Ace x Deuce.
Hola espero que estén bien! Bueno, antes de comenzar quiero decirles que Ace y deuce de Type 0 son mi pareja favorita, (además de otros claro...) Pero esta parejita es muy shipeable, quizas algunos han visto el vídeo del final alternativo, donde se menciona que Ace y Mitzuky están saliendo, pero en mi opinión Ace y Mitzuky no hacen buena pareja, pero Deuce!!! Es otra cosa. Además siento que Cater también podría serlo. Jajaj que??? Oye! Podría pasar! Aunque Cater ya tiene a eigth Jajaja es una lástima :( aunque también me agrada mucho la pareja, sin mencionar a Sice y a seven! 😝 Que es mi pareja Yuri favorita, en fin me desvié mucho del tema.
Bien, sin otra cosa más que decir... ¡Disfruten! ❣️
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VERANO
Las misiones y deberes diarios la ponían tan cansada.
– ¡Despierta! Tienes que despertar ¡Deuce! La adolescente de cabello castaño gimió y se pellizcó una mejilla para mantenerse despierta, temiendo que la mascota de Kurasame, Tomberry no la atrapara en el acto prohibido de dormir en clase, Deuce ahogó un bostezo y miró alrededor del aula contemplando a sus compañeros de clase que ahora mismo algunos se encontraban platicando.
Como de costumbre, vio a Cinque, una chica de cabello castaño claro simpática, que se encontraba a dos filas de ella, aplicando en secreto el maquillaje por quinta vez hoy. Cinque sonrió mientras se miraba a sí misma en su espejo compacto y de entre sus pertenencias sacó un lápiz de brillo de labios rosa, notando demasiado tarde una pequeña figura verde que arrebata el objeto de sus manos. Cinque encaró con la mirada al pequeño Tomberry cuyos ojos rojos brillaban maliciosamente por sus acciones.
– Devuélveme eso, Tomberry! - exclamo exaltada extendiendo la mano para agarrar el precioso brillo de labios, solo para que Tomberry sacara su arma y amenazara directamente al sorprendido rostro de cinque, el pequeño Tomberry sacudió la cabeza con furia y luego saltó hacia el hombro del comandante, quien entrando al aula en esos momentos miró a su amado compañero sosteniendo el brillo de labios ante el en señal de triunfo, sus azules ojos miraron directamente a Cinque quien se sonrojó horriblemente por sus acciones.
– Cinque, si quieres jugar en el aula, ahí está la salida y hazlo afuera como una persona normal - Kurasame regaño con su usual voz señalando con su mano enguantada la salida, cinque humildemente asintió, y se dejó caer en su asiento secretamente deseando alejarse de la vergüenza que ella misma causó escuchando, como varios de sus compañeros comenzaban a reírse
– Bien, basta de juegos jóvenes - añadió el comandante seriamente y su Tomberry se acomodó amenazadoramente en el escritorio, a lo que los jóvenes cadetes prestaron atención a la clase.
– Se nos ha asignado una misión rango A, subcategoría C “cazar y destruir” hace unas horas, un informe provenientes de las ciudadelas del sur de rumbrun, solicito apoyo, pues al parecer un behemoth que supera el tamaño normal de su especie ha sido vista merodeando por tres ciudades. - kurasame explicaba manteniendo una postura seria ante los jóvenes, limitándose a mantener las manos detrás de su espalda.
– El directivo a decidió responder su llamada y ha asignado esta misión a la clase Zero. - añadió volteándose hacia el escritorio con la intención de sentarse en él.
– ¡Bien! Un poco de acción de la buena - exclamo Nine sonriente desde su asiento, cruzando los brazos detrás de su cabeza, a lo que kurasame volvió a dirigir la mirada hacia los cadetes.
– Necesito tres equipos, uno al frente de la ciudad principal de rumbrun y los otros dos equipos a las ciudades colindantes. El equipo alfa estará conformado por Ace, Deuce y Jack - Deuce, al escuchar su nombre ocultó un ligero bostezo y asintió acomodándose un mechón de cabello detrás de su oreja, ella era el tipo de chica que felizmente ayudaría a cualquiera y cualquier cosa que lo necesitara, ya fuera un compañero de estudios o un animal, siempre ahorro algo de su tiempo para hacer las cosas bien.
– Sice y Seven, estarán en una de las ciudades colindantes, será el equipo Beta - las mencionadas se miraron una a la otra sonriendo de lado y después asentir
– y por último, el equipo "C" conformado por Cater, Queen y Trey. - terminó de organizar el oficial llamando a todos los mencionados anteriores al escritorio, Nine se cruzó de brazos molesto por no haberlo elegido a él, mientras que los demás simplemente lo olvidaron, todos los equipos se acercaron hasta el escritorio, planificando la misión, pues era de suma importancia planificar, nada tenía que salir mal, pues de lo contrario los ciudadanos se verían envueltos en una tragedia.
– El equipo A, se centrara en vigilar a la bestia que descansa en una de las cuevas, no ataquen si no es necesario ¿comprendieron? - comento, y los demás asintieron - bien el equipo B se encargara de despejar la vía y así poder abrir paso al equipo C, quienes desalojaran las ciudades colindantes y los llevara a un lugar seguro no podemos poner en riesgo a la población - explicaba kurasame trazando las indicaciones en el mapa de los dominios de rumbrum, haciéndoles comprender que no podían fallar pues si alguno de los equipos llegara hacerlo, estarían más que en un gran aprieto.
Media hora más tarde los estudiantes se fueron marchando uno a uno, regresando a sus respectivas habitaciones, mientras que los mencionados y requeridos en la misión se reunieron fuera de la academia comprobando sus objetos antes de partir, cada grupo se dividió hiendo hasta sus respectivas posiciones.
*****
El equipo de ace, iba muy callado hasta el momento, Deuce caminaba detrás de sus compañeros manteniendo su sentido de alerta activo, sus manos estaban frías a causa de su nerviosismo, esta clase de misiones ya las habían llevado aunque no tenían de por medio miles de ciudadanos inocentes, su mente solo se centró en no fallar y mentalmente los otros también lo hicieron aunque sus acciones no lo dieran a conocer.
La fría ventisca soplaba sobre el rostro de Deuce, haciéndola sentir un poco más relajada pero pronto, su cabeza comenzó a jugar un nuevo juego, en el que todos sus pensamientos tomaron un mismo rumbo, desde hace días que por las mañanas cuando se levantaba, a menudo sacudía la cabeza esperando que esos pensamientos desaparecieran, pero lo cierto, es que desde hace un tiempo buscaba siempre estar en compañía de aquel joven ojiazul, para aliviar un extraño sentimiento en su pecho y un ardor en los labios cada vez que la castaña pensaba en el rubio, no podía evitar pensar en Ace, eso la hacía sentir extrañamente bien pero al cabo de unos minutos tenía miedo, la clase Zero tenia bastantes beneficios, como, rechazar las misiones de bajo rango o librarse del pesado fin de semana de limpieza en los establos de los chocobos. También tenían permiso de hacer uso de las piedras de invocación, aunque eso iba más allá y era bajo su responsabilidad.
De igual manera también podían salir de la academia sin restricciones e ir a ciudades y conseguir objetos convenientes. Los trabajos y proyectos no eran tan pesados y sobre todo, podían elegir sus materias compleméntales.
Pero también había muchas reglas que a las demás clases no se les aplicaba, tales como la presencia puntual de los cadetes cada vez que se les requería en las misiones de rango A. y la más grande regla consistía en la prohibición de las relaciones fuese quien las tomara, chico y chica, o chica y chica o viceversa, tal vez si ella pudiera cambiar una de las normas seria poder actuar conforme sus sentimientos por encima de elegir su desayuno favorito. Lo cierto era que la academia había impuesto aquella regla pensando que los cadetes de Zero, tenían que concentrarse en sus labores y al llevar una relación, los distraería mucho, además de que la primera línea de defensa de rumbrum debería ser “decente”
Deuce miró al chico rubio que caminaba al frente de ella, con una mirada triste, sabiendo que probablemente nunca forjaría una relación más allá de “amigos” Otra vez le quitó la vista de encima, ya que nuevamente los labios le habían empezado a arder, como si quisieran decirle algo, en ocasiones le daban deseos de escapar de la realidad y de no haber nacido en una época de guerra constante
Los pensamientos de la joven flautista fueron interrumpidas por la dulce y melodiosa voz de Ace, cuando se acercó totalmente a ella y con una gran delicadeza posó su mano sobre el hombro de Deuce.
- ¿Estas con nosotros Deuce? - musitó el rubio contemplando a su amiga con una pizca de preocupación en lo más profundo de sus ojos azules. - Uhm - asintió borrando momentáneamente sus pensamientos - no es nada - Sus labios formaron una tierna sonrisa como usualmente lo hacía, ace al ver aquella faceta que tanto le encantaba sus mejillas tomaron un ligero color carmesí y asintió. La castaña se percató de aquel sonrojó pero no le dio más importancia, era lindo que el capitán del equipo se sonrojara con tan solo una sonrisa, pero ella jamás pensó que su sonrisa era la única que lo ponía de esa manera.
- Venga sigamos adelante - añadió deuce sin darle más importancia al asunto, manteniendo sus manos detrás de su espalda y ace sonrió esta vez más tranquilo, visualizando el mapa el dispositivo de su muñeca, Deuce se acercó bastante para contemplar el mapa, al grado de tener solo centímetros del rostro de ace, el líder del equipo al sentirla tan cerca, se tensó haciendo movimientos torpes con su mano derecha, hasta que la voz de Jack, resonó en sus oídos
– ¿Cuanto falta? - resoplo el cadete de la catana, sentándose en una de las rocas del camino descansando de su largo viaje sin fin.
– Falta muy poco Jack - respondió ace, cerrando el mapa de su dispositivo y apartándose muy discretamente de deuce.
– ¡Eso dijiste hace una hora! - Jack se quejó haciendo una mueca de disgusto y deuce rio ante aquel comentario – deja de quejarte Jack, debemos seguir avanzando. - respondió ace disponiéndose a avanzar, pero sus acciones fueron detenidas por un rugido proveniente del cañón del esté. Los tres cadetes se exaltaron al escuchar aquel intenso rugido invocando sus armas, pero pronto se percataron de que la bestia estaría bien ahí, mientras no la molestaran y entonces guardaron su equipamiento, mientras decidían retener a la bestia desde ahí.
- ¡Hey! chicos, no sería más conveniente si hacemos frente a la bestia y nos libramos de una vez de ella? Probablemente tuvo una pesadilla y nada más, si la tomamos por sorpresa antes de que a nosotros, seremos héroes, o al menos yo me sentiría como uno - respingo Jack al ver que su equipo guardaba sus armas. A lo que prontamente ace negó con la cabeza.
– Si no tenemos necesidad de atacar a la bestia no hay que hacerlo. - Jack cruzó los brazos. – Ace tiene razón Jack, no debemos atacar a la bestia si no es necesario - deuce agregó. – Amigos, hemos luchado con criaturas más grandes que esta y que no podamos hacerle frente? Al menos hay que ver a que nos enfrentamos - ante aquella suplica ace cerró los ojos y soltó un suspiro. – Bien solo vamos a ver y listo. - Jack salto de emoción y se pusieron en marcha.
La castaña caminó nuevamente detrás de sus compañeros sigilosamente, aún seguía pensando en que no era buena idea, pero si la bestia se salía de control y decidía despertar de todas formas tendrían que atacarla de una u otra forma, Jack parecía tener razón, si la tomaban por sorpresa tendrían mayor ventaja de ganar
Los pensamientos de la joven flautista se rompieron cuando notó que Ace se desaceleraba y su cuerpo se ponía rígido. La joven castaña se tensó mientras se ponía en alerta máxima a su alrededor, escuchando cualquier cosa fuera de lo común, segundos más tarde podía escuchar débilmente el golpeteo de unos pasos ligeros sobre la tierra y pronto su corazón comenzó a acelerarse, solo latía aún más rápido cuando observo al primero de la clase sacar sus cartas poniéndose en posición.
El pesado y cálido aire ahora carecía de las quejas de Jack, y cuando Deuce miró por encima del hombro, se dio cuenta de que Jack también había invocado su arma.
Jack sonrió, – Parece que lo que estábamos cazando decidió cazarnos - musito muy despacio, alertando a sus compañeros.
– Jack... - El tono de Ace era de advertencia y sus cartas estaba firmemente sujeta en su mano. – Jack, mantente alerta, ataca desde atrás o desde largas distancias - comento Ace
Jack abrió la boca para disparar una réplica, probablemente sobre cómo él era un guerrero de combate a corta distancia, pero nunca tuvieron la oportunidad. Un débil gruñido hizo eco, Jack se volvió para atacar, pero solo fue lanzado hacia un lado por una garra bastante grande.
Las pupilas de Deuce se dilataron cuando giró, con su flauta lista para ser tocada, aunque al ver a Jack ser arrojado y encontrarse pronto con el suelo, no podía hacer nada. Ella se congeló cuando escuchó el sonido de los huesos rajándose una vez que él había golpeado, contra una piedra grande y sus ojos se ensancharon con horror mientras él yacía sin fuerzas en el suelo.
– ¡Jack! - gritó horrorizada al verlo tendido en el suelo y preocupada por lo que pudiese pasarle a su compañero de armas
– Deuce cuidado... - la voz melodiosa y preocupada de Ace hizo eco cuando escucho que una garra gigante hizo un ruido chirriante al chocar contra el suelo donde había estado hace solo unos segundos antes. – Derecha! - gritó nuevamente Ace, lanzando un par de cartas haciendo captar la atención a la bestia sobre él.
El tono de su alrededor era débil cuando tragó, pero se mantuvo como el cadete de clase Zero que era. Levantó su flauta una vez más, Deuce comenzó a tocar una melodía que aturdió por unos segundos al behemoth, dándole la oportunidad a Ace para activar un hechizo de fuerza psíquica que causo gran impacto en la bestia, así como también desatando una gran furia y odio por los cadetes
Cuando por fin la bestia tuvo la oportunidad de recuperarse de aquel sonido aturdidor, La pata gigante simplemente aplastó todo lo que había a su paso, las cartas volando en todas direcciones y una nota musical haciendo lo que podía.
La joven flautista se movió rápidamente alrededor de la criatura, dirigiéndose a un ataque de espalda, cuando notó que Ace ya estaba atacando a la criatura desde un lado lazando todo tipo de ataques con cartas que llevaba equipado, Deuce se recogió el cabello amarándolo en una coleta dejando lo demás de su cabello suelto y una vez más eligió tocar la misma sinfonía que instantes atrás había logrado aturdir a la bestia, pero esta vez aquel mounstro había sido inteligente, pues moviendo una de sus patas traseras hacia ella como advertencia y al mismo tiempo distracción, balanceo la cola y la incrusto a solo centímetros de ella en el suelo, de no haber dado un salto hacia atrás, la joven cadete hubiera caído en combate, pronto la enorme bestia no dudo en defenderse con las garras delanteras del cadete de cabellos rubios, quien había aprovechado la situación para volver a activar el estado de sus cartas, pero no había habido suficiente tiempo y decidió dejarlo.
Los movimientos de Ace no fueron apresurados, pero fueron rápidos y aparentemente planeados. Incluso con sus movimientos rápidos, no eran nada parecido a sacudidas y que carecían de control de la bestia.
La forma del joven cadete se movió como un río, esquivando con gracia y lanzando ataques con la misma gracia. Es posible que sus ataques no siempre hayan golpeado, pero su uniforme perfecto y recto mostró que la criatura tampoco había tenido éxito de tocarlo Ace se parecía más a un bailarín en esta lucha que a un guerrero: perfecto y elegante. Si esta fuera una situación diferente, Deuce solo miraría con una sonrisa, pero en ese momento no podía, por lo que rápidamente decidió dejar de mirar y entrar en acción;
Rápidamente moviéndose detrás de la criatura y tocar su flauta una vez más, fue entonces cuando notó lo que Ace probablemente no, la larga cola que parecía levantarse cuando la criatura comenzó a enojarse con su atacante.
La castaña entrecerró los ojos y aferrándose a su flauta, moviéndola por la cola, sin tener la oportunidad de tocarla, está voló hacia arriba y en un instante que pareció eterno se lanzó en dirección al cadete que más le estaba haciendo frente
– ¡Ace..! ¡Cuidado...! - Gritó lo más fuerte que pudo, Ace no habló. Simplemente saltó hacia arriba, aterrizando en la cola que se dirigía a su pecho. La criatura aulló y con fuerza agitó su cola una vez más, el cadete destacado tropezó pero aterrizó con gracia en el suelo. Sus ojos se entrecerraron, mientras levantaba sus cartas de nuevo, Deuce ahora se incorporó a su lado con su arma también lista.
La criatura retrocedió unos pasos gruñendo y gruñendo a los dos. Obviamente, sabía que era fuerte, pero no estaba seguro de lo que los dos humanos eran capaces de hacer, Aunque pronto el temor en la criatura desaparecería, un aullido de ira escaparía de ella.
Ace y Deuce no tuvieron tiempo de reaccionar o idear un plan pues mientras la criatura balanceaba su pata y cola hacia ellos dos. La cola golpeó fuertemente a Deuce en el medio, arrojando su pequeña forma hacia atrás por los aires dirigiéndose a un barranco, podía escuchar el sonido de un quejido, ya sea que fuera de ella o de Ace que ella no pudiera decir.
La castaña se sintió caer, cayendo estrepitosa pero a su vez muy lentamente dirigiéndose hacia el frío suelo. El dolor le llenó la mitad, aunque el dolor de la caída no sucedió: sintió que alguien la arrebataba del aire, luego el calor soplaba por su pálida mejilla y su cabello castaño obscuro
– Ace! - gritó al aire, Sus ojos, que se habían cerrado por el impacto, se abrieron de golpe y se movieron frenéticamente hacia su salvador. Para su sorpresa, el cadete de cabello rubio no había sido quien la había atrapado, Las cerraduras de color rojo y el traje negro fluían sin esfuerzo, mientras los ojos azules de su salvador parecían enfocarse en la criatura que ahora aullaba de dolor.
Susaya Kurasame no dijo una palabra a la joven cadete cuando la colocó en el suelo, mientras su forma se forzó a sentarse.
Kurasame levantó su espada y activó un hechizo de hielo con la mano libre, Cuando el comandante avanzó, la joven cadete se dobló desde su lugar en el suelo y soltó un gemino de dolor, probablemente con aquel impacto que le ocasionó el behemoth la había lastimado o le había roto una costilla, ella rogaba mentalmente con la esperanza de no tener sangrado interno. Incluso a pesar del dolor, no podía apartar los ojos del comandante que parecía moverse como un gato grande tras su presa.
Para la sorpresa de ambos los cadetes, a la criatura le tomó poco tiempo caer contra el comandante, Un solo lanzamiento de ataque basado en hielo, tres rápidos cortes de su espada, y la criatura cayó
Deuce estaba impresionada por decir lo menos, aunque se preguntaba por qué los había enviado a ellos y no había venido antes o fue enviado en primer lugar, sus pensamientos pronto se rompieron una vez que la criatura golpeó el suelo y el polvo se asentó; su mente instantáneamente se dirigió hacia donde Ace había sido arrojado, ella rápidamente trató de ponerse de pie, pero solo tropezó cayendo nuevamente al suelo.
Segundos después deuce se sintió un poco más aliviada al captar con su mirada al joven de cabellos rubios. Al casi caer al desfiladero, no sabía si su compañero había tenido éxito en esquivar los golpes descontrolados de la criatura, cuando Deuce miró en dirección a su compañero caído, su mirada entristeció sin saber cómo poder ayudarlo, pronto Un suspiro relajado escapó de sus labios mientras veía el cuerpo inerte de Jack, moverse torpemente
Los ojos de esmeralda claros, se acercaron a los tres cadetes que ahora reposaban la ardua batalla en el suelo, la mirada alerta de Ace se estrechó al hombre de mirada penetrante, su cara estaba helada y sin emociones, listo para recibir el probable regaño de sensei kurasame, pero esto jamás sucedió, habían dado lo mejor de sí he incluso tuvieron el valor suficiente para encarar la bestia y hacerle frente.
– Hay que irnos - fue lo único que dijo kurasame y los tres cadetes se sorprendieron al escuchar tal respuesta, aunque ninguno lo demostró físicamente, tan solo asintieron – Ace, ayuda a Jack, les mostrare el camino cadetes. - añadió, tomando a deuce por la cintura y ayudarla a caminar, sabía que probablemente tendría un lesión interna muy cerca del abdomen y resultaría muy difícil caminar para ella sola. Deuce no se negó ante aquel gesto, sino al contrario pasó un brazo por detrás del cuello de kurasame, apoyándose en él y tratar de caminar.
– No puedo… - musito ace cabizbaja y su voz se quebró, kurasame no dijo nada, mientras pasaba los ojos por encima del joven estudiante. Deuce pronto se unió a la acción. Todo parecía estar bien hasta que sus ojos alcanzaron el medio, El uniforme usualmente negro grisáceo, parecía más obscuro que el resto. Entonces un olor familiar, la golpeo; metálico y amargo, sus pupilas se dilataron cuando se encontró con la mirada triste del rubio.
- Ace… estas… - Estaré bien deuce… no te preocupes - el rubio interrumpió a su amiga, llevando su mano hasta su herida, el dolor era medio, pero probablemente ella se había llevado la peor parte y le preocupaba vivir en un mundo sin ella a su lado, Deuce se libró del agarre de su comandante hiendo hasta donde su amigo, todos estaban heridos pero si no trataban de llegar a casa, se convertiría en algo peor. Fue por eso que ahora estaba al lado de ace, succionando muecas de dolor fugaz en su medio. Su brazo se envolvió alrededor de la parte superior de su cuerpo, su brazo sobre su hombro, Ella podría jurar que sintió que sus mejillas se calentaban, pero lo ignoró cuando los dos comenzaron su viaje detrás de kurasame quien ayudaba a Jack.
La mirada de ace se movió sobre la cadete a su lado, cuyos ojos color azul parecían estar detenidos en ella. – ¿Estas bien? - la cuestiono, ahogando un gesto de dolor.
– Estaré bien. - respondió deuce La mirada del rubio pronto avanzó, aparentemente enfocándose en los dos que estaban frente a ellos.
– ¿Por qué haces esto, Deuce? ¿Por qué te lastimas aún más para ayudarme? - Deuce se detuvo en su paso, haciendo que ace dejara de hablar y caminar, un quejido que escapaba de él.
– Ace... somos amigos. Haría cualquier cosa por ti, sin importar el costo para mí - respondió de manera tranquila y segura
– Deuce... - menciono su nombre en un suspiro, dirigiendo su mirada al suelo. – Has estado allí para mí desde el principio, y estaré allí para ti hasta el final - La mirada de Ace regresó a la castaña y ella también notó esto, sintió que sus mejillas se calentaban. El shock cubrió la expresión de los cadetes, antes de que una sonrisa lenta y reconfortante pronto comenzara a tomar control. Deuce se sintió relajada ante la vista.
Ella podría haber jurado que vio algo destellar dentro de esos ojos azules, cual cielo que tenía el otro, pero no habló de tal cosa. Sin otra palabra, los dos continuaron su camino hacia la nave, donde Deuce no dejaría de lado a Ace, incluso después de que regresaran a la academia.
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