Hola mis chibi-chibis, ojala y les guste

Fem Wei Ying x He Xuan

La joven discipula principal de la secta Yunmeng Jiang era la encargada de llevar la ofrenda al señor de Yunmeng, He Xuan, la calamidad vestida de negro, quien hundía las embarcaciones. Ella solo creía que el tipo era una vieja leyenda con la cual asustaban a los niños para hacerlos obedecer y no ir a los lagos en la noche para hacer travesuras. Resulta que las leyendas muchas veces son verdaderas.

Wei Ying un día se fue al lago del templo en medio de la noche para beber tranquilamente.

-El gran señor de Yunmeng, da una señal de tu existencia-dijo algo borracha-como si las leyendas fueran verdaderas, solo eres una historia de terror para que los niños no sean desobedientes-se burló tranquilamente

-¿Enserio soy una leyenda?-se escucho cuestionar a una voz masculina grave y algo aterradora

-¿Pero que demonios?-el alcohol se fue de su sistema de inmediato, al observar a los alrededores vio que en medio del lago había un hombre de piel muy pálida y ropajes negros en medio del lago-¿Quién es usted?, ¿Que hace aquí?, ¿Qué desea?-

-Tú querías verme y aparecí-fue su respuesta

-Pero no tengo nada de especial, no quería ofenderlo...mejor me voy-intento irse, pero él en menos de un segundo la estaba reteniendo por la cintura

-No lo creo, solo tú te has preocupado sinceramente por mantener mi templo y darme las ofrendas, has llamado mi atención, Wei Wuxian-

-¿Qué...qué desea de mí?-pregunto asustada

-Mi existencia es fría y solitaria, tener una reina fantasma tan bonita como tú-acaricio su rostro, la chica sintió la sangre acumularse en su rostro

-Yo...solo soy una humilde chica sin nada en especial, mejor busque a alguien que sea más de su estatus-intento zafarse de todo el asunto

La calamidad solo chasqueo la lengua y soltó a su presa, aún así ella no se movió

-De momento lo dejaré así, pero si llegarás a necesitar de mi ayuda será con un precio, que digas que serás mía para toda la eternidad-dichas esas palabras desapareció sin dejar rastro algunoWei Ying decidió ignorar y olvidar todo lo vivido al querer convencerse de que todo había sido producto del alcohol.

¿Quién diría que terminaría agradeciendo el trato que He Xuan le ofreció?

Los Wen estaban atacando Muelle de Loto y la secta Jiang llevaba las de perder, solo tenía una opción.

-Wei Wuxian, ríndete ya, entrégate a mí y consideraré perdonarte la vida-dijo Wen Chao viéndola como si de un trozo de carne se tratase

La chica estaba sobre el techo, si se tiraba iría directo al lago, en ese momento supo lo que debía hacer.

-¡He Xuan!, ¡Sé que puedes escucharme!, ¡Acepto el trato!, ¡Seré tu Reina Fantasma, para siempre!-dichas esas palabras se tiró al lago

En ese mismo momento el auténtico señor de Yunmeng apareció y de un solo chasquido de dedos acabó con los Wen, llevándolos al fondo de los lagos junto a sus embarcaciones, si Yu Ziyuan y Jiang Fengmian habían muerto en ese momento no era su problema, nadie insultaba a su Reina Fantasma y salía impune. Jiang Wanyin recibió una advertencia:

-Si dices la verdad acabaré con tu vida y la de toda tu secta-el líder Jiang decidió decir que la joven había muerto en batalla, que su sacrificio trajo la victoria a su secta, no era una mentira realmente, solo una verdad disfrazada

Ahora He Xuan era feliz, tenía a su Reina Fantasma y nadie la apartaría de su lado nunca más. La calamidad solo acarició el rostro de la chica que hacía dormida en su cama

-Mía y solo mía para toda la eternidad-murmuro de manera posesiva