El Muérdago

-¿Te estas divirtiendo?-

Billy giro su cabeza para ver a Alan acercarse a el, sosteniendo dos vasos con ponche y quizás con un poco de piquete, ambos estaban en una fiesta que hizo Ellie por Navidad, invitando a ambos paleontólogos, claro que en un inicio, Billy no quería ir debido a que se sentiría incomodo estando entre la Dra. Sattler y el Dr. Grant, sabiendo de la relación de estos que ha decaído poco a poco aun después de que esta los salvara al llamar a los marines, ¿el como los convenció para que fueran a la isla Sorna? No lo sabia y le daba pena preguntar, ella quería enmendar un poco las cosas... La otra razón es que después del ataque de los Pterodactilos tuvo que estar en cama por 5 meses y usar silla de ruedas por que ya no quería estar siempre en casa, tuvo que estar con ella otros dos meses , ahora tan solo tendría que usar una muleta, pero de igual forma le era incomodo que la gente lo viera con ella.

-Tierra a Billy,¿todo bien?- pregunto Grant a lo Billy parpadeo varias veces para volver a la realidad.

-¿Qué? A si claro que me divierto, aunque todavía no puedo creer que la Dra. Sattler me haya invitado - respondió el joven mirando el suelo .

-¿Por qué?- preguntó el mayor

Billy se encongio de hombros, no quería arruinar el buen humor de Alan, por lo que opto por cambiar de tema, viendo los dos tarros de ponche que el mayor llevaba en sus manos.

-¿Planeas beber todo eso?- pregunto Billy con una sonrisa.

- Oh no, uno es para ti - dijo Grant dándole un tarro- Uno es mas que suficiente para mi -

-¿Puedo saber como llegaste a esa conclusión?-

-Quizás te lo cuente más tarde-

Estaban disfrutando del ponche en un placentero silencio por parte de ellos dos hasta que Billy noto como Ellie sonreía y señalaba arriba de los dos, Billy subió la mirada y la bajo instantáneamente sonrojado.

Estaban bajo un muérdago.

Alan también alzo la mirada y miro a Billy.

-E-esta bien. Alan, no tienes que hacerlo-

-Lamento si te hago sentir incomodo -

-¿Por que me sent-

Fue silenciado cuando Alan lo tomo del cuello de su playera y lo atrajo para así besarlo. Mientras el y Alan se besaban, Billy no pudo evitar pensar que sin duda alguna, este era el mejor regalo de navidad.