Reciproco 

Después de derrotar a la malvada bruja del occidente, Dorothy y sus leales compañeros regresan a la maravillosa Ciudad Esmeralda ayudados por los monos voladores. A medida que aterrizan en el centro de todo Oz, pasan por la Gran Puerta y esperan la reunión con el Mago en el espléndido Palacio Esmeralda. Mientras Dorothy y el León cobarde descansan sus cuerpos de carne, Tin Man y El Espantapájaros charlan en la terraza a la luz de las estrellas verdes, esperando que pase la noche y que la luz del sol salga trayendo las merecidas recompensas.

Tin Man es el primero en hacer un movimiento, aparentemente vacilante y ansioso.

-Yo ... - Tin Man se tambaleó con incertidumbre, buscando las palabras correctas en las luces verdosas de la Ciudad y la cara pintada de su amigo - ... No creo que sea posible, ni siquiera tengo un corazón, pero siento que Te amo -termina abruptamente.
El espantapájaros sonríe, perdido sin saber qué decir. Haría lo que fuera por tener un cerebro aquí y ahora, de modo que pudiera responder adecuadamente, para que supiera lo que significaban esas palabras simples pero intimidantes.

-Oh, Nick ...- El espantapájaros abraza el cuerpo de hojalata, creyendo que es una respuesta suficiente.

Tin Man interrumpe a regañadientes el abrazo y busca la reacción correcta y las palabras anheladas.

-Solo quería saber ... - interrumpe con incertidumbre -... si lo que siento es recíproco-

Espantapájaros retrocede, desconcertado, ajustando su sombrero azulado y mirando el brillo de su bota.

-Oh, Nick ... no lo sé ...- responde visiblemente avergonzado.

-¿No lo sabes? - Pregunta el hombre de hojalata, tratando de contener las lágrimas claramente evidentes.

El Espantapájaros levanta la cabeza con tristeza y se queda mirando el rostro plateado y brillante de Nick.

-No sé qué es 'recíproco'- finaliza el Espantapájaros