Sorpresas en año nuevo (1)
Aclaraciones: El siguiente oneshot se encuentra ubicado antes de "La escuela" y luego de "pockys", se mencionará este en especial ya que es el principal conflicto del shipp, espero les guste :)
25/03/2020: Considerando el tiempo que me ha tomado finalizar este oneshot, decidí dividir toda la historia en dos partes, así ustedes disfrutan considerando que ha pasado mucho sin aparecer por acá, además con la situación dela pandemia a nivel mundial, quise darles un detallito uwu
***
Hoenn
~Sapphire~
Cierto día en noviembre, conseguí una importante foto y a la vez el momento más incómodo de mi vida con tan solo 12 años. Quizás recuerdes si te comento que hace no mucho tiempo, Ruby llegó con la singular golosina de "Pockys", algo tan delicioso y que esconde un macabro juego. Suspiré. Extrañaba esos labios unidos con los míos y el solo hecho de recordar tan magnífica sensación enrojecía mis mejillas. Creí con mucha ilusión que las cosas mejorarían, pero no fue así.
Desde ese día, mi relación con Ruby fue en descenso; apenas y podíamos estar juntos en la base secreta acompañados de un completo silencio, las salidas de investigación eran bastante aburridas e incómodas, entre otras situaciones que prefiero olvidar.
Esto se repitió durante todo el mes llegando a diciembre, incluso en la cálida y familiar Navidad donde ambas familias se reunieron, Ruby permaneció alejado.
Hoy, 31 de diciembre, debíamos juntar nuestras pertenencias y marchar hacia Kanto, ya que días atrás recibimos la invitación como pokédex holders para celebrar el año nuevo reunidos en el Gimnasio de Ciudad Verde. Emerald ya se encontraba en la villa desde ayer y pasó la noche en casa de Ruby, con el acuerdo de reunirnos en las afueras luego de almorzar.
Ya eran las 10 am. cuando decidí levantarme y buscar mis pertenencias: ropa de cambio por si acaso, un pijama y un peine. Guardé todo junto con unas pocas cosas de higiene personal en un morral con diseños de Plusle y Minun. Bajé a tomar desayuno mientras mi papá leía el periódico y tomaba un café.
— Buenos días Sapphire, ¿arreglaste todo para el viaje? — me pregunta sin dejar de lado su lectura. Agarro un pan de la cesta sobre el comedor y voy a la cocina en busca de Kétchup. Desde la ventana pude notar a mis pokémon jugando como buenos amigos que son, deduje que mi padre ya los había alimentado así que regresé luego de encontrar el aderezo y me uní al desayuno.
— Pues sí, supongo que será una pijamada solo de chicas, así que no olvidé mi pijama — respondí mientras me servía un jugo de baya ubicado desde antes en la mesa. Él cerró el periódico y me miró bastante serio.
— Espero ninguno de tus compañeros hombres se le ocurra espiarlas, no me cuesta nada averiguar quién fue y encargarme personalmente de ese muchacho.
— T-tranquilo papá —respiré hondo ya que por poco y devolvía el jugo — su-supongo que mis senpais de Kanto o Crystal-san se encargará de ellos.
— Ok, no me fío mucho de ese chico de Johto, pero creeré en ti. — suspiré aliviada, pero continuó — Y no creas que Ruby y Emerald se salvan, especialmente el hijo de Norman no vayas a creer que por conocer a sus padres no seré exigente.
— ¡Papá! ¡No empieces por favor! — enseguida, escondí mi cara en mis brazos al sentir el ardor de mis mejillas.
— Jajaja tranquila, solo bromeo. Pero espero ninguno de tus compañeros te haga daño porque de un viaje iré a descua-
— ¡Oh! — interrumpí sacando mi pokégear — ¡Que tarde es!
Me levanté y bebí lo que restaba de jugo al mismo tiempo que mi padre preguntó:
— Apenas son las 10:15, ¿qué es tan urgente?
— Pues... — pensé lo más rápido que pude, en realidad solo no quería seguir con la conversación — a... ¡la base! Sí, la base.
— ¿No que se iban a reunir cerca de las 14:00?
— Cambio de planes, haremos la última investigación del año así que... ¡Nos vemos!
Dios mío, siempre es un fastidio cuando mi papá empieza con su resentimiento a los chicos, entiendo que sea su única hija, pero no debe exagerar tanto. Suspiré agotada.
No tuve de otra más que buscar una distracción hasta que dé la hora de comer. Subí a la base lista para alguna siesta o buscar reliquias en ese amplio escondite, pero nunca pensé que nos encontraríamos en el mismo lugar tan pronto.
Su rostro demostraba concentración absoluta al pelaje de su Delcatty, esa expresión suya tan serena y solitaria. Aquella que logró sumergirme en el amor una vez más.
Cuando sus pokémon percibieron mi presencia él giró su cabeza encontrándome quizás con cara de idiota mirando a su amor platónico. Me analizó unos segundos y siguió con su labor.
Si, tenemos 12 años casi se acercan los 13 a decir verdad, no es apropiado empezar algo tan jóvenes, pero esperaba al menos una respuesta a estos dos inconvenientes que obviamente ninguno rechazó, es decir, ¿qué puedes concluir si el chico que te gusta corresponde dos veces un beso y nunca te da explicaciones? Resignada, me acerqué hacia el y me senté en un cojín gigante de Snorlax quedando frente a frente con Ruby.
— Supongo que ya debes tener todo listo...
— Claro, incluso desde anoche que ya guardé todo lo necesario. —Respondió sin siquiera dirigirme la mirada. Un poco incómoda, decidí buscar tema de conversación y miré a mi alrededor esperando encontrar al ganador del frente de batalla.
— ¿Y Emerald?
— Ese fotógrafo que conoció en el Battle Frontier lo citó para darle un presente por el fin de año.
— Ah, pues me alegro.
— Mmh...
Aquella fría conversación sin algún contacto visual se dio por terminada. Por dentro mi cerebro ardía de rabia, ¡Ruby idiota! ¡Pensar que ese mismo día me regañó por comprar una foto a Blue-senpai y al siguiente se convirtió en un afeminado distante!
— Sapph, estás estrujando el pobre peluche... - dejé de vagar en mi mente al escuchar sus palabras, efectivamente estaba desquitando mi furia con uno de los muchos peluches que tenemos en la base. Lo solté y di un gran suspiro, en serio me estaba sacando de quicio. Miré de reojo a sus pokémon que enseguida prestaron atención a su entrenador como si no existiera. La rabia me carcomía por dentro, ¿Qué hice para merecer su indiferencia?
— ... ¿Ruby? — pregunté un poco más calmada, mi voz no debía delatar lo herida que me sentía.
— ¿Mmh? — al parecer ese sonido era lo único que su boca podía articular hoy, ¡Que fastidio!
— Escucha... yo r-rompí esa foto.
— ¿Ah sí? — realmente no entendía su comportamiento, se le escuchaba tan desinteresado en lo que dijera y no dejaba de lado el pelaje de Coco, siendo que insistió tanto para que le entregara esa evidencia y realmente la rompí por todos los problemas que ha causado.
— ¿Acaso... no te importa?
— Es algo que ya sucedió, no sirve dar vueltas al asunto ya que nada cambiará...
— Cl-claro que lo sé, pero creo qu-que tenemos una... conversación pendiente.
Me sorprendí al ver como retiraba a Coco de su regazo y se dio vuelta lentamente para encontrarnos cara a cara, mis mejillas ardían.
— Si es una disculpa la que debo pues tienes razón y lamento incomodarte ese día. Lo mejor será olvidar una vez más y prepararn-
— Espera. — mi respiración se aceleró al analizar sus palabras — ¿dijiste... olvidar una vez más?
— ... — a los segundos, esa expresión seria desapareció.
— Acaso... ¿recuerdas algo que según tú olvidaste por amnesia?
— N-no sé a qué te refieres. — giró su rostro a un lado — Te estás desviando de la conversación original...
— ¡Y tú evades mi pregunta! — me acerqué y lo agarré de la camisa, obligando a que me vuelva a mirar - ¿¡A qué te referías!?
— No entiendo a qué te refieres...
— ¡Mentiroso!
— ¡Que no lo recuerdo chica salvaje!
— ¡Y tú un afeminado!
— ¡Chillas como un Vigoroth!
— ¡Eres un idiota! ¡Lopunny narcisista!
— ¡Mankey apestoso!
— ¿¡Apestosa!? ¡Tú eres tan apestoso como un Trubbish!
— ¿¡Me comparas con esa cosa!? ¡Entones eres igual a un obeso Sn-!
— ¡¡Ya dejen de coquetear!!
Miré a la entrada de la base donde nos esperaba un Emerald bastante irritado de brazos cruzados, me aparté de Ruby y le di la espalda.
— ¿Coquetear con este? Bah, no estoy demente.
— Y yo no querría estar con una cavernícola.
Escuché a Emerald suspirar, se acercó y se sentó cerca de nosotros.
— Espero ahora si se hayan reconciliado, es un dolor de cabeza ver como se ignoran el uno al otro.
— ¿Qué? — me di vuelta — Eso no es cierto, el que me ignoraba era Ruby no yo.
— ¿Perdón? Tú eras la que estaba tan sumergida en su mente que ni se fijaba si sus amigos estaban bien.
Ese fue el colmo, hablar de forma tan hipócrita sin siquiera darse cuenta de que se estaba describiendo a sí mismo, olviden que este será un bello día. Emerald se alejó un poco al momento que me di vuelta.
— Esto se pondrá feo...
— ¡Hace 5 minutos eras el único que me respondía con quejidos tan fríos como una ventisca, tus propios pokémons me ignoraban y ni te dabas el tiempo para conversar civilizadamente! ¡Tuvimos que empezar a discutir para que dejarás esa ley del hielo!
— ¡No se puede hablar civilizadamente contigo Sapphire! — giró su rostro a un lado y continuó gritando — ¡Si no te hablo es por razones que no te incumben para evitar este tipo de discusiones! ¿¡En serio quieres terminar el año con una pelea!?
— ¡No me importa cómo termine el año!... lo único que... que quiero... — bajé la mirada frustrada, eran tantas emociones acumuladas en mi corazón que las lágrimas salieron solas.
— S-Sapphire... — Sentí que se acercó y agarró mis brazos, ¿en serio por verme llorar se arrepiente ahora? ¡Pues mala suerte!
— ¡No! — me aparté — ¡No aceptaré tus muestras de afecto ahora que te das cuenta de lo mal que me he sentido este tiempo! ¿¡Acaso no entendías que lo único que quería era una respuesta sobre ese día!? ¡Olvida por completo que iré contigo a Johto! ¡Me da pena por Emerald, pero no quiero verte hasta que entiendas que tu intento de proteger hace todo lo contrario!
Agarré mi cangurera y salí de la base andando en liana tras liana. Lloraba a mares odiando su actitud y su inútil esfuerzo de cuidarme, ¡puedo cuidarme sola!
— ¡Sapphire!
Oír sus gritos en todo el bosque se estaba volviendo una tortura, quizás fui un poco exagerada y debería... ¡No! No quiero que me busquen, esto me desespera y tomo rumbo a la villa.
Llego hasta el árbol más cercano a casa y me escabullo por la ventana evitando hacer ruido. Agarré mis pertenencias listas para esta noche y salí de nuevo para trepar al techo. Una vez lista miré al suelo donde mis pokémon me miraban intrigados.
— Lo siento chicos, pero necesito irme lo más pronto posible — les susurré evitando ser descubierta por mi padre. Me duele dejarlo solo sin siquiera despedirme, pero no tengo ánimos de ver gente, solo a quienes me puedan aconsejar. Inicié mi viaje al bosque para llamar a Pilo, sentí que algo vibraba en mi cangurera así que saqué el pokégear.
"Llamada de Ruby"
— Ni creas que contestaré y hablaré contigo.
Rechacé la llamada, estuve a punto de sacarle las baterías, pero recordé que si quería llegar antes debía avisar a los anfitriones.
***
~Ruby~
— ¿Se puede saber por qué razón la evadiste toooodo un estúpido mes?
Sanaba mi puño derecho luego de asestar un gran golpe a un árbol al perder de vista a Sapphire. Reprimía las ganas de gritar e insultarme, pero no estaba solo como para desquitarme.
— Sabes que no estoy listo para darle una respuesta, Emerald.
— Santo Arceus ustedes parecen telenovela, por favor deja de vendarte y responde seriamente. — le obedecí un tanto sorprendido, dejé el algodón con alcohol a un lado y lo miré — Te gusta, ¿cierto?
— Pues... sí, pero le mentí para huir de esa confesión, en ese momento tuve miedo.
— Quizás ambos, pero una cosa es segura; así como aún te gusta Sapphire a ella todavía le gustas y mucho. Ruby, pudiste ver con tus propios ojos el verdadero daño que le haces con esto, no te obligo que le des un sí o no porque tienes razón que es muy pronto para formalizar cosas, pero, ¿realmente prefieres seguir evitándola y arruinar toda su amistad?
— Claro que no.
Era cierto, desde ese día de mi niñez Sapphire se convirtió en esa chica que siempre permaneció en mi mente y actualmente la consideraba mi mejor amiga. Las cosas se complicaron bastante.
— Mira, por ahora lo único que puedes hacer es darle una respuesta a lo que ella necesita saber, hazle saber que son muy jóvenes y no sé lo demás lo ves tú. Porque en serio, me tienen harto ustedes dos.
Empecé a reír, Emerald me miró confundido, pero no pude evitarlo.
— Admite que te agradamos tal como somos. — Él bufó, se levantó y se encaminó a la salida de la guarida.
— Hmp, no presumas porque no regreso con Crystal por el simple hecho de evitar que se maten. — imité su acción, tomé una bocanada de aire para seguirle el paso, de todos modos, pronto sería la hora de partir.
— Ajá, pero con lo fácil que es sacarte de quicio es extraño que sigas en Hoenn.
— No sigas o recapacitaré mi estadía en esta región.
A pesar de todo este lío, le agradezco a Arceus por traer a Emerald a nuestra vida, siempre se preocupa, aunque no lo demuestre del todo y puedes sentir que todo puede mejorar.
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