"El mejor regalo"

Era 24 de Diciembre, 18:00 hs pm específicamente; y me encontraba en mi hogar, colgando unas cuantas guirnaldas navideñas para poder finalizar con la decoración aunque, a decir verdad lo único que tenia terminado, o casi terminado, era el árbol de Navidad.

Aun no sé por qué decidí invitar a todos en mi casa para pasar noche buena, si es que a mí ni siquiera me agrada la Navidad, bueno, decir que no me agrada la navidad es demasiado, simplemente no entiendo que tiene esta festividad que les encanta a todos, pero aquí estoy, colgando guirnaldas y luces solo para que tenga ese ambiente navideño.

-Creo que quedaron bien.- me dije a mi misma al bajar de la silla sobre la cual me encontraba para poder apreciar las decoraciones que había puesto.- espero que valoren mi esfuerzo.

Escuche mi celular vibrar sonoramente sobre la ratonera de mi pequeña sala, al agarrarlo pude apreciar el nombre de la persona que me estaba llamando: "Pesado", rodé los ojos con fastidio ¿Qué querrá Bunga ahora?

-Hola.- dije cortante ya al contestar.

-¡¡Holaa, Fulii! ¿¡Como esta mi mejor amiga hoy?! ¿Lista para esta noche?- su emoción era tanta que pareciera que lo tuviera frente a mí en estos momentos.

-Bunga, no es necesario que grites ¿sabes?- escuche un "perdón" al otro lado de la línea y decidí proseguí.- sobre lo que me acabas de preguntar, creo que sí, tengo que terminar algunas cosas, pero todo estará listo para las nueve.-

-está bien ¿segura no necesitas ayuda?-

-por milésima vez Bunga, puedo sola.- escuche un resoplido por parte de él seguido de un "lo que tu digas".- ¿vendrán todos?- cuestione después de unos minutos mientras acomodaba algunas esferas decorativas en el árbol.

-así es, Ono, Besthie y yo iremos, al igual que Simba, Nala, Kiara y Kovu, ah y no puedo olvidarme de mis tíos.- contestó y no pude evitar imaginarlo enumerando una por una a cada persona con sus dedos.

-bien.- silencio...- ¿no vendrá? ¿Verdad?- no se siquiera por que pregunte si ya sabía la respuesta.

-¿Kion? No, hable con él esta mañana y me dijo que no podrá venir.-

-entiendo.- hace ya dos años que no veía al pelirrojo ¿la razón? Había conseguido una beca para poder ir a estudiar a Europa y no ha vuelto desde entonces, según sus escusas es porque si regresaba no se querría ir nuevamente y continuar con sus estudios. Y aunque aún sigo hablando con él por teléfono no es lo mismo, quisiera verlo nuevamente, lo extraño.

-¡Fuli! ¡Fuli! ¡¿Sigues ahí?!- la voz alarmada de mi amigo me saco de mis pensamientos.

-s Sí, perdón Bunga, me quede pensando.-

-está bien, pero no lo hagas de nuevo que me asustas.-

Di una carcajada.- está bien.- pero mi risa fue callada por un aroma un tanto peculiar que me alarmo.- ¡¡Las Galletas!!- grite al recordar que las tenía en el horno y aun no las había sacado, tire el celular sobre el sofá sin importarme mucho que Bunga siga hablando solo y corrí hasta la cocina para sacar la bandeja del horno que ya comenzaba a humear.- ¡Genial!- dije con sarcasmo, para mi suerte solo se habían quemado la parte inferior de ellas, podría rasparlas un poco y decorarlas sin que nadie se dé cuenta.

Mire la hora en el reloj de la cocina, 19:00 hs.- ¡Rayos! Debo apurarme.- aunque aun tenía tiempo de sobra sabía que la hora pasaba volando cuando te despistas y no quería perder ni un minuto más. Comencé a decorar las galletas con muy poca habilidad pastelera, he de admitir que me quedaron bastante bien, y continúe con la limpieza de la cocina que estaba hecha un desastre después de lo anterior. Volví a la sala y termine la decoraciones, coloque un bonito centro de mesa con velas en la ratonera, puse el muérdago sobre la puerta de entrada, encendí todas las luces y... ¡Listo! Bueno... casi listo, solo tenía que colocar la estrella en el árbol, así que agarrando una silla para poder alcanzar la punta coloque la estrella en el árbol.

-quien diría que todo esto de cocinar, limpiar, ordenar y decorar me llevaría una hora y media.-al darme cuenta que solo tenía media hora para estar lista corrí hasta el baño para ducharme.

....

-Buenas noches, Fuli. Que bella te ves.- me saludo cordialmente el rey Simba que había llegado junto con toda su familia, quienes fueron los primeros en llegar.

-muchas gracias, majestad. Adelante, pase.-

-buenas noches, querida.- me saludo la reina Nala dándome un cálido beso en la mejilla.

-Buenas noches, reina Nala, pase por favor.-

-¡Fuliii!- no tuve tiempo de reaccionar que ya Kiara me tenia rodeada con sus brazos en un gran y fuerte abrazo.- ¿Cómo estas, amiga?-

-estaría mejor si me dejaras respirar.- dije con cierta dificultad, sentí que aflojo su agarre y hable con normalidad.- muy bien Kia, me alegra que hayas venido.- ella sonrió y yo le devolví la sonrisa.

- ¿y yo estoy pintado o qué?- ambas reímos al escuchar a Kovu.

-lo siento Kovu, me alegra que hallas podido venir también. Adelante, pasen y tomen asiento que hace frio.- ambos entraron.

Antes de poder cerrar la puerta pude escuchar los quejidos y pasos apresurados de una voz muy conocida que venía acompañada por cuatro personas más.- te dije que llegaríamos tarde Pumbaa, pero tú nunca me escuchas cuando digo que no pierdas las llaves de la entrada.-

-pero Timon, tú fuiste quien perdió las llaves.-

-sch, sch, sch, no es bueno acusar a las otras personas cuando uno comete los errores.- no pude evitar reír a carcajadas, estaban frente a mi puesta y aun así discutían como si fueran dos niños pequeños, estos dos nunca cambian.- oh, ya llegamos.- dijo Timon despistado.- Bunas noches, Fuli. Espero nos dejes pasar, porque aquí hace un frio que pela.

-bunas noches, Timon. Pasa y toma asiento.- dije con una sonrisa ladina, aun no supero lo de las llaves.

- muchas gracias por la invitación, Fuli. Luces muy bonita esta noche.- menciono Pumbaa.

-muchas gracias, Pumbaa. Pasa, por favor.- asintió levemente e ingreso.

-¡¡FULII, FELIZ NAVIDAD!!- Grito Bunga emocionado como niño pequeño mientras me abrazaba.

-¡Bunga, suéltame! ¡Ni siquiera es Navidad aun!- me queje.

-No importa.- dijo al soltarme.- siempre debería ser navidad.- agrego sonriente mirándome fijamente con sus ojos azules.

-ya Bunga, no seas pesado.- escuche decir a Ono, quien se acerco un poco mas junto con Besthie para poder saludarme.

-buenas noches chicos, vallamos adentro rápido.- los tres pasaron contentos y ya por fin pude serrar la puerta. Ya dentro todos se encontraban sentados en la sala y debajo del árbol había una gran cantidad de regalos ¿Qué extraño? ¿Estoy ciega o acaso no vi que todos traían bolsas con regalos?

...

Las horas pasaron, ya habíamos comido y ahora nos encontrábamos esperando a las 12 para poder desearnos una Feliz Navidad. Me encontraba sentada en el sofá de la sala, Kiara y Kovu también estaba conmigo, vi a Bunga sentado en el suelo viendo fijamente el reloj de la pared, esperando ansioso la hora de abrir los regalos, Simba y Nala se encontraban en la cocina preparando las copas y la cidra para brindar, Timon y Pumbaa hablaban de quien sabe que, mientras que Ono y Besthie estaban con sus celulares.

Por un momento sentí que algo faltaba, como si la sala, aun estando llena, estaba vacía. Y es raro, esto solo me pasaba cuando pensaba en... Kion... desearía que él estuviera aquí.

Ding Dong

Fruncí el seño extrañada, eran las 11: 55 de la noche ¿Quién podría tocar la puesta a esta hora?

-¿esperas a alguien, Fuli?- cuestiono mi amiga castaña.

-no que yo sepa.- le respondí.

-pues ve y abre entonces.- me dijo con una sonrisa. Extraño.

-capas sean villancicos.- se burlo el moreno, acto seguido Kiara le golpeo el brazo.- auch, okey no digo nada.

Me pare del sofá para ir hasta la puerta para ver quien tocaba el timbre a estas horas, no pude evitar sentir todas las miradas de los demás a mis espaldas. Esto es muy raro.

-ya voy.- dije mientras sacaba el seguro de la puerta para después poder abrir. Al ver quien era me quede helada.

Él estaba ahí, con una tonta sonrisa en el rostro, cubierto de nieve y con un moño de regalo en su cabeza color rosa.- sorpresa ¡Feliz Navidad!-

Lagrimas asomaron por mis ojos, me acerque un poco mas y lo abrace. Sentí como él correspondió el abrazo, no me importaba que estuviera frio, solo quería sentirlo cerca otra vez, no quería que se fuera de nuevo. Me alejo de a poco hasta quedar frente a frente de nuevo, paso su dedo pulgar por mis mejillas húmedas secando las lagrimas que habían escapado.

-eres mi mejor regalo.- le sonreí, él hizo lo mismo. Su sonrisa es hermosa, por fin la puedo ver en persona de nuevo.- no sabes cuánto te extrañe.-

-también te extrañe, mi pequeña chita.-

Le di un pequeño golpe en el brazo por tal comentario, sigue siendo el mismo tonto de hace dos años atrás.

-está bien, lo siento, solo quería bromear.-

-¡¡Ya Bésense!!-

Escuche por detrás, era Kiara ¡Ella sabía de esto, todos sabían de esto! ¡Los odio!

-¡Silencio, Kiara!- grito Kion enfadado. Por qué siempre hay alguien que arruina el momento.

Arrime la puesta detrás de mi.- dejemos este incomodo momento y mejor pasemos adentro ¿quieres?- le pregunte agarrando el gran moño rosa que aun tenia pegado en su cabeza.

-me parece bien, pero antes...- dejo las palabras suspendidas en el aire y apunto con su dedo índice el marco de la puerta donde se encontraba el muérdago. Deje de sentir frio por unos segundos y estoy completamente segura que mis mejillas están hirviendo, no fue buena idea colocar eso ahí.- Fuli, perdóname por irme dos años sin regresar siquiera para visitarte, pero sabía que si lo hacía no iba a querer volver porque no hubiese querido apartarme de ti nuevamente. Aun así no podía vivir allí tranquilamente puesto que todo el tiempo estaba pensando en ti, si alguna vez no te mande algún mensaje, ni te llame fue solo porque no quería molestarte, perdóname por favor, prometo no volver a irme de tu lado.-

-...-

-he decidido quedarme, tú eres más importante para mí.-

-tú también eres muy importante para mí, Kion.-

-Fuli,... te amo.-

-y yo a ti.- 

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