Otro día de mierda en esta ciudad. Me he tenido que mudar por el trabajo de mi madre, mi padre nos abandonó hace tres años. Ahora es feliz con su otra familia, con su otra vida

Voy en camino a mi apartamento, la calle está vacía, a excepción de unas cuántas personas caminando o en sus automóviles, tomo mi paraguas y lo abro sobre mi cabeza para evitar mojarme con la ligera lluvia que comenzó, es obvio que una tormenta se avecina. Se crean unos cuantos charcos en la calle por donde voy pasando, trato de mantenerme alejado por si un auto pasa muy rápido, no quiero terminar mojado y resfriarme. Mañana es el primer día en mi nuevo instituto y lo que menos quiero es ir enfermo. Doy la vuelta en la esquina de la calle donde esta el apartamento y me detengo un momento para sacar la llave, pero a mi lado pasa un chico con una motocicleta. Pasó muy rápido, salpicó toda el agua hacia mi haciendo que quedara completamente mojado. Se detuvo unos cuantos metros adelante, así que me dirigí hacia el enfadado y le toque el hombro. Se giró hacia mi y pude ver su cara. Era un chico alto, castaño con muchos lunares en la cara. Cuando me vio abrió mucho los ojos y se le escapó una pequeña carcajada

—¿Se te ofrece algo?.—Dijo tratando de aguantar la risa

—Si, esto es tu culpa.—Reclamé señalando mi cuerpo mojado

—Lo siento, chico. Pero no es mi culpa que tengas mala suerte.—Dijo revolviendo mi cabello y con una sonrisa burlona. A lo que solo se gano una mirada de desagrado de mi parte

Tenía la pinta de ser el típico Fuck boy que tiene a todos y todas a sus pies, pero tenía algo de encanto.

Estaba dispuesto a irme, pero vi una pelota de baseball acercarse rápidamente a mi cabeza, apreté los ojos esperando el golpe, pero nunca llegó.

Al abrir los ojos vi que el sostenía una bola de baseball justo al lado de mi cabeza. La arrojó de vuelta a un grupo de chicos jugando y se quejó por el impacto en su mano

—Gracias.—Susurré antes de darme la vuelta e irme hacia mi departamento.

—Adiós, Suertudo.—Gritó a mis espaldas

Entre y me dirigí a mi habitación, me quité la ropa mojada y la cambié por una seca y limpia, tomé un libro que estaba en mi cama y traté de leerlo, pero no podía sacar la sonrisa de aquel chico de mi cabeza. No podía concentrarme en las palabras, solo podía escuchar la voz de ese chico. Maldita sea, entre tanta gente de este lugar me vengo a fijar en el Fuck boy que probablemente jamás vuelva a ver en mi vida...

[...]

Salí de mi apartamento corriendo, apenas me dio tiempo de tomar un vaso de leche. Mi estupido despertador no sonó y se me hizo tarde. Genial, primer día y voy tarde. Me di un golpe mental por eso y corrí escaleras abajo. Por suerte el autobús aún estaba ahí y podría ahorrarme los cinco kilómetros que hubiera tenido que recorrer a pie

Quince minutos después me encontraba en la oficina de el director escuchando las ordenes y consejos que me daba por mi primer día. Ya que las clases habían empezado hace dos meses me asignaría un tutor para ayudarme con todos los apuntes y mostrarme el colegio. Me dio mi horario y apuntó en la parte de abajo el nombre de mi tutor. Un tal Dylan O'Brien. Era el chico con el horario más parecido al mío y es el que me ayudaría con todo.

Salimos hacia el aula 5 porque el director quería presentarme a los alumnos. Pidió a la maestra tiempo de su clase y se dirigió a los demás en el salón:

—Buenos días jóvenes, les presento a su nuevo compañero, Thomas, quiero que todos lo traten bien y hagan lo mejor por integrarlo.

Todos me miraron menos un estudiante al fondo que tenía un libro cubriéndole la cara. Para mi mala suerte el único lugar disponible era frente suyo, suspiré y ocupé el lugar

—Por cierto, Thomas, el será tu tutor.—Dijo el director señalando al chico detrás mío y salió del aula.

Volteé para ver de quien hablaba. El chico bajo el libro y me encontré con la misma sonrisa que había estado en mi mente todo el día anterior. Noté que el estaba igual de sorprendido que yo

—Hola, suertudo.—Dijo con una sonrisa intimidante y provocativa

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Holis🌚