♦ 2♦
De Rodillas
-Sirvo al emperador Kotal Kahn, no aun mercenario decadente y su grupo de adictos de quinta- hablo el zaterran.
-Ahora me sirves a mi y al dragón negro-
-Entonces tendrás que ganarte mi respeto-
Un cuchillo por parte del hombre salió disparado contra el zaterran logrando acertar un tajo en el abdomen de Reptile, lo suficientemente profundo como para obligarlo agacharse. Kano aprovecho para acercarse y dar otro en su muslo.
-De rodillas- Ordenó
Reptile se arrodilló, Kano apretó con fuerza la cabeza de Reptile por lo que se vio obligado a mirar hacia arriba a los ojos de Kano. Aunque no lo admitiría, Reptile se llenó de pánico y miedo ante el Mercenario, la fuerza aplastante de su palma sobre su cabeza, era como si estuvieran siendo bautizados con dolor. El dolor que todos recuerdan tan bien de su antiguo emperador, Shao Kahn.
-Intenta defenderte o hacer algo y me asegurare de arrancarte las costillas y usarlas como nuevos cuchillos- Dijo Kano enterrando la punta de su cuchillo en la caja torácica, ganándose un gruñido del zaterran, su mirada se conecto con la del otro.
El zaterran devolvió la mirada, pero fuera de examen. Miro a Kano, este aflojó su agarre sobre él ligeramente y dio un paso cauteloso hacia atrás.
-Te encuentro ...- dijo Reptile con odio, deteniéndose momentáneamente -... Indigno, tu dominio y el de El Dragón Negro es un simple juego de niños-
El ojo de Kano se estrecharon y su ceño se fruncio
-¡Entonces demostraré mi dominio!-
Kano golpeó la cabeza de Reptile contra el suelo con una mano, el zaterran lanzó un grito de dolor cuando su cara chocó contra la tierra. Reptile se quedó atónito, se obligó a apoyarse sobre sus rodillas y manos con los codos temblorosos, la sangre goteaba de su nariz y sobre el pavimento delante de ellos. Sin haber terminado de desplegar su fuerza brutal, Kano puso su mano en la cabeza del otro, obligandolo a mirarlo una vez más. Con una sonrisa que se extendió por su rostro, Kano se bajo los pantalones, revelando su miembro macizo y erecto.
-Demuéstrame lo bueno que serás como siervo, Reptile- el mencionado levanto su mano un poco temblorosa hacia el miembro del otro, intentando apartar la mirada, provocando que el humano tomara su mano para romperla- Por favor, hazlo con tu boca- sonrió el de pelo grisáceo
Cuando Reptile termino de gritar por el dolor aun continuaba resistiéndose, Kano lo castigó con un fuerte golpe en la cara, el Zaterran escupió la mitad de un colmillo mientras su cara volaba de lado por el golpe. Kano apretó su agarre sobre su cabeza, deleitándose con la cara magullada del Zaterran y forzó a este a acercar su cara, presionando sus labios secos y agrietados contra el miembro del mercenario del Earthrealmer. Fue testarudo, apretando los labios, Kano hizo una mueca por el acto del zaterran enviando otro golpe a su rostro. Reptile, aturdido por los golpes repetidos, abrió la boca lentamente y Kano lo aprovechó.
Lentamente recuperándose de la bruma de su castigo, sintió que el miembro del líder del Dragón Negro se deslizaba dentro y fuera de sus boca. Aturdido, pero con la mandíbula adolorida, ni siquiera podía cerrarla. Un intento de incluso alejarse se neutralizó, ya que Kano sostuvo un agarre tan fuerte y firme sobre el, el zaterran miro al mercenario mientras este le sonreía. Cada vez que Reptile sentía que su garganta se llenaba con el empuje repetido de Kano, el miembro de este se hacía más duró. Incluso podía escucharse los débiles sonidos del mercenario emitiendo leves jadeos de placer por su cumplimiento forzado. Pronto se hizo más grande hasta el punto en que Reptile ni siquiera pudo intentar meter el miembro de Kano en su boca sin atragantarse y le golpeara la parte posterior de la garganta.
Frunciendo el ceño por la falta de entusiasmo del ninja, Kano saco su miembro silbando ligeramente cuando sintió el roce de los colmillos del otro rosar en su miembro. Reptile tenia hilos de saliva corriendo por sus labios y jadeaba por aire. Kano sonrió ante la expresión de dolor de su compañero, con la mano fuerte sobre la cabeza de Reptile, lo obligó a tragar todo su miembro de una estocada. Un grito ahogado de Reptile mientras tomaba el vello púbico de Kano y luchaba por tomar cualquier tipo de aire que no fuera el almizcle de el líder del Dragón Negro. Una carcajada se hizo eco por parte de este, estaba disfrutando mucho más de esto de lo que esperaba.
Cansado de la garganta profunda, Kano retiro al Zaterran y luego lo golpeó de nuevo en el rostro, una y otra vez logrando que salieran gotas de sangre que quemaban un poco los nudillos de Kano, pero no iba a parar. Levanto al zaterran y lo sujeto del hombro para seguir golpeándolo ahora en el abdomen, los ojos de Reptile lloraron por la falta de aire, el dolor de su quijada y su caja torácica. Las piernas de Reptile comenzaron a temblar, el mercenario lo volvió a arrodillar ante el y había colocado las dos manos sobre la cabeza de este, dando estocadas en su boca, sus empujes cada vez eran más erráticos y enérgicos. Las lágrimas ahora caían por completo en sus mejillas. El aliento de Kano quedó atrapado en su garganta, creyendo que lo peor había terminado solo para respirar el aire del esperma caliente de Kano en toda su cara.
Con un aire de satisfacción sobre Reptile, Kano empujó a Reptile lejos, como si no viera ninguna diferencia entre él y una toalla de papel usada. Kano se burló de aquel que seguía de rodillas ante él, tenia los ojos desorbitados mirando el vacío como a una tierra lejana mientras el esperma de Kano goteaba por su cara.
Kano se puso en cunclillas ante Reptile, quien aun tenia la mirada perdida, tomó un poco de su semen de la cara del otro con su dedo y lo puso en la boca del otro.
-Abre- Ordenó.
Reptile miró a su nuevo maestro antes que el dedo. Dudaba si hacerlo, aun así queriendo evitar otro ataque, abrió su boca, vacilante.
-Buen chico- El mercenario forzó su dedo dentro de la cavidad bucal de su contrario, este cerro los ojos por el sabor amargo.
Kabi se puso de pie, mirando al otro como si fuera más pequeño que una hormiga.
-¿Soy digno ahora?- Preguntó.
Reptile permaneció en silencio.
Una expresión divertida apareció en el rostro de Kano.
-¿Todavía no estas impresionado? entonces tomaré tu trasero- Él sonrió.
El miedo llenó los ojos de Reptile, rápidamente cayo sobre su trasero e intento en un estado horrible y tembloroso de alejarse. En cualquier lugar alejado de este horrible loco. Kano lo alcanzó rápidamente, burlándose de el con una sonrisa siempre ansiosa ya que no podía esperar para tomar la privacidad de aquel una vez más. La mano de Kano salió disparada, el ninja soltó un gemido menor cuando sintió que una mano familiar se aferraba a su garganta.
-Date la vuelta- Exigió y al instante soltó su agarre.
Se giro como él ordenó, temblando de miedo sobre sus codos y rodillas. No se atrevio a mirar por encima de sus hombros. No quería tener que poder verlo cuando el estuviera dentro. Kano arrancó los pantalones del Reptile, este se lamentaban de que se realizara una actividad tan obscena sobre el. Comenzó a tocar nuevamente su abdomen al sentir nuevamente la sangre salir del tajo que causo el mercenario, pero no podía atenderse la herida o aquel la haría peor. Al ver la precioso y virgen entrada de Reptile, Kano se humedeció los labios al sentir que su miembro se endurecía en un segundo.
Abrió el trasero del ninja y Kano se dirigió directamente a la entrada de Reptile. No habrá forma de preparación para el. No lo se merecía.
Reptile se quedó sin aliento al sentir que Kano comenzaba a penetrar en seco. Nunca sintió un dolor tan ardiente y abrasador en su vida. Lucho por contener los sonidos de su dolor, pero era demasiado, tal destrucción dentro de si era simplemente imposible de no reconocer. El grueso miembro de Kano se inserto más y más en Reptile, sintió que se derramaban cálidos jugos de sangre por sus piernas y lanzo un grito de dolor. Al parecer esa sangre no estaba quemando a Kano y si lo hacia el estaba aguantando el dolor. Esto era demasiado, en un vano intento, Reptile intentó usar sus poderes creando una bola de sus ácidos verdes, pero esta solo logro reventar en la mano del Zaterran provocando que este quedara mojado. Destruido por el dolor que sentía como si fuera apuñalado repetidamente por un cuchillo mientras Kano entraba en el.
Cuando la sangre comenzó a lubricarlos, y el dolor horrible comenzó a desaparecer. Reptile había comenzado a sentir una sensación de placer, confundido por el repentino cambio, comenzo a intentar liberarse una vez más. Molesto por su obstinada y fuerte voluntad, Kano gruñó cuando tomo su cabeza y la golpeó contra el pavimento, manteniéndolos allí, con el trasero apuntando hacia arriba en el aire mientras Kano continuaba penetrándole más rápido y mas fuerte. Al rascar en la grava del suelo y casi destrozando sus garras, pudo voltear la cabeza hacia un lado, respirando el dulce aroma metálico de la sangre y el sexo que emitían sus cuerpos.
Al escuchar el fuerte jadeo que estaba desesperado por respirar, Kano lo ignoró. No le importaban, excepto su lealtad y el deseo de llenar a Reptile hasta el borde. Solo el pensamiento hizo que Kano aumentara su aspereza, sus uñas se clavaron en su espalda mientras fijaba mas su agarre para evitar que Reptile se moviera más.
-¡P-Por favor, detén esto ...!- Logro reunir la fuerza para musitar, pero solo fue recompensados con la cabeza levantada y golpeada contra el concreto.
-¡Cierra tu maldita boca !- Gritó Kano, estaba cerca y no iba a dejar que motivos patéticos arruinaran su éxtasis.
Reptile se quedó en silencio al instante. Poco después de que las repetidas estocadas se volvieran erráticas, Reptile sintió un temblor al sentir un calor dentro de si mientras Kano un fuerte gemido de liberación.
Reptile gimió cuando sintió que el líquido espeso lo llenaba, era tanto que creía que nunca se detendría.
Kano finalmente había alcanzado su satisfacción, salio de Reptile para patearlo y que este cayera. Había sangre que lo cubría y el suelo también era una mezcla de sangre y semen. Respirando pesadamente, Kano giró a Reptile sobre su espalda para que pudiera mirarlo a los ojos mientras se ponía su pantalón, luego se sentó en el miembro del Zaterran mientras tomo el rostro de este.
-¿Soy digno ahora?- preguntó Kano burlonamente, mientras sonreía.
El ninja asintió con la cabeza, sin poder siquiera intentar una réplica. Kano escupió a Reptile en la cara, comenzó a lamer su mejilla para finalmente darle un beso, uno en el que el Zaterran se opuso por lo que el mercenario río. Al ver a su ahora nuevo líder, Reptile se puso de pie tambaleándose ligeramente. Kano se detuvo en seco oyendo el sonido de como el zaterran se camuflajeba , miró por encima del hombro y luego se dio la vuelta. Dudaba si el Zaterran se iba pero entendió que no al escuchar las garras de sus pies chocar contra el suelo y acercarse un poco.
-Ven, Reptile- Ordenó.
Incluso en su dolor, con un respingón, Reptile comenzó a caminar cerca del líder del Dragón Negro para seguirlo al escondite de este.
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