Newtmas

Newt vive con sus padres, aunque no mucho, ya que ellos siempre están de viaje. El adolescente puede estar un poco consentido por sus ricos padres, pero los empleados y las empleadas de la casa no tienen queja de él.

De quién sí tienen queja a veces (si pudiesen quejarse) es del mejor amigo del rubio. Minho.

Minho siempre anda coqueteando con todos y todas los empleados y empleadas de la casa.

La vieja señorita Daisy está cansada del asiático, pero sabe manejarlo. Es la única que sabe.

Ahora es verano. Newt está al lado de la piscina tomando un vaso de Fanta de limón mientras lee alguno de sus libros favoritos cuando entra Daisy con un chico que parece su edad.

Newt baja sus gafas hasta la punta de la nariz cuando se ponen delante de él.

-Hola, Newt- sonríe la señorita Daisy- te presento al nuevo jardinero de la casa. Se llama Thomas y se va a encargar de todo el jardín, especialmente del laberinto.

Newt se sube las gafas y asiente.

-¿Empieza ahora?- pregunta fingiendo indiferencia.

-Sí. Por esta zona mismo, ¿no, Thomas?

Newt levanta de nuevo la cabeza.

-Dónde me mande, señorita Daisy- sonríe el castaño.

Newt se muerde el labio de manera imperceptible.

Daisy iba a hablar cuando Newt habla primero.

-Quédate aquí. Las plantas estas asquerosas se acercan demasiado a mi piscina.

Thomas lo mira por unos segundos y asiente.

-Como quiera, señor.

Newt se ríe encantando.

-Solo Newt, novato. Ningún empleado o empleada me llama así.

-Iré a por mis herramientas, entonces- asiente el otro con una pequeña sonrisa.

-Maravilloso, Thomas- le sonríe Daisy.

Cuando entra en casa, Newt aparta la vista de él y mira a Daisy.

-Tiene 20 años y viene de Nueva Jersey. Ha estudiado jardinería y viene muy bien recomendado por todo tipo de gente de EE.UU.- le pasa el currículum de Thomas en una carpeta y Newt pone sus gafas de sol en la cabeza.

-Gracias, señorita Daisy. Aunque para fiarnos de lo que digan un par de americanos teniendo a Trump de presidente- rueda los ojos abriendo la carpeta.

Daisy se ríe.

-Creo que es muy bueno, aparte de jardinería tiene varios cursos especificados en x cosas de las plantas y solo tiene 20 años. Dos más que tú- le guiña el ojo- y estás aquí sentado.

-Oye- protesta Newt riendo poniéndose las gafas- estamos en verano y tengo 18. Termino un curso y entro en la universidad, ¿sabes?

-¿Quieres algo más?- le pregunta sonriendo dejando el tema.

-No, déjame leer- pide Newt volviendo su vista al currículum del castaño.

La señorita Daisy asiente y Thomas sale minutos después. Al solo ver a Newt, se pone nervioso.

-¿Quiere que empiece por algún sitio en concreto?- pregunta Thomas.

Newt levanta la vista.

-Donde vea el césped muy alto en el borde de la piscina.

Thomas mira la piscina de varios metros y asiente poniéndose al lado de Newt y agachándose para comprobar que el césped esté en su medido.

-Thomas... ¿qué haces?- le pregunta al verlo.

-Se mide mejor desde aquí- responde como si fuera obvio.

-Oh, de acuerdo- vuelve su vista al papel cuando empieza a cortar el césped.

Newt va leyendo todos los cursos y estudios que tiene Thomas más su experiencia. Alterna la vista con el castaño avanzando alrededor de la piscina y su trasero.

-Así que... ¿de Nueva Jersey, eh?

-Sí- asiente Thomas levantando la cabeza mirándolo de reojo- nací en nueva York, pero crecí en el municipio de Springfield.

-Springfield, ¿en serio?- pregunta Newt divertido.

-Sí, pero sin personas amarillas- bromea Thomas.

Newt sonríe y vuelve su vista al papel.

-¿Puedo preguntar cómo con 20 años tienes tantas cosas hechas?

Thomas se sienta para mirarlo y secarse el sudor. Newt muerde su labio y se acomoda en su tumbona.

-Mi padre murió cuando era muy pequeño y mi madre amaba la jardinería. Me dejaron huérfano a los 8- cuenta Thomas- me terminó adoptando un anciano jardinero que me enseñó todo lo que sé, me pagó la educación mínima y todos los cursos que hice se ven ahí.

Newt fija su vista en el papel notando que todos son del mismo año. Muchos a la vez que otros.

-Frank, el jardinero que me adoptó murió cundo tenía 15. Desde entonces me he buscado la vida ganando experiencia, dejó una carta de recomendación para mí antes de morir- sonríe Thomas- fue el mejor hombre que conocí. Desde ahí fui pasando de una casa a otra.

-¿Por qué te ibas de casa en casa? ¿O te echaban?- pregunta Newt mirando los tiempos que trabajó en cada casa.

-¿Honestamente?- suelta Thomas haciendo que Newt asiente a pesar de que sabía que no lo necesitaba- puras mentiras y mala suerte.

-Pero todos escribieron carta de recomendación sin ninguna queja- comenta Newt releyendo las cartas.

-Sí...- Thomas no contesta más y se frota la nuca.

Después se limpia a la camiseta y Newt ladea la cabeza.

-Si... si tienes calor puedes quitarte la camiseta- el castaño lo mira y Newt enrojece- no sería justo por mi parte dejarte ahí al sol con toda la ropa larga puesta. ¿Quieres un vaso de agua?- le pregunta hablando rápido.

-Muchas gracias, Newt. Trataré de aguantar lo máximo posible, pero el vaso de agua sí me vendría bien.

Newt asiente repetidas veces y coge el fijo marcando el 1 para llamar a Daisy.

-Quiero una jarra de agua fría con hielo y un vaso- dice por teléfono- te la traen enseguida- añade mirándolo.

-Gracias- sonríe Thomas.

-De nada- le sonríe de vuelta perdiéndose en sus ojos miel. Después de varios segundos, carraspea- Daisy tiene razón, yo con 18 no he hecho nada con mi vida.

Thomas se corta la mano al escucharlo.

-¿¡Dieciocho!?- pregunta tapándose la herida- pensé que como mucho tendría 14.

Newt se levanta al ver la sangre.

-Me lo suelen decir.

Vuelve a marcar a Daisy para pedirle el botiquín. Se agacha a su lado mirando el corte.

-Para ser tan buen jardinero no dice mucho el hecho de que te cortes en el primer día de trabajo- bromea cogiendo un pañuelo para taparle la herida con el paño.

-Solo me sorprendí con su edad- comenta Thomas mirando las manos de Newt envolver la suya con el paño.

-Sé que es un gran revelación, pero tampoco tenías que cortarte- vuelve a bromear Newt.

-Lo siento- pide Thomas mirándolo a los ojos.

Ambos jóvenes están muy cerca el uno del otro.

-No tienes que pedir perdón- contesta Newt acercándose a él- solo te despistaste.

Thomas asiente bajando sin querer sus ojos a los labios del rubio. El menor se acerca un poco más cuando aparece Daisy.

-¿Pero qué hacéis los dos en el suelo? Por el amor de dios.

Ambos se separan como si les hubiesen electrocutado y Newt se levanta.

-Distraje a Tommy y se hirió la mano. Es profundo- le dice Newt.

-Vamos, en la cocina podré curarte- dice Daisy ayudándole a levantarse.

Thomas solo asiente desorientado.

-Que no trabaje más hoy, Daisy. Enséñale después donde duerme.

Newt camina hasta su tumbona cogiendo todo y perdiéndose en el laberinto de sus padres que Thomas arreglará mañana al terminar la piscina.

(...)

Al día siguiente, después de que Newt se asegurara de que Thomas estaba bien, se va al jardín a desayunar. Cerca de la piscina como ayer.

Después de desayunar, Newt quita su camiseta. Nota como Thomas lo mira de reojo y se tienta, mordiéndose el labio.

Desde ayer, Newt no ha dejado de pensar en él. ¿Qué hubiera pasado si Daisy no habría aparecido?

Niega con la cabeza, se habría apartado.

Se meta con lentitud en la piscina mientras Thomas lo sigue mirando de reojo, el castaño sacude la cabeza o terminará cortándose de nuevo.

Da un par de largos tratando de sacar al jardinero nuevo de su cabeza.

Thomas sigue cortando el césped sin poder evitar mirar para el rubio de vez en cuando. Esta vez se dedica a cortar con más cuidado.

-Tommy- lo llama después de varios minutos.

El castaño lo mira.

-Dime- detiene sus movimientos.

-Lo de ayer de la camiseta iba también para todos los días- se fija que está sudando mucho.

Thomas no puede evitar sonreír.

-Gracias.

-Y si necesitas agua o descansar, me lo dices. Eres interno, después de todo- añade Newt nadando hasta él.

-Gracias, Newt. De verdad.

Se agacha junto a él y el rubio apoya sus brazos en el borde de la piscina sonriendo y sin dejar de mirarlo.

Están así unos minutos sin darse cuenta hasta que Mino aparece por la puerta.

-¡Newtieee!

Newt y Thomas se separan de nuevo y Newt se sumerge en el agua para calmase. Minho se acerca a la piscina esperando que el rubio salga.

Le tira la toalla y Newt sonríe secándose el pelo primero.

-¿Qué hay, Min?

-Todo bien, venía a ver a mi mejor amigo- le guiña un ojo y se fije en Thomas, que ahora está alejado ocupándose de unos arbustos- ¿y ese bombonazo?- pregunta codeando a su amigo.

-Es el nuevo jardinero- sonríe Newt mirando para Thomas.

-Bueno, pues tendré que ir a presentarme- sonríe Minho caminando hacia él.

Newt se sienta en la tumbona mirándolos.

-Hola- sonríe Minho apoyándose a su lado.

-Hola- dice Thomas mirándolo.

-¿Cómo es que mi mejor amigo ha conseguido un jardinero tan guapo?- coquetea el moreno.

-No sé. Habrá tenido suerte supongo- sonríe Thomas.

-Me gustaría tener la misma suerte, la verdad. Tenemos jardinero, pero ¿qué te parece ir a tomar algo?- le guiña un ojo y Thomas se apoya levemente en el arbusto- ¿cuándo sales?- le pregunta acercándose a él.

Newt frunce el ceño desde la tumbona.

-Pues... no salgo. Estoy interno. Nos lo veo complicado- se ríe Thomas.

-Bueno, si eres interno me quedo hasta que cenemos y vamos a tomar algo. O mejor todavía y nos quedamos en tu curto.

Thomas sonríe y apoya la barbilla en su mano.

-¿Aquí, eh?

Newt los ve demasiado cerca para su gusto y se va enfadado para dentro.

Thomas lo ve y se queda mirando para el rubio.

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HOLIIIII, va a tener segunda parte, queréis smut en ella? u.u

Btw, tengo una novela nueva*-* se llama Sexo, sexo y más... ¿sexo?

(Nadia de 2024: adivinad de qué va ahre)

Si os pasáis, espero que os guste

Nadia💜