El resfriado
-¡Sapph! no estés mucho tiempo en el agua o te vas a enfermar y no te voy a cuidar- expresé sentado en la toalla de playa. Todavía era primavera y no era recomendado ir al agua, pero Sapphire Birch no quiso detenerse.
-¡Ya entendí! Solo quiero jugar con Walo y Relo un momento- me respondió con sus pokemon a un lado, suspire y les dije a mis compañeros que podían ir a divertirse con ella, pero cuidado de no ensuciarse,pensé disgustado.
-¡Walo no estornudes!- escuché ese grito de sorpresa, su Wailord estaba a punto de estornudar y crear un tsunami, tomé mis cosas incluyendo a mis pokemon y me alejé varios metros.
-¡¡AAAAACHUUUUUUUUUU!!- La ola gigante se hizo presente, y ganando gran altura atrapó a Sapphire junto a sus pokemon, el agua se expandió por la arena de la playa, llegando a centímetros de mi presencia, el mar comenzó a regresar y a despejar toda la playa, al buscarla con la mirada estuve a punto de reír cuando la vi sepultada de cabeza en la arena, sus compañeros estaban similar a ella, pero no como avestruz. Me acerqué a ella.
-¿Podría saber por qué no corriste de ahí?-
-Phenshe que sheria menosh potennte- como su cabeza estaba enterrada el sonido de su voz se escuchaba modificado y no era fácil entender, sus brazos se acomodaron en la arena y jaló para salir, unos intentos más y salió del entierro, pero comencé a reír sin control cuando su cabello salió muy desordenado, empapado y bañado en arena.
-Que tonta eres, vamos a tu casa para que te des un merecido baño- ella solo infló sus mejillas enojada, y con un "hmp" volvimos a villa raíz.
Cuando su padre abrió la puerta dio un gran grito al ver a su hija toda mojada y llena de arena, yo por mi parte estaba im-pe-ca-ble. Me despedí de los Birch, no sin antes escuchar un estornudo de Sapphire.
Ya era de noche, había comido la cena junto a mis padres y subí a mi cuarto, preparé todo lo necesario para mis pokemon y yo, y me dormí.
A la mañana siguiente no fue el cantar de los pájaros el que me despertó, sino que los golpes a la puerta que se escucharon en cada rincón de mi casa, cansado me asome por la ventana dando la vista perfecta del visitante a tan tempranas horas
-¿Profesor?¿Sucedió algo grave?- no pude evitar mi voz somnolienta al preguntarle a mi vecino el Profesor birch, el me miró y su cara se iluminó.
-¡Ruby te necesito!- gritó juntando sus manos en pose de rogar-¡Ayer Sapphire le dio una gripe y todavía no despierta!¡Te ruego si puedes cuidarla que me han citado a una charla de investigadores pokemon y de pokedex!-
-Esa niña....- Murmuré por lo bajo evitando que solo yo me escuchara-De acuerdo profesor, iré apenas me levante y desayune-
-¡Que alegría! ¡Sabía que podrías con mi hija!- exclamaba alegre, di un suspiro agotado y me levanté.
Después de prepararme física, mentalmente y metabólicamente salí de mi hogar hasta la casa de los vecinos Birch, el profesor ya me había avisado que solo Sapphire estaba en casa, pero por inercia toqué la puerta. Esperé unos segundos y me dio un gran susto escuchar que alguien bajaba las escaleras como si fuese una carrera.La puerta se abrió y una chica en pijama(verdadero pijama) estaba con una sonrisa de oreja a oreja y con su cara roja.
-¡RUBY! ¡Al fin llegas a la fiesta!- gritó a los cuatro vientos, su cabello estaba desordenado y su sonrisa boba era muy extraña.
-¿Qué te pasó?-
-¡Nada!¡Solo desperté y era muy feliz!-
Sin previo aviso, puse mi mano en su frente y estaba ardiendo. Casi grité del susto y enseguida tomé la cintura de Sapphire y la levanté como princesa.
-¿Eres tonta o te haces? estás afiebrada y tu fuera de cama-reté a Sapphire mientras ella quedó estática en mis brazos. Subí por las escaleras hasta llegar al segundo piso y posteriormente su habitación. La bajé de mis hombros y la dirigí a su cama. Lo malo fue que apenas la solté corrió de vuelta a las escaleras.
-¡A que no me atrapas!- gritó para después bajar al primer piso, asustado corrí en la persecución.
-¡Sapphire vuelve aquí jovencita! ¡tendrás un castigo después de esto!-
-¿por qué me traes aquí?- me preguntó con una voz tierna cuando comencé a arreglar las sábanas. Luego de correr por toda la casa sus pokemon la detuvieron entendiendo la salud de su entrenadora, les agradecí con pokecubos y la subí ignorando sus berrinches.
-Estás enferma Sapphire, yo te voy a cuidar así que mi orden es ir a la cama- respondí sin mirarle a los ojos.
-¿Por qué?- di un salto cuando ella apareció frente a mí, su rostro estaba sonrojado y se le notaba nerviosa-¿Tan rápido quieres que sea tuya?Si por lo menos quieres que te deje primero debes ser un novio fiel-
-¿¡QUE!?¿¡SAPPH QUE ESTÁS DICIENDO!?- exclamé a más no poder, traté de alejarme pero ella era más rápida y se acercó a mi gateando hasta sentarse en mis piernas-¿¡Qué te sucede!?-
-¿Por qué?-su voz sonó entrecortada y sus ojos se volvieron llorosos-¿Acaso no te gusto?¿En realidad tienes amnesia?¿Solo me ves como tu amiga?¿No sientes nada por mi?....sniff...sniff...- sus lágrimas se escaparon de sus ojos, mi corazón se rompió abruptamente, su rostro deprimido y con su llanto destrozaba mi control-Yo siempre he sido débil Ruby....sniff...tu siempre me das fuerza, aparentó ser fuerte y salvaje cuando en realidad todavía soy esa niña pequeña que te ama....ama todo de ti....no importa si ahora prefieres los concurso....me gusta verte feliz....y si no soy tu razón de felicidad, por lo menos lo hago por ti....Ya son varios años que llevamos en la escuela y ya acabará todo para ir a la universidad....y no quiero que te alejes de mi....por favor....sniff....no me dejes Ruby-
No me percaté el momento que perdí el control y mis lágrimas salieron sin control, podía ver que su mirada era totalmente honesta, estaba frente a esa chica insegura que se escondía muy dentro de otra totalmente confiada y activa, su cuerpo tembloroso frente a mí sumaba puntos a la verdadera esencia de Sapphire, estire mis brazos y la atraje hacia mi en un protector abrazo, no me importó si lloraba en mi pecho desconsoladamente porque siempre estaría para protegerla.
Permanecimos en la misma posición por varios minutos, esperaba tranquilo que ella se calmara mientras acariciaba su cabello desenredando esos nudos rebeldes de su cabello castaño.
-.....si te amo....siempre lo hice....no debiste enamorarte de un cobarde como yo....que solo miente....y te lastima....ya no llores pequeña.... ahora que comprendo como te sientes....trataré de recordar...te lo prometo....solo espera el momento-susurré después de varios minutos cuando su llanto cesó y su respiración indicaba su inconsciencia,lentamente la tomé en mis brazos y la acomodé en su cama con las sábanas arropando su cuerpo. Bajé al primer piso a buscar un paño húmedo, al regresar con cuidado dejé el trapo con agua en su frente un tiempo, su rostro dormido era tan adorable que el sueño se contagió.
Dejé mis zapatos a un lado de la cama, me acomode a su lado y dejé que los brazos de morfeo me llevaran a soñar. Antes de dormir miré un pequeño reloj en en el velador de Sapphire:"10:45"
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¡RIIIING! ¡RIIIIING!
El sonido de mi pokegear me devolvió a la realidad, solo que la mitad de mi porque la otra seguía dormida. Somnoliento fui en busca del pokegear pero con mis ojos que se rendían y se cerraban cada 3 segundos dependía solo del tacto, cuando acabé mi búsqueda con éxito contesté la llamada.
-¿Diga?- logré preguntar con un bostezo.
-Hasta que contestas muchacho, soy el profesor-se escuchó del pequeño altavoz, restregué mis ojos luego de mirar el reloj del velador "14:36"
-¿Como estuvo su charla?¿viene en camino?-
-De eso quería hablar.....nos dieron un pequeño break y después nos hablarán de la segunda parte, tal vez llegue al atardecer así que suerte con mi hija- comentó el profesor y colgó la llamada, suspire agotado y bajé a la cocina, sin importar si caminaba en calcetines ya que nadie me veía.
En el refrigerador estaba todo lo necesario para una sopa de pollo, junté agua en la tetera a calentar, piqué las zanahorias y deje una presa de pollo en agua a cocer.
Después de 45 minutos tenía lista la sopa de pollo con zanahoria y un poco de arroz, al lado una taza de te con limón,y por si acaso un jugo de naranja,deposité todo en una bandeja y subí con cuidado.
-Sapph...despierta-susurré apenas entre a la habitación, dejé la comida en el pequeño mueble del reloj y moví con cuidado su hombro, dio un gruñido y se movió despertando en el momento, sin pensarlo volví a tocar su frente que todavía estaba caliente pero no comparada con la temperatura al llegar en la mañana
-¿Y esa sopa?- preguntó somnolienta y frotando sus ojos, mi corazón se aceleró al ver tanta ternura.Tomé la bandeja y se la acerqué a las piernas.
-Solo bebe, te sentirás mejor después de esto- respondí segura, ella hizo una mueca de asco y cerrando sus ojos dio una probada a la sopa.
-¡GUACALA! ¡TIENE VERDURAS!- gritó escupiendo a un lado, suspiré. Esto no sería fácil.
-Vamos Sapph-rogué-Aunque no te guste debes tomar toda esa sopa, mi madre me la enseñó especialmente para los resfriados y te aseguro que mejorarás en un 2 por 3-
-No quiero- su berrinche más cruzarse de brazos la convertía en la viva imagen de una pequeña niña que no le gustaban los vegetales, no sabía la razón pero quise seguir el juego.
-Bueno.....entonces eres cobarde porque yo si como vegetales y tu no-
-¿Qué?¿Comes vegetales?-
-Claro que si- tome una cucharada y la metí a mi boca-¿lo ves? Es tan simple y tu no te atreves, supongo que eres muy cobarde para comer esto-
-¡Yo soy muy valiente!-gritó, me quitó la cuchara y rápidamente tomaba la sopa hasta terminarla sin dejar rastro de la comida, de un sorbo tomó todo el jugo de naranja y sopló el té. Sonreí al ver que la lógica a la inversa servía en la resfriada Sapphire. Mientras ella soplaba besé su mejilla.
-Que buena niña,sin duda eres hermosa- esperaba su típico sonrojo y gritos de vergüenza pero en vez de eso me devolvió el beso en mi nariz, ahora era yo el avergonzado.
-Tu también eres muy lindo,Ruby- al pronunciar mi nombre sonó similar a un pequeño ronroneo, mi corazón latía sin cesar a causa de la chica tan sincera que estaba frente a mí.-¿Qué? solo digo la verdad-
-Pero no seas tan honesta,no entiendo por qué eres tan extrovertida-excusé ocultando mi sonrojo con mis manos. Le escuché reír unos segundos y después solamente los sorbos de té con limón.
-¡Listo!- celebró ella ofreciendome la taza, la tomé precavido y junté todo en la bandeja, me levanté pero me detuve apenas sentí un jalón en mi camisa, cuando me di vuelta su rostro cabizbajo me conmovió, seguía comparándola con una pequeña niña.
-¿Qué sucede?- logré preguntar reprimiendo las ganas de abrazarla.
-...no me dejes.....por favor....quedate conmigo-me suplicó al borde del llanto, con cuidado dejé la bandeja al borde de la cama, me acerqué y posando mis manos en su mejilla besé su frente.
-Siempre estaré junto a ti,¿De acuerdo? no voy a dejar que te pierda una vez más.Solo iré a lavar esto y después seguimos durmiendo,¿Está bien?-
-.....bueno...- respondió más para si misma en vez de a mí, acaricié sus mejillas y me encaminé al lavaplatos.
Mientras lavaba no podía dejar de pensar en ella. Me era difícil comprender la razón de su actitud ya que nunca había sido expresiva conmigo, claramente sabía que esperaba con ansias el recuerdo de esa confesión y lentamente era menos frecuente esa incómoda pregunta. "No se de qué me hablas", cuando en realidad quería decir "Claro que la recuerdo, siempre lo hago pero soy muy cobarde para admitirlo".
Cuando noté que el agua caliente utilizada para lavar se volvió tibia ya era momento de regresar. Sequé,limpie lo necesario y subí.
Al llegar, la paciente se encontraba arropada como si de un día de invierno se tratase, cuando en realidad se acercaba el otoño.
-Sapphire, ya terminé- dije acariciando su espalda, hizo un leve quejido y abrió sus ojos zafiros.
-No me siento bien- toqué su frente y descubrir que su temperatura seguía constante al igual que en su cuerpo.
-Escucha,cuando tu cuerpo tiene mucha temperatura no es bueno estar más abrigada-
-¡PERO TENGO FRÍO!- exclamó tapándose con las sabanas como un taco, de un tirón lancé la sábana con la castaña incluida,quedando con sus pies en la cabecera de la cama y su rostro en mis piernas mostrando su rostro sorprendido y a la vez sonrojado. Su rostro cerca de mí y su mirada zafiro me embriagaba, se le notaba muy nerviosa como si fuese un libro abierto demostrando sus emociones con mucha facilidad.
-¿Ruby?-
-....¿Si?...- logré preguntar saliendo del trance de esos ojos brillosos y tan radiantes como el cielo.
-¿Sientes....algo por mí?-
Su pregunta logró dejarme sin plabras.¿Serviría decir la verdad?¿podrá perdonar a este cobarde? ¿será bueno seguir mintiendo ahora sabiendo su tristeza que nunca había demostrado hasta hoy debido a su resfriado? No supe el momento que mi cuerpo reaccionó solo según mis emociones y pensamientos, tomé sus mejillas con delicadeza y lentamente me acerqué a esos labios que eran míos solo que no oficialmente. Ya solo a leves centímetros cerré mis ojos al igual que ella, rogando que nada malo sucediese...
-¡CHICOS YA LLEGUÉ!- fue lo que se escuchó desde el primer piso luego de abrir y cerrarse una puerta,me alejé indignado y avergonzado, me levanté y me opté por saludar al recién llegado. Recibí el agradecimiento, unos leves comentarios sobre la reunión y me fui, con la frase en mi cabeza que se repetía sin cesar "No te preocupes muchacho, estoy autorizado a un descanso así que yo la cuidaré".
Al llegar a casa subí a mi habitación a reflexionar el extraño comportamiento de Sapphire;su extraña sinceridad y actuar extrovertida recorría mi mente sin parar,sin poder evitarlo me sentía enamorado.
Al día siguiente, desperté del inframundo. Mi nariz estaba llena de mucosa,mi garganta estaba seca y el cuerpo de dolía.Llamé a mi madre por ayuda y al chequearme me informó que estaba resfriado. Desanimado no tuve de otra más que permanecer en cama rodeado de pañuelos para la nariz.
-¡HOLA!- Pegué un salto por la sorpresa del saludo y miré la ventana donde se encontraba la misma castaña que ayer estaba en cama. Sin tardar la atrajé dentro de mi habitación y toqué su frente.
-¡O-oye!¿¡Qué haces!?-
-Que alivio- agradecí y quité mi mano-Tu fiebre ya sano-
-¿Fiebre?¿Cuándo tuve fiebre?-
-¿Cómo que cuándo?- respondí con otra pregunta-Ayer tenías mucha fiebre y vine a cuidarte-
-¿Qué? Por tu situación tu eres el de la fiebre y yo debería cuidarte- propusó ella.
-Recuerdas el día de la playa,¿cierto?-
-Si-
-¿Qué numero del mes era?-
-25-
-¿Y que día supuestamente es hoy?-
-26-
-Ahora revisa el periódico- apunté hacia el velador de mi habitación donde se encontraba el ya nombrado-Mi mamá siempre lo trae por si deseo hojear algunas páginas-
-es imposible- dijo cuando ya observó que en la portada del diario estaba escrito "27 de Agosto"-No lo entiendo, te juro que no recuerdo nada, lo último que hice fue toser un poco antes de dormir-
-Bueno no puedo explicarte esta situación, es muy raro que no recuerdes nada sin sólo era un pequeño descanso y fiebre- expresé pensativo.
-¿Pero que fue lo que hice?- me preguntó curiosa,los nervios de siempre aparecieron y preferí acomodarme en mi campo para dormir-¡Oye! ¡No lograrás escapar de mí y ocultar lo que hice ayer!-
-Claro que si-tosí- lo único que puedo decirte que me has contagiado y lo que más deseo es descansar-
-¡Ja! ¡Claro que descansarás! Si supuestamente me cuidaste el día de ayer lo mínimo que puedo hacer es cuidarte a ti- propusó, le dediqué una mirada fulminante-¿Qué?-
-¿En serio? Mejor ve y ayuda a tu padre,yo puedo mejorar sin problemas solo con descansar-
-Ay vamos, mi papá no hará nad...- pero fue interrumpida por un "¡Sapphire!" proveniente del patio, al asomar mi cabeza estaba el rey de roma...
-¿Decías algo?-pregunté irónico, ella solo bufó.
-Hoy te salvaste, pero no creas que nunca te cuidare cuando te enfermes, te lo debo- y saltó por la ventana al encuentro con su padre, discutieron unos segundos y se despidieron de mi, yendo hacia el bosque y posiblemente a investigar, el polvo de la ventana y el aire me provocaron estornudar, pero con un mal resultado.
-¡¡YIAAAC!!¡¡EMERGENCIA NECESITO PAPEL HIGIÉNICO!!-
Aquí esta el comic en el que me basé, derechos al autor ;3
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