pilo y se durmió.

— Pues me enteré de que Gold le puso alcohol al ponche y el profesor lo estaba regañando junto a Red y Green-senpai. Así que yo tampoco recuerdo — mentí. Miré unos segundos el cielo y continué — solo sé que al despertar ya me sentía renovada y con muchas ganas de ver un concurso, ¿qué opinas?

— ¿¡En serio!? — me alejé de golpe al sentir su mano en mi frente – No, no te dio fiebre. ¿Acaso estoy soñando?

— ¡B-baka! ¡Quiero empezar bien el año y tú no me crees! — grité furiosa y nerviosa, su tacto me trajo recuerdos de la noche anterior y por inercia me aparté.

— ¡Es que no puedo creerlo!

— ¡Agh! ¡Te odio!

"Esa también es otra mentira".

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